martes, 26 de diciembre de 2023

DIARIO SUCINTO DE UNA ESCAPADA, 2



Hoy han tocado luces y colores, las luces y colores que proporcionan las impresionantes vidrieras de la catedral de Chartres, uno de los mejores conjuntos de la cristiandad.




Hay muchas maneras de recorrer el hermosísimo y extenso grupo de vidrieras que, simplificando de forma extrema, podemos reducir a dos: paseamos mirando hacia arriba sin enterarnos de casi nada o contamos con elementos que nos permitan ir más allá de la belleza inmediata. Sí optamos por lo segundo, podemos incluir en nuestro equipo una cámara con un potente objetivo, unos prismáticos de teatro, una guía (hay muchas y muy completas) o sin nada de eso, un paseo por el museo de las vidrieras que se encuentra a pocos metros de la catedral. Allí se encuentran reproducidas y explicadas buena parte de las que hay en el templo. 



Pero la sorpresa en este museo llega cuando se baja a las salas del sotano






y nos encontramos ante las vidrieras de Kim En Joong, artista y hombre de religión, nacido en Corea y afincado en Francia.

De vuelta a la capital, las luces de la más alta dama parisina brillan tan elegantes como siempre, y eso a pesar de las nubes bajas que envolvían la ciudad... de la luz.



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lunes, 25 de diciembre de 2023

DIARIO SUCINTO DE UNA ESCAPADA, 1


Llego a París en tren, estación de Montparnasse. Primera hora de la tarde. Necesito un paseo que me recoloque y me quite de encima el acartonamiento de un exceso de horas sentado. El cementerio del barrio que da nombre a la estación se encuentra cerca de ella y en él están las tumbas de un buen puñado de escritores a quienes admiro. Se hace necesario un paseo para rendir homenaje y salir del entumecimiento.

Julio Cortázar 

Carlos Fuentes 

Samuel Beckett 

César Vallejo

M. Duras

Simone de Beauvoir y
J. P. Sartre

Baudelaire 

Robert Desnos

 El gesto que más me ha conmovido ha sido el de quien haya dejado el pan sobre la lápida del poeta peruano. Alguien que sin duda conoce su poesía y le tiene devoción. 

Este es el poema que explica el gesto:

UN HOMBRE PASA CON UN PAN AL HOMBRO 

Un hombre pasa con un pan al hombro
¿Voy a escribir, después, sobre mi doble?

Otro se sienta, ráscase, extrae un piojo de su axila, mátalo
¿Con qué valor hablar del psicoanálisis?

Otro ha entrado en mi pecho con un palo en la mano
¿Hablar luego de Sócrates al médico?

Un cojo pasa dando el brazo a un niño
¿Voy, después, a leer a André Bretón?

Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre
¿Cabrá aludir jamás al Yo profundo?

Otro busca en el fango huesos, cáscaras
¿Cómo escribir, después del infinito?

Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza
¿Innovar, luego, el tropo, la metáfora?

Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente
¿Hablar, después, de cuarta dimensión?

Un banquero falsea su balance
¿Con qué cara llorar en el teatro?

Un paria duerme con el pie a la espalda
¿Hablar, después, a nadie de Picasso?

Alguien va en un entierro sollozando
¿Cómo luego ingresar a la Academia?

Alguien limpia un fusil en su cocina
¿Con qué valor hablar del más allá?

Alguien pasa contando con sus dedos
¿Cómo hablar del no-yo sin dar un grito?

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domingo, 24 de diciembre de 2023

CANTATA CAMPESINA, Bach


Vuelvo a Bach después de encontrarme con esta cantata, la 212, organizada por la Fundación J. S. Bach y no dudo ni un momento en colocarla aquí. La calidad y el aire desenfadado y divertido me llevan a ello.

El argumento es muy sencillo, de hecho es un diálogo entre una pareja de campesinos enamorados  —lleno de galanterías, reproches, alabanzas y picardías— que comentan las situaciones cotidianas y las esperanzas en el nuevo señor, antes de invitar a todos a ver y bailar a la taberna del pueblo, que es de lo que se trata, porque está escrita para celebrar la fiesta de cumpleaños de un señor de la época, recaudador por más señas. El texto que cantan podéis leerlo aquí (alemán e inglés, pero siempre podéis recurrir al traductor). 

Interpretan: 

Dirección y clavecín: Kay Johannsen.
Christine Busch, concertino.
Carmela Konrad, soprano.
Benjamin Appl, barítono.

¡Y que paséis una noche tan buena como podáis desear quienes la celebréis!

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sábado, 23 de diciembre de 2023

REGALOS DEL DÍA (diario de un epicúreo agradecido), 9


Siento debilidad por las rosas y esta me la encontré hace unos días atravesando el cementerio. Sobre una lápida alguien había colocado un magnífico ramo de rosas blancas. La belleza era tanta que quise hacer mía una parte de ella recogiéndola en mi cámara. Llovía, era tarde, había poca luz y el paraguas, además de reducir la luz, me impedía maniobrar bien el teléfono con la otra mano. Después de varios disparos, me apareció la imagen que estáis viendo en la pantalla. No es la hermosísima rosa que yo vi, pero casi. Merecía un poema.

Por eso del cementerio, me acordé del de Góngora, "A una rosa", que es un canto sobre el paso del tiempo, la brevedad de la vida y la vanidad de lo mundano. Pero todo ese lloriquear me cansa y me aburre. Ya sé que me voy a morir cualquier día no muy lejano, pero esa rosa tuvo la capacidad de complacerme unos minutos con su perfecta belleza perlada de lluvia, lluvia que nos da de beber y de comer a toda la humanidad, además de ofrecernos imágenes tan extraordinarias como esta. 

Según bajaba hacia mi casa, fui intentando recordar poemas (hay cientos) dedicados a la rosa y su belleza, pero no di con ninguno que pudiera acompañar a esta. Hoy, sin buscarlo, he dado con este de Saramago que me parece perfecto para formar pareja con mi rosa:
 


ALZO UNA ROSA

Alzo una rosa, y todo se ilumina
como no hace la luna ni el sol puede:
serpiente de luz ardiente y enroscada
o viento de cabellos que se mueve.

Alzo una rosa, y grito a cuantas aves
el cielo colorean de nido y de cantos,
en el suelo golpeo la orden que decide
la unión de los demonios y los santos.

Alzo una rosa, un cuerpo y un destino
contra la fría noche que se atreve,
y con savia de rosa y con mi sangre
perennidad construyo en vida breve.

Alzo una rosa, y dejo, y abandono
cuanto me duele de penas y de asombros.
Alzo una rosa, sí, y oigo la vida
en este cantar de las aves en mis hombros.


                  Poesía completa, p 327.

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EXPOSICIONES EN AIETE

El rincón de la ilustración del C C Aiete recoge algunas obras de Maitane Bautista hasta el 17 de marzo de 2024.


Y en la sala de exposiciones, hasta el 28 de enero de 2024, la Fundación Gregorio Ordóñez muestra la trayectoria vital y política del concejal del PP asesinado por ETA en 1995.




HORARIOS

(Si vais a ir estos días, fijaos en el de Navidad)


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viernes, 22 de diciembre de 2023

PASEO POR AÑORGA

Zergatik. Josean Díez Quevedo. Localización.

El barrio donostiarra de Añorga es uno de los más pequeños de la ciudad; de hecho, más parece un pueblecito encantador que un barrio de ciudad, al menos la parte central. Hace años estaba atravesado por la N-1, lo que resultaba muy molesto para sus habitantes. También se encontraba la fábrica Cementos Rezola. Hoy existe un museo. El caso es que ahora el pequeño barrio es un lugar apacible al que puede llegar cómodamente andando o en bicicleta, y en él se encuentran un par de esculturas.

Hacía ya bastante tiempo que tenía ganas de ver in situ las esculturas de Díez Quevedo y de Cristti, pero por unas causas o por otras he ido postergando la visita hasta que por fin me planté allí el pasado sábado, 16 de diciembre. 

Zergatik —¿por qué?—, como puede apreciarse, es una obra más dinámica, más "juguetona" que el Homenaje a Antxon Ayestarán. Tiene la gracia de un muñeco infantil y fue realizada con materiales de deshecho de la fábrica de cementos que existe a pocos metros de la obra. Esto, desde mi punto de vista, le da un valor añadido porque ha salido de los residuos que generaba la fábrica; así, lo que actuaba como para basura en su momento, se ha transformado en un elemento atractivo, que incluso invita a interactuar.


Jadiku 79. Firma y fecha en el brazo izquierdo.



La iglesia del barrio.

Un poco más allá de la iglesia y nada más sobrepasar el campo de fútbol, delante de la entrada a la Casa de Cultura, se encuentra la obra de Cristti, como se ve, mucho más formal e incluso abstracta. Sin embargo, una vez que se sabe quién es el receptor del homenaje, queda esclarecida.

Ayestaran fue un músico donostiarra que nació en este barrio y que llegó a disfrutar de un reconocimiento internacional. Para que nos hagamos una idea le concedieron la Medalla de oro de Bellas Artes (1975), la Medalla de honor de la Academia de Bellas Artes de San Fernando (1983), el Premio Príncipe de Asturias (1984) y las Medallas de Oro de Toulouse y Gipuzkoa (1985), y fue director del Orfeón Donostiarra, lo que aquí es decirlo todo.

Sabido esto, inmediatamente entendemos el objeto que representa la escultura aunque esté colocado verticalmente: un pentagrama.

Homenaje a Antxon Ayestaran. Mikel Cristti. Localización.



Lo que dice el texto grabado en la placa es:

Hiciste mucho
pero no todo está hecho
nadie ha llegado nunca
a la cumbre querida
el pago a tu trabajo
el esfuerzo de todos...

esa promesa de amistad
hacemos en tu recuerdo



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jueves, 21 de diciembre de 2023

SIMONE WEIL Y LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

Editorial
Que yo esté absolutamente convencido de que la guerra es por sí misma la encarnación del mal no va a cambiar el curso de la historia ni tampoco lo que opinen quienes están a favor de ella como un medio para conseguir un fin más elevado (¿existe algún fin más alto que el de preservar la vida de las personas?). Y si de entre todas las guerras puedo señalar una modalidad como la más execrable de todas esa es la guerra civil, la guerra que se produce entre personas que hasta pocos días antes habían estado compartiendo lugares, costumbres, comidas, trabajo, aficiones, juegos y familia. Nunca, bajo ningún concepto, se debería desdeñar ningún esfuerzo para intentar evitar las guerras. No hay guerras buenas. De hecho, la guerra, más incluso si se trata de una guerra civil, tiene la perversa capacidad de convertirnos en seres peores que lo que éramos antes de que estallara, aunque, por fortuna, siempre haya excepciones maravillosas.

Existe la creencia de que la guerra civil española fue una guerra donde en un bando luchaban los buenos y en el otro se encontraban los malos. Supongo que este ingenuo parecer viene determinado por el hecho de la sublevación militar antidemocrática y antitodo que la inicia... y por no haber leído nunca una información más o menos objetiva y detallada sobre este negrísimo período de nuestra historia. Habrá que recordar que la investigación histórica existe. También, claro está, interviene la posición ideológica que, igual que el dogma de fe, hace que demos en creer solamente lo que nuestra iglesia afirma.

Simon Weil (Auden sería otro caso similar al de la pensadora francesa, pero hay más) vino a España para luchar al lado del frente republicano y se fue horrorizada ante lo que vio. Trotta publicó en 2007 sus Escritos históricos y políticos. La IV sección está dedicada a la guerra en España. Ahí se incluyen los textos Diario de España, Reflexiones para disgustar, ¿Qué sucede en España?, La política de neutralidad y la ayuda mutuaCarta a Georges Bernanos. En general, son textos breves. Me permito adjuntar dos de ellos, de los breves, por eso de que no se piense que las citas pueden estar sacadas de contexto o alteradas:




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miércoles, 20 de diciembre de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (Juan Vicente Piqueras)

Ejemplar del KM. Editorial.
#unlibrounpoema

En la contraportada se recoge:

Juan Vicente Piqueras (Los Duques de Requena, 1960) se fue de España en 1985. Ha vivido en Francia, Italia, Grecia, Argelia, Portugal y Jordania. Ha publicado, entre otros, los libros La latitud de los caballos (1999), Aldea (2006), La hora de irse (2010), Yo que tú (2012), Atenas (Premio Loewe, 2012), Padre (2016) y Narciso y ecos (2017). Ha traducido al español a poetas como Tonino Guerra, Izet Sarajlic, Ana Blandiana, Cesare Zavattini, Sabrina Foschini y Kostas Vrachnós.

«Dialogar con la muerte, cantarla como se canta al amor o a la rosa, lograr el imposible de ver la vida desde la otra orilla, saber lo que hay en una habitación vacía, encender una mínima luz con que alumbrar fugazmente la nada, y conseguir que toda la emoción de esos misterios nos llegue limpia y directa al corazón. Tal es el milagro y la sobrecogedora belleza de este libro, tan hondo, tan cercano, tan leve». Luis Landero.

«Juan Vicente Piqueras es uno de los poetas españoles más importantes de la actualidad. La habitación vacía es una meditación metafísica sobre el tiempo y la muerte. Hijo póstumo de Fernando Pessoa, Piqueras tiene siempre la fuerza, la ironía y la bondad de su parte. Es una voz imprescindible. Hay que leer a Piqueras, porque la poesía está con él». Manuel Vilas.

Yo recojo:

UNA TARJETA BLANCA

                    A Jaime Jaramillo Escobar, in memoriam

(El poeta se coloca de pie al pie de una ceiba, ante el micrófono, ante el horizonte atento de quienes están ahí para escucharlo o no, se lleva la mano al corazón como los musulmanes, salam, y los griegos, yasas, y comienza a decir su poema). 

Señoras y señores: buenas noches.
(O buenos días o buenas tardes, según el momento de la lectura, claro).

Llevo en este bolsillo de la camisa, al lado del corazón,
una tarjeta blanca que abre todas las puertas
de todas las habitaciones
de todos los hoteles del mundo.
(Saca del bolsillo de la camisa la tarjeta blanca y la eleva en la mano hacia el cielo).

A veces, cuando puedo, cuando me da la gana,
casi siempre de noche,
salgo de la casa que no tengo, me voy a dar una vuelta,
y entro en cualquier hotel.
Digo buenas noches en la recepción
o no digo nada, según me da, tomo el ascensor y subo
a una habitación cualquiera, entro con mi tarjeta blanca
y veo a las personas dormir, amar, enemistarse,
ver la tele, discutir, besarse, cantar bajo la ducha,
escribir algo en un cuaderno.

Ellos no me ven a mí. no pueden verme
porque yo soy un ángel de la guarda, el ángel de la guarde
de los huéspedes de hotel, cuido el sueño de todos
los que no duermen en su casa.
Un ángel de la guarde diplomado.
Llevo el título siempre aquí conmigo,
en el bolsillo de la camisa,
al lado del corazón y de la tarjeta blanca
que me abre todas las puertas.
(Saca del bolsillo de la camisa el pasaporte de servicio que tienen todos los ángeles).

El título es este pasaporte de servicio,
expedido por su Majestad el Rey de las Ruinas
y en su nombre el Ministro de Asuntos Exteriores
y Afanes Interiores,
que me abre las puertas de todos los países.
(Lo hojea).

Aquí figuran mi nombre y mis dos fechas:
la de nacimiento y la de defunción.
La casilla del sexo está vacía.
En la de la nacionalidad al principio ponía española,
pero con el tiempo se han borrado la p y la ñ
y ahora se lee: es a ola. Esa ola. 

No tiene fecha de caducidad. La foto
es la de mi primera comunión.
yo estaba enfermo, tenía 39 de fiebre,
debajo del traje de marinerito llevaba un un pijama estampado
con tréboles de cuatro hojas. Cuando
el cura de mi pueblo, que se llamaba don Juan,
posó la hostia en mi lengua
yo creí desmayarme. El pasaporte
lleva en sus páginas focas, ciervos, peces, mariposas,
tortugas, osos, murciélagos...
toda una fauna timbrada y feliz.
Timbrada en las aduanas y en las funerarias.
Fauna dichosa de viajar conmigo
y de estar con ustedes esta noche.
(O esta mañana o esta tarde, según el momento de la lectura, claro).

Tal vez ustedes no crean en ángeles.
Tal vez ustedes no crean en mía.
Pero eso poco importa.
Lo importante es que yo creo en ustedes
y alguna de esas noches, cuando menos lo esperen,
en una pensión pobre o en un hotel de lujo,
en un motel de mala muerte o en un convento
convertido en spa,
en un hotel de cinco mil estrellas o de ninguna,
con mi tarjeta blanca abriré la puerta de su habitación, 
les cerraré los ojos, los miraré dormir,
ajustaré las sábanas como hacía mi madre
cuando yo estaba enfermo, les besaré los párpados,
y ya que estoy allí les diré la verdad,
aprovechando que duermen y no pueden oírla.

Señoras y señores, deberían
darme las gracias, pero no hace falta.
Es mi trabajo y no las necesito.
Mis gracias son las suyas.
Soy yo quien agradece su atención
ante alguien que no existe.

Que estén bien, señoritas, señoras, caballeros,
niños, ancianos, águilas, hormigas,
grullas, ballenas, ciervos, mariposas...
(Se lleva la mano al bolsillo de la camisa, al corazón).
Que estén bien, salam, yasas, que estén bien.

***