martes, 30 de enero de 2024

MURAL DE LA PLAZA SAN MIGUEL


Desde 2019 hay un nuevo mural en las calles de Irún. Es obra del artista Luis Olaso, quien en su momento decía que el arte tenía que inundar las calles para mayor disfrute de la ciudadanía. Como puede apreciarse por la fotografía, lo más interesante de esta obra es la vocación de trampantojo, de crear ilusión, pues ahí donde vemos callejón y escalera no hay nada más que muro impenetrable. Pero la ilusión es divertida y nos permite el juego.

Ahora bien, hay algo más en este entorno al que de alguna manera da sentido esta pintura.

Quien sea de la zona o pase por ahí y lea lo que pone en la placa que indica el lugar en el que está, sabrá que esta es la plaza San Miguel, pequeñita y muy abierta, pero gracias a la intervención urbanística realizada, aunque con esfuerzo, puede hoy llamarse plaza, porque ahí donde vemos un enlosado peatonal con sus grandes maceteros y sus bancos hasta hace poco tiempo existía una calzada practicable por el tráfico rodado y dos estrechas aceras, una situada en el lado del mural y otra donde me he colocado para obtener la imagen. Lo curioso es que antes también este singular trozo de calle recibía el nombre de plaza. ¿Por qué recibía el nombre de plaza algo que a todas luces era una calle?, cortísima, eso sí, pero calle al fin y al cabo.

Acudo al libro de José Monje García, archivero de la ciudad, en busca de respuesta y leo: 

No ha sido posible encontrar la fecha en que se acuerda dar este nombre a dicha plaza, lo que me inclina a pensar que, como la zona del entorno era conocida como barriada de San Miguel, a la plaza que existía en aquellos parajes se la conociera genéricamente como plaza de San Miguel y haya permanecido con posterioridad sin que en realidad se le haya asignado de forma oficial.

Consultados los padrones de habitantes, hasta la década de los años 60 no aparece esta plaza. (en realidad se debe hacer observar que no se trata de una plaza entendida en sentido tradicional, sino más bien de una calle; de hecho cuando en 1960 el constructor de las viviendas situadas en dicha plaza la casa que vemos con el mural— presenta al Ayuntamiento la documentación pertinente, en los planos viene reflejada como "calle nueva" (p 314).

Ya lo véis, el trampantojo y la actuación urbanística última vienen a recuperar la ilusión perdida, esto es, a dar realidad a lo que en su origen fue, la gente nombró como tal y durante muchos años había desaparecido.

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