domingo, 11 de abril de 2021

BILBAO


Tu atlas atmosférico de color. Olafur Eliasson. Guggenheim

Dicen que el tiempo es breve y la ocasión fugaz y esquiva, así que el pasado martes me escapé a Bilbao para ver la exposición de Olafur Eliasson antes de que la quitaran y antes también de que las autoridades sanitarias decidan perimetrarnos, que los números no hacen otra cosa que subir.

Una vez en el museo, no podía dejar de visitar al amigo Kandinsky, cuyo nombre todavía sigue convocando grandes multitudes. Pero el tiempo, efectivamente, no pasa en vano y el arte vuela. Al vanguardista ruso tenemos que agradecerle la invención de la abstracción lírica y todos esos juegos con puntos, líneas y colores, tan elegantes y bien puestos. 

Composición VIII. Kandinsky.

Pero ahí se queda, en carísima decoración de pared. Las propuestas de Eliasson son, en este momento, mucho más atractivas y dinámicas, sus investigaciones con las luces, los colores, los espejos y los montajes que realiza con el agua nos plantean interrogantes que abarcan campos tan diversos como la ecología y la percepción de la realidad. Eliasson, digamos, va más allá.

Salgo del museo y, después de comer, callejeo por la tarde. Los pies me llevan hacia Irala y allí descubro lo bien que han dejado esa horrible pared que estaba pidiendo a gritos desde hace mucho tiempo un apaño. ¡Bien! 



Me gusta este barrio obrero y dinámico que siempre tiene un punto alegre y bilbaíno... además de las casas de estilo inglés, siempre tan atractivas y coloristas. Pero a mí me atrae más la zona obrera y vivaracha.

Sigo callejeando sin rumbo y el azar me coloca delante de un Mercurio niño que desconocía:

Mercurio niño. Casto SolanoPlaza la Casilla.

Me rindo al encanto de sus piececitos alados y el pelo-punta de criatura traviesa. Gracias a la Bilbaopedia me entero de que Ana Prado le ha dedicado este hermoso texto: 

Despacio. Lee el mensaje despacio y después detente a pensar. Si el mundo desordenado entra en solo dos cajones, ¿cómo pueden coexistir diferentes evoluciones alimentando el subsistir de primitivas razones que enajenan a las mentes y permiten a tiranos regalarnos sus traiciones?

Deprisa lleva el mensaje deprisa, pero en alas de la brisa, que no en los vientos rasantes que van rozando las gentes, que van calentando mentes, que van rompiendo los brazos, que van dejando pedazos.

Despierta no des la espalda, despierta. Despierta al niño despierta y regálale tu experiencia, pon la sonrisa en su cara, espantará la tristeza. Solo así podrá volar, solo así hará llegar el mensaje, solo así, su mundo será feliz.

Despacio, muy despacio, voy dejando esta ciudad abierta que siempre tiene alguna sorpresa para el viajero ensimismado.

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