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sábado, 20 de octubre de 2018

LA ESTIRPE DE ANNE SEXTON

Linteo
Diane Wood Middlebrook, biógrafa de Anne Sexton, comienza el prefacio de la biografía que le dedicó con este párrafo: A Anne Sexton le gustaba llegar con diez minutos de retraso a sus recitales: así las masas están más expectantes. Se dirigía lentamente hacia el podio, encendía un cigarrillo, se sacaba los zapatos de un puntapié y con su voz ronca decía: "Voy a leerles un poema que les revelará qué tipo de poeta soy y qué tipo de mujer soy, o sea que, si no les gusto, pueden marcharse." El poema era Her Kind, su estirpe, que J. L. Reina Palazón traduce como de su calaña. Es este:


DE SU CALAÑA

He salido, una bruja poseída,
rodando el aire negro, más valiente de noche,
soñando con el mal, he dado mi tirón
sobre las casas simples, de luz a luz:
criatura solitaria, de doce dedos, demente.
Una mujer así no es una mujer, en absoluto.
Yo he sido de esa calaña.


He encontrado las cálidas cuevas en los bosques,
las he llenado de sartenes, tallas, estantes,
armarios, sedas, innumerables bienes;
he preparado la cena para los gusanos y los duendes:
gimoteando, reorganizando a los desaliñados.
Una mujer así es malentendida.
Yo he sido de esa calaña.


He viajado en tu carro, conductor,
he saludado con mis brazos desnudos en los pueblos al paso,
aprendiendo las últimas rutas luminosas, sobreviviente
donde tus llamas en calma muerden mi muslo
y mis costillas crujen donde tus ruedas giran.
A una mujer así no le da vergüenza morir.
Yo he sido de esa calaña.


                       De Al manicomio y casi de vuelta.

Su hija mayor, Linda Gray Sexton, comenta en su autobiografía, Buscando a Mercy Street, que una de las cosas que más le dolían de aquel conflicto entre sentimientos positivos y negativos hacia su madre, era recordar los buenos momentos y la camaradería que surgió en algunas ocasiones, por ejemplo, los momentos que dedicábamos a la poesía en la mesa de la cocina, acompañarla a alguna de las clases en las que enseñaba sobre escritura creativa (...), ser una groupie, junto con mis amigos, de su emergente grupo de rock poético, Anne Sexton and Her Kind (pp 253-4).

Y aaquí tenéis a la autora leyendo su poema:


miércoles, 10 de octubre de 2018

TRES LIBROS PARA INTENTAR COMPRENDER A UNA PERSONA NO SON SUFICIENTES

Con la publicación en marzo de este año de Buscando Mercy Street, disponemos en castellano de tres títulos fundamentales para aproximarnos a la torturada mente de Anne Sexton. No digo para entender mejor su obra poética, que desde luego ayudan, sino para intentar comprender a la mujer que un día, animada por su terapeuta, se decidió a poner en verso buena parte de los miedos, angustias y preocupaciones que la asediaban, y logró de este modo derribar unos cuantos tabúes de la poesía contemporánea.

Cualquiera de los títulos vale por sí solo para percibir con cierto detalle la atormentada vida de la poeta. Como es natural, el más próximo, el más directo, es el de Linteo, Un autorretrato en cartas, organizado a partir de la correspondencia que mantuvo con su madre y del que sinceramente creo que no se sale con un conocimiento mayor del porqué de una vida abocada al suicidio. Sexton hace también literatura en sus cartas y, sobre todo, practica la seducción —todos queremos seducir en mayor o menor medida cuando escribimos algo—. Creo que de la lectura se sale con más dudas que certezas.

La biografía que escribió hace veinte años Diane Wood Middlebrook es, mientras no se produzca otra que la supere, la biografía por antonomasia, el texto escrito al que hay que recurrir para poder hacernos la mejor idea posible de lo que fueron algunos de los contornos de la escritora, al mismo tiempo que nos ofrece unos buenos apuntes sobre esa relación siempre sorprendente y siempre estrecha entre el desequilibrio y la obra de arte. Sin duda el acercamiento más riguroso y objetivo a la poeta, si es que esos términos quieren decir algo en un caso como este.

Buscando a Mercy Street es el otro punto de vista que nos faltaba, la perspectiva de la hija, Linda Gray Sexton, quien, escritora como su madre, nos ofrece otro documento tan estremecedor, emotivo y subyugante como Un autorretrato en cartas, pero con el encanto de la escritura autobiográfica magistralmente elaborada. Ahora bien, quien pretenda llegar a la comprensión de por qué la vida y la muerte de Anne Sexton fue la que fue, difícilmente lo conseguirá leyendo estos tres títulos ni otros trescientos más, aunque posiblemente se halle un poco más cerca habiéndolos leído.

Muerte,

necesito mi pequeña adicción a ti,
necesito esa vocecita que,
hasta cuando asciendo desde el mar, 
toda una mujer, completa,
dice mátame, mátame.

sábado, 9 de octubre de 2021

ANNE SEXTON, TRANSFORMACIONES

Ejemplar del KM
De Anne Sexton ya me ocupé hace tres años, con motivo de la tertulia sobre su obra. Lo que me lleva esta vez a dar noticia de ella es la publicación que acaba de realizar Nórdica de la serie de cuentos infantiles que transformó en poemas. Todos ellos ya estaban recogidos por Linteo en la Poesía completa en la traducción de J.L. Reina Palazón. Ahora traduce María Ramos, aunque la diferencia más notoria es que se nos presentan con cierta apariencia de libro de cuentos, están ilustrados estupendamente por Sandra Rilova (aquí podéis ver unas cuantas), llevan un generoso papel hueso, letra muy legible, tinta a dos colores y la colección está encuadernada en cartoné. Un claro objeto de regalo y gozo.

Ahora que vende muy bien eso de la literatura feminista, la transformación de los roles y demás, se presentan estos poemas como muy al uso, pero habrá que recordar que Sexton no fue la primera en realizar relecturas de los cuentos tradicionales. Este tipo de ejercicios los practicó aquello que conocimos como literatura antiautoritaria (años 60). Otra cosa es el toque personal que ella dio a los cuentos en los que se puede rastrear la relación con sus hijas —la colección está dedicada a la mayor, Linda, de la que siempre aconsejo leer ese impactante libro de memorias sobre la relación con su madre: Buscando a Mercy Street, con el resto del mundo y ese inconfundible estilo confesional marca de la casa, aderezado de un fuerte tono irónico. A cada cual, lo suyo.

Este título, en cualquier caso, funciona muy bien por sí mismo y, sobre todo, por la cuidada edición que se ha realizado. Aunque quien desee acercarse a la escritura más personal y de mayor calado de la poeta, yo aconsejaría acudir a la edición de la Poesía completa. Eso sí, los dieciséis cuentos-poemas, más el poema introductorio "La llave de oro", son más asequibles para eso que podríamos entender como público general que cualquiera de los otros poemarios que escribió.

martes, 2 de octubre de 2018

ANNE SEXTON

Linteo
La poesía confesional tiene sus seguidores y sus detractores, como casi todo en esta vida. Desde que surgió en el pasado siglo, no ha dejado indiferente a nadie. Anne Sexton (1928-1974), lo mismo que la corriente poética en la que se movió, tampoco pasó desapercibida ni dejó indiferente a nadie. Tal vez su turbulenta vida, o quizás su perfil psicológico, hayan hecho más ruido del que fuera necesario para leer con sosiego su obra. Sea como fuere, ha sido una escritora reconocida y premiada en vida —Premio Pulitzer en 1967 y profesora titular en Boston—. 

En un taller de escritura creativa dirigido por Robert Lowell conoció a Sylvia Plath, alma gemela y amiga, de quien dirá en la consulta del psiquiatra cuando tuvo noticia de su suicidio —ambas eran bipolares—: "¡Esa muerte era mía, cómo se ha atrevido a arrebatármela!". Una década más tarde se suicidó ella, después de varios intentos. 

En castellano podemos disfrutar de su Poesía completa desde 2013. Previamente habían aparecido estos otros títulos sueltos: 

El asesino y otros poemasIcaria, 1996.
Vive o muere. Vitruvio, 2008.
TransformacionesFósforo, 2009.
Poemas de amor. Linteo, 2009.
Quince poemas. Universidad Nacional Autónoma de México, 2011.



EN CELEBRACIÓN DE MI ÚTERO

Cada una de ellas en mí es un pájaro.
Golpeo con todas mis alas.
Querían sacarte de un corte
pero no lo harán.
Dijeron que eres inmensurablemente vacío,
pero no es así.
Dijeron que estás enfermo para morir,
pero se equivocaron.
Tú cantas como una colegiala.
Tú no estás desgarrado.

Dulce peso,
en celebración de la mujer que soy
y del alma de la mujer que soy
y de la criatura central y su deleite
canto para ti. Me atrevo a vivir.
Hola, espíritu. Hola, cáliz.
Sujeta, cubierta. Cubierta que contiene.
Hola a la tierra de los campos.
Bienvenidas, raíces.

Cada célula tiene una vida.
Aquí hay bastantes para satisfacer a una nación.
Basta con que la plebe posea estos bienes.
Cada persona, cada comunidad diría sobre esto:
"Está bien que este año plantemos de nuevo
y podamos pensar en una cosecha.
Predijeron el tizón y ha sido apartado."
Eso cantan muchas mujeres juntas:
una está en la fábrica de calzado maldiciendo la máquina,
otra en el acuario cuidando a una foca,
otra está aburrida al volante de su Ford,
otra cobra en el control de la autopista,
otra anuda el cordón umbilical a una ternera en Arizona,
otra esparranca un chelo en Rusia,
otra cambia de sitio las ollas en el horno en Egipto,
otra pinta 
las paredes de su dormitorio color de luna,
otra se está muriendo pero recuerda un desayuno,
otra se extiende sobre su estera en Tailandia.
otra está limpiando el culo de su niño,
otra está mirando por la ventana de un tren
en medio de Wyoming y otra está
en alguna parte y otras están por doquier y todas
parecen estar cantando a pesar de que algunas 

no saben cantar ni una nota.

Dulce peso,
en celebración de la mujer que soy
déjame llevar un chal de tres metros,
déjame tocar el tambor por las de diecinueve años,
déjame llevar vasijas para las ofrendas
(si ese es mi papel).
Déjame estudiar el tejido cardiovascular,
déjame examinar la distancia angular de los meteoros,
déjame chupar en los tallos de las flores
(si ese es mi papel).
Déjame hacer ciertas figuras tribales
(si ese es mi papel).
Por esta cosa que el cuerpo necesita
déjame cantar
por la cena,
por los besos,
por el adecuado
sí.


              De Poemas de amor, 1969. Traducción, José Luis Reina Palazón.

Peter Gabriel le dedicó este tema, Mercy Street:


martes, 26 de abril de 2022

MI PADRE CUENTA MONEDAS, ANGÉLICA MORALES

Editorial
Me sorprendió enormemente cuando en la sesión de Poetika correspondiente al mes de abril oí poner en relación la poesía de Celaya con la de Angélica Morales. Quiero decir que si una parte de la poesía del hernaniarra, tal vez la más conocida, puede clasificarse como poesía social, de ninguna manera podemos calificar como social la poesía de la poeta aragonesa, todo lo más, de familiar. 

Aunque más me sorprendió —y me preocupó— oír en boca de alguien una especie de reivindicación del rencor (el rencor está infravalorado). Espero que no empecemos a reclamarlo como un valor a tener en cuenta. Pero dejemos mis preocupaciones a un lado.

La poesía de Angélica Morales, si tuviera que utilizar un marbete, ahora en serio, diría que entra de lleno en lo que conocemos como poesía confesional, y si tuviera que apurar más, me parece que tiene algunas similitudes con la que practicaba Anne Sexton cuando recogía el material experiencial propio —o el de su hija mayor— y lo ponía en verso. Luego está el tono, muy diferente al de Sexton, porque aquí hay un ajuste de cuentas con el padre, pero tampoco hay que olvidar a la madre. Algunas muestras:

Cuando yo nací papá estaba tan nervioso que se cayó por las escaleras del hospital.

Cuando yo cumplí tres meses quiso besarme, en cambio yo le arañé la cara.

Hoy quiero escribir sobre los padres que odian a sus hijas cuando estas no se dejan besar (poema 2, p 24).


Las casas también sufren la guerra interior de una familia.

Escuchan gritos e insultos, asisten al golpe sobre la mejilla de la hija,

observan cómo ese cenicero repleto de colillas alza el vuelo para aterrizar más tarde

sobre el cristal del mueble que esconde whisky y moscatel y coñac Soberano

y anís del mono (sic) y una botella que contiene orujo con un pepino dentro que empieza pudrirse.

Las casas sufren, se les sube la tensión, sus arañas se retuercen en el interior de las grietas

y empiezan a componer una melodía triste de noches sin sol y nata montada.

Mi casa era así.

Un pequeño sufrimiento (poema 8, p 39).


Papá siempre me echaba la culpa de todo, de las facturas de la luz, del teléfono,

de que el jamón se echara a perder en la nevera,

de que no le pusiéramos suficiente chorizo a los macarrones, de que el día saliera nublado,

de que yo creciera ajena a su violencia, de que no me pareciese a él...

Sobre todo eso.

                       "¿Tú quién te crees que eres, una princesa?" Solía 

                       gritar con la boca a rebosar de espuma.

(...)

Años más tarde también mamá me recordó que tenía demasiados humos

y que yo no era más que una mujer normal que estuvo dentro de su vientre.

                      —Tú saliste de mi coño —dijo.

Sin embargo yo no recuerdo haber estado ahí, dentro de su tripa,

en el paisaje sentimental de su carne,

en los alrededores de una sangre que tiene espinas y pétalos de coñac.

No, definitivamente a mí me debieron cambiar en el hospital,

en ese mismo hospital que tantas veces he visitado a lo largo de mis años

llevando a mi padre a urgencias, queriendo no volverlo a sacar de allí,

deseando que se lo comieran los goteros y ese aparatito que le ponían en el dedo

y que tenía una lucecita roja que parpadeaba cuando algo iba mal.

Su corazón enfermo estaba demasiado sano para morir.

Pero le gustaba frecuentar el hospital, hacerse de vientre encima,

quedarse en coma en algunas ocasiones y despertar para repetir:

                    —¿Tú eres la pequeña zorra que no quiso besarme

                    cuando tenía tres meses?

Después mamá le daba tragos lentos a su coca cola y volvía a repetir:

                    —No te hagas ilusiones, nadie va a venir a

                    reclamarte porque tú saliste de mi coño (poema 11, pp 48-49).

***


Путин, немедленно останови войну!

viernes, 12 de enero de 2018

ENTREVISTA CON TERESA RAMOS

Fotografía cedida por la autora
Conocí a Teresa Ramos en Pamplona, en un curioso encuentro sobre el haiku. Allí tuve la ocasión de hacerme con su poemario Sabe la noche y ella me obsequió con un ejemplar en A4 de Bancales del perfume.

Es creadora y coordinadora de Anaitaverso y del Grupo Psicosocial de Encuentro y Poesía. En 2017 apareció publicado su tercer poemario, Bancales de perfume, en la colección Poética y Peatonal (Ejemplar Único) con el artista plástico Gabriel Viñals. En 2015 ganó el I Concurso de poesía Noches Poéticas de Bilbao con Sabela noche. En 2012 obtuvo el XXXVIII Certamen de Poesía Rafael Fernández Pombo con el poemario Laconjura de lasletras. Ha prologado La X en la palabra, de Fermín Castro, y Aún tu nombre, de Ramón Campos.


La entrevista que aquí aparece se resolvió vía correo electrónico.

¿Cómo y por qué empezaste a escribir poesía? ¿Qué es lo que te llevó a la poesía o te atrajo de ella?

Empecé a escribir de una forma un tanto azarosa, cuando me encontraba en un impasse laboral, me había cogido un tiempo sabático, después de trabajar durante años muy activamente en el campo de la psicoterapia, individual y de grupos. Entonces dos personas diferentes en días próximos, me sugirieron que escribiera, francamente, era algo que jamás me había planteado, no estaba en mi mapa. Había escrito algunos poemas en la adolescencia y en momentos puntuales, casi siempre vinculados a la aparición de una persona en mi vida, pero eso era todo. Sucedió sobre los 45 años.

¿Qué poetas, qué escuelas, qué lecturas o vivencias son los que más te han influido?

Pienso que me influyeron mucho los poetas clásicos, a los que escuchaba a menudo a través de la música de los canta autores y también a través del folclore latinoamericano. Era entonces, más melómana que lectora. 

Luego empecé a escribir y con la escritura, llegaron las lecturas de poesía, yo era de letras, me gustaba la poesía, pero no era lectora de poesía. Veía cine, escuchaba radio, estudiaba la obra del médico Wilhem Reich, quien entregó su vida a la investigación de las leyes de la energía vital, discípulo de Freud, con quien se analizó y que creó, más tarde, su propia escuela. Leía textos psicoanalíticos, psicosomáticos y otros de psicología social de diferentes autores. Todos ellos necesarios para comprender el psiquismo humano y completar mi formación como psicoterapeuta. 


Me han influido algunos poetas actuales como Alfonso Brezmes y tantas otras autoras y autores de una manera o de otra, con algunos mantengo un contacto cotidiano, a través de las redes sociales. 

En este momento me siento influenciada por la obra de Antonio Orihuela, Laura Giordani, Begoña Abad, Karmelo Iribarren, David Trashumante, David González y Antonio Praena.

Me siento próxima a los poetas navarros, comunidad en la que resido.

Soy una lectora habitual de poetas en el Facebook, de modo que, leo poesía con tendencias muy diversas. Creo que mis afinidades están vinculadas, por otro lado, y en cierto modo, a mi momento personal y el cómo en ese momento resuena la poética de los demás autores en mi interior. Me interesa la exploración de la obra de otros autores, en ocasiones muy dispares o con planteamientos ideológicos distanciados. Diferencio la maestría en alguno de ellos, de otras cuestiones que hacen que el poeta capte mi atención.

¿Cómo definirías tu poética​?

Mi poética sucede en el devenir vital, en el que el pulso de lo vivo, lo orgánico, dentro de la escritura, me importa la exploración, a veces la ruptura del lenguaje, en esa línea he publicado menos cosas, aunque sí he escrito. Y por encima de todo está la búsqueda del conocimiento. 

No concibo mi existencia sin el pensamiento crítico y por lo tanto está implícito en mi escritura, del mismo modo, considero que en mi poesía está presente la transmutación de las emociones y del pensamiento. No obstante, es una pregunta que seguro que podrían responder mejor otras personas. Aquí dejo unas palabras que aportó la poeta Marina Aoiz quien presentó mi libro Bancales de perfume, mi último libro publicado:

Teresa Ramos me confió la presentación de su poemario bancales de perfume. Con su confianza, me entregó la llave invisible que abre el portón de entrada a su "tierra secreta", la que Robert Graves cantaba en aquel bello poema:

Toda mujer verdadera, posee 
una tierra secreta, más real para ella 
que este pálido mundo exterior. 
A medianoche, cuando está silenciosa, 
deja a un lado aguja o libro 
y la visita, invisible. 
Cerrando los ojos improvisa 
un portón de cinco barras entre los altos abedules, 
salta por encima y toma posesión (...)

Tenía, pues, la llave a una desconocida TIERRA SECRETA.

Descalza penetré en el espacio cuajado de fragancias: rosas, azahares, madreselvas, tulipanes, jazmines, girasoles, lavandas. Y sabores: fresas, granadas, naranjas. En aquella tierra había además acacias, trigales, líquenes...

Descalza y cegada por una luz centelleante. O descalza y clandestina cómplice de la sombra.

Nada pregunté a Teresa sobre la gestación de estos versos. Sólo imaginé y bebí sustancias de una fuente misteriosa. 

En el corazón de Teresa descubrí el verano, bajo una sombrilla, sobre blancas arenas, a la orilla de un mar permanentemente renovado. Las olas eran bancales de espuma perfumada y la sensualidad de inefables instantes se derramaba por la piel. Sin embargo, intuí que había llorado. Y descubrí que sus lágrimas hicieron crecer el césped[...](Texto completo, aquí).

Mi poesía aborda diversos temas: es social, metafísica, amorosa, aforística… Me interesan las cuestiones existenciales que se acababan reflejando en mis textos.

¿Cuáles son tus temas preferidos, tus obsesiones poéticas, si es que las tienes?

Mis obsesiones, si las tuviera, son las de todos los seres vivos pensantes, poetas o no: el amor, el paso del tiempo, la conciencia, el lugar en lo social, la coherencia ética. Tal vez la trasmutación de la propia autopercepción, la exploración de lo que llamamos realidad, puede que sea esa.

¿Tienes algún método de escritura, te dejas llevar por ese primer verso que ofrecen "los dioses", trabajas sobre un tema previo...?

Cuando comencé a escribir estaba absolutamente conectada con una suerte de fuente que manaba poesía. Escribí un poema que está en el libro Sabe la noche, esperando el autobús y que se titula “Diez Minutos” y que surgió así, como una suerte de escritura automática. Ese periodo fue muy fértil, vivía en un estado poético, coincidiendo con un periodo de cambios vitales, luego eso se calmó, incluso he llegado a pasar periodos de sequía, en los que no podía escribir una palabra.

Hay de todo como en botica. Soy más de iniciar un verso y a partir de ahí empezar el baile, es como me gusta construir un poema, a partir de una imagen que desencadena una historia que acaba construyendo el poema. Pero, también es cierto, que en ocasiones me hacen propuestas de colaboraciones en antologías, entonces me ciño al tema que me ocupa y me documento. Lo que sí es fundamental para mi escritura, es el estado de silencio.

¿Qué importancia tiene la forma, si es que la tiene, en tus creaciones?

Cuando empecé a escribir para mí era prioritario el contenido, buscaba mi propia narración, mi discurso, mi relato, probablemente eso obedecía a la búsqueda de mi propia voz. Ahora mismo eso sigue siendo importante, es una cuestión fundamental, pero también lo es la forma, el cómo se cuenta, el lugar, el ritmo, la exploración del lenguaje en ocasiones, y siempre tiene que producir un pellizco como apostillan tantos autores.

Has ganado algunos premios de poesía. ¿Crees que son necesarios los premios de​ poesía?

He ganado algunos premios, he quedado finalista en otros. No sé si son necesarios. Los premios deben ser necesarios porque existen, lo que resulta lamentable es que en ocasiones los premiados pertenezcan a un círculo endogámico. En ocasiones me quedo perpleja ante la poética de algunos autores encumbrados, y me pregunto, en dónde está la poesía. Yo misma he participado como miembro de un jurado y el criterio ha sido el de elegir la que considerábamos mejor obra, doy fe que así ha sido, en el II Premio de Noches Poéticas de Bilbao. Creo que esa debería ser la pauta fundamental, en mi opinión. Recientemente he quedado entre los 5 finalistas del Premio Reinaldo Arenas de Cuba entre más de 100 candidatos. Personalmente trato de conectarme con distintas formas de mirar en lo poético, por eso, en parte, prefiero la vía del concurso que, en teoría, al menos ofrece diversidad.

En mi caso han sido importantes los premios, pocos y modestos, en cuanto que han afianzado mi identidad poética, sirven para recibir un feedback del mundo. Lo que una hace resulta de interés o llega a personas que no tienen ninguna cultura poética, eso es algo que aprecio sobremanera. A mí me han servido también, para conectar con otros universos poéticos que me han enriquecido. En cualquier caso, el valor de la obra de un poeta, no creo que dependa de los premios que se le otorguen o no. Conozco poetas que ni siquiera pretenden publicar y son magníficos. Los premios sirven para visibilizar la obra de la persona que escribe.

¿Qué aspecto es el que más te gustaría que se recordara de tu obra poética?

Me gustaría que mi poética expresara la búsqueda de una suerte de libertad que sucede en el interior de quien explora la escritura.

Para terminar, ¿qué poetas actuales nos recomendarías?

Karmelo Iribarren, Antonio Medinilla, Laura Giordani, Alfonso Brezmes, Antonio Orihuela, Marina Aoiz, Francisco Javier Irazoki, David Trashumante, Ana Pérez Cañamares y Ramón Eder.

domingo, 19 de abril de 2015

APROXIMACIÓN A LA OBRA DE ELI TOLARETXIPI

Que no cunda el pánico, Still life with loops es un poemario bilingüe, y aunque está publicado en Todmorden (Inglaterra) lo podemos encontrar en algunas bibliotecas. En cualquier caso, éste sería el libro raro de la autora, pero tampoco tanto, porque en realidad es una traducción del poemario Los lazos del número, con algunos cambios, muy pocos. Los otros títulos son relativamente fáciles de encontrar:
Por lo demás, no vamos a tener demasiadas referencias a su obra en internet, que tampoco importa mucho, porque lo que hay que hacer con la autora es leerla, saborearla, darle vueltas e ir descubriendo poco a poco, o mucho a mucho, lo que quiere comunicarnos. Aún así, aquí os dejo enlazadas una reseña del Ateneo de Caracas y otra de la revista Luke.

Los dos poemas que copio a continuación pertenecen al libro Still life with loops (algo así como Naturaleza muerta con bucles) incluidos anteriormente en Los lazos del número.

EL PADRE

Los brazos, blandos por la natación, no me dejan escribir.
Los oídos se me van detrás d ela niña que toca el piano
a las órdenes del padre que entona.
Lo hacen tan mal que podría poner un disco,
pero me flaquean las piernas.
Anoto el sueño del padre
que enseña a follar. En otro sueño hay una mujer
que enseña, pero no es la madre. A él pensaba
que lo había matado.
Ella no sé quién es.



MADRE

          My mother makes me sick but I love her.
                                                           Anne Sexton

Visitarla me despeja.
Cultivo cosas como el cariño y la armonía.
Una vez quise escribir como si fuera ella
en un mundo gris, animal, represor.
Llegué tan adentro que tuve que
dejarlo.
Fue como volver al útero y
encarnarme en la embarazada,
encarnerme en la mirada adolescente
de las fotos que me mostró.

Vuelvo a dejaros el audio —me parece fantástico—que ya coloqué en febrero cuando publiqué el texto que la autora me remitió sobre ella misma. 

miércoles, 15 de noviembre de 2017

LAS TERTULIAS DEL PRÓXIMO AÑO

Aquí tenéis el adelanto de las tertulias programadas para el 2018, así podréis autorregalaros en navidad alguno de los libros de las poetas a las que vamos a dedicar nuestra atención. Por ese motivo los enlaces de cada una de ellas llevan a los títulos disponibles en las librerías, y no a páginas de información sobre su actividad creadora. Esos otros enlaces estarán disponibles en cuanto prepare el apartado "tertulias".

Como podéis comprobar el próximo año lo dedicamos por completo a escritoras:

9 ENERO: Gloria Fuertes


6 FEBRERO: Anna Ajmátova


6 MARZO: Juana de Ibarbourou

10 ABRIL: Blanca Varela



8 MAYO: Blanca Andreu


5 JUNIO: Gioconda Belli


2 OCTUBRE: Marina Tsvetáyeva


6 NOVIEMBRE: Anne Sexton


11 DICIEMBRE: Elizabeth Barrett Browning

Y una advertencia: las tertulias cambiarán de día de la semana. En lugar de celebrarse los viernes pasarán a celebrarse los martesla hora continúa siendo la misma—. Según parece, los viernes tienen en la biblioteca un exceso de actividades y se encuentran con problemas para ubicarnos. Espero que el trastorno no sea grande y podáis seguir tomando parte en ellas.

¡Feliz lectura, feliz poesía!

jueves, 22 de octubre de 2020

FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE MEDELLÍN

 


El Festival Internacional de Poesía de Medellín es el acontecimiento poético más grandioso de cuantos eventos poéticos se celebran en el mundo. Este año, debido a la pandemia, se ha celebrado de manera telemática entre el 1 de agosto y el 10 de octubre. Pero a quienes no podemos acudir a Colombia, ni este ni otros años, siempre nos queda el consuelo de poder disponer de una muestra importante de las palabras que poetas de todos los continentes, y casi de todos los países del mundo, dejan en Medellín, porque la organización tiene una magnífica página donde quedan recogidos buena parte de los contenidos del mismo. Para que os hagáis una idea —pero que esto no sea excusa para que dejéis de visitar la página oficial—, aquí están solamente los contenido que aparecen en la página de inicio.