Editorial |
Regresaré al poema como a la patria a la casa
Como a la antigua infancia que perdí por descuido
Para buscar obstinada la sustancia de todo
Y gritar de pasión bajo mil luces encendidas
Dejadme limpio
El aire de los cuartos
Y liso
El blanco de las paredes
Dejadme con las cosas
Fundadas en el silencio
LA FORMA JUSTA
Sé que sería posible construir un mundo justo
Las ciudades podrían ser claras y bañadas
Por el canto de los espacios y de las fuentes
El cielo el mar y la tierra están dispuestos
A saciar nuestra hambre de lo terrestre
La tierra donde estamos —si nadie la traiciona— ofrecería
Cada día a cada uno la libertad y el reino:
En la concha en la flor en el hombre y en el fruto
Si nada adolece la propia forma es justa
Y en todo se integra como palabra en verso
Sé que sería posible construir la forma justa
De una ciudad humana que fuese
Fiel a la perfección del universo
Por eso vuelvo a empezar sin tregua a partir de la página en blanco
Este es mi oficio de poeta para la reconstrucción del mundo