miércoles, 3 de julio de 2019

AZUL, EL COLOR DEL MODERNISMO

Patio azul. Santiago Rusiñol.
Rubén Darío, el padre del modernismo, dijo del color azul que era el color del ensueño, el color del arte, un color helénico y homérico. Y la primera estrofa del poema "Autumnal" ya nos sitúa mirando al cielo y envueltos entre ensoñaciones.

En las pálidas tardes 
yerran nubes tranquilas 
en el azul; en las ardientes manos 
se posan las cabezas pensativas. 
¡Ah los suspiros! ¡Ah los dulces sueños! 
¡Ah las tristezas íntimas! 
¡Ah el polvo de oro que en el aire flota, 
tras cuyas ondas trémulas se miran 
los ojos tiernos y húmedos, 
las bocas inundadas de sonrisas, 
las crespas cabelleras 
y los dedos de rosa que acarician!

Durante el final del siglo XIX y comienzos del XX el decadentismo simbolista y su hijo el modernismo llenan la literatura de correspondencias entre la naturaleza y el yo donde los paisajes crepusculares. El arte recoge los cielos de medianoche, los parajes montañosos, las playas y de mares, todos ellos tan propicios a la insistencia del azul y a los significados asociados a ese color: inmensidad, misterio, espiritualidad, melancolía, libertad, sentimiento religioso...

Todos ellos y otros muchos más pueden apreciarse en esta hermosa exposición sobre el color azul y el modernismo. 

CaixaForum, Sevila, hasta el 25 de agosto

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