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Imagen tomada el 28-05-20. |
Un telescopio pequeño de aficionado no sirve para realizar investigación ni para descubrir el universo, pero después acostumbrarse a él y aprender a manejarlo un poco, da, por ejemplo, para que podamos realizar observaciones detalladas de nuestro satélite. Una vez pasada la primera sorpresa y después de haber dicho "¡guau, se ven los cráteres!", podemos empezar a preguntarnos por qué hay unas zonas de superficie lisa y más oscura —¿es un material geológico distinto?, ¿por qué tienen ese aspecto?, ¿qué ha ocurrido para que sea así?. O podemos dedicarnos a curiosear con los cráteres —¿tienen todos un nombre?, ¿son muy grandes o son muy pequeños?, ¿quienes eran esas personas?, ¿desde cuándo están ahí?—. Mirar, observar, sorprenderse con lo que vemos a través del ocular está bien y es divertido, pero es muchísimo más divertido descubrir qué es lo que estamos viendo.
He colocado los nombres tal y como los podéis encontrar en cualquier libro o atlas sobre la Luna, ya esté escrito en inglés, en ruso o en griego. Como los nombres científicos de plantas o animales, los accidentes de la Luna se nombran en latín por acuerdo internacional. Para un primer conocimiento bastará con que tecleéis el nombre en Wikipedia y esta os dará los primeros datos con los que empezar a saciar vuestra curiosidad. La misma enciclopedia os da más referencias a donde acudir para ampliar la información.
Pero detengámonos un momento en la imagen que tenemos. Es un sector de la Luna que corresponde al cuadrante noroeste (arriba, izquierda). Así la veríamos a simple vista o con unos prismáticos cuando está en la fase de luna llena (la zona rodeada en naranja corresponde aproximadamente a la zona de la fotografía):
Como yo tengo en telescopio reflector, es decir, de espejos, veo esa imagen a través del ocular invertida (lo de arriba, abajo; lo de la izquierda, a la derecha). Los elementos más destacados de ella son la Bahía de la Aspereza (S. Asperitatis), el Mar de la Tranquilidad y el Mar de la Serenidad. Como curiosidad he señalado la zona donde alunizó el famoso Apolo 11. No muy lejos de allí, en el cráter Le Monnier, anduvo la sonda soviética Lunojod 2 en 1973. Tomó más de 80.000 fotografías y realizó varios análisis del suelo lunar.
También aparecen los nombras de algunos cráteres: Arago, Julio César, Eudoxo, Posidonio y Chacornac. Si copiáis los nombres en el buscador, rápidamente os enteraréis de que Arago fue un astrónomo, matemático, físico y político francés, que llegó hasta primer ministro (en 1848), que el cráter que lleva su nombre tiene 26 km de diámetro y 1,8 km de profundidad, lo que no está nada mal para verse tan pequeñito.
Otro tanto podéis hacer con los demás y tendréis completa la colección del día. Si esto mismo lo repetís un día tras otro siguiendo la línea terminador, además de haceros con el relieve lunar os llevaréis alguna que otra sorpresa, como daros de bruces con los Pirineos, haceros con un bonito listado de hombres y mujeres que han tenido algo que ver con la Luna, qué es lo que hicieron para fomentar su conocimiento, o quizás lleguéis a descubrir que nuestro satélite se balancea y que gracias a eso podemos ver el 59% de su superficie y no el 50% que teóricamente deberíamos ver.
Aquí podéis ver un par de fotos más de la sesión de anteayer desde el balcón de mi casa con algunos nombres ya colocados.
Y aquí mi telescopio en mi balcón: