miércoles, 20 de enero de 2021

COPLAS DE KATE APEATU

No hay mayor satisfacción para quien se dedica a la enseñanza que ver cómo crecen y se van haciendo a sí mismas como personas adultas quienes hace años correteaban por los pasillos de una escuela o un instituto. Nada hay que satisfaga más que ver cómo desarrollan sus propias cualidades y se van abriendo paso por el mundo. 

Después de un buen puñado de años sin saber nada de ella, esta chavala, hoy ya una mujer adulta, me envía unas coplas de aire machadiano —¿os acordáis de los proverbios y cantares del maestro sevillano?—. 

Me encanta la sorpresa y me encanta el envío. Le pido permiso para publicar. 


Los sonidos de la calle
acunan mis pensamientos,
giran la rueda del tiempo
en esta mañana sin viento.

***

Unos rayos que se cuelan
por el portón entornado.
Corazón hecho un pegote
en un pecho apelmazado.

***

Ay, cervatillo inocente,
¿de nuevo caíste en la trampa?
¿O te adentraste en la senda
que ha de llevarte hasta casa?

***

A esa chiquilla abatida,
encogida en el rincón,
viene a rescatarla un coche
que no tiene conductor.

***

Siento un boquete en el pecho.
La herida quema y arrasa.
Miro, escucho, acompaño.
Todo con el tiempo pasa.


***

Sea como sea, es lo que es,
en esta ocasión —firmé—
yo misma me rescataré.


Muchas gracias, Kate. Solo espero que estos versos sean los primeros de una larga y fructífera colección, y que algún día podamos
leer muchos más impresos en un libro.

2 comentarios:

  1. ¡Qué bueno leer versos que nos devuelven en personas maduras aquellas a quienes nosotros leíamos textos en su infancia! ¡Qué bueno que encuentren un lugar como este blog para compartir sus escritos! Gracias Kate y Jesús

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  2. ¡Y qué hermoso saber los unos de los otros a través de estas cadenetas de palabras! Gracias a todos los que llenasteis de luz mi infancia.

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