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domingo, 18 de octubre de 2020

HORACIO Y OMAR JAYAM

 Menéndez Pelayo con su Horacio en España (1885) dejó un soberbio y grandioso estudio sobre la influencia de Horacio en la literatura española. Gilbert Highet, medio siglo después, realizó otra proeza cuando en 1949 dió a los estudios clásicos su no menos impresionante y provechoso La tradición clásica. Gracias a ellos, aunque no solo a ellos, sabemos de la larga y rica influencia de la obra horaciana en la literatura posterior. Pero estamos hablando de literatura occidental, es decir, literatura que se ha creado a partir de la literatura greco-latina. 

Lo que sí resulta verdaderamente sorprendente es el caso del poeta persa Omar Jayam (1048-1131). ¿Conocía la obra de Horacio? ¿La había leído? El latinista Vicente Cristóbal —haciéndose eco de un artículo de H. E. Mierow, que no acaba de aportar datos fehacientes sobre el tema— se pregunta si esa notoria coincidencia en el tratamiento del carpe diem y el locus amoenus se debió, acaso, a la influencia que la obra de Horacio pudo haber tenido sobre Jayam. 

No voy a recoger todos los ejemplos que Cristóbal cita —siempre a partir de la traducción de Christovam de Camargo, Losada, 1967—. Creo que estos dos son  suficiente muestra para dejar constancia, cuando menos, de la coincidencia del tratamiento y las imágenes:

La número 7:

Contempla
la caravana de la vejez,
ve cómo galopa,
¡observa
ese ritmo espantoso!
¡Compañero!
¡Aprovecha
esos instantes fugaces
para hundirte
en las delicias de la vida,
para desvanecerte
en las delicias del amor!
En cuanto a ti,
siervo,
¿por qué vives cavilando,
por qué te atemoriza
la problemática resurrección
anunciada
para un cierto día del mañana?
Trae la copa,
pues la noche
pronto
llegará a su fin...


La número 60:

¡Querida de mi alma
tienes la suavidad
de un resplandor de luna!

¡Toma el cántaro de vino,
empuña la copa
y ve al jardín verdeante
a esparcirte
junto al río murmurante!


El mundo burila diariamente,
con aterciopelados regazos
de mujeres fascinantes,

copas y cántaros,
¡cien y mil veces!

Dice el profesor, traductor y latinista que casi infiintas son las muestras del carpe diem, formuladas en cercanía de imágenes con las de Horacio. Sería interesante que algún trabajo futuro arrojara luz sobre esta coincidencia.

viernes, 13 de noviembre de 2020

CARPE DIEM. LECCIONES DE VIDA CON HORACIO

Editorial
Me enteré de la existencia de este libro cuando escuché por primera vez la conferencia de Vicente Cristóbal sobre Horacio en época de confinamiento total. Del libro se pueden decir muchas cosas, salvo que sea aburrido. Se podría decir, efectivamente, que es un libro sobre Horacio y su manera de entender la vida. Se podría decir que es una defensa del slow movement, de tomarse las cosas con tranquilidad y sosegar nuestras acciones y reacciones. Se podría decir que es un libro de viajes por la Italia en la que vivió el clásico latino. Se podría decir que es una rápida autobiografía del autor, Harry Eyres. Se podría decir que es una defensa de la actualización de las traducciones para que los textos clásicos no queden fosilizados y parezca que tienen más años de los que realmente tienen. Se podrían decir muchas cosas, pero el párrafo me está quedando demasiado largo.

En realidad, todo el libro es una buena demostración de que los clásicos pueden ser muy atractivos si les quitamos todo ese barniz que años y años de academicismo, de admiración vacía de contenido y de frío y sesudo trabajo gramatical los ha ido sepultando en una masa de estudios que, a veces, les impide respirar.

No podemos saber exactamente cómo era Horacio porque ya no podemos hablar con él, no podemos preguntarle ni entretenernos con sus charla y sus respuestas. No podemos ver cómo resuelve sus problemas cotidianos. No podemos observar cómo se relaciona con la gente. No podemos estar a su lado para comprobar cómo reacciona. 

No obstante, podemos leer con detenimiento su obra y disfrutar con sus propuestas, sentir la profunda viveza, la increíble proximidad de sus palabras. Eso es lo que realiza Eyres en este trabajo, que no tiene nada de académico, tal vez porque él también se aburría en la universidad traduciéndole, lo mismo que se aburrieron otros muchos, hasta que años después, leyendo por su cuenta, encontraron al ser humano Horacio y descubrieron toda su riqueza más allá de la sintaxis y de las figuras estilísticas, la rica y poderosa vida que corría por sus textos.

¿Ves como brilla la profunda nieve
en el Soracte erguido? Esta helada
carga las ramas con su blanco palio
y detiene los ríos en su marcha.

Cobijados, echa más troncos, Taliarco(1),
al fuego abrasador... y descorchemos
un vino de cuatro años, un reserva
corriente de Sabina, no de lujo.

Que aplaque el tiempo un dios, si le apetece,
en el mar las rugientes tempestades
y los viejos cipreses y los fresnos
detengan su agitado cabeceo.

(Fragmento de la Oda I, 9).

(1)Eyres, con la intención de aproximar más el texto a la época actual, cambia el nombre de Taliarco por el de Hugh, lo que tiene sentido en el ámbito anglosajón. Como no se me ha ocurrido un nombre equivalente para el ámbito hispanohablante, he vuelto al original, que quiere decir algo así como "simposiarca", "rey del vino"; es decir, experto en vinos, pero también dinamizador de la reunión y del diálogo.

domingo, 4 de octubre de 2020

HORACIO, POETA EPICÚREO

Comienzo del epodo 2 (traducción de Vicente Cristóbal):

Dichoso aquel [beatus ille] que, lejos de ocupaciones, como la primitiva raza de los mortales, labra los campos de su padre con sus propios bueyes, libre de toda usura, y no se despierta, como el soldado, al oír la sanguinaria trompeta de la guerra, ni se asusta ante las iras del mar, manteniéndose lejos del foro y de los umbrales soberbios de los ciudadanos poderosos (...).

Odas, I, 11 (traducción de Manuel Fernández-Galiano):

No investigues, pues no es lícito, Leucónoe, el fín que ni a mí
ni a ti los dioses destinen; a cálculos babilonios
no te entregues. ¡Vale más sufrir lo que haya de ser!
Te otorgue Júpiter varios inviernos o solo el de hoy,
que destroza al mar Tirreno contra las rocas, prudente
sé, filtra el vino y en nuestro breve vivir la esperanza 
contén. Mientras hablo, el tiempo celoso habrá ya escapado:
goza del día [carpe diem] y no jures que otro igual vendrá después.



Esos son los dos tópicos literarios más famosos y universalmente repetidos, citados, parafraseados y, por tanto, más conocidos de la obra poética de Horacio. Su influencia es tal que impregna todas las épocas. Desde luego, si la felicidad de cualquier creador se pudiera medir por la pervivencia de alguna de sus obras en la memoria de la gente, Horacio debería ser extraordinariamente feliz. Pero era epicúreo y eso debería darle igual.


Resulta un poco cansino oír una y otra vez cómo se reduce el pensamiento epicúreo a la búsqueda del placer; cómo se utiliza esa expresión latina, carpe diem, de una forma sesgada. 

Horacio y Virgilio eran epicúreos, lo mismo que Lucrecio, al que admiraban. Es decir, estaban convencidos de que la mejor manera de entender la vida y las relaciones que en ella trabamos con los demás era hacerlo desde el modo que había propuesto Epicuro, a quien, desde luego, no podríamos tachar de juerguista empedernido, ni de irresponsable, ni de egocéntrico.

El epicureísmo es una forma de entender el mundo, una filosofía. Como tal, tiene su propia teoría del conocimiento y defiende una ética. Es cierto que el tópico central de la ética epicúrea es el placer (hedoné, de ahí hedonismo), que entiende como la ausencia de dolor. Maximizar el placer y minimizar el dolor debía ser el objetivo prioritario. 

El placer quedaba definido por estos tres parámetros: ausencia de dolor en el cuerpo, ausencia de preocupaciones psicológicas o espirituales (miedo, angustia, preocupaciones, remordimientos, tristeza, estrés, ansiedad...), y la satisfacción de nuestros deseos, incluyendo deseos referidos al cuerpo y deseos más espirituales como la amistad, el conocimiento y el disfrute de la belleza...

Pero la cosa no queda ahí. El placer deberá ser lo más duradero posible. Tendremos que tener en cuenta que habrá muchos placeres a los que deberemos renunciar. Por ejemplo, los que traigan a la larga un dolor mayor que el placer aportado. Igualmente, habrá ciertos dolores y sufrimientos que serán buenos, como aquellos de los que se derive un placer que los compense y los supere. La persona sabia, por tanto, será aquella que sepa hacer el "cálculo" y aprenda a distinguir a qué placeres decir sí y hasta dónde, y qué sufrimientos rechazar o aceptar según convenga. 

Así, pues, Epicuro distinguía 3 tipos de deseos que deberíamos tener en cuenta para realizar bien nuestros cálculos:

- Naturales y necesarios: son necesidades primarias y biológicas (alimentarse, beber, dormir). Su satisfacción siempre hace feliz al hombre y sin ellos no podemos vivir.

- Naturales y no necesarios: satisfacer el apetito con una comida en una fantástica comida;la sed, con un vino gran reserva; dormir en la más cómoda de las camas. Estos deseos deberíamos moderarlos, no sea que de ellos obtengamos más sufrimiento que satisfacción.

- No naturales y no necesarios: el lujo, el poder, la riqueza, la fama, la gloria, el prestigio, los honores. A estos deseos deberíamos renunciar, pues no se sacian
nunca y lo único que provocan es un deseo incontenido de más y más. 

Para acabar entendiendo por qué el hedonismo no es una defensa superficial de la búsqueda de placer, quiero recordar las cuatro normas que proponía Epicuro para tener una auténtica vida buena, en realidad, cuatro elementos a eliminar:

- El miedo a los dioses. Para eso basta pensar que no se cuidan de los
asuntos humanos, y desde luego, brujos, sacerdotes y demás son solo, y como mucho, buenos psicólogos y hábiles manejadores de palabras.

- El temor a la muerte. Es absurdo temerla, mientras estamos vivos no nos afecta y cuando nos afecta, ya no estamos vivos. 

- El temor al destino. Epicuro negó el determinismo. Nada está escrito, sólo el azar y la libertad existen. Cada hombre es dueño de su propio destino.

- El temor al dolor y la infelicidad
Si seguimos las enseñanzas de Epicuro respecto a la moderación y la renuncia a falsos placeres, conseguiremos sentirnos bien con nosotros mismos y disfrutar serenamente de los placeres que la naturaleza nos ofrece.

Ese es el pensamiento que subyace en la obra de Horacio. Él, claro, no practicaba el discurso filosófico, sino el poético, lo que siempre es estéticamente más bello.

jueves, 8 de octubre de 2020

HORACIO (Odas y Epodos para una tertulia)

 




La obra de Horacio, como corresponde a un clásico, es de muy fácil adquisición. Hay publicadas multitud de traducciones y los distintos sellos editoriales se encargan de que estén siempre disponibles. Además, todas las bibliotecas cuentan con ejemplares de alguna cuando no de varias traducciones. Y por si esto fuera poco, también está accesible a través de internet: Epodos, OdasNo hay, pues, excusa para no leerlo.

Las tres que he colocado son ediciones todas ellas muy bien cuidadas. Ofrecen una traducción realizada por un latinista de prestigio —José Luis Moralejo, Manuel Fernández-Galiano y Vicente Cristóbal—, cuentan con un aparato crítico francamente bueno e introducciones más que solventes, lo que siempre ayuda para entender mejor el texto y el contexto.

En cualquier caso, la obra de Horacio no se reduce a Odas y Epodos. También están las Sátiras y las Epístolas. Si dejo solamente las ediciones de las primeras es porque hoy son las más apreciadas y hay material más que suficiente para realizar una tertulia.

Como aperitivo, dejo aquí un epodo y una oda. Ya ofrecí un adelanto en la entrada precedente, la de Horacio, poeta epicúreo. Son las dos composiciones más famosas y las que han generado sendos tópicos literarios, conocidos, precisamente, con las palabras latinas que los identifican: beatus ille y carpe diem.

Dichoso aquél [beatus ille] que, lejos de ocupaciones, como la pri­mitiva raza de los mortales, labra los campos heredados de su padre con sus propios bueyes, libre de toda usu­ra,y no se despierta, como el soldado, al oír la sanguinaria trompeta de guerra, ni se asusta ante las iras del mar, manteniéndose lejos del foro y de los umbrales so­berbios de los ciudadanos poderosos.

Así pues, ora enlaza los altos álamos con el crecido sarmiento de las vides, ora contempla en un valle apar­tado sus rebaños errantes de mugientes vacas, y ampu­tando con la podadera las ramas estériles, injerta otras más fructíferas, o guarda las mieles exprimidas en ánforas limpias, o esquila las ovejas de inestables patas.

O bien, cuando Otoño ha levantado por los campos su cabeza engalanada de frutos maduros, ¡cómo goza re­colectando las peras injertadas y vendimiando la uva que compite con la púrpura, para ofrendarte a ti, Príapo, y a ti, padre Sílvano, protector de los linderos!

Agrádale tumbarse unas veces bajo añosa encina, otras sobre el tupido césped; corren entretanto las aguas por los arroyos profundos, los pájaros dejan oír sus quejas en los bosques y murmuran las fuentes con el ruido de sus linfas al manar, invitando con ello al blando sueño.

Y cuando la estación invernal de Júpiter tonante apres­ta lluvias y nieves, ya acosa por un sitio y por otro con sus muchas perras a los fieros jabalíes hacia las trampas que les cierran el paso, ya tiende con una vara lisa sus redes poco espesas, engaño para los tordos glotones, y captura con lazo la tímida liebre y la grulla viajera, tro­feos que le llenan de alegría.

¿Quién, entre tales deleites, no se olvida de las cuitas desdichadas que el amor conlleva?

Y sí, por otra parte, una mujer casta, cumpliendo con su oficio, atiende la casa y a los hijos queridos —como la sabina o la esposa, abrasada por el sol, del ágil ápu­lo—, enciende el fuego sagrado del hogar con leños se­cos un poco antes de que llegue su fatigado esposo y, encerrando la bien nutrida grey en la empalizada del redil, deja enjutas sus ubres repletas; si, sacando vino del año de la dulce tinaja, prepara manjares no compra­dos, no serán más de mi gusto las ostras del lago Lu­crinο,o el rodaballo o los escaros —sí tronando la tempestad en las olas orientales desvió algunos hacia este mar , ni el ave africana ni el francolín jónico caerán en mi estómago más placenteramente que la aceituna re­cogida de las ramas más cargadas de los olivos, o la hoja de la acedera, amante de los prados, o las malvas salu­tíferas para el cuerpo enfermo; o que la cordera sacri­ficada en las fiestas Terminales,o que el cabrito arran­cando al lobo.

Entre estos manjares, ¡qué gusto da contemplar las ove­jas que vuelven rápidas al aprisco después del pasto, con­templar los bueyes cansados arrastrando con su cuello lánguido el arado vuelto del revés, y los esclavos, enjam­bre de la fecunda casa, colocados en torno a los Lares relucientes!

Cuando el usurero Alfio hubo así discurseado, dispues­to a convertirse de inmediato en labrador, recogió en las Idus todo su dinero, decidido a renovar sus préstamos en las Calendas.

(Traducción de Vicente Cristóbal).





No investigues, pues no es lícito, Leucónoe, el fín que ni a mí
ni a ti los dioses destinen; a cálculos babilonios
no te entregues. ¡Vale más sufrir lo que haya de ser!
Te otorgue Júpiter varios inviernos o solo el de hoy,
que destroza al mar Tirreno contra las rocas, prudente
sé, filtra el vino y en nuestro breve vivir la esperanza
contén. Mientras hablo, el tiempo celoso habrá ya escapado:
goza del día [carpe diem] y no jures que otro igual vendrá después.

(Traducción de Manuel Fernández-Galiano).

domingo, 1 de noviembre de 2020

ACTUALIDAD DEL "BEATUS ILLE"

Seguramente la idea más poderosa de Horacio, la que mayor resonancia ha tenido a lo largo del tiempo y la que hoy podemos considerar más atractiva, por necesaria, y la que tanta gente reclama como única manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente, es la del beatus ille.

Esa forma de estar en el mundo sin dañarlo, sin explotarlo, practicando un trabajo que nos aproxime a la tierra, que nos permita una agricultura y una ganadería local, sin la tensión y la locura que impone el beneficio cada vez mayor, sin la competencia desenfrenada y sin lucha por la conquista de mercados que nada tienen que ver con nuestro medio ambiente, esa forma de vida es la que Horacio nos pone delante de los ojos como vida buena

Él no fue el primer defensor de la idea, pero él es quien de mejor y más bella manera lo expresa. Él comprendió que cuanto más modesta e inclusiva resultara, más fuerte sería. Y es curioso comprobar cómo la actual hiperexplotación mundial —no hay vida vegetal ni animal de la que no hayamos intentado obtener un beneficio económico— ha terminado estallando en una pandemia. Tanto enredar en todas partes, nos saltan los virus que no queremos.

Y delante de nuestros perplejos ojos de urbanitas empedernidos y dependientes de todo tipo de tecnologías se alza una vez más el letrero que indica que menos es más, que vivir con menos es vivir mejor, que vivir de la naturaleza no es agotar todos sus recursos.

Beatus ille y felices también nosotros si algún día logramos entenderlo.

***
Hace relativamente pocos años se iniciaron los trabajos arqueológicos para localizar la casa de campo de Horacio, la que Mecenas le dio para que pudiera dedicarse tranquilamente a escribir, sin dependencias económicas. No se puede afirmar con absoluta certeza que la que hoy se considera como tal sea aquella en la que vivió el poeta. Ninguna teja ni tubería de plomo ha aparecido con su sello. Sin embargo, el yacimiento encaja con todas las referencias que aparecen en su obra.
 

Y si entendéis inglés, el profesor Bernard Frischer os hace una visita guiada virtualmente aquí.

martes, 6 de octubre de 2020

VIRGILIO HACE, HORACIO EXPLICA

Ejemplar de la Biblioteca Central



In verbis etiam tenuis cautusque serendis 
dixeris egregie, notum si callida verbum
reddiderit iunctura novum 
(Ars poetica, vv 46-48)

Tal vez en estos tres versos se condense la tarea más prodigiosa que cualquier poeta pueda hacer: que las gastadas palabras digan cosas nuevas. 

José Luis Moralejo los traducía así: Te expresarás de manera excelente si una combinación ingeniosa convierte en nueva alguna palabra sabida (Arte poética. Gredos, 2008. La edición de la imagen). Aunque el significado es el mismo, a mí me parece más expresiva la traducción de José Carlos Fernández Corte para la introducción a la Eneida que tradujo Espinosa Pólit (Cátedra, 1989): lograrás un verso excepcional si una palabra usada se convierte en nueva por una ingeniosa combinación.

Horacio no se ceñía solamente a esa idea en su Arte poética, daba otros muchos consejos y reflexionaba de la mejor de las maneras para que quienes se aventuraran en el arte de la creación literaria pudieran realizarlo de la mejor manera posible. Sin embargo, quiero detenerme en estos versos porque bien parecen escritos para explicar uno de los mayores logros de su amigo Virgilio.

Cuentan que Agripa, el responsable de la victoria de Augusto sobre Marco Antonio en Accio, tenía cierta dificultad para entender en qué consistía uno de los rasgos distintivos del estilo de la Eneida. Digamos que se sentía perplejo ante los giros que realizaba el mantuano, porque sin utilizar otras palabras que las que la gente utilizaba en la calle, él conseguía nuevos significados.

En realidad, estaba sorprendido con una de las características más brillantes del estilo virgiliano para la que no encontraba palabras, la famosa aparente naturalidad con la que fundó el clasicismo de la poesía romana. El impresionante dominio de recursos expresivos que tenía hizo posible que dotara a la lengua latina de nuevos bríos y esplendores. 

Esa es, precisamente, la tarea más noble y más elevada que puede realizar la poesía. Tarea, claro, que solo está al alcance de unas pocas genialidades. Versos como este son un buen ejemplo:

Sunt lacrimae rerum et mentem mortalia tangunt (Eneida, I, 462).

Y Borges, secuaz ilustre, lo sabía.

jueves, 16 de abril de 2020

EL POEMA MÁS HERMOSO DE LA LITERATURA ANTIGUA

Horacio, Fuente: Wikipedia.
Cuenta Gilbert Highet en su magistral La tradición clásica (1954), que A. E. Housmann, gran latinista y rígido profesor, tuvo un rapto de espontaneidad y afecto con la clase y se le escapó esta confesión: Este —dijo apresuradamente, casi como un hombre que traiciona un secreto— es para mí el poema más hermoso de la literatura antigua. Era mayo y la primavera estaba en todo su esplendor. No sabemos por qué —Highet no lo sabe o no quiere contarlo— Housmann, después de la confidencia, tuvo que salir de clase, emocionado, sin poder contener las lágrimas. 

El poema al que se refería, y que los alumnos tenían delante, era esta famosísima oda de Horacio (IV, 7). Una llamada más al carpe diem de su creador. Acaso en aquel mismo momento Housmann fuese plenamente consciente de la advertencia del poeta latino y, lleno de melancólica pesadumbre, tuvo que abandonar la clase:


Se han ido las nieves, vuelve ya el césped a las llanuras y a los árboles sus cabelleras de hojas; cambia la tierra de aspecto y, decreciendo los ríos, dejan secas sus riberas; una de las Gracias, con las Ninfas y sus dos hermanas, se atreve a dirigir desnuda las danzas. No esperes la inmortalidad: tal es el aviso del año y de la hora que arrebata al nutricio día.

Los fríos se templan al soplo de los Zéfiros, a la primavera la arrolla el verano, que habrá de sucumbir, a su vez, tan pronto como el pomífero otoño haya derramado sus frutos, y viene corriendo más tarde de nuevo el invierno inactivo. Aunque las rápidas lunas reparan sus menguas en el cielo, nosotros, cuando descendemos allí donde moran el padre Eneas, donde el rico Tulo y Anco, somos polvo y sombra.

¿Quién sabe si los dioses de arriba añadirán el día de mañana a la suma de hoy? Todo lo que hayas concedido a tu propio capricho en calidad de amigo, escapará a las manos avarientas de tu heredero.

Tan pronto como hayas muerto y haya Minos pronunciado sobre ti su veredicto sonoro, no te devolverá a la vida, Torcuato, ni linaje ni elocuencia ni piedad; pues tampoco Diana puede librar al casto Hipólito de las tinieblas infernales, ni tiene fuerza Teseo para romper las cadenas del Leteo que sujetan a su amigo Pirítoo.

La traducción es de Vicente Cristóbal.

***
Y no te olvides de mandar mensajes de ánimo a los enfermos que se mantienen aislados en los hospitales.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

DEL HUMOR Y SUS VIRTUDES

Mari Cruz Morales, Javier Gil y Jose Mª Salbidegoitia ayer en Lagun,
durante la presentación del libro La irreductible comedia cruel.

Ridentem dicere verum quid vetat? 

¿Qué me impide decir la verdad con una sonrisa?

Seguramente alguna de estas tres carencias: la falta de imaginación, la falta de inteligencia o la falta de humor, si no son las tres al mismo tiempo. Pero la pregunta de Horacio era una pregunta retórica para señalar, precisamente, las muchas ventajas de utilizar el humor en el momento de expresar nuestras ideas, desacuerdos y reivindicaciones. La sonrisa siempre ha abierto más puertas que el mal humor.

Y sentido del humor no le falta a Javier Gil para tratar temas espeluznantemente serios, es decir, para envolver las tragedias con un velo de comedia que las haga más próximas al espectador, o más amables, o más creíbles, o simplemente más tragables. 

Y tampoco le falta sentido del humor al equipo Naukas; de hecho, forma parte de su lema: ciencia, escepticismo y humor. No puedo evitar una querencia especial por este grupo, porque a menudo me desbaratan los planes con sus artículos y porque tienen un entusiasmo a prueba de toda desgracia, recorte de presupuesto o ninguneo al becario. Si a la virtud de la pasión por el trabajo bien hecho añadimos el humor, miel sobre hojuelas. 

Entre la serie de chistes en torno a las matemáticas que llevan publicados esta temporada, hoy traían este que me gusta mucho y que os dejo aquí para que empecéis el día con buen humor.

Hay varios hombres de ciencia reunidos y a todos se les hace la misma pregunta: ¿Cuánto es 2 + 2?

El ingeniero saca su regla de cálculo, la mueve para aquí y para allá y dice: "3.999".

El estadístico consulta sus referencias, define el problema en un algoritmo en su computadora y anuncia: "la respuesta está en el intervalo entre 3.98 y 4.02".

El matemático se queda pensando un rato y al final dice: "No sé cuál es la respuesta, pero les puedo decir que, definitivamente, existe una respuesta".

El filósofo sonríe y pregunta: "¿Pero qué quieres decir cuando dices ‘2 + 2’?"

El lógico replica: "Por favor, define el enunciado ‘2 + 2’ de forma más precisa".

El sociólogo interviene: "Pues no lo sé, pero qué bueno ha sido hablar del tema".

El ecologista conductual dictamina: "Eso es un sistema de apareamiento polígamo".

Finalmente, el estudiante de medicina dice: "La respuesta correcta es 4".

Todos lo miran asombrados y le preguntan: “¿Cómo lo has sabido?” El estudiante de medicina dice: "Me lo aprendí de memoria".

domingo, 17 de enero de 2021

MIENTRAS TREPA, LA CHICA RECUERDA EL VERSO DE HORACIO


Reformulo esta entrada del 19 de noviembre de 2019 para colocar en ella el audio del poema. Por aquel entonces no sabía cuándo iba a ser publicado el libro. Ignoraba, igualmente, que el título de este poema iba a cambiar, pero dejo el antiguo porque sigue aportando una información que, me parece, no está de más. En cualquier caso, sirve para que os entretengáis un rato buscando el verso de Horacio. Tampoco sabía que la enfermedad lo iba a contagiar todo y poner nuestra vida en suspenso. En fin, que no sabía muchas cosas, pero eso tampoco importa mucho mientras la chica nos siga animando a la resiliencia.

A UNA ESCALADORA DE FACHADAS

Lleva tigres y lobos y osos en el pecho.
La gente mira 
y sólo ve un relámpago creciendo.
Atraviesa el río, 
cruza el bosque, 
corre por la falda hasta la cima.
El vino adquiere más sabor en su boca.
La sonrisa es más fresca
cuando ríe,
la luz más luminosa
cuando mira.

Agárrate a la vida cuanto puedas
ya sea beso, pregunta, fulgor,
caricia, música o silencio.
Los días son lo que nosotros hacemos.


Librerías en las que puedes encontrarlo.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

CARPE DIEM

Posiblemente de lo que hoy entendemos por poesía sea en buena parte Horacio el responsable. O dicho de otra manera: aquellos géneros que eran en otro tiempo la quintaesencia de lo poético (epopeya y didáctica), han desaparecido del panorama. Hoy entendemos como poesía, básicamente, lo que tiene que ver con la lírica, es decir, con esa forma de expresar que el maestro latino recogió en sus Odas.

Casi otro tanto podemos decir de los temas o motivos de los que la poesía se ocupa: el elogio de la vida retirada, lejos del mundanal ruido (beatus ille)el hedonismo epicúreo que busca el alejamiento de lo desproporcionado y grandielocuente (aurea mediocritas); el saber aprovechar el momento, por pequeño que sea (carpe diem); el elogio de la amistad (amicitias). 

De entre todos ellos, el más divulgado, el que mayor influencia ha tenido en escritores de todas las latitudes es el Carpe diem, que hoy, aunque no hayamos estudiado latín, todos entendemos y seguimos utilizando en su idioma original, porque ha pasado a ser una expresión no ya de un tema poético, sino coloquial. 

En la oda 11 del libro 1 de las odas aparece la formulación original:

Tu ne quaesieris, scire nefas, quem mihi, quem tibi
finem di dederint, Leuconoe, nec Babylonios
temptaris numeros. Ut melius, quidquid erit, pati!
seu pluris hiemes seu tribuit Iuppiter ultimam,
quae nunc oppositis debilitat pumicibus mare
Tyrrhenum: sapias, vina liques et spatio brevi
spem longam reseces. Dum loquimur, fugerit invida
aetas: carpe diem quam minimum credula postero.

Que en la traducción de Vicente Cristóbal queda así:

Tú no preguntes —¡pecado saberlo!— qué fin a mí, cuál a ti dieron los dioses, Leucónoe, ni las babilonias cábalas consultes.
¡Cuánto mejor soportar lo que venga, ya si más inviernos nos ha concedido Júpiter o si es el último este que ahora deja sin fuerzas al mar Tirreno batiéndolo contra los escollos que se le enfrentan!
Sé sabia, filtra el vino y, siendo breve la vida, corta la esperanza larga. Mientras estamos hablando, habrá escapado envidiosa la edad: aprovecha el día, fiando lo menos posible en el que ha de venir.


PS: Después de publicar la entrada me he encontrado a una alumna del profesor Vicente Cristóbal que incluso se atreve a cantar la oda de Horacio. Tiene su punto. Y no dejéis de leer la dedicatoria.

sábado, 24 de mayo de 2014

DISTINTAS SON LAS NATURALEZAS DE LOS HOMBRES

Distintas son las naturalezas de los hombres,
distinto su carácter;
mas lo que es bueno y recto siempre es claro.
Las crianzas acompañadas de buena educación
conducen en gran medida a la virtud,
y el sentir respeto es sabiduría.
Y el observar lo debido a la luz de la razón
reporta agradecimiento como recompensa
por cuanto la buena fama
aporta una gloria inmarcesible a la existencia.

No son versos de Virgilio ni de Horacio, no lo son de una obra de Shakespeare; tampoco de algún ilustrado francés, ni de cualquier moralista decimonónico. Tienen casi 2500 años y pertenecen a la tragedia Ifigenia en Áulide, obra de Eurípides, uno de los tres grandes maestros de la dramaturgia clásica griega, junto con Esquilo y Sófocles

Venimos expresando las mismas ideas desde que somos capaces de reflexionar y vivimos en comunidad. Eso sí, las decimos ambientadas en circunstancias distintas y las ponemos en boca de personajes diferentes, pero tenemos la misma sed y nos corroen las mismas pasiones. Los clásicos tenían la ventaja de estrenarlas y la fuerza de lo primigenio recorre sus textos.

Aquí tenéis la adaptación que Gustavo Pérez Puig hizo para Estudio 1:


martes, 2 de diciembre de 2014

RECOPILACIÓN DE FRASES SOBRE EL SABER... O NO SABER

  • Jamás, pero jamás, la naturaleza dice una cosa y la sabiduría otraBurke, Letter on a Regicide Peace.
  • Más sabe el necio en su casa que el cuerdo en la ajena. Cervantes, Don Quijote.
  • No basta con adquirir la ciencia, es necesario también usarla. Cicerón, De finibus. 
  • Los más doctos no son los más sabios. Chaucer, Cuentos de Canterbury
  • No es posible saberlo todo. Horacio, Odas.
  • El saber tiene dos extremos que se tocan: la pura ignorancia natural en que se encuentran todos los hombres al nacer; y el otro extremo de las grandes almas, que habiendo sabido todo lo que era humanamente posible saber, confiesan que no saben nada. Pascal, Pensamientos.
  • Es más fácil ser sabio para los demás que para consigo mismo. La Rochefoucauld, Máximas.
  • Vivir quiere decir soñar; ser sabio quiere decir soñar placenteramente. Schiller, Fiesco.
  • Cuanto más se sabe, tanto más se necesita todavía aprender. Con el saber crece en igual grado el no saber, o, mejor, el saber del no saber. Schlegel, Fragmentos.
  • El saber es el ala con la cual volamos hacia el cielo. Shakespeare, Enrique IV.
  • Un sabio es superior al rey. Un sabio que muere no puede ser sustituido, mientras que si muere un rey, todos son capaces de sustituirlo. Talmud, Horaioth.
  • Estamos de acuerdo en dos o tres puntos que comprendemos, y discutimos sobre dos o tres mil puntos que no podemos comprender. Voltaire, Micromegas.

viernes, 3 de julio de 2020

SEMANA NEGRA 2020

Ana González y Ángel de la Calle presentan la Semana. Fuente: La Voz de Asturias.

Con mascarilla, con distancia social y con cuanto sea necesario, pero la literatura se abre paso este verano y la Semana Negra de Gijón comienza hoy mismo a las 11:00 con la apertura de la Feria del libro.

Este es el programa, pero si no puedes estar, aquí tienes el enlace para seguirla en directo vía streaming

VIERNES 3 JULIO 2020

11.00 (Calle Tomás y Valiente) Apertura Feria del libro SN.

18.00 Apertura de las Exposiciones:

El Anarquismo en viñetas (Sala 1)

Mori omnipresente (Sala 3)

21.00 Corte de Cinta Negra. (Entrada Feria del libro SN)

22.30 Concierto: FELPEYU



SÁBADO 4 JULIO 2020

11.00 (Calle Tomás y Valiente) Apertura Feria del libro SN.

18.00 Apertura de las Exposiciones:

El Anarquismo en viñetas (Sala 1)

Mori omnipresente (Sala 3)

18.00 (Patio CCAI) Presentación: Historia de Mix, de Max y de Mix de Luis Sepúlveda. Con Beatriz Rato, Miguel Rojo.

18.10 (Salón de Actos) Presentación: A través del espejo de Diego Anatole Sánchez. Con Silver BG.

18.25 (Patio CCAI) Presentación: El viaje Infinito de José Luis Muñoz. Con Carlos Zanón.

18.35 (Salón de Actos) Charlando con: Juan Sasturain.

19.00 (Patio CCAI) Presentación: Coronado de Ignacio del Valle. Con Rafa González y José Manuel Estébanez.

19.10 (Salón de Actos) Aula SN. Colabora el Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Proyección Internacional de la Universidad de Oviedo. Manos obreras del primer pueblo minero del Sur de Chile: Lota y su tradición obrera. Con Esperanza Rock, Rubén Vega e Irene Díaz.

19.25 (Patio CCAI) Presentación: Sangre de liebre de Juan Bolea. Con José Manuel Estébanez.

20.00 (Patio CCAI) ¡Transgresoras! Clara Campoamor. Con Marta Robles.

20.10 (Salón de Actos) DiverSOS. Presentación de DiverSOS, con Álex Zapico y Julio Rodríguez. Presentación libro ilustrado Sinfinados, con Toño Velasco. Mesa redonda Covid Photo Diaries, con Manu Brabo, Anna Surinyach, Isabel Permuy y José Colón.

20.25 (Patio CCAI) Presentación: El paciente cero eras tú de Juan Carlos Monedero. Con Estefanía Torres.

21.00 (Patio CCAI) Mesa redonda: ¿Qué nos espera en la novela negra española tras la pandemia? Con Carlos Zanón, Lorenzo Silva, Juan Bolea y Marta Robles. Modera José Luis Muñoz.

22.30 Concierto: IGOR PASKUAL



DOMINGO 5 JULIO 2020

11.00 (Calle Tomás y Valiente) Apertura Feria del libro SN.

18.00 Apertura de las Exposiciones:

El Anarquismo en viñetas (Sala 1)

Mori omnipresente (Sala 3)

18.00 (Patio CCAI) Entrega del Premio Novelpol. Con José Ramón Gómez Cabezas.

18.10 (Patio CCAI) Charlando con: Paco Gómez Escribano de Versografía Maldita y su nueva e inédita novela. Con Ángel de la Calle.

18.10 (Salón de Actos) El gran Pirelli de Julio Rodríguez. Con Luis Artigue.

18.25 (Patio CCAI) Presentación: El lento adiós de los tranvías de Manuel Rico. Con Miguel Barrero.

18.35 (Salón de Actos) Presentación: La balada de los ahorcados de José Ramón Gómez Cabezas. Con Paco Gómez Escribano.

19.00 (Patio CCAI) Presentación: La simiente de la esquirla de Rodolfo Martínez. Con Germán Menéndez.

19.10 (Salón de Actos) Aula SN. Colabora el Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Proyección Internacional de la Universidad de Oviedo. Mujeres del Socorro Rojo Internacional en España (1934-1939). Con Laura Branciforte.

19.25 (Patio CCAI) Presentación: La chica a la que no supiste amar de Marta Robles. Con Ángel de la Calle.

20.00 (Patio CCAI) Hablando de Carvalho: problemas de identidad de Carlos Zanón. Con Lorenzo Silva.

20.10 (Salón de Actos) DiverSOS. Presentación proyecto Asturias Covid19, cuando nos sorprendió el silencio, con Miki López. Mesa redonda Enseñando a mirar: la importancia de la formación en fotografía con Jessica Martínez, Patricia Fernández Bregón, Matilde Huerta y Roberto G. Roces. Mesa redonda Diálogo entre proyectos de cultura popular, con Adán Callejo y representantes de Distrito 7 y La Nave.

20.25 (Patio CCAI) Presentación: Progenie de Susana Martín Gijón. Con Carlos Zanón.

21.00 (Patio CCAI) Presentación: El mal de Corcira de Lorenzo Silva. Con Ignacio del Valle.

21.25 (Patio CCAI) Presentación: Hijas de las sombras de Felicidad Martínez. Con Carmen Molina.

22.30 Concierto: CUARTETO MÖEBIUS



LUNES 6 JULIO 2020

11.00 (Calle Tomás y Valiente) Apertura Feria del libro SN.

18.00 Apertura de las Exposiciones:

El Anarquismo en viñetas (Sala 1)

Mori omnipresente (Sala 3)

18.00 (Patio CCAI) Revista Criminología. Con Ricardo Magaz. Presentan José Manuel Estébanez y Alejandro M. Gallo.

18.10 (Salón de Actos) Aula SN. Colabora el Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Proyección Internacional de la Universidad de Oviedo. Reflexiones desde Grecia sobre el ser de la política Con Pedro Olalla y Rubén Vega.

18.25 (Patio CCAI) Presentación: Animales Urticantes de Carolina Sarmiento. Con Toni Rodero.

19.00 (Patio CCAI) Charlando con: David Trueba. Acerca de El río baja sucio y otras historias de su vida. Con Beatriz Rato y Ángel de la Calle.

19.10 (Salón de Actos) Presentación: Tierra Negra de Eduardo Urdangaray y Ramón Jiménez. Con Helios Pandiella.

19.35 (Salón de Actos) Charlando con: Santiago Alba Rico. Conduce David Acera.

20.00 (Patio CCAI) Franco debe morir de Alejandro M. Gallo. Con Juan Madrid.

20.10 (Salón de Actos) DiverSOS. Mesa redonda Con/sumo cuidado: retos para un futuro sostenible con Pedro Martino, Alberto Uría y Vanessa Paredes. Proyección del documental Somos Tribu: una historia de solidaridad. Mesa redonda Tiempos para la tribu con Patricia García Herrero y Jonathan González y José Luis de la Flor e Itahisa Borges Méndez.

20.25 (Patio CCAI) Presentación: ¡Transgresoras! Harriet Tubman. Con María José Capellín.

21.00 (Patio CCAI) Presentación: Cambiar la vida, cambiar la historia de Manuel Vázquez Montalbán. Presenta José Manuel Martín Medem.

21.25 (Patio CCAI) Presentación: Y ahora volved a vuestras casas de Evelyn Mesquida. Con Alejandro M. Gallo.

10.30 Concierto: TOLI MORILLA



MARTES 7 JULIO 2020

11.00 (Calle Tomás y Valiente) Apertura Feria del libro SN.

18.00 Apertura de las Exposiciones:

El Anarquismo en viñetas (Sala 1)

Mori omnipresente (Sala 3)

18.00 (Patio CCAI) Mesa redonda: De Gramsci a Mandel: marxismo y novela negra. Con Alejandro M. Gallo, Juan Madrid y Ramón del Castillo.

18.10 (Salón de Actos) Aula SN. Colabora el Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Proyección Internacional de la Universidad de Oviedo. No nacidos de mujer: las tecnologías reprogenéticas y la invisibilidad de las mujeres. Con Inmaculada de Melo. Presenta Rubén Vega.

19.00 (Patio CCAI) Presentación: La tiranía sin tiranos de David Trueba. Con Cecilia Cora, Álvaro Méndez y Sergio de la Calle.

19.10 (Salón de Actos) Presentación: La verdad sobre el accidente ferroviario de Torre del Bierzo, 1944 de Vicente F. Vázquez. Con Alejandro M. Gallo.

19.35 (Salón de Actos) Presentación: El viaje a la luz de de Ruma Barbero. Con Norman Fernández.

20.00 (Patio CCAI) Mesa redonda: Delincuencia de moqueta versus delincuencia de metralleta. Con Selva Orejón, Ricardo Gómez de Olarte y José Rogelio Grajal. Conduce Carlos Quílez.

20.10 (Salón de Actos) Presentación: Exilios. Festival Robert Capa estuvo aquí. Con Tomás Zarza Núñez, Miguel Sánchez-Moñita Rodríguez y Uría Fernández. Colabora Fundación Anastasio de Gracia.

20.35 (Salón de Actos) Debate: Montaña, naturaleza, virtud y delirio. Con Pablo Batalla y Ramón del Castillo.

21.00 (Patio CCAI) Recordando: 75 años de la liberación de los campos de Auschwitz y Mauthausen. Con Alejandro M. Gallo y Evelyn Mesquida.

21.10 (Salón de Actos) Presentación: Novedades de MAR Editor. El recitador de poemas de Ángela Martín del Burgo, Rumbos de sangre de Javier Corpas Mauleón y Sangre mala de Salvador Robles Miras. Conduce Miguel Ángel de Rus.

21.25 (Patio CCAI) Presentación: La familia Franco S.A. de Mariano Sánchez Soler. Con Alejandro M. Gallo.

22.30 Concierto: SILVIA QUESADA



MIÉRCOLES 8 JULIO 2020

11.00 (Calle Tomás y Valiente) Apertura Feria del libro SN.

18.00 Apertura de las Exposiciones:

El Anarquismo en viñetas (Sala 1)

Mori omnipresente (Sala 3)

18.00 (Patio CCAI) Presentación: Insomnes de Hernán Rivas Barrera. Con José Manuel Estébanez.

18.10 (Salón de Actos) Presentación: Los años heridos de Fritz Glockner.

18.25 (Patio CCAI) Presentación: Hijos de la noche. Vampiros: cine y literatura de Jesús Palacios.

18.35 (Salón de Actos) La niña pez de Nacho Guirado y Verónica G. Ardura. Con José Manuel Estébanez.

19.00 (Patio CCAI) Inoculando el lecturavirus. Con Manuela Busto Fidalgo (Hablamos de libros. Biblioteca de Castropol), Uría Fernández (Los libros a las fábricas) y Begoña Colmenero (Biblioteca de Munich del Instituto Cervantes). Colabora Fundación Anastasio de Gracia.

19.10 (Salón de Actos) Presentación: Cupo de María Inés Krimer.

19.35 (Salón de Actos) Presentación: Tumbas rotas de Liliana Escliar, Las calles de Santiago de Boris Quercia y La libertad de la bicicleta de Paco I. Taibo II.

20.00 (Patio CCAI) Presentación: Cal viva de Daniel Serrano. Con Ángel de la Calle. Colabora Fundación Anastasio de Gracia.

20.10 (Salón de Actos) Presentación: ¿Dónde está nuestro pan? De Abel Aparicio. Con Alejandro M. Gallo.

20.25 (Patio CCAI) Café Jazz El destripador de Luis Artigue. Con Carlos Quílez.

20.35 (Salón de Actos) Presentación: Iosi el espía arrepentido de Miriam Lewin y Horacio Lutzky.

21.00 (Patio CCAI) Charlando con: Jaime Martín. Conducen Norman Fernández y Ángel de la Calle.

21.10 (Salón de Actos) Presentación: Orosucio de Jorge Moch.

21.25 (Patio CCAI) Presentación: Los silencios de 2017 de Anna Teixidor. Con Carlos Quílez.

21.35 (Salón de Actos) Presentación: Robar, matar y destruir de José Antonio Corrales. Con Rafa González.

22.30 Concierto: BELO



JUEVES 9 JULIO 2020

11.00 (Calle Tomás y Valiente) Apertura Feria del libro SN.

18.00 Apertura de las Exposiciones:

El Anarquismo en viñetas (Sala 1)

Mori omnipresente (Sala 3)

18.00 (Patio CCAI) Presentación: Voraces de Nieves Abarca. Con Pilar Sánchez Vicente.

18.10 (Salón de Actos) Presentación: Nuestra parte de noche de Mariana Enríquez.

18.25 (Patio CCAI) Presentación: Los ratones de dios de Luis Rendueles. Con Antonio Tenorio.

18.35 (Salón de Actos) Presentación: Mirando a los ojos de la muerte de José Reveles.

19.00 (Patio CCAI) Presentación: El último barco de Domingo Villar. Con Alfonso Mateo-Sagasta.

19.10 (Salón de Actos) Diez planetas de Yuri Herrera.

19.25 (Patio CCAI) Presentación. Seis maneras de Morir en Texas de Marina Perezagua. Con Noemí Sabugal.

19.35 (Salón de Actos) Presentación: La tumba del rey de Carlota Suárez. Con Rafa Gutiérrez.

20.00 (Patio CCAI) Presentación: Mongo Blanco de Carlos Bardem. Con Fermín Goñi.

20.10 (Salón de Actos) Presentación: Malas decisiones de Susana Hernández. Con Dulce Gallego

20.25 (Patio CCAI) Presentación: La noche del Caimán de Diego Ameixeiras. Con Berna González Harbour.

20.35 (Salón de Actos) Presentación: El niño de Hollywood de Juan José Martínez y Óscar Martínez. Con Alberto Arce.

21.00 (Patio CCAI) Presentación: Hierba de brujas de Toti Martínez de Lezea. Con Fermín Goñi.

21.10 (Salón de Actos) Presentación: Cometierra de Dolores Reyes.

21.25 (Patio CCAI) Presentación: Ahora contamos nosotras de Cristina Fallarás. Con Ángel de la Calle.

21.35 (Salón de Actos) Presentación: Todos nosotros de Kike Ferrari.

22.30 Concierto: BAJA CALIFORNIA



VIERNES 10 JULIO 2020

11.00 (Calle Tomás y Valiente) Apertura Feria del libro SN.

12.30 (CCAI) Lectura del fallo de los jurados de los premios Hammett, Rodolfo Walsh, Memorial Silverio Cañada, Celsius 232, Espartaco.

18.00 Apertura de las Exposiciones:

El Anarquismo en viñetas (Sala 1)

Mori omnipresente (Sala 3)

18.00 (Patio CCAI) Presentación: Un futuro sin sindicatos de Unai Sordo. Con Úrsula Szalata Mier. Colabora Fundación Juan Muñiz Zapico.

18.10 (Salón de Actos) Presentación: Pepe Buenaventura Durruti de Juan Juanarete, Carlos Azagra y Encarna Revuelta. Con Norman Fernández

18.35 (Salón de Actos) Charlando con Petros Markaris. Conduce Alejandro M. Gallo.

19.00 (Patio CCAI) Mesa redonda: Escribir en España NN hoy. Con Berna González Harbour, Óscar Montoya, Eugenio Fuentes y Diego Ameixeiras. Modera Mariano Sánchez Soler.

19.10 (Salón de Actos) Presentación: Ricardo Mella. El hombre nuevo de Ramón y José Trigo. Con Norman Fernández.

19.35 (Salón de Actos) Presentación: Vittorio Giardino de Pepe Gálvez. Con Ana Merino.

20.00 (Patio CCAI) Mesa redonda: LGTBI y Novela Negra. Con Marta Sanz, Susana Hernández y Antonio Mercero. Modera Luis Artigue.

20.10 (Salón de Actos) Mesa redonda: La novela histórica en tiempos inciertos. Con: Alfonso Mateo Sagasta, Nieves Abarca, Carlos Bardem y Toti Martínez de Lezea. Modera Ignacio del Valle.

21.00 (Patio CCAI) Presentación: 8 hores de Pepe Gálvez y Alfons López. Con Norman Fernández. ¡¡REGALO DE EJEMPLARES!!

21.10 (Salón de Actos) La brigada 22 de Emilio Gancedo. Con Noemí Sabugal.

21.25 (Patio CCAI) Entrega de Premios con la presencia de finalistas y ganadores de los premios Hammett, Memorial Silverio Cañada, Rodolfo Walsh, Espartaco y Celsius. Conducen Beatriz Rato y Ángel de la Calle.

22.30 Concierto: ALEXANDRA IN GREY



SÁBADO 11 JULIO 2020

11.00 (Calle Tomás y Valiente) Apertura Feria del libro SN.

18.00 Apertura de las Exposiciones:

El Anarquismo en viñetas (Sala 1)

Mori omnipresente (Sala 3)

18.00 (Patio CCAI) HOMENAJE: Ursula K. Le Guin. Con Rodolfo Martínez, Jesús Palacios, Julio César Iglesias, Luis Artigue y Ana Merino. Modera Ángel de la Calle.

18.10 (Salón de Actos) Presentación: Verdad de Lorena Canottiere. Con Norman Fernández y Marta Tutone.

18.35 (Salón de Actos) Presentación: ¡Transgresoras! Mafalda. Con Leticia Sánchez Ruiz.

19.00 (Patio CCAI) Conversatorio: Ana Merino (El mapa de los afectos) y Manuel Vilas (Alegría).

19.10 (Salón de Actos) Presentación: Como un pulso de Isabel Alonso Dávila. Con Pepe Gálvez.

19.35 (Salón de Actos) Presentación: La estrella de quince puntas de Noelia Lorenzo Pino. Presenta Nacho S. Álvarez.

20.00 (Patio CCAI) Charlando con Javier Cercas de Terra alta y otras historias. Con Miguel Barrero.

20.10 (Salón de Actos) Hablando de XIII, el cómic. Con Eric Vance y Alexis Nolent Matz. Con José Manuel Estébanez.

20.35 (Salón de Actos) Presentación: Los últimos románticos de Txani Rodríguez. Con Luis Artigue.

21.00 (Patio CCAI) Presentación: Pequeñas mujeres rojas de Marta Sanz. Con Ana González.

21.25 (Patio CCAI) Mesa redonda: El anarquismo en viñetas. Con Carlos Azagra, Lorena Canottiere, Ramón Trigo, Juan Juanarete, José Trigo y Pepe Gálvez. Conducen Norman Fernández y Ángel de la Calle.

¡ENTREGA DE LA PUBLICACIÓN ESPECIAL SEMANA NEGRA 2020!

22.30 Concierto: CÓMPLICES

00.30 (Patio CCAI) VELADA POÉTICA: Ana Merino, Manuel Vilas y Luis García Montero.



DOMINGO 12 JULIO 2020

11.00 (Calle Tomás y Valiente) Apertura Feria del libro SN.

12.30 (Patio CCAI) Acto de Clausura de la XXXIII Semana Negra.

18.00 Apertura de las Exposiciones:

El Anarquismo en viñetas (Sala 1)

Mori omnipresente (Sala 3)

18.00 (Patio CCAI) Presentación: El exterminio social en Colombia documentado desde Asturias. Con Javier Orozco, Zaira Briz, Carlos Meana y José Manuel Zapico.

19.00 (Patio CCAI) Recital poético y musical. Asociación de escritores de Asturias.

20.00 (Patio CCAI) Presentación: Morir o no morir. Un dilema moderno de Jordi Ibáñez Fanés. Con Chelo Camblor y Luis Fernández.

martes, 17 de noviembre de 2020

LAS TRISTES

Editorial
Era el año 8 de nuestra era y Ovidio estaba felizmente olvidado del mundo y sus problemas en la isla de Capri —ya en aquella época era territorio vacacional—. Recibió la llamada del emperador Augusto. Le convocaba a una reunión. Podemos suponer que no le haría mucha gracia suspender repentinamente su retiro, pero era Augusto quien le llamaba y nadie podía negarse a una convocatoria así. Fue a Roma. Cuanto allí hablaron nadie lo sabe y nunca lo sabremos, porque fue una reunión a puerta cerrada. Conocemos la consecuencia: Ovidio fue enviado al exilio, al extremo oriental del imperio, a Tomis.

Mucho se ha especulado sobre el motivo del destierro. Lo cierto es que como dice uno de los investigadores que con mayor atención se ha dedicado al tema, John C. Thibault, ninguna afirmación sobre la causa del exilio es enteramente satisfactoria. O dicho con lenguaje científico, no hay ninguna evidencia sobre cuál fue exactamente la causa. Podemos suponer a partir de la lectura de Las Tristes (2.103-4; 3.1.51-2, y 3.5.45-52) que el motivo es doble: una composición poética  —seguramente Arte de amar— y una falta que el mismo poeta califica de leve. El caso es que no hay ningún documento que nos permita afirmar nada.

Lo que sí hay es un documento que nos habla de la profunda tristeza en la que quedó sumido Ovidio en un territorio cuya lengua no hablaba —aunque la aprendió con el tiempo—, y que se pasó todo el tiempo escribiendo cartas para conseguir su redención. Las Tristes son la mejor colección de versos para saber de su desolación e incluso de su propia vida, como es la elegía 4. 10: 

Yo soy el cantor de los tiernos amores; posteridad, oye mis palabras si quieres conocer al poeta que lees. Sulmona, abundante de frescos manantiales, es mi patria, que dista noventa millas de Roma. Allí vi la luz, y para que conozcas la época, fue el año en que perecieron los dos cónsules con una muerte igual. Si ello vale algo, heredé el orden ecuestre de mis insignes abuelos, y no debo a la fortuna el título de caballero. No fui el primogénito, sino nacido después de mi hermano mayor, que vino al mundo un año antes. La misma estrella presidió el natalicio de ambos, que festejábamos el mismo día con la ofrenda de dos tortas, y era éste uno de los cinco consagrados a las fiestas de la belicosa Minerva, el primero que se dedica a los combates sangrientos. Nuestra educación comenzó pronto, gracias al celo de mi padre, y asistimos a las lecciones de los maestros insignes de Roma. Mi hermano desde joven se inclinaba a la oratoria, como si hubiese nacido para las tempestuosas luchas del foro; y a mí desde niño me seducían los sagrados misterios, y la Musa en secreto me forzaba a rendirle culto. Muchas veces me dijo mi padre: «¿Por qué pierdes el tiempo en inútiles estudios? El mismo Homero no dejo ninguna riqueza.» Sus consejos me impresionaban, y abandonando todo el Helicón, intentaba coordinar palabras no sujetas a medida, espontáneamente acudían a formar pies cabales, y cuanto intentaba decir lo decía en verso. Entretanto los años resbalaban con pasos silenciosos, y mi hermano y yo tomamos la toga viril; echamos sobre nuestros hombros la púrpura laticlavia, y cada cual siguió su primera vocación. Ya mi hermano mayor había llegado a la edad de veinte años cuando murió, y comencé a carecer de una parte de mí mismo. Entré en el ejercicio de los cargos honoríficos que se conceden a la primera juventud, y fui nombrado triunviro. Me quedaba por conquistar el senado; mas esta carga era muy superior a mis fuerzas, y me contenté con la augusticlavia. De cuerpo poco vigoroso y natural menos apto para trabajos excesivos, y extraño a los impulsos de la turbulenta ambición, las hermanas Aonias, que siempre fueron de mí bien amadas, me convidaban a sus tranquilos ocios. Cultivé y frecuenté la amistad de los poetas de aquel tiempo, y creía ver otros tantos dioses en estos inspirados mortales. Muchas veces el viejo Macer me leyó sus poemas de las Aves y las Serpientes nocivas y las Hierbas saludables; muchas veces Propercio, unido a mí por íntimo afecto, me recitó sus fogosas elegías; Póntico, insigne por sus cantos heroicos, y Baso por sus yambos, se contaban como miembros queridos de mis reuniones, y el armonioso Horacio hechizaba mis oídos al acompañar con la lira de Ausonia sus elegantes odas. A Virgilio apenas le vi, y el avaro destino me arrebató pronto la amistad de Tibulo, que fue, Galo, tu sucesor, como de éste Propercio en la serie de los tiempos. Yo aparecí detrás, el cuarto, y lo mismo que veneré a los mayores, así los más jóvenes me veneraron a mí. No tardó mi Talía en darme a conocer; cuando leí al pueblo las poesías retozonas de mi juventud, sólo me había afeitado dos o tres veces. Exaltó mi numen una mujer celebrada en toda la ciudad, a la que dediqué mis Amores bajo el seudónimo de Corina. Compuse muchas obras, pero las que juzgué defectuosas, yo mismo las castigué entregándolas a las llamas; y antes de partir al destierro, quemé algunas que debían agradar, irritado contra mis estudios poéticos.

Mi tierno corazón, no invulnerable a las flechas de Cupido, se conmovía por la causa más leve, y a pesar de mi temperamento que se encendía con poco fuego, mi reputación no cayó envuelta en ninguna anécdota escandalosa. Casi niño todavía, díéronme una esposa ni digna ni conveniente, cuya unión se rompió en breve. Sucediole la segunda, de proceder irreprochable, pero que tampoco hubo de compartir mi lecho largo tiempo, y la última, que me acompañó basta la vejez, no se avergonzó de llamarse la esposa de un desterrado. Mi hija, dos veces fecunda en su primera juventud, aunque no de un solo esposo, me hizo otras tantas abuelo. Llegó por fin mi padre al término de su existencia, habiendo cumplido noventa años de edad, y lo lloré como él hubiese llorado mi pérdida; poco después pagué el último tributo a mi madre. ¡Felices ambos, sepultados a tiempo para no ver el día de mi condenación, y feliz yo también, porque no les hice testigos de mi infortunio ni les produje la consiguiente amargura! Si detrás de la muerte queda algo más que un vano nombre, y la leve sombra escapa a las llamas de la hoguera, y el rumor de mi falta llegó hasta vosotras, sombras de mis padres, y se juzgan mis delitos en el tribunal del infierno, quiero que sepáis la causa, y es imposible engañaros, que me ocasionó el destierro: fue por imprudente y no por criminal. Esto basta a los Manes: vuelvo a vosotros, espíritus curiosos de conocer los sucesos de mi vida. Transcurridos los años mejores, había llegado la vejez y sembrado de canas mi cabeza; desde mi nacimiento, ceñido en Pisa con la corona de olivo, el vencedor en la contienda de los carros había alcanzado diez veces el premio, cuando la cólera de un príncipe ofendido me obligó a residir en Tomos, ciudad sita a la izquierda del mar Euxino.

La causa de mi sentencia, harto conocida de todos, no necesita la confirmación de mi testimonio. ¿A qué referir la deslealtad de mis amigos, las acusaciones de los siervos y tantas amarguras más crueles que el mismo destierro? Pero mi ánimo se rebeló a sucumbir a tal prueba, y recogiendo sus fuerzas salió al fin victorioso; di al olvido la paz y los ocios de la pagada edad, tomé las armas extrañas a mis hábitos, cuando lo reclamaba la ocasión, y afronté tantos peligros por mar y tierra, como estrellas lucen en el polo que conocemos y el que se niega a nuestra vista, y después de largos rodeos arribé a las playas Sarmáticas vecinas de los Getas, hábiles en lanzar flechas. Aquí, aunque aturdido por el estruendo de las armas en torno mío resuenan, endulzo con la poesía mi triste situación; y aunque no haya un solo oído dispuesto a escucharme, abrevio y engaño con ella las horas eternas del día. Si vivo aún, y conllevo la dureza de mis trabajos, y no he llegado a aborrecer mi penosa existencia, es, Musa, gracias a ti, que me consuelas, que calmas mis inquietudes y alivias mis dolores. Tú eres mi guía y compañera; tú me libras de las riberas del Ister, y me conduces a la cumbre del Helicón; tú, caso raro, me diste en vida un nombre célebre que la fama no suele conceder más que a los muertos. La envidia, detractora de lo actual, no clavó su inicuo diente en ninguna de mis obras; habiendo producido nuestro siglo excelentes poetas, la murmuración no se enconó maligna contra mi ingenio, y si bien reconozco a muchos superiores, no se me reputa inferior a ellos, y soy muy leído en todo el orbe. Si es que encierran algo de verdad los presagios de los vates, no seré, ¡oh tierra!, tu despojo, desde el instante que muera; y ya deba al favor, ya a mis poemas este renombre, benévolo lector, recibe el testimonio legítimo de mi gratitud.

Texto tomado del sitio Imperium. Desconozco quién realizó la traducción.

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La edición que ha realizado Antonio Ramírez de Verger para Cátedra es muy recomendable, no solo por la cantidad de notas que aporta al texto y por el trabajo introductorio que lo precede, sino porque, además, ha realizado el ímprobo esfuerzo de traducir en verso.

domingo, 14 de enero de 2024

TRÍO PARA DOS FLAUTAS Y PIANO, OP. 119, FRIEDRICH KUHLAU


Hasta ayer mismo desconocía la existencia de Friedrich Kuhlau, remito, pues, a la información de Wikipedia a quien desee saber algo sobre su vida. La cosa es que voy a asistir hoy al concierto que se ofrece esta tarde en el C. C. Amaia, donde intervienen Horacio Parravicini (flauta), Juan Jesús Silguero, (flauta) y Pedro José Rodríguez (piano), y como me gusta saber de antemano el programa que se va a interpretar, durante la tarde de ayer me puse a buscar obras de Kulhau para hacerme una idea de qué tipo de música es la que compuso.

Entre las variadas composiciones del músico alemán me encontré este trío para dos flautas y piano que es el que sonará esta tarde en el auditorio del Amaia. Me ha parecido suficientemente alegre y animosa como para dar comienzo a este segundo domingo de enero. Espero que también sea de vuestro agrado.

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