Durango es una ciudad vizcaína pequeña y agradable, famosa por su Feria del Libro y el Disco y por el Parque Natural de Urkiola, pero tiene un pequeño problema de comunicación con la inmediatamente vecina Iurreta. Como podéis ver en el mapa, ambos están juntas, una al lado de la otra. Solamente la carretera N 634 las separa. ¡Y de qué manera!
El jueves tuve que ir a Iurreta y dejé el coche allí mismo. Como disponía de mucho tiempo, decidí visitar los encantos de la vecina Durango, que son muchos. Pero ir a pie de un pueblo a otro es un deporte de riesgo, aunque estén literalmente pegados. Por increíble que parezca, no hay ni una sola zona de paso que permita cruzar la carretera y el tráfico es intenso. Ni un semáforo, ni un puente, ni un paso subterráneo. Nada. Estamos construyendo un mundo para vehículos y obligando a coger el automóvil a vecinos que se hablan desde las ventanas de sus casas, pero que no pueden visitarse, a no ser que cojan el coche. De locos.
Me negué a cogerlo y esperé cuanto fue necesario para cruzar la maldita barrera. Salvo este desagradable incidente, Durango resultó de lo más agradable. Tiene una Oficina de Turismo que es un encanto, ya sea in situ o virtualmente. Tiene un singular crucero de extraordinaria belleza. Una iglesia con un pórtico gigantesco. Un ayuntamiento con una fachada decorada al estilo "comedie française" que es única. Un museo de arte e historia tan pequeño por su contenido como encantador. En fin, tiene tantas cosas que no me explico cómo he podido tardar tanto en descubrirla.
En este enlace podéis ver las fotos.
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