miércoles, 6 de enero de 2021

SARASATE, ZIGUENNERWEISEN (Aires gitanos)

Pablo de Sarasate - Ziguenerweisen

 Clara-Jumi Kang, violin 

Vladimir Spivakov, director 

Orquesta Filarmónica de Rusia

Posiblemente sea la música la más promiscua, híbrida o mestiza —que me perdonen puristas— de todas las actividades humanas. Que sea así, yo lo considero una virtud. Y lo podemos ver muy bien en este regalo musical que Sarasate nos dejó hace casi siglo y medio. 

Sabido es que la música clásica carece de prejuicios para beber de cualquier fuente y que difícil es delimitar entre préstamos, inspiraciones o simple y llanamente aprovechamientos. Pues bien, andaba el navarro visitando a Liszt por Budapest en 1877 y allí conoció la melodía Csak egy szép lány van a világon (solo hay una encantadora doncella en el mundo). Genial él, hizo con ella esta composición que tanto gusta en todo el mundo. 

Pero no acaba ahí la cosa esta de la mezcolanza. Luego va una violinista alemana, de ascendencia coreana, y se la lleva a Rusia para interpretarla conjuntamente con la orquesta sinfónica de aquel país. La toca maravillosamente y, nada más finalizar, una voz eslava grita entusiasmada un ¡bravo! que, gracias nuevamente a esto de la música, en cualquier lugar de la Tierra se entiende como el mejor aplauso.

Sí, bravo por la música, por Sarasate, por el compositor Elemér Szentirmay —el de la idea original y del que casi nos olvidamos—, por Clara-Jumi Kang, por Spivakov y por toda la orquesta.

Y si sois creyentes-practicantes de lo de hoy, que sus majestades sean generosas con vuestros deseos. Y si no, que el amor, la salud y la música nos acompañen.

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