"El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la aventura del aprendizaje es interminable". Timothy Ferris. La aventura del Universo.
jueves, 25 de abril de 2024
REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 13
sábado, 15 de febrero de 2025
REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 22
No temas a los dioses,
No te preocupes por la muerte;
Lo que es bueno es fácil de conseguir, (la negrita es mía)
sábado, 8 de febrero de 2025
REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 21
lunes, 30 de diciembre de 2024
REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 19
jueves, 22 de agosto de 2024
REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 15
Es sorprendente la gigantesca diversidad de la belleza que nos sale al paso un día cualquiera en cualquier lugar. No es necesario que salga un día con una luz espléndida ni que estemos en un paraje extraordinario ni que el momento sea el más adecuado para apreciarla, aunque esas circunstancias, claro, pueden ayudar a que seamos más receptivos o conscientes.
Las flores, por supuesto, ayudan, pues ellas mismas son objetos bellos en sí mismas y disponen de numerosas cualidades para atraernos: forma, color, aroma. Raro es encontrar una persona a la que no le guste ninguna flor. Pero el regalo del día no viene dado por ninguna de las cualidades intrínsecas de, en este caso, esas blanquísimas correhuelas, sino por la manchita que descubrí en la primera de ellas cuando la vi en la pantalla del ordenador.
La correhuela, según dicen, es una mala hierba que aparece de manera silvestre en los sitios más insospechados. En este caso debajo de la monumental estructura de cemento de la autopista. En un no-lugar donde crecen otras plantas silvestres que se van cediendo el protagonismo a medida que pasa el tiempo y vamos cambiando de estación.
Me gusta que en sitios como esos, abandonados a su propia suerte y aparentemente muy inhóspitos, esté presente la vida y, además, se prodigue en formas muy diversas. Entendámonos, no es la selva tropical ni existe una biodiversidad que pueda constituirse en reserva biológica del planeta.
Por supuesto que no, pero me resulta conmovedor y fascinante que entre montañas de hormigón y asfalto se levanten unas hermosas flores blancas con todas sus funciones biológicas a pleno rendimiento y que, además, sirvan de casa, de territorio a explorar, o de lo que sea, a esa diminuta araña roja, que es la que pude ver cuando pasé la imagen a la pantalla grande del ordenador.
Y es que la vida, y ese es el regalo, se abre paso por encima y a pesar de todas las condiciones adversas. Aceptarlo, apreciarlo y disfrutarlo es ya cosa nuestra.Más regalos sin palabras:
***

lunes, 13 de enero de 2025
REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 20
Sophora japonica |
La mejor manera de viajar, descubrir rincones nuevos y entablar relaciones afectivas, estéticas, cordiales y amistosas no es hacerlo mermado de salud en un ambiente de enero parisino sin sol y bajas temperaturas, pero así como cierta música me ayuda a sobrellevar estados físicos fráncamente lastimosos, existen rincones, gestos, imágenes, palabras u obras de arte que me alivian el malestar, exactamente igual que un buen medicamento. No tienen efectos tan duraderos, pero a mí me resultan de gran ayuda, porque me aportan esas dosis de felicidad instantánea que me impulsa y revitaliza. Puede parecer muy raro, pero tengo esa extraña ¿cualidad?
Andaba yo medio entumecido por el frío, afiebrado y bastante cansado, cuando al salir del Pequeño Trianon, me encontré de bruces con este magnífico y añoso ejemplar de sófora que, a pesar de ser crudo invierno, lucía majestuoso. Un estupendo espectáculo vital reservando energía para el esplendor primaveral (si queréis verlo cargado de hojas, en la fotografía de Wikipedia podéis hacerlo. Es el que está a la izquierda del palacete. Entre él y el edificio se puede apreciar la figura de 4 o cinco personas).
Rafael Morales, empujado por la tristeza de ver un ejemplar quizás semejante a este, pero constreñido por el loco desarrollo del ladrillo, escribió este soneto en otro tiempo:
Cercada por ladrillos y cemento,
por asfalto, carteles y oficinas,
entre discos de luz, entre bocinas
una acacia cautiva busca un viento.
Busca un campo tranquilo, el soñoliento
río sonoro que en sus aguas finas
lleva luces que fluyen diamantinas
en sosegado y suave movimiento.
Busca el salto del pez, el raudo brillo
de su escama fugaz y repentina,
con rápida sorpresa de cuchillo.
Busca la presurosa golondrina,
no la brutal tristeza del ladrillo
que finge roja sangre en cada esquina.

jueves, 19 de octubre de 2023
REGALOS DEL DÍA (diario de un epicúreo agradecido), 6
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Todos los días sale el sol |
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Vespa velutina nigrithorax |
Y más sorprendente y admirable aun me parece que un buen día aparezca en la habitación de un piso de ciudad una mariposa colibrí y se empeñe en desentrañar el nombre escrito en japonés. Ella no creo que llegara a descifrar el significado, como yo tampoco llegué a poder fotografiarla ni regularmente bien, dado el frenético movimiento que se traía. Al cabo de una docena de intentos, por su parte y por la mía, la invité a que buscara territorios más favorables a sus propios intereses abriendo de par en par la ventana.
Macroglossum stellatarum |
lunes, 8 de mayo de 2023
REGALOS DEL DÍA (diario de un epicúreo agradecido), 3
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Flor de catalpa. |
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Flor de melia azedarach, cinamomo. |
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Rosas. |
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Una de ellas. |
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Fresa silvestre. |
viernes, 16 de junio de 2023
REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 4
sábado, 23 de diciembre de 2023
REGALOS DEL DÍA (diario de un epicúreo agradecido), 9
ALZO UNA ROSA
Alzo una rosa, y todo se ilumina
como no hace la luna ni el sol puede:
serpiente de luz ardiente y enroscada
o viento de cabellos que se mueve.
Alzo una rosa, y grito a cuantas aves
el cielo colorean de nido y de cantos,
en el suelo golpeo la orden que decide
la unión de los demonios y los santos.
Alzo una rosa, un cuerpo y un destino
contra la fría noche que se atreve,
y con savia de rosa y con mi sangre
perennidad construyo en vida breve.
Alzo una rosa, y dejo, y abandono
cuanto me duele de penas y de asombros.
Alzo una rosa, sí, y oigo la vida
miércoles, 21 de junio de 2023
REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 5
Tanto regalo junto no podía guardarlo solamente para mí, hubiera sido un ejercicio de egoísmo por mi parte.
cuando al entrar he descubierto la placa de mármol en recuerdo de uno de los Héroes de la Antártida. ¿Recordáis la canción de Mecano?
Dieciséis de febrero, polo sur.
Cinco ingleses por el desierto azul.
Evans va último de la fila
y colgada de su mochila
va la muerte dispuesta a demostrar
que una vez muerto no se está mal en aquel lugar.
No hubo lápida.
Sí hubo plática.
Que Dios salve a la reina.
Gloria eterna a los héroes
de la Antártida.