miércoles, 19 de julio de 2023

UN LIBRO, UN POEMA ("Vida callada", antología colectiva)

Editorial
#unlibrounpoema

Dicen los editores Antonio Moreno y Josep Maria Asencio en la solapa: Junto al nacimiento del logos, también en la antigua Grecia comenzó el cultivo del arte de callar. Desde entonces, filósofos y poetas se han sentido tan fascinados por las palabras, por las teorías o por la música como por el silencio que se halla en la raíz de todas ellas. Aunque siempre tratado en la poesía, el motivo del silencio adquirió un desarrollo esencial a partir del simbolismo, para convertirse en un tema característico de nuestro tiempo. Revelación u opacidad pueden derivarse del ahondamiento en la vida callada. La presente antología quiere ser una breve muestra de poemas escritos en torno a esta experiencia

De esta antología tomo hoy cuatro poemas:


HABLA


¿A qué lengua se traduce la lluvia?

¿Cuántas sílabas forman el perfume

que la rosa destila? ¿Con qué rima

uncirías las olas de la playa?

¿Serías tú capaz de discernir

los hemistiquios en el beso último

de dos amantes, y ponerle acentos

al silencio sutil de sus pupilas?

¿Qué humana ortografía serviría

para ese ladrido que a lo lejos

se oye en plena noche o para el pulso

que late en todo astro, incluso muerto?

Dime con qué alfabeto se transcribe

el sueño de la vida,

dímelo sin palabras, que son merma,

sin rima, sin acentos, sin medida,

y luego, habla.

                De Un sueño en otro. Andrés Trapiello.

 


MÁS ALLÁ DE LOS MUNDOS


No desear el día que despierta,

sino la noche que ensimisma,

este silencio más allá,

más allá de los mundos,

una apagada habitación,

en la modesta mecedora,

con el abstracto juego de verdades

y de mentiras, ya pulverizadas.

Ser una sombra si alguien entra

y pregunta ¿qué pasa?,

¿quién hay ahí, quién duerme,

quién sueña o quién vigila?

Pero ni sueña ni vigila;

se mece.

Y que todo se vaya.

         De El jardín. César Simón.



Dicen las piedras:

Aprende a ser feliz,

pero en silencio.

         De Huellas de escarabajo. Susana Benet.



CANCIÓN PARA TERMINAR


Con tan poco como tienes

—acordes, palabras, signos...—

temblando a solas, ¿pretendes

que te hable el Dios prometido?


Mira el jilguero. No es nada:

miedo y plumas. sin embargo,

escondido entre las ramas,

puede hacer que cante un árbol.

         De Canciones. José Mateos.

***


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