miércoles, 22 de febrero de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (Lord Byron)

Editoial
#unlibrounpoema
 

HOY CUMPLO TREINTA Y SEIS AÑOS

1.

Ha llegado el momento en que este corazón no debería conmoverse,

porque otros han dejado de conmoverlo;

sin embargo, aunque no me puedan amar,

¡dejadme que yo siga amando!


2.

Mis días tienen ya las hojas amarillas,

las flores y los frutos del Amor ya no existen,

¡los gusanos, el cáncer y la pena

es lo único que me queda!


3. 

La fiebre que ha hecho presa en mi pecho

es como esas islas volcánicas:

ninguna antorcha brilla ante su resplandor...

una pira funeraria.


4.

La esperanza, el miedo, el cariño celoso,

esa parte sublime del dolor

y el poder del amor, no puedo compartirlo,

sino cargar con mi condena.


5. 

Pero no es así, y ni aquí

ni ahora cuando tales pensamientos deberían estremecer mi alma,

cuando los honores engalanan el ataúd del héroe,

o [el laurel] ciñe su frente.


6. 

La espada, la bandera y el campo de batalla,

¡Gloria y Grecia, os veo a mi alrededor!;

el espartano, derribado junto a su escudo,

no fue más libre.


7. 

¡Despierta...! (No Grecia: ella está despierta).

¡Despierta, alma mía! ¡Piensa por quién

tu sangre busca su fuente original

y luego vuelve a casa!


8. 

¡Sigue las huellas de esas pasiones vivificantes,

indigna humanidad...! Aunque para ti

siempre es indiferente la sonrisa o el disgusto

de la Belleza.


9.

Si lamentas la juventud, ¿por qué vives?

La patria de las muertes honrosas

está aquí: ¡ve al campo de batalla y entrega

tu último aliento!


10. 

Busca —pocos la han buscado y muchos la han hallado—

la tumba del soldado, y busca la mejor para ti;

luego mira a tu alrededor, y escoge la tierra,

y descansa.

                                    Missolonghi, 22 de enero de 1824

Traducción: José C. Vales.

***


lunes, 20 de febrero de 2023

DESAYUNO CON POEMAS,una iniciativa de Txaro Martínez

Txaro Martínez

La casualidad siempre es actual; ten siempre echado tu anzuelo.
En el remanso donde menos lo esperes, estará tu pez.
OVIDIO

El azar quiso que Antezana me diera a conocer a Aintzane. Una conversación casual al margen de las pinturas hizo brotar la poesía y un grupo de whatsapp que recibía todos los días como saludo matinal un audio con el recitado de un poema. Una inesperada presentación en Gasteiz permitió que conociera a la propietaria de la excelente voz que todas las mañanas yo recibía en el teléfono. La semana pasada surgió la propuesta y ya se ha hecho realidad.

Txaro Martínez es la creadora de esta magnífica iniciativa que consiste en grabar cada día, mientras desayuna, un poema y enviárselo al grupo de amigas. Una excelente manera de comenzar el día, una forma extraordinaria de ennoblecer el ya noble arte de la palabra cuidada y de expandir la belleza en modo audio.

La idea, me cuenta Txaro, surgió durante la pandemia —¡ah, cuántas iniciativas hermosas surgieron con ella, pero qué pocas se mantuvieron!—, y aunque la pandemia se ha ido, ella sigue grabando y enviando, grabando y enviando, como aquel entrañable tío Vasia del poema de Yevtuchenko; acaso para mantener alejados a los dioses de la fealdad y de las prisas, al menos entre sus amigas.

Pero, claro, a Txaro este impulso rapsoda y esta querencia por la palabra poética le viene de lejos, de cuando era niña y jugaba con las palabras y sus sonidos e iba descubriendo que esas palabras podían decir muchas más cosas de las que aparecían en el diccionario. Y leía en voz alta los poemas de clásicos y contemporáneos. 

Fue creciendo el gusanillo y ahora se dedica profesionalmente a ello: teatro radiado, montaje de recitales, obras de teatro... Ya no solo declama en el pasillo de su casa. Lo hace ante el público. La presencia constante de la palabra dicha y bien dicha. Era inevitable. 

Este lunes le he pedido permiso para hacer públicas sus lecturas. Ella, generosa, ha consentido. He abierto una nueva página, Desayuno con poemas —títulos superiores, primero de la derecha—. Ahí iré colocando los audios según los reciba.

Gracias, Txaro, por aceptar la propuesta y gracias por contribuir al conocimiento y la difusión de la poesía.


***


POEMAS CON JUGUETE


Procuraré defenderlos a todos lo mejor que sepa para que su dueña no me riña y ninguno se sienta discriminado.

Hinata recluida en casa.
Somos hijas del sol.
El aire pide luz y libertad.
Ningún ser ha nacido para vivir sujeto
entre paredes,
ni sometido a voluntad ajena.
Las bestias en su ignorancia
dominan el presente indeterminado
de los espacios abiertos.
Las plantas, sensibles al agua y a la tierra,
son generosas y felices
en su inconsciencia autónoma.

¿Por qué nosotras hemos de ceder
a los imperativos de la civilización?



***

domingo, 19 de febrero de 2023

THE ABRAMIC SYMPHONY: UNITY OF THREE

 

Nuestras relaciones están hechas de buenas y de malas intenciones. De las malas tenemos ejemplos devastadores y archiconocidos. Hoy toca música y me he encontrado con una buena intención compuesta de notas que me ha parecido interesante dar a conocer. Se trata de la Symphony of Three, un proyecto intercultural bajo la dirección musical de Diego Navarro. El proyecto no es solo musical. En un gesto de buena convivencia entre las tres religiones abrahámicas se han erigido en la isla Saayidat tres templos, una mezquita, una iglesia y una sinagoga más un centro educativo.

Por lo que respecta a la música, los compositores Ihab Darwish, David Shire y John Debney han colaborado para hacer posible este espectacular proyecto. La sinfonía cuenta con 250 cantantes de todo el mundo y celebra en cuatro movimientos majestuosos la belleza de la diversidad cultural. Se abre con el prólogo Earth, compuesto por Darwish; sigue el movimiento Peace, obra de Shire; continúa con Love, de Debney; y termina con el impactante Tolerance, de Darwish.

Todos los nombres de solistas, cantantes y agrupaciones aparecen sobreimpresionados en la grabación.

Poneos los cascos, olvidad por un momento los petrodólares, la parafernalia estética sensiblera, un punto kitsch, y dejaos llevar por la música. Que los buenos deseos se hagan realidad seguramente no está al alcance de nuestras posibilidades, aunque algo podamos colaborar, pero sí la intención y el disfrute de la música.

***


sábado, 18 de febrero de 2023

PASEO POR ONDÁRROA

Para Maite e Irene.


 Llegando a Ondárroa desde Motrico, es decir, desde el este, prácticamente lo primero que nos recibe es la gran mole gótica de Santa María. Mole no por ella misma, sino por la base rocosa sobre la que se asienta, revestida de arcadas, lo que da al edificio religioso un aspecto imponente.

La obra es magnífica y enseguida nos sentimos atraídos por los ventanales góticos, las gárgolas, los rosetones y la cenefa que adornan los muros. Sin embargo, para un entusiasta de historias y leyendas como yo, nada hay comparable a las figuras que vigilan desde lo alto de los pináculos o desde la fachada principal. 

Kortxeleku mamuak desde Txori-Erreka, al otro lado del Artibai.

Kortxeleku mamuak desde Kanttoipe.
 
Tal vez los más importantes sean esta docena de esculturas, los Kortxeleku mamuak, El cortejo, que representan a los estamentos sociales y oficios de la época en que fueron realizados —de izquierda a derecha: un
rey, un flautista, un músico con rabel, un peregrino, una peregrina, un hachero, un ballestero, una nodriza, una reina, un monje, un doncel y un caballero— y que están ahí para proteger a la población. Tal vez su sola presencia sea suficiente para ahuyentar a quienes traigan malas intenciones. 

Y está también la otra leyenda, la de que si das tres vueltas a la iglesia por el corredor que la rodea durante la medianoche, te convertirás en otra más de las figuras que coronan los pináculos, en fantasma de piedra, como le ocurrió a Leokadi, la que hoy es el personaje principal de las fiestas de esta hermosa población marinera. Por cierto, lo de las tres vueltas y sus efectos está muy extendido. Cuando yo estaba en el parvulario —hoy preescolar— en Bilbao, nos decían que si lográbamos dar corriendo tres vueltas al edificio en el que se encontraba inserto el centro escolar, no nos moriríamos nunca. Nunca las di. No soy inmortal.

Leyendas infantiles aparte, aquí tenéis un breve y vistoso documental sobre la iglesia:

Pero en Ondárroa hay muchos más atractivos que los que tienen que ver con su parroquia. Descubrirlos es cosa vuestra.

Torre Likona

Puente viejo

Maskulo etxea (Casa de los caracoles)

Las rederas, Lian.
(3ª obra mural más bonita del mundo 2022)

Puente de Itsas Aurre, Calatrava.


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viernes, 17 de febrero de 2023

UN TEJO

 

Tejo situado a la entrada de la Delegación de Salud  del Gobierno Vasco.

Pocas cosas habrá más extrañas y alejadas de la naturaleza que una ciudad. 

Llevamos ya miles de años viviendo dentro de ellas y nos hemos acostumbrado a todo tipo de circunstancias y de situaciones. A cambio de la protección, la seguridad y los servicios hemos vendido el alma al cemento, al ladrillo y al asfalto. Nos hemos acostumbrado a vivir almacenadamente ordenados unos encima de otros. Hemos construido espacios para vivir que, paradójicamente, aplastan la vida. 

Y en medio de toda esa enorme masa de materia inerte, resistiendo a la lógica urbana, se alza un pequeño tejo, ese símbolo de la perdurabilidad al que nuestra civilización ha relegado a unos pocos lugares difícilmente accesibles, donde resiste agrupado en pequeños bosquetes, atemorizado ante la expansión sin límites de la especie humana.

Quisiera creer que este ejemplar, producto de la jardinería urbana, alojado en un minúsculo macetero entre la fachada de un edificio y la acera, va a poder vivir más que el propio edificio junto al que habita —un tejo puede vivir varios miles de años—. Me gustaría pensar, aunque solo fuera por el lugar al que la diosa fortuna irónicamente lo ha enviado, que Osakidetza va a encargarse de su salud. 

Desearía, en cualquier caso, que este pequeño tejo urbano se convirtiera en emblema y recuerdo de la urgente necesidad que tenemos de cuidar la naturaleza, porque cuidar de ella es cuidar de nosotros mismos.

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jueves, 16 de febrero de 2023

UN MICROCUENTO PARA LIDIA CAO Y SU ERREKA MARI

Erreka Mari y el peine de oro, Lidia Cao. Se encuentra aquí.

No se debe creer que existen; no se debe decir que existen.
  𝔇icen que en otro tiempo, y acaso en otro espacio, vivían en lugares próximos al agua unos seres extraordinarios muy parecidos a las mujeres. Hay quien afirma que sí eran mujeres, pero que eran muy tímidas y que no querían que nadie las viera. Otros, en cambio, dicen que no, que no tenían piernas, sino patas similares a las de las ocas o a las de las gallinas. Se dice, incluso, que, escondidas en la espesura del bosque, hubo personas que llegaron a ver estos seres y que pudieron intuir que, mujeres o no, siempre tenían apariencia joven y una larguísima cabellera que peinaban con peines dorados —de oro, posiblemente—.

Dicen, pero nadie ha podido asegurarlo, que tenían muchas e importantes ocupaciones, que eran grandes constructoras y que ayudaban en otras muchas tareas. Sin embargo, hay quien afirma que lo mismo que podían ayudar a los seres humanos, también podían castigarlos y hasta secuestrarlos y matarlos. Así, unos dicen que eran amigables; otros, en cambio, que eran temibles. 

También son muchas y variadas las formas de referirse a estos númenes: lami, lamin, lamiña, lamiñaku, amilamia, lamia y otros que seguramente no han llegado hasta nosotros. Los seres humanos hemos dado muchos nombres a nuestros sueños y a nuestros miedos. Desde que nos esparcimos y comenzamos a considerar nuestro todo cuanto estaba sobre la superficie de la tierra y bajo ella, todo cuanto se encontraba en las aguas y en el aire que nos envuelve; desde entonces, cuanto tenía vida propia lo hemos ido reduciendo a imagen y metáfora. Tal vez por miedo a la muerte o, acaso, por deseo de poder.

Dicen, pero nadie lo sabe a ciencia cierta, que algún día las palabras que de verdad nombran saldrán de todas las bocas, de todos los libros, de muros y pantallas, de cuadernos y anaqueles, y, entonces, cuantos seres permanecen retenidos cobrarán vida y volverán a poblar valles, ríos, lagos, mares y montañas.

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miércoles, 15 de febrero de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (Luis Felipe Comendador)

Libros publicados por L.F.Comendador

#unlibrounpoema


PALABRAS PARA CINTIA III


Hoy, Cintia, veo el río
del tiempo que se arruga
en meandros deformes
queriendo como huirse
del final predecible
que le espera mañana.

Yo, mi musa,
nunca pude quejarme
de la vida regalada que llevo.
No me han faltado amigos
ni mujeres dispuestas
a dejarse morir
porque yo las mirase,
incluso algún efebo
me ha tirado los tejos
—y aunque a mí no me van
las caricias de Adonis,
he de reconocer
que me sentí halagado—.
Tuve, Cintia, bebida
—la que hubiera deseado
el Baco más floral—
y el tabaco más caro
que expenden los estancos,
y aún tengo las dos cosas
—de inestimable ayuda
para escribirte versos—.
gocé conversaciones
en noches como parcas
con poetas excelsos
—y con otros menores—,
cerré miles de veces
los peores garitos,
hice el amor pagando
—y sin pagar—
con putas de la corte
y con otras baratas,
negocié con tahúres
partidas imposibles
de mus y de julepe;
tuve chancros y fiebres,
dolores e infecciones
de la más rara casta
que me curó con pócimas
un viejos hijo de Hipócrates.
tuve trabajos fáciles
con sueldos elevados
y troqué en funcionario
—nunca vida mejor
pudiera imaginarse—
del Cuerpo de justicia,
y Cintia, bella Cintia,
te escribo entre legajos
que, finiseculares
—pues no se saldarán
con pena en los noventa—,
acompañan mi viaje
al Leteo final.

Hoy le ofrezco a Afrodita
mirto, amapolas, rosas
—y manzanas chilenas—
con la fe más intensa
pidiendo me procure
lo que queda a este cuerpo
—gastado por los años—
por hacer en el mundo:
un viaje a Tailandia
y un masaje completo
al estilo oriental…

…y luego, Cintia mía,
encontrar ese lecho
de mármol de Carrara
donde posar mi cuerpo
bajo un arco que diga:
“Aquí aguarda Felipe
el paso de las horas,
y lo hace como siempre:
inmarcesible
e inmortal”.


(Luis Felipe Comendador. De Banda sonora, 1997).

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martes, 14 de febrero de 2023

LA FÍSICA DEL FUTURO, MICHIO KAKU

Editorial
Estoy seguro de que si Michio Kaku escribiera ahora La física del futuro cambiaría algunas cosas. Una docena de años dan para mucho en investigación científica, aunque la mayoría de las proyecciones puedan mantenerse. Estoy igualmente convencido, en cambio, de que no quitaría las palabras de Gandhi con que cierra el libro: 

Las raíces de la violencia:
la riqueza sin trabajar,
el placer sin conciencia,
el conocimiento sin carácter,
el comercio sin moralidad,
la ciencia sin humanidad,
el culto sin sacrificio,
la política sin principios.

Convicciones mías a un lado, este hermoso libro sobre lo que podemos esperar en un futuro próximo (el horizonte es el año 2100) se ocupa de los siguientes temas: 

  • Ordenadores.
  • Inteligencia artificial. Los robots.
  • Medicina.
  • Nanotecnología.
  • Energía.
  • Viajes espaciales.
  • Riqueza. Ganadores y Perdedores.
  • El futuro de la Humanidad. Una civilización Planetaria.
  • Un día cualquiera del 2100.

No voy a comentar cuáles son sus previsiones porque el texto, siendo como es un libro de divulgación científica, tiene el poder sugestivo de una novela, lo que hace su lectura asequible a cualquier persona sin ningún conocimiento científico y, especialmente, muy entretenida. 

Todos los capítulos están organizados en torno a tres períodos: el futuro inmediato (hasta el 2030), el futuro medio (de 2030 a 2070) y el futuro lejano (de 2070 a 2100). Para quien conozca su anterior Física de lo imposible tal vez este le parezca poco atrevido, pues en aquel jugaba con la idea de físicas imposibles y podía proyectar poderosas soluciones tecnológicas profundamente imaginativas.

A mí, de este me atraen más todas esas reflexiones en las que a manera de llamada de atención nos va recordando que, independientemente de la tecnología y de los conocimientos científicos que acumulemos, lo importante, lo verdaderamente importante es qué podamos llegar a realizar y cómo lo hagamos. De ahí las citas de Gandhi, Kant —La ciencia es conocimiento organizado. La sabiduría es la vida organizada— o Asimov —El aspecto más triste de la sociedad actual es que la ciencia es más rápida adquiriendo conocimientos que la sociedad adquiriendo sabiduría—. 

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lunes, 13 de febrero de 2023

POETIKA 2023, Juan Luis Zabala

GARENA


Eta gu: zer gara gu?
Inoiz gu izaten ez garenok?
Gurik osatu gabe, gu.

Miopiatik zehar begiratzen diogu munduari,
ertz txikietan bilatzen bermea, kolpea ere izan ohi dena.
Dantza garaikidearen eta herren trauskilaren artekoak dira gure pausoak.

Ezintasunaren amildegitik jalgitzen zaigu hitza,
huts bihurtzen ahoan, geure kontrako.
Kantu minimalaren eta marru zakarraren artekoak dira gure esanak.

Ez dakigu besterik, ez dakigu bestela.
Inor ezin izan da ez dena.

Ez gu behintzat, gurik osatu gabe, gu.

Zer gara gu?

(Hautsia natza, 2000).




BESTE ZER ESANIK EZ


Feministek diote
—egoki eta zorrotz—
ez dela zuzena eta bidezkoa
Uztapidek behiala
—egoki eta zorrotz hark ere—
bertsotan adierazia:
beste zer esanik ez dela
esatean ama.

Ezin etsi nik, ordea,
beste zer esanik gabeko
hitzik edo, gutxienez, esaldirik gabe,
eta horregatik aldarrikatzen dut
—hemen, orain eta niretzat,
eta beste ismoren batek
ukatzen ez didan artean behintzat—
ez dagoela beste zer esanik
esatean etxe atarian aulkia.



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domingo, 12 de febrero de 2023

CONSOLACIÓN Nº 3, FRANZ LISZT


Las seis Consolaciones de Franz Liszt (1811-1886) son composiciones a la manera de los Nocturnos, cada una de las cuales tiene su propio estilo. Hay quien dice que la fuente de inspiración fue el poema de Lamartine (1790-1869) "Une larme ou consolation". Otros, en cambio, sitúan su origen en el libro de poemas Las consolaciones de Saint-Beuve (1804-1869). Sea como sea, estas Consolaciones del músico húngaro han superado con creces las obras literarias en las que se pudieron haber apoyado.

Esta tercera es la que más se aproxima a los Nocturnos de Chopin (1810-1849). De hecho, se suele comentar que es un homenaje al gran músico polaco, muerto un año antes de la publicación de esta obra de Liszt. 

Interpreta el gran pianista ya desaparecido Horowitz.

Que os consoléis de cualquier mal que os afecte, aunque espero que no tengáis ninguno del que necesitéis hacerlo y podáis disfrutar de esta delicia solamente por el placer que nos ofrece.

***


sábado, 11 de febrero de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (Eugenio Montale)

Librerías con ejemplares
#unlibrounpoema


SESTEAR, pasmado, absorto,

junto a la ardiente tapia de la huerta,

escuchar entre zarzas y arbustos

chasquidos de mirlos, serpear de culebras.


En las grietas del suelo o en la arveja

espiar las filas de rojas hormigas

que ora se rompen y ora se trenzan

encima de minúsculas parvas.


Entre frondas mirar el lejano

palpitar de escamas de mar,

mientras se eleva de picudas rocas

un trémulo chirrido de cigarras.


Y yendo bajo el sol que nos deslumbra

sentir con triste maravilla

cómo es toda la vida y sus penurias

en este andar bordeando una muralla

que luce agudos trozos de botella.


(Eugenio Montale. Huesos de sepia. Traducción: Fabio Morábito).

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viernes, 10 de febrero de 2023

WILLIAM WODSWORTH (última entrega)

Editorial

Esta es la antología más completa y reciente (2021) que se puede encontrar en castellano. Como es habitual en la editorial, estamos ante una edición bilingüe, con amplio estudio introductorio, bibliografía exhaustiva y abundantes notas. La edición corrió a cargo de Antonio Ballesteros González. Excelente.

Editorial

Eduardo Sánchez Fernández se encargó de la edición para Linteo (2018). Es también bilingüe, tiene estudio introductorio y notas. No es tan amplia como la de Cátedra, pero como objeto es de mayor calidad: mayor tamaño de letra, papel ahuesado, cubiertas con solapas...

Editorial
Esta edición (1990) de las Baladas líricas no debería faltar en la biblioteca de nadie que desee introducirse en el conocimiento del romanticismo inglés. La publicación en 1798 de las Lyrical Ballads por Wodsworth y Coleridge fue el acto fundacional del movimiento. Hay más ediciones, pero, en mi opinión, esta es la mejor. Corrió a cargo de Santiago Corugedo y José Luis Chamosa.

Editorial

Quien no desee adentrarse específicamente en la obra de ninguno de los poetas que configuraron el romanticismo inglés, pero quiera disponer de algunos de los mejores poemas que escribieron, esta antología (ahora en Austral) cumple muy bien el objetivo. José María Valverde se encargó de la introducción, la cronología y la bibliografía; de la traducción, él mismo y Leopoldo Panero (1989).

Recordar la magnífica escena de Natalie Wood leyendo un par de versos en la película de Kazan no le va a hacer ningún mal al poeta de los lagos: 


Y un programa musical que lleva por título Esplendor en la hierba, ese feliz sintagma de la célebre oda de Wodsworth, en el que todo gira sobre la memoria y la nostalgia (del griego νόστος [nóstos], «regreso», y ἄλγος [álgos], «dolor»). 

Pero ¿es realmente una oda a la nostalgia?


INSINUACIONES DE INMORTALIDAD POR RECUERDOS DE LA TEMPRANA NIÑEZ

                        I
Hubo un tiempo en que prados, bosquecillos, arroyos,
la tierra, y toda vista acostumbrada,
me parecían ser, en luz celeste
adornados, la gloria, la frescura de un sueño.
Hoy ya no es como fue,
me vuelva a donde quiera,
de día o por la noche:
las cosas que veía no puedo verlas ya.


                        II
El Arco Iris sale y se retira,
deliciosa es la Rosa,
la Luna, con deleite,
mira en torno si el cielo está sin nubes;
en la noche estrellada, el agua corre
hermosa y deliciosa;
el Sol brilla en glorioso nacimiento,
pero, por donde vaya,
sé que se fue una gloria de la Tierra.


                        III
Hoy que las aves cantan un canto alegre, así,
y brincan los borregos como al son del tambor,
me vino, en soledad, una doliente idea:
y oportunas palabras aliviaron mi mente
y otra vez tengo fuerzas: desde el borde
del precipicio suenan trompetas de cascadas;
no ofenderá otro agravio mío a la primavera:
oigo por las montañas los ecos en tropel,
llegan a mí los vientos de los campos del sueño,
la Tierra está gozosa:
mar y tierra se entregan
al regocijo: todo
animal, con el ánimo de mayo,
hace su vacación:
¡hijo de la Alegría,
grita en torno de mí, déjame oír tus gritos,
tú, feliz pastorcillo!


                        IV
Criaturas benditas, escuché la llamada
que os hacéis unas a otras; y veo con vosotras
a los cielos reír en vuestro jubileo:
en vuestro festival entra mi corazón,
mi cabeza se ciñe de guirnalda,
la plenitud de vuestra dicha siento: lo siento todo.
Oh mal día, si estuviera ceñudo
mientras la misma tierra se ha adornado
esta dulce mañana de mayo, cuando están
los Niños recogiendo,
por todas partes, frescas
flores, en tantos valles a lo lejos,
mientras brilla el sol tibio,
y el Niñito pequeño salta en brazos
de la Madre: yo escucho, ¡con alegría escucho!
Pero hay un Árbol, entre muchos, uno,
un cierto Campo que he mirado tanto,
y ambos me dicen de algo que se fue:
ante mis pies, la flor del pensamiento
repite un cuento siempre:
¿a dónde huyó aquel brillo visionario?
¿dónde están hoy las glorias y los sueños?


                        V
Nuestro nacer es sólo un dormir y olvidar:
el Alma que se eleva con nosotros, la Estrella
de nuestra vida, tuvo su ocaso en otro sitio,
y llega de muy lejos:
no en un entero olvido,
no del todo desnudos,
sino arrastrando nubes de gloria hemos llegado
de Dios, que es nuestro hogar;
¡en torno nuestro hay Cielo en nuestra infancia!
Sombras de la prisión se empiezan a cerrar
sobre el Niño que crece,
pero él mira la luz y de dónde le afluye,
en su gozo lo ve;
el Joven, aunque a diario debe andar alejándose
del Este, es sacerdote de la Naturaleza
todavía, y su espléndida visión
le sigue, acompañando su camino;
al fin el Hombre nota cómo muere
y se extingue en la luz del común día.


                        VI
La Tierra, de placeres suyos llena el regazo,
siente afán de su propia especie natural,
y aun con algo del ánimo
de una Madre, con digna pretensión, familiar
Ama, hace cuanto puede para lograr que a su Hijo
Adoptivo, el Hombre, se le olviden
las glorias que ya había conocido,
y el palacio imperial de donde vino.


                        VII
En su dicha recién nacida, ved al Niño,
¡el querido pigmeo de seis años!
Vedle tendido en medio de lo que hacen sus manos,
mientras le asaltan ráfagas de besos de su madre,
con la luz de los ojos de su padre sobre él.
Ved, a sus pies, algún pequeño plano o mapa,
un trozo de su sueño de vida humana, que él
por sí mismo formó con recién aprendido
arte; quizá una boda, un festival,
un funeral, un luto; y eso ahora
tiene su corazón
y a ello ajusta su canto;
luego acomodará su lengua o diálogos
de negocios, de amor o de disputa;
pero no tardará
eso en quedar a un lado,
y con nueva alegría y nuevo orgullo
ese pequeño Actor formará un papel nuevo:
y ocupará su "escena de humores", alternando
todos los personajes, hasta la paralítica
Vejez, que trae la vida consigo en su reserva:
como si su completa vocación
fuera la imitación interminable.


                        VIII
Tú, que desmientes en tu aspecto externo
la inmensidad de tu alma,
filósofo mejor, que aún conservas
tu herencia, y eres ojo entre los ciegos;
que, sordo y silencioso, lees la eterna hondura
siempre acosado por la mente eterna,
¡poderoso Profeta! ¡venturoso Vidente!;
en quien descansan todas las verdades
que pasamos la vida buscando con fatiga,
perdidos en lo oscuro, lo oscuro de la tumba;
con tu Inmortalidad, como el Día, cerniéndote
sobre ti, como un Amo sobre un Siervo,
una Presencia que no es posible eludir;
para quien es la tumba un lecho solitario
sin sensación ni imagen del día o la luz cálida,
lugar de pensamiento donde esperar yaciendo;
tú, Niño, todavía glorioso en el poder
de libertad celeste en lo alto de tu cima,
¿por qué con tal empeño fatigoso provocas
los años a traer el yugo inevitable,
luchando ciegamente así contra tu dicha?
Pronto tu ala tendrá su carga terrenal
y pondrá la costumbre un peso sobre ti,
pesado como el hielo, hondo como la vida.


                        IX
¡Oh gozo! en nuestras ascuas
hay algo que está vivo,
que la naturaleza recuerda todavía
cómo fue tan fugaz.
Pensar en nuestros años pasados en mí engendra
perpetua bendición: no ciertamente
por lo más digno de ser bendecido;
deleite y libertad, el simple credo
de la Infancia, en reposo o atareada,
con esperanza nueva aleteando en el pecho;
no por ello levanto
el canto de alabanza agradecida;
sino por las preguntas obstinadas
del sentido y las cosas exteriores;
algo que de nosotros cae y se desvanece,
sospechas sin perfil de una Criatura
que se mueve por mundos sin realizar, instintos
altos, ante los cuales nuestra naturaleza
mortal tembló, así un Ser culpable sorprendido;
sino por las primeras afecciones,
esos vagos recuerdos,
que, sean lo que sean,
son la fuente de luz de todo nuestro día,
son la luz dominante en todo nuestro ver;
nos sostienen y abrigan, con poder para hacer
que estos años ruidosos parezcan sólo instantes
en el ser del eterno Silencio: las verdades
que despiertan a nunca perecer:
que ni desatención, ni esfuerzo loco,
ni el Hombre, ni el Muchacho,
ni todo lo enemigo de la dicha
pueden borrar del todo o destruir.
Por eso, en estación de tiempo claro,
aunque estemos muy tierra adentro, nuestras
Almas tienen visiones de ese mar inmortal
que nos trajo hasta aquí;
y hasta allí pueden ir en un momento
para ver a los Niños que juegan en la orilla
y oír las poderosas aguas siempre dar vueltas.


                        X
Así pues, cantad, Pájaros, ¡cantad un canto alegre!
¡Y salten los borregos
como al son del tambor!
En nuestros pensamientos iremos agolpados
con vosotros, flautistas, vosotros que jugáis,
los que sentís en vuestro corazón
la alegría de mayo.
Aunque el fulgor que fue tan claro en otro tiempo
se quite para siempre de mi vista,
aunque nada me pueda devolver esas horas
de esplendor en la hierba, de gloria entre las flores,
no me voy a afligir, sino más bien a hallar
fuerza en lo que atrás queda:
en esa simpatía primigenia
que, habiendo sido, debe siempre ser;
en los suavizadores pensamientos que brotan
del sufrimiento humano;
en la fe que contempla a través de la muerte,
en los años que traen la mente filosófica
.


                        XI
¡Vosotros, Fuentes, Prados, Colinas, Bosquecillos,
no presagiéis que se separen nunca
nuestros amores! Siento en el corazón, hondo
vuestro poder: tan sólo he perdido un deleite,
el vivir bajo vuestro más habitual dominio.
Al arroyo que baja, ruidoso, lo amo ahora
más que cuando, ligero como él, me tropezaba;
el fulgor inocente de otro día que nace
me sigue siendo amable;
las nubes que se juntan en torno al sol poniente,
toman su colorido sobrio una mirada
que ha velado la humana mortalidad: ha habido
otra carrera, y otras palmas se han conquistado.
Gracias al corazón que nos hace vivir,
gracias a su ternura, sus gozos, sus temores,
la menor flor me puede ofrecer pensamientos
a veces demasiado hondos para las lágrimas
.

(Traducción: José María Valverde. Las negritas son mías).

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jueves, 9 de febrero de 2023

EL MUNDO COMO OBRA DE ARTE, Frank Wilczek

Ejemplar del KM
Un Keats y un Newton que se escucharan mutuamente podrían oír cantar las galaxias.
                                                      R. DAWKINS

He aquí un libro indispensable para quien guste de la divulgación científica bien hecha, esté convencido o a medio convencer de que la belleza existe y de que una explicación, sea cual sea, gana en belleza y profundidad cuanto mejor combine los conocimientos procedentes de la ciencia, del arte y de la filosofía. 

El mundo como obra de arte es un fascinante viaje por los hallazgos más destacados que el conocimiento humano ha realizado hasta la fecha desde la aparición de la ciencia contemporánea, esto es, la que corresponde a los siglos XX y XXI. Eso incluye incluye lo más extraordinariamente ínfimo —partículas— y lo más grande que podamos pensar. Y todo eso para intentar contestar la pregunta inicial que se formula Wilczek, Nobel en 2004: ¿Encarna el mundo ideas bellas?, ¿Es el mundo una obra de arte?

En cualquier caso, no es Wilczek el primero en acudir a la idea de belleza para explicar el mundo. Einstein o Dirac ya se sumergieron en ella, seguramente porque crearon teorías y fórmulas que toda la comunidad ha descrito posteriormente como extraordinariamente bellas. De hecho, Dirac decía aquello de que la belleza matemática era casi una religión.

Y para responder con solvencia y elegancia a la cuestión de la belleza el autor no tiene ninguna dificultad ni reparo en acudir, por ejemplo, a Platón, Aristóteles, Descartes, Russell, Whitehead, Brunelleschi, da Vinci, Blake, Keats, Galileo, Newton, Maxwell, Faraday, Einstein, Noether o Dirac. Leer textos con semejante capacidad de fusión y síntesis es uno de los placeres más grandes que nos puede dar la divulgación, equiparable al del texto creativo.

Seguramente Picasso no estaría de acuerdo con Wilczek, pues afirmaba que no existía la belleza y odiaba el juego estético entre ojo y mente al que decía que jugaban los mandarines que la apreciaban. Él solo amaba u odiaba algo —¿Amaba el Partenón, pero era incapaz de apreciar su belleza?—. Es lo que tienen las afirmaciones pasionales del arte. Solo admiten la adhesión incondicional o el rechazo absoluto. Excluyen toda racionalidad. Tanta pasión puede matar la belleza... y la verdad. Prefiero a Wilczek, que además de apreciar la belleza enseña a reconecerla en multitud de objetos, espacios, acciones y pensamientos.

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