Tal y como dicen las historias de la música clásica, la música de Antonio Lotti (c.1667-1740) suena más al período anterior que a la época barroca en que desarrolló su carrera. Carrera, por cierto, que recorrió en todos sus niveles, pues comenzó desde abajo, como cantante de coro, hasta llegar a ser maestro de capilla.
Crucifixus es, tal vez, su obra más interpretada. A mí me gusta mucho su enorme intensidad emocional y ese aire que tienen algunas voces como de permanecer suspendidas, lo que contribuye al dramatismo de la pieza. Breve, muy breve, pero intensa y conmovedora.
Interpreta: Rundfunkchor Berlin.
Director del coro: Simon Halsey.
Dirige: Simon Rattle.
Que la música y el año que acaba de empezar os sean favorables.
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