Haría falta otro diluvio. José Bedia. En Cantos de griot. |
De la serie Meditación zen. Victorino García Calderón. |
De El peso de la aberración, de Amparo Sard. |
No pensaba publicar nada sobre el museo de arte contemporáneo de Salamanca, el Domus Artium 2002, pero como vi ayer en La 1 que hablaban de lo necesitados que están de público los museos y, curiosamente, los que aparecían eran los grandes museos, esos que ciertamente han perdido público, pero muchísimo menos que los pequeños, y tampoco necesitan que se hable de ellos porque toda la gente los conoce, he decidido dedicar al meritorio DA2 unas palabras.
El museo no está dentro del núcleo histórico. Se encuentra en una zona industrial, lo que no hace el paseo muy atractivo si utilizáis la Avenida de Aldehuela. Pero si cruzáis el Paseo Canalejas y os metéis por el Parque de los Jesuitas, el itinerario se hace más relajado y atractivo. Hay unos veinte minutos andando desde la Plaza Mayor.
El Domus Artium utiliza el edificio de la antigua cárcel, lo que ofrece unas instalaciones estupendas para exhibir arte: amplias salas y espacios de todo tipo donde las obras expuestas respiran. Lo que siempre es de agradecer. En mi opinión, esa es su mayor virtud como espacio dedicado al arte.
En este momento, hay seis exposiciones:
-Cantos de griot. Imágenes y espiritualidad afrocubanas en la Colección Luciano Méndez Sánchez.-El peso de la aberración, de Amparo Sard.
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