lunes, 18 de enero de 2021

LAS NOVELAS EJEMPLARES, 7 (La ilustre fregona)


En Burgos, ciudad ilustre y famosa, no ha muchos años que en ella vivían dos caballeros principales y ricos: el uno se llamaba don Diego de Carriazo y el otro don Juan de Avendaño. El don Diego tuvo un hijo, a quien llamó de su mismo nombre, y el don Juan otro, a quien puso don Tomás de Avendaño. A estos dos caballeros mozos, como quien han de ser las principales personas deste cuento, por escusar y ahorrar letras, les llamaremos con solos los nombres de Carriazo y de Avendaño.

Pues estos dos, Carriazo y Avendaño, son los protagonistas masculinos de este enredo bienintencionado y de final feliz de una de las novelas ejemplares más populares del genial Cervantes. El argumento es sencillo: el bueno de Avendaño se enamora de una mujer que está trabajando en un mesón de Toledo. Y ni corto ni perezoso, no encuentra mejor remedio para atraer a la sirvienta que ponerse él mismo a servir en el mesón.

Ni que decir tiene que lo mejor de la historia no se encuentra en el argumento, un tanto simplón, aunque atractivo en estos tiempos de desastres y asperezas. Lo mejor se halla en cómo nos transmite Cervantes la vida del mesón y de la ciudad y, especialmente, en la bellísima descripción de la pesca de atún en almadrabas. En cualquier caso, no creo que a nadie le moleste un poco de romanticismo bien llevado y mejor escrito; menos aún en una tarde de invierno, al calor de una mantita sobre las piernas. 

Y para no perder el tiempo

Entren, pues, todas las ninfas
y los ninfos que han de entrar,
que el baile de la chacona
es más ancho que la mar.


Por si os sirve para motivaros a leer la historia, aquí tenéis la versión de Álvaro Lion-Depetre para la televisión de comienzos de los 70.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Este blog es personal. Si quieres dejar algún comentario, yo te lo agradezco, pero no hago públicos los que no se atienen a las normas de respeto y cortesía que deben regir una sociedad civilizada, lo que incluye el hecho de que los firmes. De esa forma podré contestarte.