sábado, 14 de enero de 2023

LA INTENCIÓN, NO LAS PALABRAS

Cortesa paraula significa amable pensa 

(Palabra cortés significa pensamiento amable)

RAMÓN LLUL


No es necesario saber nada sobre Searle ni Austen, ni haberse adentrado en los recovecos de la filosofía del lenguaje, ni saber qué son o qué no son los actos de habla para ser conscientes de que las palabras pueden transmitir signicados muy diferentes a los que objetivamente se recogen en un diccionario.

Las herramientas con las que nos valemos en la vida cotidiana no son, por sí mismas, ni buenas ni malas, a no ser que las valoremos según la utilidad para las que fueron diseñadas. Así, por ejemplo, una silla es buena si cumple bien la función de que podamos sentarnos en ella y estar cómodos. Sin embargo, puede ocurrir que cojamos esa silla para golpear en la cabeza a una persona. La silla no se convierte en una mala silla por el hecho de que hayamos causado una grave lesión con ella. Lo reprobable es que nosotros le hayamos roto la cabeza a alguien. Es nuestra conducta la que debe ser juzgada como inadecuada, incorrecta, violenta..., no la silla.

Tal vez este de la silla sea un ejemplo con pocos matices, pero estoy seguro de que se entiende bien. Con las palabras ocurre algo parecido. Si en una conversación utilizo la palabra loco, la persona con quien estoy hablando necesitará del contexto de la conversación y seguramente de los matices de mi voz e incluso de mi gesticulación para saber con qué intención la estoy utilizando, es decir, a qué me estoy refiriendo, cuál es el significado del que en ese momento hago uso:

1. adj. Que ha perdido la razón. U. t. c. s.

2. adj. De poco juicio, disparatado e imprudente. U. t. c. s.

3. adj. Dicho de cualquier aparato o dispositivo: Que funciona sin control. La brújula se ha vuelto loca.

4. adj. Que excede en mucho a lo ordinario o presumible. U. en sent. positivo. Cosecha loca. Suerte loca.

5. adj. Dicho de las ramas de los árboles: Viciosas, pujantes.

6. adj. coloq. Dicho de una persona: Entusiasmada o muy contenta. Loco de alegría.

7. adj. coloq. Que siente gran amor o afición por alguien o algo. Está loca por Juan.

8. adj. Fís. y Mec. Dicho de una pieza o de un dispositivo: Que gira libremente sobre su eje.

9. m. y f. coloq. Nic., R. Dom. y Ur. Entre jóvenes, u. para dirigirse o llamar a otro.

10. f. despect. coloq. Hombre homosexual afeminado.

11. f. eufem. coloq. Arg., Bol., Cuba, Ec., Méx., Nic., Par., P. Rico, R. Dom., Ur. y Ven. Mujer que mantiene relaciones sentimentales con varios hombres, pero ninguna estable.

12. f. eufem. coloq. Arg. y Ur. prostituta.

(Diccionario en línea de la RAE).

Y siendo muchas las acepciones recogidas, yo diría que no están todas, aunque estoy seguro de que con quien estoy hablando en ese momento entiende perfectamente lo que quiero decir si ve mi gesto emocionado y el entusiamo con que hablo cuando digo que mi hija es una loca encantadora. Ayer me llenó la habitación donde trabajo de flores y mensajes. Quien me escucha recoge perfectamente el mensaje de que mi hija es una persona adorable y entusiasta. No está en el diccionario, pero mi inteción es clara. 

Imaginemos ahora que estoy en un largo tramo de la carretera donde no es posible adelantar. Delante llevo un vehículo que circula a una velocidad ostensiblemente baja. Llego a una recta con visibilidad y no hay nadie que venga en sentido contrario. Pongo el intermitente, cambio la marcha, acelero y adelanto mientras suelto con cierto enojo: ¡Dios, cuánto gusano hay en la carretera!

1. m. Nombre común que se aplica a animales metazoos, invertebrados, de vida libre o parásitos, de cuerpo blando, segmentado o no y ápodo. Era u. en pl. como taxón.

2. m. Nombre de las larvas de cuerpo blando, alargado y cilíndrico de muchos insectos y de las orugas de los lepidópteros.

3. m. lombriz.

4. m. despect. Persona vil y despreciable.

5. m. Inform. Virus informático con capacidad para duplicarse e instalarse en otras computadoras o dispositivos electrónicos usando los mecanismos de comunicación de una red.


Tampoco he aludido a ninguno de los significados recogidos en el diccionario, pero quien iba conmigo ha entendido perfectamente que me estaba quejando por la lentitud a la que circulaba el coche adelantado y, además, me ha reconvenido: Tampoco tenemos ninguna prisa, así que será mejor que te calmes. 

Podría continuar con otros muchos ejemplos, pero estoy seguro de que todos recordamos haber oído utilizar en más de una ocasión los tacos más vulgares en un sentido cariñoso, admirativo, halagador. Nada que ver con el significado más oscuro y despreciativo que tienen.

Pues eso, no nos quedemos en el mero significado de las palabras. La intención es lo que importa. Podemos utilizar cualquier palabra para dotar de color y de calor a nuestro discurso, pero hagásmolo con la mejor intención, que nuestras palabras sean como médicos del ánimo enfermo, como nos recordaba Esquilo en su Prometeo encadenado, o por lo menos para no incrementar la irritabilidad que nos rodea.

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