Muchas gracias, Isabel, por la información y por los vídeos.
Pañuelo japonés con bosque de bambués. |
Página del libro Mandarin dotore con el poema de Wang Wei. |
Dicen Lu Kanru y Feng Yuanjun en la Breve historia de la literatura clásica china que los poemas sobre el campo que rodea a Wangchuan son célebres (p 50). Y debe de ser cierto porque todavía hoy se siguen recitando y aprendiendo de memoria. Incluso aparecen en programas de la televisión. Os dejo un par de ejemplos enlazados ya que no he podido insertarlos aquí.
Como advierten los autores de la Breve historia de la literatura clásica china, la naturaleza especial del lenguaje, que es notablemente lacónico y evocativo, y algunas veces ambiguo, ha comunicado a la literatura algunas de sus características esenciales: su concisión y su vigor. Y relativamente pocos cambios se han producido en el lenguaje escrito en los últimos años. De tal manera es así que, según me informan, cualquier persona que haya recibido tan solo educación primaria es capaz de leer y entender este poema escrito en ideogramas antiguos. Y es que existe una colección de textos clásicos que se utilizan en todo el territorio para aprender un número determinado de caracteres.
Fijaos también en lo extremadamente musical que resulta el idioma. Eso se debe a que tienen cinco tonos (el mandarín; el cantonés, en cambio, tiene nueve), lo que le da al discurso ese aire parecido al estar cantando, de subibaja continuo.
No os perdáis el mismo poema, leído por un niño. El vídeo lo he dejado enlazado aquí (minuto 0:38 a 0:52).
Como el texto es el mismo, podéis oírlo varias veces y empezar a distinguir y disfrutar de algunas sutiles diferencias.
Y otro más:
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue pena que el martes no tengamos poesía. Un abrazo
ResponderEliminarSí, es una lástima. A ver si empieza a mejorar pronto la situación y podemos encontrarnos otra vez en marzo.
EliminarOtro abrazo y cuídate mucho, Manoli.