sábado, 20 de mayo de 2023

ARCO DE SANTA MARÍA


Hace muchos años, cuando era joven e indocumentado, pasé por esta ciudad y mandé una postal del Arco de Santa María a alguien con el burlón lema de "Blancanieves y los siete enanitos". En aquella época la piedra estaba absolutamente negra por la suciedad que producía la contaminación de los tubos de escape y yo nada sabía de los personajes que ahí están representados, y tampoco me importaba. A los 18 años mis intereses estaban en otra parte.

El pasado lunes, mientras disfrutaba de la acogedora y bien servida Biblioteca Pública de Burgos, tuve tiempo para leer sobre temas diversos y entre todos ellos la historia de la escultura del ángel custodio de la ciudad, la figura que aparece en el nicho que forma el arco superior de medio punto, debajo de la imagen de la Virgen, que es la que da nombre a esta puerta de entrada a la ciudad. La historia es, cuando menos, curiosa y divertida.

Es evidente que el trabajo del escultor Ochoa de Arteaga no es un trabajo especialmente fino. Las figuras que aparecen en las hornacinas no destacan por su maravillosa factura. Pero ese es otro tema. La cuestión principal es que para el nicho que ocupa el ángel custodio se le había encargado una figura de Santiago, que ya por entonces era tenido como patrón de España. Cuando el maestro presenta la obra terminada la figura de Santiago no gusta nada a los regidores del consistorio. La rehace, pero tampoco gusta. 

Tal vez impacientes o quizá desanimados, por no recomenzar una tercera, le piden que a la figura hecha le añada unas alas, una espada y una maqueta de la ciudad. De esta manera se evitaba el tiempo y el dinero que supondría realizar una enteramente nueva, y quedaría transformado en un ángel custodio que tampoco está nada mal para la entrada, aunque no tuviera el grado de importancia del apóstol. En fin, que no hay mal que por bien no venga.

Y ahora, si pasáis por la ciudad y queréis saber quién es quién en este emblemático y heráldico Arco de Santa María, aquí os dejo la chuleta:

Del libro Burgos, Raúl Maldonado Sánchez.


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