miércoles, 29 de noviembre de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (Francisco García Lorca; sí, el hermano)

Librerías que tienen algún ejemplar
#unlibrounpoema

Si la poesía que no es extraordinariamente exitosa es difícil de conseguir, el libro al que hoy doy publicidad desde esta sección os va a costar mucho trabajo encontrarlo, a no ser que os acerquéis a una biblioteca, pues el hermano del gran poeta granadino yo diría que es absolutamente desconocido en España y la editorial que sacó este volumen hace ya años que desapareció. (Por cierto, en el enlace que he dejado con Wikipedia podéis ver un par de fotografías de los dos hermanos juntos, Francisco y Federico).

La colección de poemas que recoge este volumen se publicó en 1984 y corrió a cargo del palentino Mario Hernández, quien había estado en contacto con Laura de los Ríos, esposa de Francisco, para prepara la edición de Federico y su mundo. Fruto de aquella fue el acceso a los poemas inéditos de Francisco García Lorca y su posterior ordenación y edición.

He aquí algunos:


LLUVIA


Saltan

los frailecicos del agua.


Se destrenzó. Las gotas

sobre las hojas cantan,

brillan como cuchillos

los hilillos del agua

y vuelan a sus nidos

y corren a sus casas

y ruedan al arroyo

y saltan, saltan,

saltan

los frailecicos del agua.




INSTANTE


caen las horas en mi pecho

y se desbandan los sueños.

Un instante,

pero que nunca acabe.

Una larga guirnalda

de horas encadenadas

y yo libre.

Suspendidos los mundos

en el espacio inmenso

y los sueños

sin tiempo.

Apresta el alma, el agua,

que la barca te guarda.

Y la barca

se mece, los remos

en el agua.




Hay un pájaro zahareño

mudo en la rama del sauce

y manantiales sin cauce

por las riberas del sueño.

En piras de musgo y leño

deja mi amor rosas yertas

y las realidades muertas

al trepar —ramas oscuras—

derrocan arquitecturas

fantásticamente ciertas.




SONETO


A veces, mientras hablas a solas, padre mío,

sin luz casi en los ojos, mas de plata la frente,

yo muevo la cabeza imperceptiblemente

y para más amarte, triste, de pie, sonrío.


Qué limpia llama queman de amor y poderío

tus viejas rosas, padre, qué ceniza caliente

aún derrama tu mano, que en su temblor ya siente

de la tierra lejana no sé qué viento frío.


hablas a solas, padre, y vuelan malheridas

y rotas tus palabras en torno de tu pena,

que forma con la mía indefinibles ramos.


"En la ciudad..., Dios mío..., Granada..., sí..., dos vidas..."

De prnto me adivinas, y con la voz serena

"¿Tú por aquí?", me dices, "siéntate, ¿cómo andamos?".


En 1945 murió en Nueva York, Francisco García Rodríguez (el padre de los poetas). Francisco, en 1976, en Madrid (había regresado a España en 1968). Laura de los Ríos Giner, en 1981, también en Madrid.

***


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