A mí, Pascal me recuerda mucho a Agustín de Hipona. Ambos fueron grandes vividores que un día tuvieron una transformación radical. En el caso del francés fue la noche del 23 de noviembre de 1654, la nuit de feu. Fuera como fuese, yo no despreciaría nunca su argumento de la apuesta en torno a la existencia de Dios, que como todo el mundo sabe no es un argumento demostrativo —Pascal rechazó todas las demostraciones filosóficas sobre la existencia de Dios porque carecían de racionalidad suficiente—, sino un argumento "pragmático". En el artículo o capítulo II, el que lleva por título De cómo es más ventajoso creer lo que enseña la religión cristiana, podéis leerlo con tranquilidad (en mi edición pp 30-34).
La otra aportación a la historia del pensamiento se reduce a una frase, también muy conocida, y que es una síntesis genial de todo el libro. Cito por mi edición: El corazón tiene sus razones que la razón no conoce (en el original: Le cœur a ses raisons que la raison ignore). Él agrega: se ve esto en mil cosas. Y así es, no todo lo podemos reducir a base de racionalidad y análisis lógico. Rumiadlo.
Hay pensamientos que se recogen de manera genial en una frase. Pascal, con solo esta, no sé si se hizo un sitio en la historia del pensamiento, pero sí en el de las citas más prolíficas e inspiradoras.
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