La gente que me conoce sabe que no hay regalo que más aprecie que un libro, aunque los libros se hayan convertido ya en un problema espacio-temporal porque, además de trabajar, vivo en un habitáculo pequeño.
Quejas aparte, el viernes, en la última tertulia del año, mis queridos compañeros de mesa y de palabra se presentaron con un par de libros bajo el brazo. Uno de ellos, Vida callada, es una recopilación de poemas sobre el silencio.
Me encantan estas paradójicas curiosidades, porque si algo saben sobre mis gustos es que la poesía que más aprecio es la poesía directa y la que se reconoce en el hermoso ruido del enunciar significados. ¿O será una indirecta para que hable menos? ¿O un intento de reeducación?
Vida callada es un hermoso libro que recoge 50 poemas de autores contemporáneos y diversos. De estilos muy diferentes, lo mismo que las poéticas. Todos ellos tienen el silencio como motivo central. Todos ellos seleccionados con gusto exquisito por Antonio Moreno y Josep María Asencio.
De entre todos ellos destaco estos dos:
Dicen las piedras:
aprende a ser feliz,
pero en silencio.
Susana Benet. Huellas de escarabajo, 2011
EL PARAÍSO LITERAL
Brilla sin anunciarse.
Apenas hace falta alzar la vista.
Es un ofrecimiento
que la vida nos hace silenciosa
esperando que sean dignos ojos
y digna su alegría.
Sencillamente azul dentro del pecho:
qué dicha haber llegado
al lugar donde estaba.
Hoy quisiera
no añadir una coma
al cielo literal de cada día.
Andrés Neuman. Mística abajo, 2008
Hermoso libro en el que las palabras rompen el silencio y nos comunican suavemente su belleza.
Gracias.