sábado, 30 de septiembre de 2023

DIÁLOGO CON LA NATURALEZA, Ángel Peris Cuesta


Si el arte tiene algún valor, no es precisamente el valor monetario con que se tasa en las pervertidas subastas. El valor del arte es la capacidad que tiene para transmitir sensaciones, para emocionar, para conmover, para expresar cuanto de otra manera es imposible expresar. En esto, claro, tiene mucho que ver nuestra formación, nuestros gustos, nuestras inclinaciones más íntimas, nuestra sensibilidad y hasta nuestros miedos. 
 


Se pueden escribir muchos tratados, realizar multitud de análisis de las obras, apelar a las técnicas utilizadas y desmenuzar los materiales con los que la obra ha sido compuesta. Y sin duda existen muchos y muy buenos trabajos que nos ayudan a entender mejor los objetos que tenemos delante de los ojos cada vez que entramos en un museo o en una galería; sin embargo, nada puede sustituir la primera impresión que recibimos al movernos en torno a la obra observada.


Ni las palabras del artista, ni las lecturas especializadas, ni las imágenes que aquí ofrezco, nada puede acercarse a la inmensa satisfacción que sentí al penetrar en esta sala. El juego de luces y sombras, la disposición de los faroles cilíndricos, el infinito juego de manchas de la tinta china, la frágil solidez del papel..., todo contribuía a la belleza del momento, e incluyo en la palabra belleza no solo el aspecto estético, sino también la sensación vital de bienestar.


Tendré que concluir con Remy De Gourmont que el arte está hecho para ser sentido y no para ser comprendido; por eso, cada vez que se quiere hablar de él según la inteligencia, no se dicen más que tonterías (Dialogues des amateurs).
 


Subid a la sala del segundo piso y decidme luego.



Hasta el 10 de diciembre 
en estos horarios:

Lunes a viernes: 9:30-18:00
Sábados: 10:00-14:00 / 15:00-19:00
Domingos y festivos: 10:00-14:00


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