miércoles, 12 de octubre de 2022

ANTEZANA, PINTURAS DE LA IGLESIA DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL

Iglesia de san Miguel Arcángel. Antezana.


Nada por fuera hace presagiar la explosión de vida y color que nos vamos a encontrar dentro. Pero antes de entrar y dejarnos llevar por el gozo visual, dejadme que os cuente cómo surgió.

Los pequeños pueblos se vacían y si no hay nadie que cuide de ellos, de sus tierras, de sus casas, de su patrimonio, terminan desapareciendo. En Antezana todavía quedaban unas cuantas personas a comienzos del siglo XXI, y una iglesia con una cubierta en muy mal estado que, si no se remediaba, estaba condenada a la desaparición. En 2009 el pueblo decide que hay que reparar la cubierta y en 2010, Diputación y Obispado, tras una aportación inicial del municipio, ponen los fondos necesarios para llevar a cabo la obra. Ese mismo año el tejado está terminado. Pero el interior no es nada acogedor. Frío, humedades, falto de encanto...

¿Y si...?, ¿y si...?, ¿y si...?

Surge la idea, la propuesta que volverá a dar vida a la iglesia y, por extensión, al pueblo. Creemos una obra suficientemente atractiva como para que se convierta en polo de atracción. El arte puede dar vida. Y se ponen en contacto con Xabier Egaña. Y Egaña dice que sí. Y... esta es una muestra del espléndido resultado:








No quiero anticipar aquí explicaciones ni significados. Resulta apasionante y divertido, como un juego, ir descubriendo la ingente cantidad de referencias que existen con restecto a la historia de la pintura, pero no solo. Ahí están, por ejemplo, Chagall y Dante y Picasso y el carrito de la escalera de Odessa y el Greco y AuschwitzMunch y Caravaggio y la mitología griega y la cristiana y hasta la Venus de Willendorf.

Pero dejemos esto, porque aquí solo quiero realizar una invitación a la visita, al disfrute en vivo de una idea luminosa, como luminosa es la obra que ha creado Xabier Egaña. Esto es simplemente como un anticipo para que os vayáis preparando ante el festín vitalista de unas paredes llenas ahora de vida gracias a los pinceles de su creador, que es capaz de reflejar todo el dolor de la humanidad tranformándolo en gozo visual. Cosas del arte.

No quiero cerrar esta entrada sin dar unas efusivas gracias a Aintzane Ruiz de Azua por la calurosa y vivaz visita que nos hizo. También a Emilio Alfredo Martínez de Mendíbil, autor del libro Antezana/Andetxa, con quien coincidimos días antes y que, de alguna forma, avivó la mecha de la curiosidad. 

Para una mayor información, concertar visitas y cuanto necesitéis curiosear, incluso para una visita virtual, la página web os dará muy buena cuenta.

¡Ah, y esto también!


***


Путин, немедленно останови войну!

3 comentarios:

  1. Impresionante Jesús, con tu permiso lo voy a difundir, gracias

    ResponderEliminar
  2. Eskerrik asko. Una grata sorpresa encontrar tales pinturas en una iglesia de esas características.
    Las indicaciones que da el autor en la entrevista del programa de ETB, me han parecido muy convenientes y entretenidas.
    El relato sobre los ahorcamientos de los prisioneros de Auschwitz y cómo el autor se emociona al pronunciar la última frase me ha hecho sentirme más cerca de él, de sus pinturas y del dolor ajeno.

    ResponderEliminar