lunes, 26 de noviembre de 2018

AÑO INTERNACIONAL DE LA TABLA PERIÓDICA





En 2017 la ONU proclamó 2019 como el año Internacional de la Tabla Periódica. Así se quiere recordar el 150 aniversario de la creación de este icono de la ciencia por el ruso Mendeléyev, el centenario de la fundación de la IUPAC (la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada) y reconocer la importantísima función que desempeñan las ciencias fundamentales en la búsqueda de respuestas  a los grandes desafíos de la humanidad.

Para quienes no provenimos de una formación científica es conveniente aclarar la importancia que tiene esta imagen llena de letras y de números, y es que ahí se encuentran reunidos todos los elementos que explican el mundo material inerte y vivo; es decir, ahí se encuentran todos los elementos con los que la ciencia puede explicar todas las relaciones que ocurren con los seres vivos y todas las reacciones químicas que suceden con los seres inanimados. Ahí es nada. Sería algo así como lo que representa el conjunto de todas las palabras de un idioma para alguien que se dedica a la escritura.

Pero yo no estoy capacitado para hablar de ella. Ni tan siquiera para poder explicar un solo cuadradito, aunque confieso que algunos nombres me parecen tan extraordinariamente atractivos como para imaginar historias apasionantes detrás de ellos, especialmente los que se encuentran en el grupo de los lantánidos.

Lo cierto es que sí hay historias tan fascinantes como reales detrás de muchos de ellos, y que esa fascinación es asequible a quienes no disponemos de formación académica cuando quien nos cuenta lo hace bien y es capaz de utilizar las palabras de curso cotidiano para hacernos ver qué significa todo eso que permanece escondido entre las letras y los números que pueblan la tabla.


Editorial
Editorial
Yo, al menos, conozco un par de libros —supongo que habrá muchos más— que me resultaron especialmente atractivos, a pesar de mi profunda ignorancia con respecto a la química, y que me ofrecieron no solo conocimiento, sino auténtico placer al leerlos. El de la izquierda está escrito por el gran Primo Levi y es, seguramente, el libro más admirado sobre el sistema periódico que se haya escrito nunca. Un clásico. El de la derecha pertenece a un divulgador joven que sabe entrelazar muy bien la anécdota histórica con el conocimiento científico. No tiene la grandeza del primero, pero a ratos resulta ser muy divertido, además de ilustrativo.


Esta es mi humilde contribución al Año Internacional de la Tabla Periódica, que, aunque no entiendo, puedo disfrutar gracias a la rara habilidad de divulgadores como Primo Levi o Sam Kean.


Tabla periódica de la fachada de la Facultad de Química, Universidad de Murcia

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