viernes, 14 de julio de 2023

DEFENSA DE LA POESÍA, Philip Sidney

Descatalogado.
Recurrid a bibliotecas.
No hay que confundir esta Defensa de la poesía con la Shelley. Además del artículo indeterminado del título, más de doscientos años y movimientos literarios casi antagónicos las separan. Están unidas, en cambio, por lo que defienden, aunque lo defendido se haga desde posiciones bien distintas.

De la Defensa de Sidney hay que resaltar la consideración de que la poesía es poesía independientemente de que esté escrita en verso o en prosa. Eso es algo que sabemos desde hace más de un siglo, pero defenderlo en 1595 era un atrevimiento absoluto. Otro valor importante de este ensayo es la alta consideración que da a la poesía, pues la sitúa al mismo nivel de importancia para la sociedad que el de la historia o la filosofía —y recordemos aquí que el término filosofía abarcaba lo que hoy conocemos como filosofía, pero también los conocimientos relativos a las ciencias naturales—. Sidney, en realidad, lo que está haciendo es considerar la poesía como un instrumento verdaderamente relevante para educar desde el punto de vista ético y político a la sociedad. 

A mí me gusta mucho este párrafo, que ya era actual entonces, lo sigue siendo ahora y lo fue hace dos mil años: 

Vayamos ahora, por tanto, a las acusaciones más importantes dirigidas contra los infelices poetas. Por lo que sé hasta ahora, son las siguientes: en primer  lugar se les objeta que, habiendo otros muchos conocimientos fructíferos, el hombre debería emplear su tiempo en ellos antes que en la poesía; en segundo lugar, que es la madre de las mentiras; en tercer lugar, que es la nodriza de la corrupción, que nos infecta con múltiples deseos pestilentes, atrayendo a la mente con su canto de sirena el cuento de fantasías pecaminosas de la serpiente (p 159).

Hoy la poesía carece de la importancia que tuvo en otro tiempo y ha sido relegada a una cuestión de especialistas y marginal. Eso hace que lo de la nodriza de la corrupción se haya ido atribuyendo, según el momento histórico-social a la novela, al cine, al rock en sus infinitas variante, al TikTok o a cualquier otra tendencia/actividad que surja. Cosas de las modas, la neofobia y achacar el mal al instrumento y no a quien lo utiliza de forma estúpida o dañina.

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