Un 14 de mayo de 1847 falleció Fanny Mendelssohn. Parece que esa pérdida precipitó la del hermano, que murió unos meses después, el 4 de noviembre. La fecha es motivo suficiente para recordar la excelsa obra de esta compositora genial.
Dicen que tenía un talento especial para la melodía y para reproducir estados de ánimo. Esto es algo que se puede comprobar escuchando este maravilloso adagio; también es fácil presentir su gran sensibilidad y la enorme capacidad que tenía para establecer comunicación con el oyente.
Es cierto que tenía una especial querencia por el piano. Así lo atestigua su producción: del casi medio millar de obras que compuso, la mayoría son para piano y lieder. Sin embargo, esta composición para cuarteto de cuerdas nos está diciendo que de haber dedicado mayor atención a estos instrumentos hoy estaríamos disfrutando de grandes obras.
Presenta y dirige Aisslinn Nosky.
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