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jueves, 18 de agosto de 2016

DE LA PASIÓN POÉTICA A LA PASIÓN MATEMÁTICA

A decir verdad poco me suelen interesar las biografías y las anécdotas personales de los autores a quienes leo. Me mueve la obra que hacen y desde lo que escriben suelo intentar entender por qué lo dicen, aunque, bien es cierto, a veces no me queda más remedio que recurrir a la biografía para poder comprender —o intentarlo, al menos— algunos aspectos que se resisten. 


De Byron, sin duda, hay mucha biografía que contar, pero lo que me llama la atención es su hija Augusta Ada King, a quien casi no llegó a conocer —un mes después de que naciera abandonó la familia y no volvió a verla—. Ella se dedicó con entusiasmo al estudio matemático, tal vez empujada por su madre hacia un área de la cultura lo más alejada posible de la que el padre cultivaba.

Sea como fuere, Ada dejó aportaciones importantes al mundo de las máquinas de calcular y es reconocida como la primera persona en describir un lenguaje de programación de carácter general a través de la interpretación de las ideas de Babbage. En su traducción de Notions sur la Machine Analytique de Charles Babbage, de Luigi Menabrea, Ada añadió programas que ella misma había desarrollado.

De hecho, no es que tradujera el libro, es que sus notas aclaratorias son más extensas que el texto que tradujo y sus aportaciones personales mucho más ricas y significativas. Fue ella quien estableció la diferencia entre datos y procesos, con lo que se abría el camino hacia la computación. En el vídeo, Capi Corrales cuenta muy bien el por qué de la importancia de Ada King (Ada Lovelace).

viernes, 3 de mayo de 2024

EMILY DICKINSON


Esta no es la mejor forma de ver una película. La traigo hasta aquí como último recurso para quien no la haya visto y no disponga de otro medio, cualquiera siempre mejor que este. También la coloco aquí para que estimule las ganas de adentrarse en la biografía y en la obra de la gran poeta estadounidense. 

Lo que viene a continuación es un simple listado no exhaustivo —referido al siglo XIX— para recordar que tal vez lograríamos hacer más por la igualdad si no nos dejáramos llevar por la pasión de nuestras propias opiniones o, tal vez, por el desconocimiento. 

Algunas viajeras: Ida Pfeiffer (Viena 1797 – 1858, Lisa Barbier Cristian, Alexandrine Tinné, Marianne North, Caroline Hartog Morgensthein, Isabella Bird, Elizabeth Jane Cochran, Annie Cohen Kopchovsky, Florence von Sass...


Algunas científicas: Mary Somerville, Ada Lovelace,Mary Anning ,Sophie Germain, BlancaClotilde Catalán de Ocón y Gayolá, Marie-Anne Pierrette Paulze, Elizabeth Fullhame, Agnes Pockels, Maria Mitchell, Sofia Kovalévskaya, Jeanne Villepreux-Power, Ellen Swallow Richards, Eunice Newton Foote, Annie Jump Cannon, Sarah Frances Whiting...


Algunas filósofas: Harriet Taylor Mill (1807-1858), Elizabeth Cady Stanton (1815-1902), Susan B. Anthony (1820-1906), Harriet Tubman (1820-1913), Helen Taylor (1831-1907), Eleonor Marx (1844-1883), Laura Marx (1845-1911)...


Algunas escritoras: Mercedes Laura Aguiar, Mariana Angélica de Andrade, Anna Nakwaska, Dorila Antommarchi, Elmira Antommarchi, Hortensia Antommarchi, Sarah Austin (traductora), Julia Catherine Beckwith, Maria Elisa Belpaire, Adèle Daminois, Antonia Esteller, Anna Maria Hussey, Hanna K. Korany, Olena Kisilevska, Leonor Canalejas y Fustegueras, Elizabeth Moutzan-Martinegou , Ashiq Pari, Sofie Podlipská, Gabriela Preissová, Antónia Pusich, Charlotte Richardson, Amélia dos Santos Costa Cardia, Edith Simcox, Marko Vovchok, Mary Shelley, Cecilia Böhl de Faber, George Sand, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Jane Austen, Charlotte, Emily y Anne Brontë, Rosalía de Castro, Emilia Pardo Bazán, George Eliot, Louisa May Alcott...

Músicas, pintoras, actrices, cantantes...

Parece que es más difícil reconocer que no sabemos exactamente por qué Emily Dickinson decidió no salir de su habitación que realizar suposiciones que alimenten y justifiquen nuestra forma pensar. Esto viene a cuento de la Conferencia de Laura Freixas, que como conferencia genérica y reivindicativa de las ideas feministas está bien, pero en la que prácticamente nada se dice de los valores literarios de la poesía que escribió, que es por lo que la conocemos. 

Si queremos reivindicar la obra de la poeta americana, que, por cierto, está dentro de eso que se conoce como canon de la literatura universal desde hace muchísimo tiempo, parece más apropiado señalar y explicar cuáles son las virtudes y excelencias que hacen de su obra lo que es, una magnífica obra literaria, que no extenderse en anécdotas biográficas sobre las costumbres, usos y prejuicios tradicionales y machistas de la sociedad del siglo XIX.

Más entradas en este mismo blog sobre E. Dickinson.

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