"El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la aventura del aprendizaje es interminable". Timothy Ferris. La aventura del Universo.
domingo, 8 de mayo de 2022
RAJMÁNINOV, SONATA PARA CHELO Y PIANO
sábado, 7 de mayo de 2022
JUAN F. TRILLO NOS HABLA DE "Con la barba sobre el hombro"
Editorial |
Juan F. Trillo, doctor en Estudios Literarios por la U.C.M. y en Lingüística por la U.A.M, ha publicado Tom Wolfe, cronista de la Norteamérica sin Dios (PUV, 2016) y La flor del Cerezo. Haikus clásicos elegidos y comentados (La Taza vacía, 2020). Ahora nos habla de su último trabajo, una interesantísima novela que tiene como personaje central a Bernal Díaz del Castillo y que lleva por título un antiguo refrán cuyo significado dejo al albur de vuestra curiosidad.
—Has practicado el haiku y tienes publicada una estimable antología comentada sobre el mismo. ¿Qué te ha llevado a dar el salto a la novela histórica?
Lo cierto es que ha sido algo casual. Estaba buscando referencias sobre el uso del español de los siglos XV y XVI y me topé con Historia Verdadera de la Conquista de Nueva España de manera inesperada. Cuando lo leí, me sorprendieron tanto las peripecias que Bernal Díaz relataba, que me dije que era una pena que fuesen relativamente desconocidas entre el gran público y eso me llevó a contarlas en un lenguaje actual, que le resultase más familiar al lector de hoy en día y que le permitiese disfrutar de esta historia.
—Si algo exige de manera concienzuda este género es la búsqueda de información. Flaubert, para escribir Salambó llegó incluso a viajar a Cartago para conocer in situ los escenarios reales de las guerras púnicas. ¿Cuáles han sido tus fuentes y con qué problemas te has encontrado en tu investigación?
Me temo que mis metas han sido mucho menos ambiciosas. Como explico al inicio, Con la barba sobre el hombro, no es “un libro de historia”, es “un libro que cuenta una historia”, la misma que cuenta Bernal Díaz en su crónica, pero adaptada a una narrativa que le resultará más accesible al lector, tal vez no demasiado habituado al lenguaje arcaico que utiliza el autor de Historia Verdadera. Por otro lado, existen ya excelentes estudios históricos, tanto sobre Bernal Díaz, como sobre Hernán Cortés que me han sido de gran ayuda a la hora de contrastar y poner en contexto los hechos relatados. Es un periodo sobre el que existe una extensa documentación, disponible en la Real Academia de Historia y en el Instituto Cervantes, documentación digitalizada y de libre acceso, en su mayor parte, y de la que he hecho uso a menudo.
—Borges decía algo así como que por mucho que nos ocupemos del pasado la narración que hacemos de él en realidad está atendiendo más al presente que a los acontecimientos históricos. ¿Con la barba sobre el hombro alude también a la actualidad?
En este sentido, resulta a la vez fascinante y un poco deprimente comprobar lo poco que hemos evolucionado en cuestiones sociales y éticas, pues los vicios de entonces siguen muy presentes en la sociedad en que vivimos actualmente: la corrupción, la codicia, el deseo de aparentar… No queda sino concluir que son aspectos tan arraigados en nuestra cultura que es dificilísimo librarse de ellos. Leyéndolo uno reconoce personajes a los que podría poner el nombre de figuras de la actualidad.
—¿Qué es lo que te ha atraído del personaje Díaz del Castillo como para que le dediques una trilogía?
Las apasionantes aventuras que viven él y sus compañeros, que no tienen nada que envidiar a las que aparecen en las novelas históricas tan populares hoy en día. Solo que en este caso son, además, ciertas. En cuanto a la razón de dedicarle tres libros no es otra que lo extenso de la narración original. El protagonista es minucioso en el desarrollo de los acontecimientos, pues donde los libros de historia, a la hora de mencionar una batalla, por ejemplo, se centran en los datos mensurables (número de efectivos, resultado del conflicto, consecuencias inmediatas), Bernal cuenta el desarrollo de la misma con pelos y señales. Son estos pequeños detalles del día a día, que para el historiador pueden resultar poco relevantes, los que hacen atractiva la lectura para el gran público, pues muestran con claridad el carácter, la forma de pensar, e incluso los hábitos cotidianos de los protagonistas.
—¿Hasta qué punto es verdadera la Historia verdadera del conquistador castellano?
Esa es, como suele decirse, la pregunta del millón. En principio, los historiadores la dan por cierta en su mayor parte, hasta tal punto que a menudo la toman como referencia para sustentar esta o aquella reconstrucción de lo sucedido. Desde luego, su precisión en los detalles, nos remite al relato visual de un testigo ocular y la hace muy convincente, salvo en algunas pocas ocasiones, por ejemplo, cuando habla de las cifras de guerreros a los que se enfrentan los conquistadores españoles, algo que, en mi opinión, debe ser tomado como un recurso narrativo, para expresar la enorme superioridad numérica del enemigo. Por otro lado, está la cuestión de quién fue realmente este tal “Bernal Díaz del Castillo” y la de si fue él quien escribió la Historia Verdadera. El francés Christian Duverger, en su Crónica de la eternidad, argumenta, y lo hace muy bien, que quien se hacía llamar Bernal Díaz se apropió de una historia que escribió otra persona, alguien que, además, fingía ser casi iletrado, cuando en realidad disponía de una extensa cultura. Hay aquí varios misterios que yo dejo a los especialistas. Personalmente, no me interesa tanto la veracidad de lo narrado, como el aspecto literario, es decir, el relato que se cuenta y el modo en que está contado. Como he dicho antes, la historia y su estructura son, en sí mismas, excelentes, y espero haber aportado una forma de contarla lo suficientemente atractiva como para hacer que el lector se lo pase bien.
—Tal vez una de las mayores dificultades con que se encuentra el autor al escribir una novela histórica sea la de hallar el estilo adecuado para narrar los hechos que se quieren contar. ¿Cómo has resuelto este problema?
Esta es una pregunta muy interesante. Por un lado, debo decir que no me importa presentarla como “novela histórica” a pesar de que, en rigor, no lo es, pero dado que puede leerse como tal, creo que es una categorización que no le sienta mal. Por otra parte, he elegido el presente de indicativo para narrar la acción porque proporciona mayor inmediatez y porque establece una conveniente distancia con aquellos otros libros que son auténticos estudios históricos. Antes de empezar me plantee escribir una narración en primera persona, adoptando la voz de Bernal Díaz, pero esto me hubiese impedido introducir mis propias reflexiones y valoraciones de algunos acontecimientos, que me parecía interesante incluir. Digamos que el resultado ha sido una especie de compromiso entre distintos géneros que, espero, haya dado como resultado un texto con el que el lector disfrute.
—¿Cuál crees que es tu aportación con esta novela al conocimiento de la conquista de México?
La conquista de México es un tema sumamente sensible, que a menudo se aborda de manera emocional. Hay quien toma posiciones antes de examinar los hechos, hechos que, además, a menudo se han dado por sentado, pero que en ocasiones no resisten una revisión realizada con un mínimo de lógica. Por suerte, el “revisionismo histórico” de esta etapa es cada vez más abundante, por lo que poco a poco las cosas van entendiéndose como deben ser entendidas, esto es, en un contexto en el que abundan los matices grises, tanto por la parte española, como por la mexicana. Dicho esto, debo añadir que mi aportación al conocimiento de la conquista de México es realmente modesta y no va más allá de mover a la reflexión sobre algunas cuestiones que, a poco que nos paremos a pensar en ellas, caen por su propio peso.
—¿Crees que se leerá con igual disfrute a los dos lados del Atlántico?
Pues creo que sí, porque en ambas orillas es cada vez más abundante la autocrítica, pero una autocrítica razonada que toma en cuenta cuáles eran las reglas del juego en las que se movían los actores que intervinieron en este apasionante capítulo histórico. Eran años difíciles, en los que las relaciones entre los estados se regían exclusivamente por el poder de que disponía cada uno de estos actores. Si había algo valioso a su alcance, nadie se planteaba si era lícito —o mejor dicho, ético— tomarlo; la cuestión era: “¿Tengo la fuerza suficiente para cogerlo?”. Si la respuesta era “sí”, lo cogían, sin más. Y esto lo hacían todos.
—¿Podemos interpretar Con la barba sobre el hombro como un alegato contra la guerra?
Desde luego, sin ninguna duda. Aunque no fuese esa la intención del autor, es un mensaje que llega al lector de manera inequívoca y me hubiese gustado encontrar la oportunidad de citar a Benjamín Franklin cuando dijo que “no hay una guerra buena, ni una paz mala”. Curiosamente, Cortés aplicaba esta filosofía hasta las últimas consecuencias, pues era muy reticente a la hora de utilizar la violencia, a la que recurría solo cuando no le quedaba más remedio, si bien a él le movían motivos prácticos antes que éticos. Hobbes también insistió en esta idea y ojalá hubiese hoy en día más gente que se diera cuenta de lo sabia que es esta máxima.
—Da la impresión de que te has divertido mucho al redactar los títulos de cada capítulo; además, demuestras un gran talento para el dicho y la sentencia. ¿Me equivoco?
Bueno, lo cierto es que todo el texto da juego para ello. A veces, hay escenas que parecen casi de sainete y que permiten extraer conclusiones morales o simplemente prácticas, que en aquellos años solían transmitirse en forma de dichos o refranes. Recordemos que todo ello transcurre en una época en la que surge la literatura picaresca, lo que ya da una buena idea de en qué tipo de sociedad nos estamos moviendo. Así que, sí, personalmente disfruté redactando los títulos, solo espero que los lectores disfruten igualmente leyéndolos.
UNAI SAN MARTÍN, "NOSTOS"
viernes, 6 de mayo de 2022
LIZARDI, CHILLIDA Y TOLOSA
Necesito un libro que se encuentra en la biblioteca de Tolosa. Antes de entrar en ella, la escultura de Chillida me pregunta qué hice con la fotografía que tomé hace un par de años. Me da vergüenza reconocer que la tengo totalmente olvidada, tal vez perdida. Tengo prisa, el tranvía de vuelta saldrá en diez minutos y no sé si tardaré poco o mucho en encontrar el libro entre las estanterías de la biblioteca, pero antes de que alguna de las ventanas de Lizardi enarque una ceja inquisitivamente, saco el teléfono y tomo una instantánea por cada lado.
Esta obra, homenaje al poeta Lizardi, se encuentra entre el Palacio Aramburu (hoy biblioteca) y la iglesia de Santa María. Sobre una lámina de grueso acero Chillida ha abierto sus típicos huecos —ya sabéis, su interminable y fructífero juego del vacío y lo lleno— a manera de ventanas por donde el espíritu del poeta puede asomarse. ¿O es para que nos asomemos nosotros a ver si encontramos su espíritu?
Lizardi, uno de los grandes poetas en euskara de la literatura vasca, murió precisamente en Tolosa.
Tardo muy poco en encontrar el libro y llego a tiempo a la estación. La deuda queda saldada.
jueves, 5 de mayo de 2022
MIRLO FIEL
El poema completo:
MIRLO FIEL
Cuando el mirlo, en lo verde nuevo, un día
vuelve, y silba su amor, embriagado,
meciendo su inquietud en fresco de oro,
nos abre, negro, con su rojo pico,
carbón vivificado por su ascua,
un alma de valores armoniosos
mayor que todo nuestro ser.
No cabemos, por él, redondos, plenos,
en nuestra fantasía despertada.
(El sol, mayor que el sol,
inflama el mar real o imajinario,
que resplandece entre el azul frondor,
mayor que el mar, que el mar.)
Las alturas nos vuelcan sus últimos tesoros,
preferimos la tierra donde estamos,
un momento llegamos,
en viento, en ola, en roca, en llama,
al imposible eterno de la vida.
La arquitectura etérea, delante,
con los cuatro elementos sorprendidos,
nos abre total, una,
a perspectivas inmanentes,
realidad solitaria de los sueños,
sus embelesadoras galerías.
La flor mejor se eleva a nuestra boca,
la nube es de mujer,
la fruta seno nos responde sensual.
Y el mirlo canta, huye por lo verde,
y sube, sale por lo verde, y silba,
recanta por lo verde venteante,
libre en la luz y la tersura,
torneado alegremente por el aire,
dueño completo de su placer doble;
entra, vibra silbando, ríe, habla,
canta... Y ensancha con su canto
la hora parada de la estación viva.
y nos hace la vida suficiente.
¡Eternidad, hora ensanchada,
paraíso de lustror único, abierto
a nosotros mayores, pensativos,
por un ser diminuto que se ensancha!
¡Primavera, absoluta primavera,
cuando el mirlo ejemplar, una mañana,
enloquece de amor entre lo verde!
De La estación total, 1946.
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Путин, немедленно останови войну!
NOCTURNO URBANO, CRISTINA PERI ROSSI
Editorial |
OBEDIENCIA
miércoles, 4 de mayo de 2022
LIBROS PARA PENSAR LA PAZ, 9
Ejemplar del KM |
Este libro me llamó la atención por su título y por su autora. El título me parece elegante, extraordinario y eficaz; la autora, Murdoch, a la que solamente conocía como novelista, resulta que es una filósofa notable que, además, se atrevió a practicar filosofía a contracorriente de la que en su mundo, el mundo anglosajón, se practicaba, es decir, al margen de la corriente analítica. Me encantan estas sorpresas que me deparan las bibliotecas.
Dicho de forma rápida: La soberanía del bien es un libro de filosofía moral que recoge tres artículos publicados anteriormente, y que en su origen fueron redactados como conferencias: La idea de perfección, De Dios y del Bien, y La soberanía del bien sobre otros conceptos. Vienen precedidos de una sustanciosa introducción a cargo del traductor, Andreu Jaume, que es muy sustanciosa.
El título del tercer trabajo es suficientemente explícito y a mí es el que más me ha interesado. Aquí se pregunta la autora cómo podemos llagar los seres humanos a ser realmente mejores sabiendo de nuestra tendencia al egoísmo. En esta tarea necesitamos refuerzos exteriores que fomenten nuestra capacidad para la práctica del bien. La educación en el desarrollo de virtudes que desvíen la atención en nosotros mismos para centrarla en los demás es uno de esos refuerzos básicos. Y en esa línea argumentativa vamos a encontrar mucho Platón, mucha República y, cómo no, las alegorías del sol, de la línea dividida y de la caverna. Y mucha, mucha reflexión interesante y amena sobre conceptos básicos de la moral, en la que no falta la reivindicación de la humildad.
El hombre humilde, al verse a sí mismo como nada, puede ver otras cosas tal y como son. Ve la inutilidad de la virtud, así como su valor único y el alcance infinito de exigencia. Simone Weil nos dice que la exposición del alma a Dios no condena su parte egoísta al sufrimiento sino a la muerte. El hombre humilde percibe la distancia que hay entre el sufrimiento y la muerte. Y, aunque por definición no se trata del hombre bueno, quizá es el tipo de hombre que de entre todos tiene mayores posibilidades de volverse bueno (p 222).
La filósofa británica Mary Midgley dijo de este libro que era uno de los pocos libros modernos de filosofía que la gente fuera de la filosofía académica encuentra realmente útil. Creo que es reconocimiento suficiente como para desear leerlo.
Próximo libro: El problema de la guerra y las vías de la paz, N. Bobbio.
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Путин, немедленно останови войну!
martes, 3 de mayo de 2022
USO Y ABUSO DEL VERBO COMPARTIR
Con la aparición de la digitalización y la posibilidad de coger casi cualquier contenido y enviarlo a otra persona mediante alguna de las múltiples herramientas que tenemos a nuestro alcance, se ha extendido hasta el absurdo el uso del verbo compartir, hasta tal punto que la generosidad de algunas personas no conoce límites y se pasa el día compartiendo cualquier cosa menos sus propiedades. Las redes sociales y la incapacidad para expresarnos con un poquito de propiedad han provocado el estallido de ese horrible te comparto —¿soy yo su amigo, su amante, su confidente... y me está compartiendo con el resto de la humanidad?—.
La RAE:
1. tr. Dicho de una persona: Hacer a otra partícipe de algo que es suyo. Compartió su merienda CON sus amigos.
2. tr. Dicho de una persona: Tener con otra algo en común. Comparte casa CON una amiga.
3. tr. Inform. En una red social, una aplicación o un sistema, poner a disposición de un usuario un archivo, un enlace u otro contenido digital.
lunes, 2 de mayo de 2022
GORROTXATEGIK AURKEZTEN DU
domingo, 1 de mayo de 2022
MAHLER, SINFONÍA Nº 2
Mayo es mi mes, el que más me gusta, Mahler es uno de mis compositores favoritos y su Sinfonía nº 2, conocida como Resurrección, una de las obras musicales que más admiro y disfruto. Así, pues, este domingo musical se lo dedico a una de mis debilidades, que al mismo tiempo es una de las más gigantescas de la historia de la música.
Todo en esta obra es impresionante: el deseo de abarcarlo todo y expresarlo todo, la vida y la muerte, el más allá y el más acá, en fin, un empeño en el que dejó su tremenda creatividad. Fijaos, según él, el primer movimiento representa un entierro y se pregunta por la vida después de la muerte —¿hay vida más allá?—, el segundo movimiento es una remembranza de los tiempos felices, el tercero es una queja sobre la inutilidad de la vida, el cuarto representa el anhelo de liberación de cuanto sinsabor nos ofrece la vida, el quinto y último es un rebullir de dudas y angustias para terminar dando el gran salto al renacimiento eterno. Bestial la duración, bestial la pretensión, bestial el esfuerzo creativo. Pura música metafísica. Si Rilke buscaba expresar lo inefable por medio de las palabras, Mahler lo hace a través de la música. El impulso es el mismo.
Reservad una hora y media de este domingo de mayo para adentraros en una de las más grandes obras musicales jamás escritas.
sábado, 30 de abril de 2022
EL CIELO NOCTURNO, MAYO 2022
M 44, cúmulo estelar "El Pesebre". Fuente y créditos: Drew Evans |
- PLANETAS: Mercurio se ve durante la primera semana, al anochecer, sobre el sobre el horizonte ONO. Venus es visible al alba mirando hacia el E. Marte es visible al alba sobre el horizonte ESE, va por detrás de Saturno y por delante de Júpiter y Venus. Júpiter se ve de madrugada sobre el horizonte ESE. Saturno se ve de madrugada y a finales de mes comienza a subir sobre el horizonte ESE pasada la medianoche.
El 23 a las 06:00. Fuente: Stellarium. - LUNA: día 16, luna llena; día 30, luna nueva.
Fuente: Guía del cielo, Procivel, 2021. |
- LLUVIA DE METEOROS: entre el 3 y el 6 de mayo las Eta-Acuáridas alcanzarán la mayor intensidad.
- ECLIPSE LUNAR: la noche del 15 al 16. Por aquí (por la Península Ibérica) comenzará a las 04:35 y finalizará a las 07:45; entre las 05:35 y las 06:45 permanecerá totalmente tapada.
- SATÉLITES ARTIFICIALES: para saber dónde y cuándo mirar, consultad aquí.
SEDA, de Alessandro Baricco, en el PRINCIPAL
viernes, 29 de abril de 2022
LA CASA DEL SECRETO, Ernesto Hernández Busto
Ejemplar del KM |
El libro está organizado en dos apartados: Verso y Reverso. El primero está compuesto por quince sonetos que podríamos calificar como independientes y originales; mientras que el segundo apartado está formado por sonetos que nacen de otras voces, que dialogan con otros poemas de otras plumas, o que tienen, sin más, su origen en otro poema de otro autor.
La cosa podía quedar así, pues el material creado es suficientemente atractivo como para que funcione bien por sí mismo, pero el autor ha querido ser generoso y ha añadido una Coda en la que nos refresca sobre la virtualidad de esta composición, el soneto, y un jugoso apartado bajo el epígrafe de Notas que ayudan a entender mejor el texto, ya que, en ocasiones, los elementos interpelados pueden resultar muy elusivos. Tomo como ejemplo el que da título al poemario:
LA CASA DEL SECRETO
No quise revelarles el secreto
de la forma más fácil, una pista
medio disimulada a plena vista
de todo el que leyese este soneto;
no pretendía usar de parapeto
de mis bajas pasiones de anarquista
este doble refugio formalista:
cuatro paredes de un pobre cuarteto.
Pero el tiempo pasó, y aquí me tienen
tras una nueva Inés, atormentado
esclavo en busca de que lo encadenen;
pues al contar los versos ya he notado
(sin que por indiscreto me condenen)
que mi pobre soneto se ha acabado.
Y en la página 64, apartado Notas, podemos leer:
En la amplia tradición del "soneto sobre el soneto", hay uno de Baltazar (sic) del Alcázar (1530-1606) que está entre mis preferidos:
Yo acuerdo revelaros un secretoen un soneto, Inés, bella enemiga;
mas, por buen orden que yo en esto siga,
no podrá ser en el primer cuarteto.
Venidos al segundo, yo os prometo
que no se ha de pasar sin que os lo diga;
mas estoy hecho, Inés, una hormiga:
que van fuera ocho versos del soneto.
Pues ved, Inés, qué ordena el duro hado:
que teniendo el soneto ya en la boca
y el orden de decillo ya estudiado,
conté los versos todos y he hallado
que, por la cuenta que a un soneto toca,
ya este soneto, Inés, es acabado.