sábado, 17 de febrero de 2024

ISLA DE LOS FAISANES

Isla de los Faisanes

 En esa estupenda biografía del Bidasoa que Luis Rodríguez Gal publicó un año antes de yo naciera se puede leer esto: 

No habrá seguramente en el mundo una isla tan pequeña que haya ocupado tantas páginas en la Historia (...) Las dimensiones aproximadas de la isla en el año 1659, fecha en que empezó a adquirir resonancia universal, eran: ciento cuarenta y siete metros de largo por veinticuatro de ancho. dos siglos después, es decir, pocos años antes de que se realizaran las obras de embellecimiento y se colocara el monumento conmemorativo de la Paz de los Pirineos, que es el que sigue existiendo actualmente (y es el que se ve en la fotografía) la isla no medía más que ochenta metros de largo y cuatro de ancho (p 276). 

Si ya habéis mirado en el enlace con Google maps, os habréis dado cuenta de que las medidas que ofrecía Luis de Uranzu no se corresponden con las actuales, obras de afianzamiento y estabilización nos han dejado un islote de unos 2000m². Pero no es eso lo que la dota de importancia. En ese mismo libro, el autor le dedica un capítulo, el VIII, que se extiende a lo largo de cincuenta páginas, y es que en ella han puesto los pies una cantidad ingente de personajes históricos, aunque hoy ya nadie pueda visitarla, salvo los oficiales que cada seis meses se saludan y formalizan el cambio de jurisdicción. 

Sí, entre las singularidades de esta isla se encuentra la de ser el condominio de menor extensión del mundo. Desde el Tratado de Bayona de 1856 este diminuto pedazo de tierra pertenece pro indiviso a Francia y a España. La tarea de vigilancia corresponde a España desde el 1 de febrero al 31 de julio y desde el 1 de agosto al 31 de enero a Francia.

El acontecimiento histórico de mayor relevancia del que la isla es protagonista fue, sin duda, la firma de la Paz de los Pirineos, que ocuparon nada menos que veinticuatro conferencias encabezadas nada menos que por Mazarino y Luis de Haro. Este acontecimiento y la subsiguiente boda entre Luis XIV y la infanta María Teresa, provocó que en ella o en sus alrededores estuviera toda una legión de personajes ilustres de la época, entre ellos Velázquez, quien ya no se repuso del deterioro para su salud que el evento le ocasionó.

Esta es la representación que Beaulieau realizó de aquel momento:

Fuente: Grabado del Tratado de los Pirineos

Por ahí también pasaron María Luisa de Orleans (1679), Felipe V (1701), Mariana Victoria y Luisa Isabel de Orleans (1722), María Teresa Rafaela (1745)... y, claro está, todo el nutrido séquito de acompañantes de altos y pomposos títulos.

Lo curioso de todo esto es que la gente corriente, las personas como tú y como yo, no podemos acceder a ella. Estoy convencido de que si este microespacio histórico estuviera en la órbita anglosajona, desde hace muchos años habrían colocado un pequeño museo histórico, una coqueta tienda de recuerdos y una cafetería con terraza. Y con los beneficios que obtuvieran, cubrirían con creces los gastos de mantenimiento.

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