CEFEO
¿Qué pintas aquí?
¿Cuál es tu mérito?
Sin duda el héroe hizo bien el camino,
la doncella era la ofrenda con que expiar el pecado
y ya sabemos que la villana siempre es necesaria para adornar la historia.
Pero tú, Cefeo, no hiciste nada glorioso ni perverso,
nada que podamos apuntar en la memoria.
¿Por qué razón, entonces, mereciste sitio tan preclaro?
Tal vez fuera puro nepotismo,
pues ya sabemos que tanto las cortes antiguas
como los nuevos ministerios
siguen practicándolo.
O quizá fuese falsa ternura,
que siempre vistió lindo unir familias.
¿O fue la común necesidad
de reconocernos en el hombre vulgar que todos somos?
de reconocernos en el hombre vulgar que todos somos?
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