miércoles, 26 de marzo de 2025

UN LIBRO, UN POEMA (R. M. Rilke)

En librerías
#unlibrounpoema 


Tal y como recordé la semana pasada, este año se celebra el sesquicentenario de Rilke, y aunque ya tiene mucha presencia en este blog, era inevitable hacerle un hueco en esta sección.

No sé si es muy conocido su paso por España; sea como fuere, hoy voy a dejar aquí su "Trilogía española", consecuencia de la visita, donde pasó los meses de noviembre y diciembre de 1912 y el mes de enero y la mitad de febrero de 1913, básicamente en Toledo y en Ronda. 

El poema puede resultar un poco hermético en algunos pasajes, pero la carta que envió a Katharina Kippenberg en marzo de 1913 resulta muy esclarecedora. Antonio Pau la recoge en su magnífico libro Vida de Rainer Maria Rilke. La belleza y el espanto (pp 275-78). También recoge en traducción propia la trilogía. Es absolutamente recomendable la lectura de la carta, así como de todo el libro. 

La trilogía está escrita en enero de 1913 y Jaime Ferreiro la traduce así:



TRILOGÍA ESPAÑOLA



I

De esa nube, mira, que violenta

a la estrella oculta, que justo ahora fue – (y de mí),

de esa serranía, al fondo, noche ahora,

vientos nocturnos tiene por un tiempo – (y de mí);

de ese río en lo profundo del valle, que prende

el destello de un claro de cielo desgarrado (y de mí),

de mí y de todo eso hacer una sola

y única cosa, Señor: de mí y del sentimiento

con que el rebaño, encerrado en el aprisco,

recibe con la exhalación de su aliento el grande,

el oscuro no-ser-ya más del mundo –, de mí y de aquella

luz en la tétrica oscuridad de muchas casas, Señor:

hacer una cosa; de los que duermen,

de los viejos, extraños, en el hospicio,

que tosen importantes en las camas;

de los niños adormilados en pechos tan extraños,

de tantos seres imprecisos, y siempre de mí,

de nada más que de mí, y de lo que no conozco,

hacer la cosa, Señor, Señor, Señor, la cosa

que, cósmico-terrenal como un meteoro,

reúne rauda en su gravitación sólo la suma

del vuelo: no sopesando sino la llegada.




II




Por qué uno ha de andar así, y cargar

con tantas cosas extrañas, como quizá el portador

que de puesto en puesto levanta el cesto ajeno

de la compra más y más repleto, y va detrás agobiado,

y no puede decir: Señor, ¿para qué el banquete?


Por qué uno ha de estar aquí, como el pastor,

expuesto a la desmesura del influjo,

implicado en este espacio lleno de suceso,

como si su destino estuviese apoyado

a un árbol del paisaje, sin otra actuación.


Y sin embargo, en su exorbitante mirada,

no tiene el callado alivio del rebaño. No tiene

sino mundo. Tiene mundo tan pronto alza los ojos,

mundo en cada inclinación. Lo que a otros gusta,

a él, inhospitable como música y a ciegas,

le penetra en la sangre y transitoriamente se transforma.


Entonces se yergue durante la noche y la llamada

de un pájaro afuera la tiene ya en su existencia,

y se siente osado porque recoge en el rostro

todas las estrellas, grave –, ay, no como uno

que prepara esa noche para la amada

y la mima con los sentidos cielos.




III




Ojalá que al volver, en soledad, a la aglomeración

de las ciudades y al ovillo enredado de ruidos

y tráfago confuso de vehículos,

ojalá que, por encima del espeso bullicio,

esté conmigo el recuerdo del cielo y el borde terroso

de la montaña, en el horizonte, por donde el rebaño

torna a la majada. Pétreo me sea el ánimo,

y que la obra diaria del pastor me parezca hacedera,

cómo camina soberbio y curtido, y cómo, con piedra bien calculada

de su honda va ribeteando el rebaño, allí donde quiera

que se desfleque, lento el paso, pensativo el cuerpo,

pero magnífico cuando se para, aún le sería permitido a un dios

revestirse en secreto de su figura, y no sería por eso menos.

Alternando se detiene y se rezaga, igual que el día mismo,

y las sombras de las nubes le atraviesan,

como si morosamente el espacio

pensase pensamientos por él.


¡Sea el quien fuere para vosotros! Como la luz parpadeante

en la noche detrás de la pantalla, así me sitúo yo dentro de él.

Un destello se apacigua. La muerte

hallaría su sitio más puro.


***


martes, 25 de marzo de 2025

SOBRE LA BIBLIOTECA BRITÁNICA

Sí, esta es la entrada principal del mundialmente famoso British Museum, uno de esos museos inagotables y necesarios. Pero no es al museo al que le voy a dedicar esta entrada, sino a la biblioteca. El museo me encanta, pero la biblioteca, aunque propiamente ya no existe como biblioteca de uso general, sigue siendo un espacio acogedor y lleno de historia, además de un buen puñado de libros, libros de gran valor histórico. 


Nada más acceder al museo, nos encontramos en este patio que fue cubierto con una gigantesca armazón de acero y vidrio diseñada por el arquitecto Norman Foster en el año 2000. Dicen que es la mayor plaza cubierta de Europa. En medio de ese espacio protegido de las inclemencias del tiempo se encuentra la antigua biblioteca del museo.


En esta biblioteca, que era la sede de la Biblioteca Británica, en esta sala de lectura, en este acogedor espacio circular, estuvieron leyendo, consultando, estudiando, escribiendo e incluso refugiándose del frío invierno una auténtica pléyade de personajes de todas las esferas del saber. Algunos de ellos: G. Bernard Shaw, Th. Carlyle, Gandhi, Yeats, Marx, Lenin (se podría decir que en ella se fraguó la revolución rusa, pues escribió aquí buena parte de El Capital y Lenin algunos de sus textos más importantes), Dickens, Th. Hardy y el grupo Bloomsbury prácticamente al completo, que lo tenía muy fácil porque vivían al ladito. 


En su momento, la Biblioteca Británica, es decir, la biblioteca nacional del Reino Unido, por necesidades de espacio, tuvo que trasladarse a otro edificio, mucho más moderno y, sobre todo, mucho más grande, pues esta biblioteca es una de las bibliotecas más grandes del mundo; la segunda, concretamente, por número de volúmenes, más de 170 millones. La inmensa mayoría de ellos se encuentra en las innumerables salas del subsuelo.


Aunque en 1973 la Biblioteca Británica pasó a tener sede propia en otro edificio más acorde con los tiempos y las necesidades, el Museo Británico conserva todavía un gran número de volúmenes y mantiene una sala, la conocida como biblioteca del rey, un espacio que acoge réplicas de arte clásico y libros, muchos libros de todas las clases que en la actualidad están a disposición de los investigadores que necesiten consultarlos. La entrada, como se puede ver en la imagen, resulta muy atractiva y es de acceso libre y gratuito. La consulta de los ejemplares, como es lógico pensar, no, solamente está disponible para trabajos específicos de investigación. 

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lunes, 24 de marzo de 2025

LONDRES DESDE LA TORRE DE LA CATEDRAL DE WESTMINSTER


En Londres hay dos iglesias de Westminster, la de culto católico y la de culto anglicano. La primera es propiamente catedral; la segunda, abadía. Esta es la católica, de acceso gratuito, aunque para subir subir a la torre hay que pagar una entrada de 5£.

Portada


La Battersea Power Station, en desuso desde hace muchos años, símbolo de la revolución industrial y una de las imágenes más reconocibles cuando se llega a la ciudad en tren desde el aeropuerto de Gateway . Era una central eléctrica que utilizaba carbón para producir energía. Es un de los edificios más reconocibles de la ciudad.


Las cúpulas de la catedral vistas desde la torre.


Londres ha crecido mucho en altura durante este siglo. Varios barrios han comenzado a acumular numerosos rascacielos. 


Pero todavía quedan miles de edificios de arquitectura tradicional en las calles de Londres, como estos edificios de viviendas de estilo victoriano que se encuentran al lado de la catedral. En uno de ellos podéis ver la fecha, 1886 (un año importante para la literatura... R. L. Stevenson publica El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde; pero aún más para la causa abolicionista, porque el gobierno español decreta la terminación de la ley del Patronato en Cuba, lo que significó el fin de la esclavitud en la isla, que ya le costó).


Ahora bien, los rascacielos empiezan a rodear la torre y ya no dejan ver todo el horizonte londinense en sus 360º. Entre dos de ellos se vislumbra a lo lejos la cúpula de San Pablo.


Junto a la catedral, también se pueden ver las famosas terrazas ajardinadas, aunque marzo no es el mejor momento para ellas. Algunas son visitables y disfrutables, a pesar de encontrarse en edificios de viviendas vecinales. 
 

La torre del parlamento, en primer plano. Detrás de ella, mucho más lejos The Shard, de momento el edificio más alto de la ciudad, 310 metros.


Y este otro, la BT Tower, torre de telecomunicaciones, con una historia más que movidita: atentado con bomba en 1971, cierre, reapertura, ubicación secreta..., fue el edificio más alto hasta que se levantó la 25 Canada Square en 2001.


Esta estatua dorada es mucho más bajita, pero se ve muy bien desde la torre de la catedral, a pesar de que el día estaba bastante nublado. Es la famosa Victoria Memorial que se encuentra frente a Buckingham Palace.


Allá al fondo se encuentran algunos de los edificios más conocidos de South Kensington: el Oratorio de Londres (cúpula de la derecha), el Victoria and Albert Museum (la torre blanca más alta que se ve en la fotografía), o el Museo de Historia Natural, detrás del anterior.


 Y estos son algunos de los edificios que ocultan una parte del horizonte londinense. Es la fotografía que más me gusta de las que hice desde la torre. Detalle: cuervo en la esquina superior del edificio de la izquierda. 

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viernes, 21 de marzo de 2025

LONDRES VISTO POR... LORD BYRON

Vista del Támesis desde la terraza de la Tate Modern con San Pablo al otro lado.

Dentro de tres horas espero estar volando hacia Londres, y en unas pocas más, encontrarme dentro de la National Gallery, delante de alguna de las muchas obras maestras que atesora. Esto ha sido el motivo de que haya decidido redactar sobre la marcha esta entrada (incluso estoy pensando en una serie bajo el título de Londres visto por... Ya veré).

Yo diría que soy una persona capaz de encontrar en cualquier sitio algún elemento atractivo. Diré más: creo que las ciudades grandes, a pesar de todos los inconvenientes derivados del tamaño, son lugares llenos de estímulos donde poder hallar multitud de escenas, obras, situaciones y lugares cargados de atractivos. Pero también comprendo que no todo el mundo se lleve bien con la ciudad que habita o que, en un momento determinado, pueda arrojar una opinión desfavorable, incluso encontrándose relativamente a gusto en ella. Son muchas las circunstancias vivenciales y muchos más los caracteres y temperamentos de las personas. Cada cual ve su ciudad de un modo diferente.

Lord Byron, personalidad singular donde las haya, si bien se tenía a sí mismo en gran estima, no correspondía al aprecio de la ciudad que lo adoraba como escritor, al menos, si juzgamos por las ventas de sus títulos y por la multitud que acudió a su capilla ardiente durante un par de días (Fiona MacCarthy, Byron: vida y leyenda). 

En su famoso Don Juan, canto X, estrofa 82, la describe de esta guisa: 

A mighty mass of brick, and smoke, and shipping,
  Dirty and dusky, but as wide as eye
Could reach, with here and there a sail just skipping
  In sight, then lost amidst the forestry
Of masts; a wilderness of steeples peeping
  On tiptoe through their sea-coal canopy;
A huge, dun cupola, like a foolscap crown
On a fool's head,—and there is London Town!


Que en la traducción de Pedro Ugalde queda así:

Una masa enorme de ladrillos, humo y barcos,
  Sucia y sombría y tan extensa como puede abarcar
La mirada, con alguna vela brincando
  Lejos para perderse luego en una selva
De mástiles, desierto de puntas que asoman
  Subrepticias por encima de los paquebotes,
Cúpula vasta y arisca cual corona de papel
En la cabeza de un loco, ¡he ahí Londres!


Nada que ver con el primer poema en inglés que se conoce dedicado a la ciudad. Fue atribuido a William Dunbar (¿1460? - ¿1530?) y dice así:


TO THE CITY OF LONDON

Above all rivers they river hath renown,
Whose beryl streames, pleasant and preclare,
Under thy lusty walles runneth down;
Where many a swan doth swim with winges fair,
Where many a barge doth sail, and row with oar,
Where many a ship doth rest with top-royal.
O town of townes, patron and not compare,
London, thou art the flower of Cities all.

¡Eso es amor a la ciudad!

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jueves, 20 de marzo de 2025

RETRATOS DE AMANTES (Joanna Hiffernan), 2

Jo, la belle irlandaise. Fuente: Wikipedia. Original en el Metropolitan.

 
Sinfonía en blanco nº1. Fuente: Wikipedia. Original en National Gallery.

Sabido es que algunas personas son capaces de percibir parecidos inmediatamente y descubrir la relación de parentesco nada más ver una cara. Yo no pertenezco a ese grupo, antes bien, estoy en el de los fisonómicamente torpes, formo parte de ese grupo que es incapaz de percibir relación familiar ante dos rostros hermanos y me siento perdido ante un bebé en el que rápidamente ven parecido con la madre o con el padre. 

Si sois de los primeros, tal vez hayáis os hayáis dado cuenta de que las dos mujeres aquí retratadas se parecen, aunque los estilos pictóricos con que están recogidas son muy diferentes. Yo, la primera vez que las vi, aparte el hecho de que son pelirrojas, no advertí nada más. Más tarde me enteré de que son la misma persona, Joanna Hiffernan (1843-1886), modelo irlandesa de gran talento, dotada para el comercio y, según parece, pintora aficionada.

La Sinfonía en blanco nº 1 es obra de James Whistler (1834-1903), pintor nacido en EEUU, pero cuya carrera se desarrolló básicamente en Europa, llegó a asistir algún martes a las charlas de Mallarmé, fue amigo de Oscar Wilde o de Manet, participó del ambiente simbolista, se relacionó con los prerrafaelitas y, lo que aquí importa, fue amante de su modelo e incluso le otorgó fondos y autoridad para que ejerciera como agente de su obra mientras él estaba fuera. 

La Sinfonía en blanco nº 1 tiene tantas interpretaciones debido al uso del color, a la posición, a la piel del lobo, a las flores caídas y a las que ella mantiene en la mano que todavía hoy se siguen produciendo comentarios más o menos interesantes sobre lo que la pintura cuenta. Es verdad que Whistler pasó por distintas fases en su desarrollo artístico: el prerrafaelismo, el revivalismo rococó, el realismo de Courbet, el orientalismo y su creciente inclinación por el esteticismo puro. El tema era demasiado similar a los tipos contemporáneos de femme fatale, la apariencia sexualmente cargada de la mujer era demasiado sugerente, y atributos como el lirio marchito (pérdida de la virginidad) eran demasiado apetecibles para una explicación iconográfica tradicional. Luego está la clara predisposición esteticista, muy propia también de la época. Dejémoslo ahí.

En cambio, Jo, la belle irlandaise, nos presenta un retrato absolutamente realista, muy propio de Courbet, en el que una joven parece estar examinando el estado de su cabellera en el espejo. El hecho de que el pintor utilice el nombre de pila de la modelo, afectivamente reducido, para titular el lienzo nos da una pista clara sobre la estrecha relación que había entre ambos. Y es que Joanna Hiffernan también fue amante del pintor francés. Se dice que Whistler, amigo de Courbet, rompió con él a partir del momento en que la utilizó como modelo para el óleo El sueño, 1866. 

El sueño. Fuente: Petit Palais.

Dos estilos, dos maneras de entender y de practicar la pintura. Y, posiblemente, tres maneras de entender la vida y las relaciones puestas en contacto por la belleza de una mujer. Y una cuestión para fisonomistas destacados: ¿Cuál de las dos jóvenes durmientes es Joanna Hiffernan, si es que es alguna de las dos?

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miércoles, 19 de marzo de 2025

UN LIBRO, UN POEMA (Antonio Machado, 150º aniversario)

Editorial
#unlibrounpoema
 

Este año 2025 coinciden dos sesquicentenarios del nacimiento de poetas de enorme relieve en la literatura europea: Machado (1875-1939) y Rilke (1875-1926). Tanto del sevillano como del praguense hay numerosas entradas en este blog; no obstante, un aniversario tan significativo como este me pide dedicarles este espacio de los miércoles. El de hoy, a Machado; quizás el próximo miércoles se lo dedique a Rilke.

En cuanto a la edición que aparece, he cogido la que tengo en casa más aparente. No es ninguna de las tres Poesías completas que tengo en casa porque son muy conocidas y todas ellas fácilmente localizables en cualquier librería, más si cabe este año en el que han salido un par de ediciones nuevas.



LLANTO DE LAS VIRTUDES Y COPLAS
POR LA MUERTE DE DON GUIDO



Al fin, una pulmonía

mató a don Guido, y están

las campanas todo el día

doblando por él ¡din-dan!


Murió don Guido, un señor

de mozo muy jaranero,

muy galán y algo torero;

de viejo, gran rezador.


Dicen que tuvo un serrallo

este señor de Sevilla;

que era diestro

en manejar el caballo,

y un maestro

en refrescar manzanilla.


Cuando mermó su riqueza,

era su monomanía

pensar que pensar debía

en asentar la cabeza.

Y asentóla

de una manera española,

que fué casarse con una

doncella de gran fortuna;

y repintar sus blasones,

hablar de las tradiciones

de su casa,

a escándalos y amoríos

poner tasa,

sordina a sus desvaríos.


Gran pagano,

se hizo hermano

de una santa cofradía;

el Jueves Santo salía,

llevando un cirio en la mano

-¡aquel trueno!-,

vestido de nazareno.


Hoy nos dice la campana

que han de llevarse mañana

al buen don Guido, muy serio,

camino del cementerio.


Buen don Guido ya eres ido

y para siempre jamás...

Alguien dirá: ¿Qué dejaste?

Yo pregunto: ¿Qué llevaste

al mundo donde hoy estás?

¿Tu amor a los alamares

y a las sedas y a los oros,

y a la sangre de los toros

y al humo de los altares?


Buen don Guido y equipaje,

buen viaje!...


El acá

y el allá,

caballero,

se ve en tu rostro marchito,

lo infinito:

cero, cero.


¡Oh las enjutas mejillas,

amarillas,

y los párpados de cera,

y la fina calavera

en la almohada del lecho!


¡Oh fin de una aristocracia!

La barba canosa y lacia

sobre el pecho;

metido en tosco sayal,

las yertas manos en cruz,

¡tan formal!

el caballero andaluz.



Y como para quienes ya tenemos una edad citar a Machado es citar a su mayor y mejor cantor, Serrat, no podía eludir la inclusión de la interpretación que hizo en su tiempo en este Un libro, un poema 



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martes, 18 de marzo de 2025

WILLY FOG EN UNA FACHADA DONOSTIARRA

Av. Alcalde José Elosegi 124

Las aventuras de Willy Fog no entraban en mis planes televisivos. Tampoco creo que tuviera edad para ello y, por no tener, no tenía televisión para haber visto la serie de dibujos animados en caso de que me hubiera interesado. Sin embargo, yo en aquella época daba clases a chavales de entre 11 y 14 años y recuerdo que en algún momento sí comenté algo en relación a la época en que se sitúa la historia y los viajes en globo. La serie de animación se basaba en la famosa obra de Julio Verne La vuelta al mundo en ochenta días, que además de ser una lectura muy apropiada para esa edad, venía muy bien para introducir algunos aspectos de la vida europea durante la segunda mitad del siglo XIX (yo daba clases de historia).


Lo que nunca hubiera imaginado es encontrar en la fachada de un edificio de viviendas a Willy Fog paseándose con su aerostático, que la fachada esté impoluta (la conozco así desde hace ocho años) y, lo que más ilusión me hace, es que el vecindario que habita esa vivienda se haya puesto de acuerdo para que su pared sea la más divertida de toda la larga avenida en la que se sitúa y sea capaz de realizar ese ejercicio de ternura, nostalgia e ilusión que es necesario para que el globo se mantenga en el aire durante tanto tiempo. 

¿Hay mejor metáfora urbana del buen ánimo colectivo?

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lunes, 17 de marzo de 2025

JUEGO DE LUCES / SOBRE LA BELLEZA


 Hace unos pocos días me encontré con las imágenes que publico en esta entrada. Más o menos, durante ese mismo tiempo andaba leyendo Sobre la belleza, de Simone Weil

Estoy convencido de que a estas imágenes les sientan muy bien las ideas que expresan las frases que he entresacado de la pensadora francesa, y viceversa, que a las palabras de Weil les gusta sentirse acompañadas por estas imágenes. Cosas mías. 

Las palabras: 

Una cosa bella no tiene ningún fin, excepto ella misma en su totalidad, tal como se nos aparece.

Solo la belleza no es un medio para otra cosa. Únicamente ella es buena en sí misma, pero no encontramos ningún bien en ella.

Las palabras que expresan la belleza vienen a los labios de todos cuando quieren alabar aquello que aman.

El mar no es menos bello a nuestros ojos por más que sepamos que a veces los barcos naufragan.

Las demás fotografías: 







Que la belleza os acompañe. Feliz semana.

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domingo, 16 de marzo de 2025

ESTACIONES PORTEÑAS, Astor Piazzolla


Animado por el fantástico concierto del sexteto Koira —¡Bravo! ¡bravo! y bravo!— y con ganas de prolongar en mi interior las sensaciones recibidas, traigo este domingo las Estaciones porteñas del siempre sorprendente y magnífico Astor Piazzolla (1921-1992), quien llevó el tango a las más altas cotas de la belleza y convirtió la música en un juego que acogía todos los gustos. 

Interpretan:

Ray Chen (violín) y la 
Sydney Symphony Orchestra.

Dirige: 

Tianyi Lu.


Que la música os sea favorable.

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sábado, 15 de marzo de 2025

UMBRALES, Óscar Martínez

Ejemplar de la biblioteca de Egia
Umbral:Símbolo de transición, de trascendencia. En el simbolismo arquitectónico, el umbral recibe siempre tratamiento especial, por multiplicación y enriquecimiento de sus estructuras: portadas, escalinatas, pórticos, arcos de triunfo, protecciones almenadas, etc., o por la ornamentación simbólica, que alcanza en Occidente su máxima virtualidad en la catedral cristiana, mediante la decoración con escultura de parteluz, jambas, arquivoltas, dintel y tímpano. (Diccionario de símbolos, Eduardo Cirlot).

De todo esto y de mucho más nos cuenta Óscar Martínez en este entretenidísimo libro de divulgación artística que puede leerse igualmente como un libro de viajes, como una colección de narraciones cortas, como una guía de viajes para acudir sin tardanza a conocer eso que se nos presenta y, en todo momento, como un magnífico libro sobre puertas que dan acceso a construcciones que aprenderemos a mirar con ojos muy abiertos. 

Estos son los espacios a los que el autor nos invita a acceder: 

CASA DE LOS VETTII (POMPEYA). 

DOLMEN DE MENGA (ANTEQUERA).

ABADÍA DE SAINTE-FOY (CONQUES)

PÓRTICO DEL PANTEÓN DE ADRIANO (ROMA).

BASÍLICA DE SAN MARCOS (VENECIA)

TEMPLO FUNERARIO DE RAMSÉS III (MEDINET HABU).

TEMPLO DE LA CONCORDIA (AGRIGENTO).

IGLESIA DE SANTA MARÍA DE LOS REYES (LAGUARDIA)

JOYERÍA FOUQUET (PARÍS)

FACHADA DEL PALACIO DE COMARES DE LA ALHAMBRA (GRANADA).

CASTEL DEL MONTE (APULIA)

PORTAL DE SERRANOS (VALENCIA).

REJA DE LA FINCA GÜELL (BARCELONA)

CASTEL NUOVO (NÁPOLES)

COMPLEJO FUNERARIO DEL FARAÓN DJOSER (SAQQARA)

VILLA BARBARO (MASER).

EDIFICIO DE LA BAUHAUS (DESSAU)

ARCO DE TITO (ROMA)

PARCO DEI MOSTRI (BOMARZO).

PALACIO SPADA (ROMA)

QUINTA DA REGALEIRA (SINTRA)

PABELLÓN DE LA SECESIÓN (VIENA).


Ese es el contenido. Altamente atractivo. Pero lo mejor, en cualquier caso, es cómo está escrito. Si bien está dentro de la colección Biblioteca de Ensayo, tal y como puede leerse en la parte baja de la cubierta, el libro no se inscribe en lo que podemos entender como ensayo académico, dirigido a estudiantes del tema y personal especializado. Está escrito con abundante aparato de anécdotas, ejercicios paralelos de aproximación al tema y todo ello salpimentado con reflexiones y ejemplos que, sin caer nunca en la vulgarización, despiertan siempre el interés del lector actual, sin necesidad de que tenga un conocimiento previo sobre el tema o el lugar del que se ocupa el autor. Es decir, están escritos casi como si se tratara de un relato de intriga.

Lo que me resulta difícil de entender es que un libro de divulgación dedicado al arte no incluya las imágenes de los objetos, construcciones o espacios que se están explicando en el texto. Los enlaces que he colocado en el contenido de cada uno de los capítulos os llevan a ellas. 

Y aquí podéis verle y oírle hablar de su pasión por el arte:


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viernes, 14 de marzo de 2025

PÓRTICO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE LOS REYES, LAGUARDIA


 En pocas, poquísimas ocasiones podemos ver una portada medieval con su color original. Las inclemencias del tiempo han socavado el color que originalmente tenían las portadas románicas y góticas en toda Europa. Todo lo más que podemos llegar a ver son pequeños restos de pintura que nos hacen suponer cómo serían. El pórtico de Santa María de los Reyes es una rareza que nos permite ver realmente cómo era en su estado original. Es cierto que en algunos sitios ofrecen un espectáculo nocturno y proyectan sobre cada figura los colores que, según los documentos conservados y los escasos restos de pintura que se mantienen, tuvieron en su origen, lo que permite ver durante el tiempo que dura la proyección el esplendor de las figuras que durante el día vemos en piedra desnuda. Pero no es lo mismo. En Laguardia se puede disfrutar de una portada con sus colores gracias a que ha estado protegida dentro de un porche.

El conjunto iconográfico está dedicado a exaltar la figura de la Virgen, a quien está dedicado el templo.

En las arquivoltas, solamente las impares representan figuras. En la 1, reyes y profetas del Antiguo Testamento. En la 3, santas y mártires con sus correspondientes atributos. En la 5, ángeles tocando instrumentos musicales, es decir, el coro celestial.

El tímpano está dividido en tres bandas. La parte superior (6) recoge la Coronación de la Virgen. María recibe una corona colocada al unísono por Cristo  y un ángel. La banda intermedia está dividida en tres escenas: la (7) representa la ascensión al cielo. La Virgen aparece dentro de una mandorla que es impulsada por tres ángeles mientras María lanza su cinturón a santo Tomás que aparece arrodillado en la parte inferior. En la (8) vemos a los apóstoles que son llevados en una nube por el cielo hasta el lecho de muerte de María. En la (9) aparecen los apóstoles ante el lecho de María. En medio, aparece Cristo, esculpido en tamaño ligeramente superior. En su brazo izquierdo mantiene una figurita femenina pequeña que simboliza el alma de María.

La banda inferior representa la Anunciación (10), la Visitación de santa Elena (11) y la Epifanía (12).


Y algo más. Algo a lo que la iconografía medieval suele dar cierta importancia, porque se trata de algo que aparece precisamente en la edad media y llega hasta hoy, al menos, en la cultura occidental. 

Si os habéis fijado, el manto de la Virgen es siempre de color azul. Es cierto que los antiguos egipcios ya utilizaron el azul, aunque lo nombraban con una palabra que servía tanto para el verde como para el azul. Curiosamente, ni griegos ni romanos tenían palabra para designar el azul. Tanto en la Ilíada como en la Odisea el mar es de color vino (οινόπς). Más: en ninguna lengua romance procede la palabra que se utiliza para designar el color azul del latín (ni tampoco del griego). Es a partir de la representación de los mantos de la Virgen (siglos XI-XII) en color azul cuando se empieza a extender y utilizar por toda Europa y a transformarse en un color de prestigio que irán utilizando las monarquías y, con ellas, toda la nobleza (Ver Azul. Historia de un color, Michel Pastoureau). 

En la actualidad, es el color favorito de buena parte de la población mundial. El azul es el color de la bandera de las NNUU, azul es la insignia de la UNESCO y azul es la bandera de la Unión Europea... Nel blu dipinto di blu...

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jueves, 13 de marzo de 2025

RETRATOS DE AMANTES ( Anna Klumpke, Rosa Bonheur), 1

 #retratosdeamantes

Rosa Bonheur, 1898. Fuente: Wikipedia. Original en el Metropolitan.

Fascinado con este y otros muchos cuadros que a lo largo de la historia del arte han pintado quienes en algún momento de su vida estuvieron enamoradas de las personas que aparecen retratadas, me he animado a iniciar una serie con este retrato en el que aparece Rosa Bonheur realizado por Anna Klumpke, pues de cuantos retratos de amantes que conozco este es el que me transmite mayor serenidad, sosiego y mucho, mucho cariño.

Anna Klumpke (1856-1942) fue una pintora estadounidense que, después de estudiar arte en su país, se apuntó en la Academia Julian de París con el firme propósito de llegar a ser una pintora profesional, es decir, vivir de su trabajo, lo que consiguió con relativa facilidad. Ya en 1884 ganó el premio a la alumna más destacada en el prestigioso Salón de aquel año. Posteriormente volvió a su país, dio clases de pintura en Boston, pero enseguida regresó a Francia, entre otras razones, porque deseaba conocer a Rosa Bonheur, pintora a la que admiraba por su trabajo. 

Rosa, 34 años mayor que Anna, era ya una exitosa pintora especializada en animales, feminista militante y con un estilo de vida poco convencional para la época. Por cierto, ha sido la primera mujer condecorada con la máxima distinción francesa, la Legión de Honor, ya en la temprana fecha de 1865, a los 43 años de edad. Uno de sus lienzos más famosos está en el Museo del Prado, El Cid, que no es el caballero castellano, sino un león que ella tenía en su casa.

Anna, para poder acercarse a ella, se hizo pasar por tratante de caballos; luego hubo una cena, congeniaron..., y poco después iniciaron su vida en común.

El retrato es muy realista y nos presenta a la pintora delante de uno de sus muchos trabajos sobre caballos. La retratada nos mira directamente (mira a Anna) con una expresión dulce y afectuosa. Tiene en ese momento 72 años y, si damos crédito a lo que la pintura transmite, es una persona que está a gusto consigo misma. 

Anna fue declarada heredera y cuando Rosa murió, la artista americana creó un presigioso premio con el nombre de su amante, se encargó de poner en marcha el Museo Bonheur en la casa-castillo de Fontainebleau y redactó The artist's (auto)biography, donde quedó recogida la biografía de ambas.

Lo que más me gusta del retrato es que quiere representar a la persona amada tal cual es, sin transformismo ni alambicados símbolos ajenos a la persona. Tal cual.

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