PERSEO
Perezoso eres en mostrarte,
mas cuando en agosto te adelantas,
nos ofreces
la mejor colección de fuegos artificiales del momento.
No es fácil tu presencia. Repasemos:
San Jorge te robó el icono
—dragón y doncella al mismo tiempo—;
Fineo intentó usurparte
la novia y la cartera,
pero tú no consentiste,
y de él hiciste piedra en el salón,
ornato y memoria de su cobardía;
David, por último, te robó la pose,
aunque Cellini, maestro de la forma,
obró el milagro de la imagen cien años antes
y, gracias a él, hoy ya no dudamos
si es de Goliat la cabeza,
o tuya la mano que levantas.
No es fácil, no, tu presencia,
menos aún ahora,
cuando los héroes son víctimas de la moda.
Este poema está tomado del libro Invitación a la noche.
En algunas ocasiones un texto puede hacer alusión a otros textos. Cuando ocurre así, solemos hablar de intertextualidad. No es este el caso propiamente, porque no hace referencia a otros textos, sino a pinturas, o a la imagen que de ellas nos ha quedado en eso que llamamos el imaginario colectivo. Para que las referencias queden claras, y el poema totalmente abierto a la inteligibilidad, he aquí las obras que corresponden a lo que los versos aluden:
1. San Jorge y el dragón. Paolo Uccelo. "San Jorge te robó el icono —dragón y doncella al mismo tiempo—"
2. Perseo contra Fineo. Luca Giordano. "Fineo intentó usurparte la novia y la cartera, pero tú..." (Véase la Metamorfosis de Ovidio)
3. David con la cabeza de Goliat. Caravaggio. "David, por último, te robó la pose"
4. Perseo (con la cabeza de Medusa). Cellini. "aunque Cellini, maestro de la forma, ..."
La primera alusión, la que hace referencia a los fuegos artificiales, no necesita explicación, pero, por si acaso algún despistado no ha oído hablar de la lluvia de estrellas fugaces de agosto -Lágrimas de San Lorenzo-, recordaré aquí que ese fenómeno maravilloso es el de las perséidas, porque el cuadrante del cielo donde en apariencia se origina es la constelación de Perseo.
¿Está más claro ahora el poema?
Esa es, claro, la envoltura del poema. El "tema" no aparece propiamente hasta la estrofa final, donde se plantea de forma indirecta la duda acerca de lo que pueda ser o no ser un héroe.
"El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la aventura del aprendizaje es interminable". Timothy Ferris. La aventura del Universo.
viernes, 14 de noviembre de 2008
jueves, 13 de noviembre de 2008
INDEFINICIÓN DE LA POESÍA
Luis Berrizbeitia nos ha dejado, entre otros muchos, un hermoso poema sobre la verdad. Los tres primeros versos son estos:
Egia non dagoen ez dakit
baina ba dakit hurbilago duela
bila dabilkionak.
Es decir: No sé dónde está la verdad/ pero sí sé que la tienen más cerca/ los que andan en su busca. Y así es también para la poesía. No sabemos qué es o dónde está, pero sabemos distinguirla, la notamos. Todos somos capaces de decir si eso que tenemos ante nosotros es un poema, un cuento, una novela o unos apuntes sin sentido... aunque haya muchos poemas incomprensibles, tanto o más que esos apuntes anotados deprisa y corriendo.
A lo largo de la historia los profesionales de estas cosas han escrito cientos de definiciones, desde Aristóteles hasta la actualidad, pero la poesía parece que huye de todas las definiciones. Ella es bastante huidiza. Posiblemente por este carácter suyo, los críticos de hoy no se atreven a definirla y dan rodeos o, simplemente, enuncian sus características: la utilización de la metáfora, la presencia del ritmo y de la armonía, el carácter polisémico, la implicación de los estados afectivos, el modo indirecto de nombrar, el sentido artístico, la intención creativa, la forma especial de presentación... y, por supuesto, sobre todo entre los trabajos clásicos, el ritmo y la medida.
Es cierto que un poema puede tener alguna de estas características, o muchas de ellas. Sin embargo, la poesía es cambiante, y resulta muy difícil decir cuál o cuáles de las características mencionadas cumple un poema actual cogido al azar. En más de una ocasión, podemos quedarnos perplejos, sin saber a ciencia cierta qué decir sobre el texto que tenemos delante, y, a pesar de todo, somos conscientes de que eso es poesía. Qué decir, si no, de algunos de los textos más hermosos de Artze, Del Altazor de Huidobro (el canto VII, especialmente), de la poesía visual, o de los poemas de Bukowski, por citar algunos ejemplos.
Pero este camino es demasiado oscuro y enrevesado, además de ser un tanto discutible. Es probable que a la poesía le ocurra lo que le ocurre a la Matemática. Ya sabemos, gracias a Gödel, que un sistema no puede demostrar su propia consistencia, que no puede autojustificarse, por lo que está obligado a buscar fuera de sí la propia justificación. Es posible, pues, que la poesía tenga que encontrar su sentido fuera de la poesía, esto es, en los lectores. Y, tal y como dice Berrizbeitia, para disfrutarla —quién sabe si entenderla— hay que aproximarse poco a poco. El camino, de hecho, se hace andando.
Así, pues, no me voy a poner pesado, ni voy a intentar definir qué es esto de la poesía, pero sí voy a terminar con un pequeño poema, en este caso, de Pako Aristi: Slogana (eslogan). Por cierto, ¿es poesía un eslogan?
Maiteminduta bazaude,
poesia irakurtzea da
zoriontsu izateko modu bakarra.
Eta maiteminduta ez bazaude,
zoriontsu izateko modu bakarra
maitemintzea da.
(Si estás enamorado,/ leer poesía/ es el único modo de ser feliz./ Y si no lo estás,/la única forma posible de ser feliz/ es enamorarse.)
Conclusión: la vida es muchísimo más importante que la poesía, y para ser feliz no es en absoluto necesario saber qué cosa sea la poesía; a pesar de todo, la poesía puede sernos de gran ayuda para suavizar los males de amores, la nostalgia, la añoranza de los amigos o cualquier otro mal..., porque somos humanos y hemos inventado la poesía, entre otras cosa, para eso. Yo, mientras tanto, sigo leyendo poesía.
Egia non dagoen ez dakit
baina ba dakit hurbilago duela
bila dabilkionak.
Es decir: No sé dónde está la verdad/ pero sí sé que la tienen más cerca/ los que andan en su busca. Y así es también para la poesía. No sabemos qué es o dónde está, pero sabemos distinguirla, la notamos. Todos somos capaces de decir si eso que tenemos ante nosotros es un poema, un cuento, una novela o unos apuntes sin sentido... aunque haya muchos poemas incomprensibles, tanto o más que esos apuntes anotados deprisa y corriendo.
A lo largo de la historia los profesionales de estas cosas han escrito cientos de definiciones, desde Aristóteles hasta la actualidad, pero la poesía parece que huye de todas las definiciones. Ella es bastante huidiza. Posiblemente por este carácter suyo, los críticos de hoy no se atreven a definirla y dan rodeos o, simplemente, enuncian sus características: la utilización de la metáfora, la presencia del ritmo y de la armonía, el carácter polisémico, la implicación de los estados afectivos, el modo indirecto de nombrar, el sentido artístico, la intención creativa, la forma especial de presentación... y, por supuesto, sobre todo entre los trabajos clásicos, el ritmo y la medida.
Es cierto que un poema puede tener alguna de estas características, o muchas de ellas. Sin embargo, la poesía es cambiante, y resulta muy difícil decir cuál o cuáles de las características mencionadas cumple un poema actual cogido al azar. En más de una ocasión, podemos quedarnos perplejos, sin saber a ciencia cierta qué decir sobre el texto que tenemos delante, y, a pesar de todo, somos conscientes de que eso es poesía. Qué decir, si no, de algunos de los textos más hermosos de Artze, Del Altazor de Huidobro (el canto VII, especialmente), de la poesía visual, o de los poemas de Bukowski, por citar algunos ejemplos.
Pero este camino es demasiado oscuro y enrevesado, además de ser un tanto discutible. Es probable que a la poesía le ocurra lo que le ocurre a la Matemática. Ya sabemos, gracias a Gödel, que un sistema no puede demostrar su propia consistencia, que no puede autojustificarse, por lo que está obligado a buscar fuera de sí la propia justificación. Es posible, pues, que la poesía tenga que encontrar su sentido fuera de la poesía, esto es, en los lectores. Y, tal y como dice Berrizbeitia, para disfrutarla —quién sabe si entenderla— hay que aproximarse poco a poco. El camino, de hecho, se hace andando.
Así, pues, no me voy a poner pesado, ni voy a intentar definir qué es esto de la poesía, pero sí voy a terminar con un pequeño poema, en este caso, de Pako Aristi: Slogana (eslogan). Por cierto, ¿es poesía un eslogan?
Maiteminduta bazaude,
poesia irakurtzea da
zoriontsu izateko modu bakarra.
Eta maiteminduta ez bazaude,
zoriontsu izateko modu bakarra
maitemintzea da.
(Si estás enamorado,/ leer poesía/ es el único modo de ser feliz./ Y si no lo estás,/la única forma posible de ser feliz/ es enamorarse.)
Conclusión: la vida es muchísimo más importante que la poesía, y para ser feliz no es en absoluto necesario saber qué cosa sea la poesía; a pesar de todo, la poesía puede sernos de gran ayuda para suavizar los males de amores, la nostalgia, la añoranza de los amigos o cualquier otro mal..., porque somos humanos y hemos inventado la poesía, entre otras cosa, para eso. Yo, mientras tanto, sigo leyendo poesía.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
DEL VIVIR Y DEL MORIR (HANNAH JONES)
Camus comienza su ensayo El mito de Sísifo con estas palabras: No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio. Me voy a permitir la osadía de corregir al pensador y novelista francés cambiando el final de su frase. Yo diría que no hay más que un problema filosófico verdaderamente serio, la vida misma. La vida desde el principio hasta el fin, la vida en toda su plenitud, la vida conscientemente vivida. Esto implica también, claro está, el final de la misma. Y es en este punto, quizá el que menos debiera importar a entidades ajenas, puesto que no afecta a la organización social ni política, donde meten su mano a saco las religiones, los estados, las concepciones ético-filosóficas y, si nos descuidamos, todo el vecindario que nos rodea.
Veamos: si nuestra vida es nuestra, plenamente nuestra, ¿por qué se producen esos inacabables debates (escándalos, las más) cada vez que una persona, hastiada de vivir de una forma que no quiere y bajo una condiciones a todas luces inhumanas, toma la decisión sobre su propia vida de no seguir viviéndola? ¿A quién afecta esa decisión, si no es a ella misma y a las personas que ella quiere? ¿Teme, acaso, el Estado quedarse sin contribuyentes por un suicido masivo? ¿Cree la Iglesia Católica quedarse sin almas para poblar el cielo, ahora que no existe el infierno? ¿Qué concepción ética o religiosa podría ser tan cruel e inmoral como para hurgar en el dolor personal y disfrutar con él?
Pero no hablo del suicidio —que también—, hablo de la eutanasia. Es decir, hablo de la persona dueña y responsable de su vida. Hablo de la dignidad de ser persona durante todo el período que dure la vida. Hablo del sinsentido de vernos reducidos durante los últimos momentos de nuestra vida —pueden ser años— a la degradación y a la ignominia de que estos últimos momentos no sean nuestros porque alguien decide que seremos más nobles arrastrando el dolor por el dolor, la desesperanza por la desesperanza. ¿Es necesario recordar los largos años del drama que se vio obligado a vivir Ramón Sampedro?
Sin embargo, no es de la muerte de lo que quiero hablar, sino de la vida. De la vida sin tabúes y sin miedos, de la vida que hacemos nuestra sabiendo a dónde y cómo queremos llevarla. Hablo de todos y cada uno de los minutos que nos pertenecen desde que somos conscientes, y de administrarlos con la sana alegría de vivirlos hasta que llegue el instante de decir: Esto ha sido mi vida, estoy satisfecho con ella. He sido feliz, no empañéis vuestros ojos. Lo mismo que el autor decide cuál es la mejor frase para cerrar el libro, porque el libro le pertenece por entero, también con nuestra vida ocurre lo mismo: es nuestra hasta el final, y nosotros somos los guionistas de la historia y sus protagonistas.
Veamos: si nuestra vida es nuestra, plenamente nuestra, ¿por qué se producen esos inacabables debates (escándalos, las más) cada vez que una persona, hastiada de vivir de una forma que no quiere y bajo una condiciones a todas luces inhumanas, toma la decisión sobre su propia vida de no seguir viviéndola? ¿A quién afecta esa decisión, si no es a ella misma y a las personas que ella quiere? ¿Teme, acaso, el Estado quedarse sin contribuyentes por un suicido masivo? ¿Cree la Iglesia Católica quedarse sin almas para poblar el cielo, ahora que no existe el infierno? ¿Qué concepción ética o religiosa podría ser tan cruel e inmoral como para hurgar en el dolor personal y disfrutar con él?
Pero no hablo del suicidio —que también—, hablo de la eutanasia. Es decir, hablo de la persona dueña y responsable de su vida. Hablo de la dignidad de ser persona durante todo el período que dure la vida. Hablo del sinsentido de vernos reducidos durante los últimos momentos de nuestra vida —pueden ser años— a la degradación y a la ignominia de que estos últimos momentos no sean nuestros porque alguien decide que seremos más nobles arrastrando el dolor por el dolor, la desesperanza por la desesperanza. ¿Es necesario recordar los largos años del drama que se vio obligado a vivir Ramón Sampedro?
Sin embargo, no es de la muerte de lo que quiero hablar, sino de la vida. De la vida sin tabúes y sin miedos, de la vida que hacemos nuestra sabiendo a dónde y cómo queremos llevarla. Hablo de todos y cada uno de los minutos que nos pertenecen desde que somos conscientes, y de administrarlos con la sana alegría de vivirlos hasta que llegue el instante de decir: Esto ha sido mi vida, estoy satisfecho con ella. He sido feliz, no empañéis vuestros ojos. Lo mismo que el autor decide cuál es la mejor frase para cerrar el libro, porque el libro le pertenece por entero, también con nuestra vida ocurre lo mismo: es nuestra hasta el final, y nosotros somos los guionistas de la historia y sus protagonistas.
jueves, 6 de noviembre de 2008
ARTIKUTZA
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Bide batez, hona hemen udazkenari buruz Lizardik idatzi zuen poematxo hau:
Osto igar bat aizeak
biali dit leioraño...
Galena, ala, biziak
dakar giza biotzaganaño.
Iñara talde urdiña
erbesterutz baidiyoa...
Alatsu urre-amesak
lagatzen dute giza gogoa.
Ez bekit biotzean,
Yauna, osto oririk yausi!...
Ez, iñara taldeok,
otoi!, neri gogotik igesi...
Iraun, udaberria,
betiko nere gogoan,
Yauna ta aberriari
eskeintzeko loreak ditzadan!
Bide batez, hona hemen udazkenari buruz Lizardik idatzi zuen poematxo hau:
Osto igar bat aizeak
biali dit leioraño...
Galena, ala, biziak
dakar giza biotzaganaño.
Iñara talde urdiña
erbesterutz baidiyoa...
Alatsu urre-amesak
lagatzen dute giza gogoa.
Ez bekit biotzean,
Yauna, osto oririk yausi!...
Ez, iñara taldeok,
otoi!, neri gogotik igesi...
Iraun, udaberria,
betiko nere gogoan,
Yauna ta aberriari
eskeintzeko loreak ditzadan!
miércoles, 5 de noviembre de 2008
JUAN KRUZ IGERABIDE
La entrevista que aquí aparece se realizó por correo electrónico en el mes de octubre.
Juan Kruz Igerabide estuvo en todo momento amabilísimo e incluso aportó la fotografía que encabeza el texto. Espero que sus respuestas puedan aportar más luz sobre su obra.
He aquí las respuestas y las preguntas:
-Empecemos por el principio. ¿Cómo llegaste a la poesía?
Aterricé en ella de una manera bastante accidentada; fue una especie de aterrizaje forzoso. Mis primeros contactos con ella tuvieron lugar a través de intermediarios (el que más contribuyó fue la música, a lo largo de toda la etapa juvenil; seguía de cerca las creaciones de Ez dok Hamahiru, de Paco Ibañez, De Atahualpa Yupanqui...), pero no logramos constituir una pareja de hecho.
Tras la hecatombe ideológica que cierta gente sufrimos después de la muerte de Franco, sentí que me precipitaba en barrena. Y fue cuando apareció de nuevo ella, pura y deslumbrante incluso en el lodazal. Desde entonces, formamos pareja de lecho.
-Eres posiblemente el poeta vasco más importante en la poesía infantil y juvenil ¿Qué te impulsa a escribir poesía para estas edades?
Le doy poca importancia a la importancia. He visto tanta tontería en el ranking de poetas y escritores, que creo que es urgente desrankingizar (algo así como desratizar) la literatura.
Escribo poesía infantil y juvenil porque es lo mismo que escribir poesía para adultos, con pantalón corto y una piruleta en la boca quizás. Yo estoy haciendo lo mismo en todos los ámbitos: un complicado aforismo encuentra una respuesta en la respiración de un niño asmático que profiere un haiku a la lluvia.
Hoy mismo, un niño vecino que aún toma teta de su madre, repetía un poema "titia bete-bete" (teta llena llenita), y me ha dejado flipado.
Oteiza y los ojos de Asiertxo.
-Hay, si no me equivoco, una constante simbolista en tu obra que se va adelgazando a medida que pasa el tiempo para dejar paso a una mayor presencia de lo cotidiano. ¿Es esta una apreciación correcta? Y, si es así, ¿qué te lleva a dar mayor espacio a la cotidianeidad?
Partí de un concepto muy cerebral del símbolo, quizá excesivamente misterioso. Ahora concibo el símbolo como cada acto de vida convertido en anhelo de duración. Podemos montar andamiajes abstractos complicadísimos en nuestro afán de duración, pero la reverberación de una triste vocal proferida desde las entrañas rebota en los confines del universo y regresa convertida en un soplo de brisa de mar, en el balanceo de una hoja de roble, en la duda de una gota al desprenderse.
El simbolismo me sigue atrayendo (tanto en su vertiente antropológica y tradicional, como en su vertiente poética transgresora), pero lo quiero hecho carne y habitando entre nosotros.
-¿Consideras tu obra y tu estilo dentro de alguna corriente o generación poética?
Me gustaría tal vez, pero no puedo. Me sobrepasa. Tengo buenos amigos poetas, y otros que no quiero como amigos pero sí como poetas. Pero, de corrientes.. ríos de alcohol, a lo sumo. Y como soy abstemio...
Me hubiera gustado crear una corriente sáfico-horaciana con retoques de Catulo, efusiones románticas (Coleridge, Novalis, Hölderlin, y mucho Rilke), deprecaciones simbolistas (Baudelaire, Rimbaud), locuras surrealistas y ultraístas, y el ritmo fluvial y trigal de Mandelstam o Claudio Rodríguez. Pero no ha podido ser, aunque conozco a mucha gente que quiere lo mismo, pero en otro orden. En poesía, el orden de factores sí que altera el producto.
-En algunos poemas hay un diálogo con otros poetas -Lizardi, Aresti, Mirande...- ¿Cuáles son los autores que más te han influido o que más te han estimulado?
Con respecto a la literatura vasca, en mis comienzos tuve mucho contacto con Juan Mari Lekuona, un poeta de verso muy fino y preciso. A Aresti lo llevaba conmigo desde la época juvenil. Pero luego descubrí a otro Aresti, que hablaba desde Aresti, y no desde lo que mi ideología quería escuchar de Aresti. A Mirande lo conocí al mismo tiempo que a Rimbaud y a Baudelaire; no me impactó tanto desde su poética (llegó un poco tarde como poeta maldito), pero sí desde lo que suponía su peculiar "constructo" en el seno de la literatura vasca.
Lizardi ha estado siempre ahí. Había algo en él que no me convencía al principio, y tampoco me convence ahora. Pero su fuerza lírica sigue creciendo sin parar ante mí. Es curioso; en rigor, podría considerársele incluso un poeta torpe; cuando se le traduce, se le cae a uno de las manos. Y sin embargo, sigue aguantando, y algunos de sus versos en euskera quedan grabados hasta el tuétano. Tiene una fuerza lírica descomunal, chapuceada por una ideología castrante. Siempre irá conmigo, aunque a veces me dé calambre.
-Podemos apreciar una constante tanto en los poemas infantiles como en los textos para adultos: la búsqueda de la palabra precisa. ¿Es esta búsqueda la que te ha llevado al haiku y al aforismo?
Estoy más en el río de palabras que en la palabra misma. Busco la línea precisa que adelgace el sentimiento hasta hacerlo prácticamente transparente. Esa es la apuesta. El haiku es un buen género para dicha práctica; es como la pintura zen, pocos trazos y mucha respiración; el vacío que llena.
Con respecto al aforismo, siempre me ha interesado la gente que interpreta la vida de una manera personal y "respondiendo al instante". Una filosofía demasiado sistemática como la que se enseña en las universidades siempre se va quedando atrás en el tiempo, porque carga con demasiado aparato para poder adecuarlo al presente con ligereza y rapidez. Por eso me gusta el aforismo; al fin y al cabo, no decimos cosas muy distintas a las que pudo decir Séneca; pero, al ser fruto del momento, parecen nuevas, frescas como un recién nacido.
-En tu obra podemos ver una gran riqueza estrófica, rítmica y métrica. ¿Qué impulso, razón o sentimiento te lleva a practicar esta polifonía, si me permites denominarla así?
Me atrae sobremanera la polifonía; sin embargo, en la raíz, aprecio sobre todo la monodia. El resultado es polifónico, pero en los instantes concretos estoy cantando monodias.
Por otra parte, el verso libre me ha enseñado que primero está la fuente y luego el recipiente. Mi generación llegó a despreciar los metros clásicos y los de los bertsolaris, porque te obligaban a crear un hermoso recipiente y luego comenzabas a buscar la fuente; pero el recipiente se rompe en la búsqueda, o queda a medio llenar, o vacío del todo.
La poesía infantil me ha devuelto al recipiente. Una vez encontrada la fuente, podemos construir un recipiente adecuado y beber más a gusto. El ritmo, el metro, la estrofa... deben responder a una necesidad del mensaje. Rimar, por ejemplo, luna con cuna puede resultar muy significativo y alcanzar un gran poder de sugerencia. Otro ejemplo podría ser la utilización del soneto para desarrollar una visión que va más allá del concepto pero que se mantiene dentro de unos límites muy precisos, que te obliga a algo así como a condensar una novela en catorce líneas.
-Que no podemos vivir sin la naturaleza es algo evidente, pero en tus textos parece algo mucho más evidente que en la obra de otros poetas contemporáneos. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación?
Hay muchos poetas contemporáneos, de todas clases. Colinas, por ejemplo, abarca la naturaleza de cien poetas juntos.
En ese sentido, me sitúo en la línea de Lizardi, Antonio Machado, la tradición japonesa y china y un lago elenco que llega hasta Horacio. Pero, al mismo tiempo, huyo de lo pastoril como de la peste. Para mí, la naturaleza es cruda, y a la vez puro éxtasis que convive con el ruido de la lavadora.
-Siempre aportas una mirada crítica y diferente sobre el mundo en que vivimos, especialmente en los aforismos. ¿Hasta qué punto es precisamente ésta una función del escritor, es decir, hacernos reflexionar sobre nuestro ser y nuestro entorno?
En sentido estricto, no intento hacer reflexionar a nadie. Es como si todo el mundo hubiese reflexionado antes que yo, y yo intentara entablar un diálogo socrático con ellos, no desde la razón sino desde la paradoja. Socrático, en el sentido de que no me trago las mentiras que me cuentan; sin embargo, les aviso que lo mío también es otra mentira más, un escalón más de la escalera que quisiéramos que nos condujese a la verdad. Por eso es paradójica.
-Me parece ver como una marca de tu estilo la reflexión sobre las preocupaciones éticas y existenciales, siempre presentadas con una gran elegancia y sutileza, incluso en los poemas infantiles ¿De dónde surge esta preocupación?
La estética como pura decoración no me interesa; provoca un asombro vano. Me interesan las personas de carne y hueso y sus sufrimientos y alegrías. Los niños son un reflejo nítido de nuestras almas; me atrae lo que van dibujando con sus actitudes y sus palabras. Los mayores tenemos varias capas de pintura y hay que raspar un poco; aunque duela, merece la pena ver el niño que va asomando.
Hoy, una mujer me ha contestado de mala manera en una ventanilla. La he observado a prudente distancia. Sus rasgos eran bellos, pero era como si se hubiera puesto una máscara de hierro. He hurgado en sus ademanes y he descubierto un gran dolor bajo el casco. Me la he imaginado con su amante, y el casco de hierro entre ambos. Mediante un poema, podría arrancarle el caso, y ver lo que asoma: quizá una cara ensangrentada, quizá una tez fulgurante.
Juan Kruz Igerabide estuvo en todo momento amabilísimo e incluso aportó la fotografía que encabeza el texto. Espero que sus respuestas puedan aportar más luz sobre su obra.
He aquí las respuestas y las preguntas:
-Empecemos por el principio. ¿Cómo llegaste a la poesía?
Aterricé en ella de una manera bastante accidentada; fue una especie de aterrizaje forzoso. Mis primeros contactos con ella tuvieron lugar a través de intermediarios (el que más contribuyó fue la música, a lo largo de toda la etapa juvenil; seguía de cerca las creaciones de Ez dok Hamahiru, de Paco Ibañez, De Atahualpa Yupanqui...), pero no logramos constituir una pareja de hecho.
Tras la hecatombe ideológica que cierta gente sufrimos después de la muerte de Franco, sentí que me precipitaba en barrena. Y fue cuando apareció de nuevo ella, pura y deslumbrante incluso en el lodazal. Desde entonces, formamos pareja de lecho.
-Eres posiblemente el poeta vasco más importante en la poesía infantil y juvenil ¿Qué te impulsa a escribir poesía para estas edades?
Le doy poca importancia a la importancia. He visto tanta tontería en el ranking de poetas y escritores, que creo que es urgente desrankingizar (algo así como desratizar) la literatura.
Escribo poesía infantil y juvenil porque es lo mismo que escribir poesía para adultos, con pantalón corto y una piruleta en la boca quizás. Yo estoy haciendo lo mismo en todos los ámbitos: un complicado aforismo encuentra una respuesta en la respiración de un niño asmático que profiere un haiku a la lluvia.
Hoy mismo, un niño vecino que aún toma teta de su madre, repetía un poema "titia bete-bete" (teta llena llenita), y me ha dejado flipado.
Oteiza y los ojos de Asiertxo.
-Hay, si no me equivoco, una constante simbolista en tu obra que se va adelgazando a medida que pasa el tiempo para dejar paso a una mayor presencia de lo cotidiano. ¿Es esta una apreciación correcta? Y, si es así, ¿qué te lleva a dar mayor espacio a la cotidianeidad?
Partí de un concepto muy cerebral del símbolo, quizá excesivamente misterioso. Ahora concibo el símbolo como cada acto de vida convertido en anhelo de duración. Podemos montar andamiajes abstractos complicadísimos en nuestro afán de duración, pero la reverberación de una triste vocal proferida desde las entrañas rebota en los confines del universo y regresa convertida en un soplo de brisa de mar, en el balanceo de una hoja de roble, en la duda de una gota al desprenderse.
El simbolismo me sigue atrayendo (tanto en su vertiente antropológica y tradicional, como en su vertiente poética transgresora), pero lo quiero hecho carne y habitando entre nosotros.
-¿Consideras tu obra y tu estilo dentro de alguna corriente o generación poética?
Me gustaría tal vez, pero no puedo. Me sobrepasa. Tengo buenos amigos poetas, y otros que no quiero como amigos pero sí como poetas. Pero, de corrientes.. ríos de alcohol, a lo sumo. Y como soy abstemio...
Me hubiera gustado crear una corriente sáfico-horaciana con retoques de Catulo, efusiones románticas (Coleridge, Novalis, Hölderlin, y mucho Rilke), deprecaciones simbolistas (Baudelaire, Rimbaud), locuras surrealistas y ultraístas, y el ritmo fluvial y trigal de Mandelstam o Claudio Rodríguez. Pero no ha podido ser, aunque conozco a mucha gente que quiere lo mismo, pero en otro orden. En poesía, el orden de factores sí que altera el producto.
-En algunos poemas hay un diálogo con otros poetas -Lizardi, Aresti, Mirande...- ¿Cuáles son los autores que más te han influido o que más te han estimulado?
Con respecto a la literatura vasca, en mis comienzos tuve mucho contacto con Juan Mari Lekuona, un poeta de verso muy fino y preciso. A Aresti lo llevaba conmigo desde la época juvenil. Pero luego descubrí a otro Aresti, que hablaba desde Aresti, y no desde lo que mi ideología quería escuchar de Aresti. A Mirande lo conocí al mismo tiempo que a Rimbaud y a Baudelaire; no me impactó tanto desde su poética (llegó un poco tarde como poeta maldito), pero sí desde lo que suponía su peculiar "constructo" en el seno de la literatura vasca.
Lizardi ha estado siempre ahí. Había algo en él que no me convencía al principio, y tampoco me convence ahora. Pero su fuerza lírica sigue creciendo sin parar ante mí. Es curioso; en rigor, podría considerársele incluso un poeta torpe; cuando se le traduce, se le cae a uno de las manos. Y sin embargo, sigue aguantando, y algunos de sus versos en euskera quedan grabados hasta el tuétano. Tiene una fuerza lírica descomunal, chapuceada por una ideología castrante. Siempre irá conmigo, aunque a veces me dé calambre.
-Podemos apreciar una constante tanto en los poemas infantiles como en los textos para adultos: la búsqueda de la palabra precisa. ¿Es esta búsqueda la que te ha llevado al haiku y al aforismo?
Estoy más en el río de palabras que en la palabra misma. Busco la línea precisa que adelgace el sentimiento hasta hacerlo prácticamente transparente. Esa es la apuesta. El haiku es un buen género para dicha práctica; es como la pintura zen, pocos trazos y mucha respiración; el vacío que llena.
Con respecto al aforismo, siempre me ha interesado la gente que interpreta la vida de una manera personal y "respondiendo al instante". Una filosofía demasiado sistemática como la que se enseña en las universidades siempre se va quedando atrás en el tiempo, porque carga con demasiado aparato para poder adecuarlo al presente con ligereza y rapidez. Por eso me gusta el aforismo; al fin y al cabo, no decimos cosas muy distintas a las que pudo decir Séneca; pero, al ser fruto del momento, parecen nuevas, frescas como un recién nacido.
-En tu obra podemos ver una gran riqueza estrófica, rítmica y métrica. ¿Qué impulso, razón o sentimiento te lleva a practicar esta polifonía, si me permites denominarla así?
Me atrae sobremanera la polifonía; sin embargo, en la raíz, aprecio sobre todo la monodia. El resultado es polifónico, pero en los instantes concretos estoy cantando monodias.
Por otra parte, el verso libre me ha enseñado que primero está la fuente y luego el recipiente. Mi generación llegó a despreciar los metros clásicos y los de los bertsolaris, porque te obligaban a crear un hermoso recipiente y luego comenzabas a buscar la fuente; pero el recipiente se rompe en la búsqueda, o queda a medio llenar, o vacío del todo.
La poesía infantil me ha devuelto al recipiente. Una vez encontrada la fuente, podemos construir un recipiente adecuado y beber más a gusto. El ritmo, el metro, la estrofa... deben responder a una necesidad del mensaje. Rimar, por ejemplo, luna con cuna puede resultar muy significativo y alcanzar un gran poder de sugerencia. Otro ejemplo podría ser la utilización del soneto para desarrollar una visión que va más allá del concepto pero que se mantiene dentro de unos límites muy precisos, que te obliga a algo así como a condensar una novela en catorce líneas.
-Que no podemos vivir sin la naturaleza es algo evidente, pero en tus textos parece algo mucho más evidente que en la obra de otros poetas contemporáneos. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación?
Hay muchos poetas contemporáneos, de todas clases. Colinas, por ejemplo, abarca la naturaleza de cien poetas juntos.
En ese sentido, me sitúo en la línea de Lizardi, Antonio Machado, la tradición japonesa y china y un lago elenco que llega hasta Horacio. Pero, al mismo tiempo, huyo de lo pastoril como de la peste. Para mí, la naturaleza es cruda, y a la vez puro éxtasis que convive con el ruido de la lavadora.
-Siempre aportas una mirada crítica y diferente sobre el mundo en que vivimos, especialmente en los aforismos. ¿Hasta qué punto es precisamente ésta una función del escritor, es decir, hacernos reflexionar sobre nuestro ser y nuestro entorno?
En sentido estricto, no intento hacer reflexionar a nadie. Es como si todo el mundo hubiese reflexionado antes que yo, y yo intentara entablar un diálogo socrático con ellos, no desde la razón sino desde la paradoja. Socrático, en el sentido de que no me trago las mentiras que me cuentan; sin embargo, les aviso que lo mío también es otra mentira más, un escalón más de la escalera que quisiéramos que nos condujese a la verdad. Por eso es paradójica.
-Me parece ver como una marca de tu estilo la reflexión sobre las preocupaciones éticas y existenciales, siempre presentadas con una gran elegancia y sutileza, incluso en los poemas infantiles ¿De dónde surge esta preocupación?
La estética como pura decoración no me interesa; provoca un asombro vano. Me interesan las personas de carne y hueso y sus sufrimientos y alegrías. Los niños son un reflejo nítido de nuestras almas; me atrae lo que van dibujando con sus actitudes y sus palabras. Los mayores tenemos varias capas de pintura y hay que raspar un poco; aunque duela, merece la pena ver el niño que va asomando.
Hoy, una mujer me ha contestado de mala manera en una ventanilla. La he observado a prudente distancia. Sus rasgos eran bellos, pero era como si se hubiera puesto una máscara de hierro. He hurgado en sus ademanes y he descubierto un gran dolor bajo el casco. Me la he imaginado con su amante, y el casco de hierro entre ambos. Mediante un poema, podría arrancarle el caso, y ver lo que asoma: quizá una cara ensangrentada, quizá una tez fulgurante.
sábado, 1 de noviembre de 2008
LAS LEÓNIDAS
Con noviembre llegan las Leónidas, una de las lluvias de meteoros más cambiante a lo largo de los años. Podremos verlas durante la tercera semana del mes, aunque el momento de mayor actividad se espera para la madrugada del día 17, lunes, un poco antes del alba. Si le echáis un poco de ganas y de humor, puede ser una buena forma de iniciar la semana: vistazo a las Leónidas, un buen desayuno... y, después, a currar.
martes, 28 de octubre de 2008
IRAKURZALE AMORRATUA
Gaur Javi Cilleroren lan hau irakurri dut. Gaur hemen idaztea erabaki dut. Gaur, atzo bezala, eta, seguru asko, bihar ere bai, Cillerok aurkezten digun idazlea/irakulea, bat baino gehiago ondoan izango dugulako, eta, zoritxarrez, irakurlezaletasuna bultzatu behar dutenen artean; hau da, hezkuntza arloan. Hona hemen Irakurzale amorratua:
Ez zituen irakurtzen unikornioak agertzen ziren liburuak, ez kilker jakadunak, arrautza hiztunak, ipotx miresgarriak, edota elefante hegaldariak agertzen zirenak ere, eta biziki gorroto zituen neska eder lotiak eta pospolo-saltzaileak; ez zuen Erdi Aroko libururik irakurtzen, eta berarentzat Erdi Aroa Neronek zuzia piztu zuenean hasten zen; ez zuen mendebaldetik kanpoko zibilizaziotik zetorren libururik irakurtzen, basati hutsak zirelakoan; eta ez zuen itsas abenturarik irakurtzen, ez bale-arrantzaleak azaltzen zituztenak, arrain kiratsa jasanezina egingo zitzaiolakoan; ez zuen literatura antologietan gomendatutako libururik irakurtzen, Unibertsitateko kritikoak salduta zeudelako; eta ez zuen Shakespeare irakurtzen, isabeldarren ingelesez ez bazen, ez eta Dostoievski ere San Petersburgoko zirilikoaz ez bazen, edo agian alderantziz; ez zuen Faulner irakurtzen trinkoegia zelako; ez zuen Hemingway irakurtzen mehegia zelako; ez zuen Virginia Wolf irakurtzen bere buruaz beste egin zuelako; ez zituen Poe, Kerouac, Lowry irakurtzen, edari biziei emanda izan zirelako; eta ez zuen Marguerite Duras irakurtzen, aspaldian ezetza eman zion emaztegai bat gogorarazten ziolako; ez zuen psikologia freudzalea azaltzen zuen nobelarik irakurtzen, amarekin maiteminduta zegoelako; eta ez zuen bizi alargunik deskribatzen zuen nobelarik irakurtzen, emazteak adarrak jarri zizkionetik; ez zuen bera baino gazteago zen batek idatzitako libururik irakurtzen, haurtzaroan hartutako erabaki sendo bati atxikita; eta ez zuen joan den mendeko libururik irakurtzen, mende hori zeinahi izanik ere; ez zuen apaizak idatzitako libururik irakurtzen, ez apaizik agertzen zen eleberririk, ez apaizek gomendatutako libururik, apaizgaitegiko urte latzak gogoan; ez zuen zientzia fikziorik irakurtzen, ez eta zientzia hutseko eskulibururik ere; ez zuen berrehun orritik gorako libururik irakurtzen, ezta ehundik beherakorik ere; ez zuen ume moko bizargabeen poesia irakurtzen; ez zuen umoreko poesiarik irakurtzen; ez zuen hatxedun poesia irakurtzen ez bazen bolaluma gorri batez hatxe guztiak ezabatuz orriak irakurri ahala; ez zuen poesia dekadenterik irakurtzen; ez zuen poesia emea irakurtzen; ez zuen protobaskoz idatzitako poesiarik irakurtzen; ez zuen hitz espainolak tartekatzen zituen poesiarik irakurtzen, ez eta euskarazko hitzak tartekatzen zituen poesia espainiarra ere; ez zuen lehiaketa literaroietan saritutako libururik irakurtzen, eta ez zuen irakurriko, bere nobelak halako sariren bat lortu arte, behintzat; ez zuen saiakera libururik irakurtzen, Senekaren odolustearen ondorengoa bazen; ez zuen pentsamendu biguneko liburuxkarik irakurtzen, eta higuina ematen zioten bestelako pentsamenduek; ez zuen bidaia libururik irakurtzen, inperialista hutsak zirelakoan; eta ez zuen herri menderatuetako literaturik irakurtzen, garatu gabe zegoelakoan; eta nekez zabalduko zuen egunkari, aldizkari, hilabetekari, urtekari edo ehunurreneko gomendiozko libururik, zinema-zerrenda begiratzeko ez bazen.
Noizbait, euskaltzain izendatu zuten, eta hitzaldi sarreran irakurtzearen plazerraz jardun zuen.
Harribitxi hau Javi Cilleroren Hollywood eta biok liburuan duzue.
Irakurketa zoriontsu izan!
domingo, 26 de octubre de 2008
EL INDIO QUE LLEVAMOS DENTRO
Hoy ni me encuentro con ganas ni con ideas.
Retomo una entrada apenas visitada de hace once años.
Era domingo.
Era domingo.
Cuando iba a comprar el periódico dominical, me he encontrado en el quiosco este indio de juguete, uno de esos con los que jugábamos cuando éramos niños, y no he podido resistir la tentación de hacerme con él.
Según parece, los niños de hoy no juegan mucho con ellos; de hecho, es muy difícil encontrarlos, a no ser que sea en una de esas tiendas especializadas en muñequitos de plástico donde venden todo tipo de animales y personajes de las películas infantiles más exitosas.
Debo reconocer que no voy a jugar con él, ni tan siquiera voy a ponerlo en algún lugar destacado de la estantería de libros. No siento ninguna nostalgia de la infancia, hace muchos años perdida, ni de los juegos con los que me entretenía. Pero sí tengo un amigo a quien todavía hoy le atraen especialmente. Es un regalo para él. Para él y para el indio que algunos todavía llevamos dentro.
Me explico: los indios siempre perdían las batallas ante el Séptimo de Caballería y su célebre canción, ¿os acodáis?:
Los indios eran los malos, los que cortaban las hermosas cabelleras a los rubios y apuestos hombres blancos. Los que impedían con su pesada presencia en los inmensos prados el desarrollo de la ganadería y de las comunicaciones. Eran, en definitiva, una banda de gamberros salvajes siempre molestos.
Los indios eran los malos, los que cortaban las hermosas cabelleras a los rubios y apuestos hombres blancos. Los que impedían con su pesada presencia en los inmensos prados el desarrollo de la ganadería y de las comunicaciones. Eran, en definitiva, una banda de gamberros salvajes siempre molestos.
El caso es que tengo un amigo bastante indio y salvaje, que no necesita nada para disfrutar de la naturaleza, salvo la propia naturaleza salvaje, pero el séptimo de caballería siempre anda acosándolo. Quiere reducirlo a la categoría de ciudadano civilizado cuando está en la ciudad y a la de dominguero senderista cuando se pierde en el monte.
Para él, pues, y para todos los que todavía guardan un indio en su interior, este pequeño juguete inofensivo que hoy he encontrado, mientras realizaba el rito dominguero y civilizado de comprar un periódico.
viernes, 24 de octubre de 2008
OTOÑO
Antes de que termine octubre quiero rendir un pequeño homenaje a Juan Ramón Jiménez, colocando aquí este hermoso soneto que he sacado de su libro Sonetos espirituales (Ed. Losada, 1970)
OCTUBRE
Estaba echado yo en la tierra, enfrente
del infinito campo de Castilla,
que el otoño envolvía en la amarilla
dulzura de su claro sol poniente.
Lento, el arado, paralelamente
abría el haza oscura, y la sencilla
mano abierta dejaba la semilla
en su entraña partida honradamente.
Pensé arrancarme el corazón, y echarlo,
pleno de su sentir alto y profundo,
al ancho surco del terruño tierno;
a ver si con romperlo y con sembrarlo,
la primavera le mostraba al mundo
el árbol puro del amor eterno.
J.R. Jiménez
De paso, y ya que estamos con J.R.J., una recomendación: Espacio, Editora Nacional, 1982. En mi opinión, su mejor libro. Simplemente magnífico, poesía en estado puro. Está editado por Aurora de Albornoz de manera magistral. Ofrece, incluso, la versión primera en verso, y un montón de notas y sugerentes comentarios.
Os dejo la frase con la que se abre el libro:
"Los dioses no tuvieron más sustancia que la que yo tengo".
Feliz lectura.
jueves, 23 de octubre de 2008
ANTONIO GAMONEDA, Malos recurdos
MALOS RECUERDOS
La vergüenza es un sentimiento revolucionario
Karl Marx
Llevo colgados de mi corazón
los ojos de una perra y, más abajo,
una carta de madre campesina.
Cuando yo tenía doce años,
algunos días, al anochecer,
llevábamos al sótano a una perra
sucia y pequeña.
Con un cable le dábamos y luego
con las astillas y los hierros. (Era
así. Era así.
Ella gemía,
se arrastraba pidiendo, se orinaba,
y nosotros la colgábamos para pegar mejor).
Aquella perra iba con nosotros
a las praderas y los cuestos. Era
veloz y nos amaba.
Cuando yo tenía quince años,
un día, no sé cómo, llegó a mí
un sobre con la carta de un soldado.
Le escribía su madre. No recuerdo:
«¿Cuándo vienes? Tu hermana no me habla.
No te puedo mandar ningún dinero...»
Y, en el sobre, doblados, cinco sellos
y papel de fumar para su hijo.
«Tu madre que te quiere.»
No recuerdo
el nombre de la madre del soldado.
Aquella carta no llegó a su destino:
yo robé al soldado su papel de fumar
y rompí las palabras que decían
el nombre de su madre.
La vergüenza es un sentimiento revolucionario
Karl Marx
Llevo colgados de mi corazón
los ojos de una perra y, más abajo,
una carta de madre campesina.
Cuando yo tenía doce años,
algunos días, al anochecer,
llevábamos al sótano a una perra
sucia y pequeña.
Con un cable le dábamos y luego
con las astillas y los hierros. (Era
así. Era así.
Ella gemía,
se arrastraba pidiendo, se orinaba,
y nosotros la colgábamos para pegar mejor).
Aquella perra iba con nosotros
a las praderas y los cuestos. Era
veloz y nos amaba.
Cuando yo tenía quince años,
un día, no sé cómo, llegó a mí
un sobre con la carta de un soldado.
Le escribía su madre. No recuerdo:
«¿Cuándo vienes? Tu hermana no me habla.
No te puedo mandar ningún dinero...»
Y, en el sobre, doblados, cinco sellos
y papel de fumar para su hijo.
«Tu madre que te quiere.»
No recuerdo
el nombre de la madre del soldado.
Aquella carta no llegó a su destino:
yo robé al soldado su papel de fumar
y rompí las palabras que decían
el nombre de su madre.
Mi vergüenza es tan grande como mi cuerpo,
pero aunque tuviese el tamaño de la tierra
no podría volver y despegar
el cable de aquel vientre ni enviar
la carta del soldado.
Ya está colocada la colección de A. Gamoneda en la sección TERTULIAS. Siento decir que he intentado varias veces ponerme en contacto con las editoriales para pedir el permiso correspondiente, pero, simplemente, no me han contestado. Me gusta respetar los derechos de autor, porque de ellos viven los escritores y las editoriales, y porque esa es su voluntad, aunque no coincida con la mía. Ante el silencio, he tomado yo la decisión.
En cualquier caso, os recomiendo la lectura de Esta luz. Galaxia Gutenberg. 2004. Ahí podéis encontrar su obra poética.
Feliz lectura.
pero aunque tuviese el tamaño de la tierra
no podría volver y despegar
el cable de aquel vientre ni enviar
la carta del soldado.
Ya está colocada la colección de A. Gamoneda en la sección TERTULIAS. Siento decir que he intentado varias veces ponerme en contacto con las editoriales para pedir el permiso correspondiente, pero, simplemente, no me han contestado. Me gusta respetar los derechos de autor, porque de ellos viven los escritores y las editoriales, y porque esa es su voluntad, aunque no coincida con la mía. Ante el silencio, he tomado yo la decisión.
En cualquier caso, os recomiendo la lectura de Esta luz. Galaxia Gutenberg. 2004. Ahí podéis encontrar su obra poética.
Feliz lectura.
miércoles, 22 de octubre de 2008
NAZIM HIKMET
LA CIUDAD, LA TARDE Y TÚ
Entre mis brazos estáis desnudas
la ciudad, la tarde y tú
vuestra claridad ilumina mi rostro
y también el olor de vuestros cabellos.
¿De quién son estos latidos
que baten bom bom y se confunden con nuestra respiración?
¿tuyos? ¿de la ciudad? ¿de la tarde?
¿o tal vez son míos?
¿Dónde termina la tarde dónde comienza la ciudad
dónde termina la ciudad dónde comienzas tú
dónde termino yo dónde comienzo?
9-VI-1959
El lunes, día 27, a las 5:30 de la tarde realizaremos la tertulia poética sobre la obra de N. Hikmet en la biblioteca municipal de Irún. La tertulia está abierta siempre a cualquier persona.
Y una recomendación: Últimos poemas. N. Hikmet. Ediciones del oriente y del mediterráneo.
Feliz lectura.
Entre mis brazos estáis desnudas
la ciudad, la tarde y tú
vuestra claridad ilumina mi rostro
y también el olor de vuestros cabellos.
¿De quién son estos latidos
que baten bom bom y se confunden con nuestra respiración?
¿tuyos? ¿de la ciudad? ¿de la tarde?
¿o tal vez son míos?
¿Dónde termina la tarde dónde comienza la ciudad
dónde termina la ciudad dónde comienzas tú
dónde termino yo dónde comienzo?
9-VI-1959
El lunes, día 27, a las 5:30 de la tarde realizaremos la tertulia poética sobre la obra de N. Hikmet en la biblioteca municipal de Irún. La tertulia está abierta siempre a cualquier persona.
Y una recomendación: Últimos poemas. N. Hikmet. Ediciones del oriente y del mediterráneo.
Feliz lectura.
lunes, 20 de octubre de 2008
UN BLOG SOBRE LITERATURA ANGLOSAJONA
Ignoro si los que pasáis por este blog sabéis o no inglés. En cualquier caso, si sabéis inglés -no todo está escrito en ese idioma- y os interesa la literatura anglosajona, he aquí una dirección que, a lo mejor, os puede interesar: http://poe1809.blogspot.com/
También la he colocado entre la colección de direcciones que suelo utilizar.
Que la visita os sea provechosa.
domingo, 19 de octubre de 2008
C.D. BALOMPIE
Madrid, La Chopera, temporada 1970-71, si la memoria no me falla.
No éramos los mejores -creo que contra el R. Madrid perdimos 7-0-. Tampoco el nombre del equipo era muy original. Tautológico, quizás -¿qué equipo puede darse el gusto de tener relaciones con la lógica, aunque sólo sean nominales? Sin embargo, nos servía para divertirnos, y cierto es que lo conseguimos.
A Facundo y a Miguel les debo una comida maravillosa y una sobremesa aún mejor. Después de mucho enredar por internet, conseguí localizarlos y me agasajaron con su bonhomía y su cariño este verano. ¡Qué alegría encontrar amigos perdidos hace más de treinta años!
A los que me conocéis en la actualidad no os voy a decir quién soy. Dejémoslo en un juego, y si acertáis, os invito a un café y, además, os cuento la historia que hay detrás de la foto.
¡Cómo no! Esta foto también está relacionada con el poemario Con vuestros nombres he construido mis sueños
jueves, 16 de octubre de 2008
¡QUÉ TIEMPOS AQUELLOS!
Había perdido esta foto que me mandó Carlos —gracias, chaval— en el prolijo mundo de las carpetas y subcarpetas del ordenador y por fin la he recuperado.
Los que aquí aparecen son parte del grupo de amigos de Madrid. De izquierda a derecha: Carlos, Jesús, Javier, Mª Carmen, Esperanza y yo mismo, detrás de las chicas. Estamos en una de esas representaciones que solíamos hacer por aquellos años —1973, o algo así—. En este caso se trata de un entremés de Alejandro Casona.
Si queréis tener una aproximación —subjetiva, desde luego— a los que aquí aparecen, no tenéis nada más que hacer clic sobre este título Con vuestros nombres he escrito mis sueños y allí aparecerán sus nombres, en el apartado de Madrid.
De cuantos ahí aparecen, la única persona que no he logrado localizar es Esperanza. Un beso especial para ella, y a ver si conseguimos saber por dónde anda. Gracias por lo que dejasteis de bueno en mí.
jueves, 9 de octubre de 2008
CLAUDIARI NORAEZEAN GALDUTAKO GUTUNA
Elatzetako boys-ei
Liluragarria zara, benetan. Egiten duzun guztia, liluragarri. Mugitzen zaren modua, liluragarri. Eguzkiaren izpiak lapurtu eta soinean daramatzazula dirudi, liluragarri hori.
Zer esan zure begi handi/dizdizari/berde garbi horiei buruz? Gizon bat baino gehiago zure begirada bereganatzeagatik mundua galtzeko prest legoke. Begi horiek, begiak baino amildegiak dira, eta amildegi gozo eta sakon horietan erortzen naiz, ikusten zaitudan bakoitzean.
Eta zure adatsa? Ez al da jainkosa batena? Ez, Afroditarena baino politagoa, Walkiriena baino rubixeagoa, Troiako Heleranena baino arriskutsuagoa. Badirudi goizalbaren argitasuna zure ilean bizi dela, eta goiz eder bateko usainarekin ederturik dagoela.
Ez naiz entretenituko zure aurpegi polit hori deskribatzen. Ogi berri egina bezain erakargarri, bezain samur, eta zure azala zuhaitzetik hartu berria den sagar leun, gozo eta jangarri hori baino eztiagoa.
Baina, erakartzen nauena, zorabiatzen nauena, taupadak eten eginarazten dizkidana, zera da: zure amaigabeko hankak. Nolatan kontrolatu nire burua, luxuzko eskailerak jaisten agertzen zarenean? Gainera, inportantzia izango ez balu bezala, biluzten hasten zara. 4. mailan kapela burutik kendu eta alde batera botatzen duzu. 9. mailan, eskularruek hegan egiten dute, eskaileratako zulotik. 11garrenean, jertsea. 16garrengo mailan -ai, ene!- akatsik gabeko zango horietako orkatila bi eta zertxobait gehiago azaltzen dira pantailan. Paradisura eramaten duten errepide horiek oso-osorik agertu baino lehen, iragarkia bukatzen da.
Liluragarria zara, maitea, baina gauza bat esan behar dizut, eta ez da erraza. Niri patata bezalako emakumeak gustatzen zaizkit: sinpleak, sendoak, trinkoak, gertukoak eta nutritiboak.
(Oharra: Idatzi hau Elatzetako mutilen arteko jolasketa besterik ez da. Hiruhilean behin edo, gau bat pasatzera joaten gara elkarrekin. Gau horietan, mundua konpontzeaz gain, luze hitz egiten dute batzuek emakumeei buruz. Bukaera ulertzeko jakin behar duzue poesia emanaldi batean J.L. Zabalaren Patatari oda irakurri nuen eta hor zeuden nire lagunak. Izenburuaren gainean klikatzen baduzue, poema zabalduko zaizue.)
viernes, 3 de octubre de 2008
PEDRO
(Pedro guztien omenez)
Pedro 1944. urtean, Burgoseko herri txiki batean, jaio eta 1974. urtean, herri berean, hil zen. Bizitzan zehar ez zuen ezer garrantzitsurik egin: ez zion bere izena izar bati eman, ez zuen Naturaren lege berri bat aurkitu, ez zuen libururik idatzi, ez zen inoiz komunikabideetan agertu, ezta seme-alabarik izan ere.
Pedro tonto hutsa zen, inozoa, herriko memeloa. Kalean ematen zituen orduak eta orduak, besteei barre eginarazten. Udako ordu gehienak herriko plazako askaren ondoan pasatzen zituen, umeak bustitzen saiatzen eta edatera joaten ziren etxe-abereak uxatzen. Ume bat bustitzea lortzen zuenean, a zer zarata! Pedroren barre-algara herri osoan entzuten genuen. Neguan, ordez, oso gutxitan ateratzen zen etxetik.
Txikia zenean, oso gutxitan joan omen zen eskolara. Zertarako?, azken batean inozoa zen eta ez zuen ezer ikasi izango. Baina herrian esaten dute joaten zen bakoitzean oso ondo pasatzen zutela Pedrorekin jolasten. Edonola ere, ez zuen idazten ikasi, ez irakurtzen, ez Matematikako gauzarik errazena.
Gaztea zenean, oso gutxitan joaten zen lanera. Memelo izateaz gain, trakets samarra ere bai. 60. hamarkadaren hasieran, udako egun batean, garia jotzen zuela, narratik erori eta min handia hartu zuen besoan. Igeltsua ere ipini behar izan zioten. Hezurren bat hautsita zeukan eta. Horren ondorioz, herriko mutilok Pedrorengana joan eta behin eta berriz zirikatzen genuen:
-Aizu, Pedro, zergatik duzu igeltsua?
Eta berak:
-Tontoa naizelako!
Mutil guztiok barre egiten genuen, lehertu arte. Dirudienez, Pedro etxera joan zenean erori zen egunean, amak, haserre, hala erantzun zion: Hori gertatu zaizu tontoa zarelako! Eta gizajoak ondo baino hobeto barneratu zuen erantzun hori. Beti lelo berbera errepikatzen zuen.
30 urte bete baino zertxobait lehenago, urtarrilaren egun batean, hil zen pneumoniak jota. Andaluzian esaten duten bezala, hotz beltz batek eraman zuen Pedro. Ez zuen ezer garrantzitsurik egin bizitzan, herriko mutilekin jolastu eta gure txantxa gaiztoak jasan izan ezik.
Horretaz aparte, igelak, saguzarrak eta mota guztietako zomorroak harrapatzen ikasi genuen berari esker, baita besteei laguntza musu-truk ematen ere. Pedro edonori mesede egiteko prest agertzen baitzen beti. Berak jakinda edo jakin gabe, solidario hutsa zen, ezagutu dudan gizasemerik solidariorena. Gutariko batek negar egiten zuenean, edota triste zegoenean, Pedro horren alboan eseri eta, tutik esan gabe sorbalden gainean pausatzen zuen besoa negarra eta tristura desagertu arte.
Antzinako zibilizazioek, hildakoak gogoan izateko, hilarriak ezartzen zituzten. Gaur komunikabideak, liburuak eta interneta erabiltzen ditugu horretarako. Pedro ez da historiako urrezko orrietan agertuko, ez zilarrezkoetan, ez brontzezkoetan. Wikipedian ere ez. Hala ere, mugarri eta oroipen modura, hona hemen lerro hauek.
Pedro 1944. urtean, Burgoseko herri txiki batean, jaio eta 1974. urtean, herri berean, hil zen. Bizitzan zehar ez zuen ezer garrantzitsurik egin: ez zion bere izena izar bati eman, ez zuen Naturaren lege berri bat aurkitu, ez zuen libururik idatzi, ez zen inoiz komunikabideetan agertu, ezta seme-alabarik izan ere.
Pedro tonto hutsa zen, inozoa, herriko memeloa. Kalean ematen zituen orduak eta orduak, besteei barre eginarazten. Udako ordu gehienak herriko plazako askaren ondoan pasatzen zituen, umeak bustitzen saiatzen eta edatera joaten ziren etxe-abereak uxatzen. Ume bat bustitzea lortzen zuenean, a zer zarata! Pedroren barre-algara herri osoan entzuten genuen. Neguan, ordez, oso gutxitan ateratzen zen etxetik.
Txikia zenean, oso gutxitan joan omen zen eskolara. Zertarako?, azken batean inozoa zen eta ez zuen ezer ikasi izango. Baina herrian esaten dute joaten zen bakoitzean oso ondo pasatzen zutela Pedrorekin jolasten. Edonola ere, ez zuen idazten ikasi, ez irakurtzen, ez Matematikako gauzarik errazena.
Gaztea zenean, oso gutxitan joaten zen lanera. Memelo izateaz gain, trakets samarra ere bai. 60. hamarkadaren hasieran, udako egun batean, garia jotzen zuela, narratik erori eta min handia hartu zuen besoan. Igeltsua ere ipini behar izan zioten. Hezurren bat hautsita zeukan eta. Horren ondorioz, herriko mutilok Pedrorengana joan eta behin eta berriz zirikatzen genuen:
-Aizu, Pedro, zergatik duzu igeltsua?
Eta berak:
-Tontoa naizelako!
Mutil guztiok barre egiten genuen, lehertu arte. Dirudienez, Pedro etxera joan zenean erori zen egunean, amak, haserre, hala erantzun zion: Hori gertatu zaizu tontoa zarelako! Eta gizajoak ondo baino hobeto barneratu zuen erantzun hori. Beti lelo berbera errepikatzen zuen.
30 urte bete baino zertxobait lehenago, urtarrilaren egun batean, hil zen pneumoniak jota. Andaluzian esaten duten bezala, hotz beltz batek eraman zuen Pedro. Ez zuen ezer garrantzitsurik egin bizitzan, herriko mutilekin jolastu eta gure txantxa gaiztoak jasan izan ezik.
Horretaz aparte, igelak, saguzarrak eta mota guztietako zomorroak harrapatzen ikasi genuen berari esker, baita besteei laguntza musu-truk ematen ere. Pedro edonori mesede egiteko prest agertzen baitzen beti. Berak jakinda edo jakin gabe, solidario hutsa zen, ezagutu dudan gizasemerik solidariorena. Gutariko batek negar egiten zuenean, edota triste zegoenean, Pedro horren alboan eseri eta, tutik esan gabe sorbalden gainean pausatzen zuen besoa negarra eta tristura desagertu arte.
Antzinako zibilizazioek, hildakoak gogoan izateko, hilarriak ezartzen zituzten. Gaur komunikabideak, liburuak eta interneta erabiltzen ditugu horretarako. Pedro ez da historiako urrezko orrietan agertuko, ez zilarrezkoetan, ez brontzezkoetan. Wikipedian ere ez. Hala ere, mugarri eta oroipen modura, hona hemen lerro hauek.
miércoles, 1 de octubre de 2008
OCULTACIÓN DE VENUS TRAS LA LUNA
Exactamente dentro de dos meses, el 1 de diciembre de 2008, si el cielo nos acompaña, podremos ver cómo se oculta Venus detrás de la Luna. Aunque el fenómeno va a ocurrir por la tarde, como el brillo del planeta Venus es suficientemente intenso, lo podremos ver con unos simples prismáticos.
Si podéis, no os lo perdáis, porque se va producir cuando la Luna esté en fase creciente recién iniciada, es decir, que veremos cómo desaparece Venus prácticamente en la nada, ya que se ocultará detrás de esa parte de nuestro satélite que no se ve.
La reaparición se producirá una hora y media más tarde, al anochecer, una vez puesto el Sol, por lo que no tendremos ningún problema para verlo a simple vista.
Si el cielo está limpio, yo estaré en el Jaizkibel con el telescopio. Podéis apuntaros a la experiencia, y si lleváis unas cervecitas o un termo con café, mejor.
Si podéis, no os lo perdáis, porque se va producir cuando la Luna esté en fase creciente recién iniciada, es decir, que veremos cómo desaparece Venus prácticamente en la nada, ya que se ocultará detrás de esa parte de nuestro satélite que no se ve.
La reaparición se producirá una hora y media más tarde, al anochecer, una vez puesto el Sol, por lo que no tendremos ningún problema para verlo a simple vista.
Si el cielo está limpio, yo estaré en el Jaizkibel con el telescopio. Podéis apuntaros a la experiencia, y si lleváis unas cervecitas o un termo con café, mejor.
lunes, 29 de septiembre de 2008
POÉTICA
No soy Dios ni aspiro a Él.
Todas esas palabras con mayúsculas
-Ser,
Tiempo,
Existencia,
Muerte,
Memoria,
Olvido,
Silencio…-
carecen de interés para mí.
Porque sé del sufrimiento,
la única tarea que verdaderamente me interesa
es la felicidad.
Es lo que hacemos,
y no lo que lloramos,
lo que da sentido a nuestra vida.
Los diarios gestos y las acciones cotidianas
hacen posible mi reconocimiento.
Ofrecer, por ejemplo, un vaso de agua a un sediento
es infinitamente más bello y más profundo
que descubrir las claves poéticas
de la tristeza cósmica de algún ilustre poeta.
Mi destino no es morir.
Yo moriré, y tú, y todos,
pero mientras esto ocurre
quiero hacer de la vida, si es posible,
un espacio más hermoso,
pues es todo cuanto tengo.
Todas esas palabras con mayúsculas
-Ser,
Tiempo,
Existencia,
Muerte,
Memoria,
Olvido,
Silencio…-
carecen de interés para mí.
Porque sé del sufrimiento,
la única tarea que verdaderamente me interesa
es la felicidad.
Es lo que hacemos,
y no lo que lloramos,
lo que da sentido a nuestra vida.
Los diarios gestos y las acciones cotidianas
hacen posible mi reconocimiento.
Ofrecer, por ejemplo, un vaso de agua a un sediento
es infinitamente más bello y más profundo
que descubrir las claves poéticas
de la tristeza cósmica de algún ilustre poeta.
Mi destino no es morir.
Yo moriré, y tú, y todos,
pero mientras esto ocurre
quiero hacer de la vida, si es posible,
un espacio más hermoso,
pues es todo cuanto tengo.
miércoles, 24 de septiembre de 2008
SEMANA CULTURAL EN VENTAS
El día 4 de octubre, sábado, a las 12 del mediodía, en la iglesia del barrio, haremos el recital El transcurrir medita su corriente. Es un montaje poético-fotográfico acompañado del sonido matérico y telúrico de la txalaparta de Andoni e Iñaki. Es un recital sobre el paso del tiempo y los ciclos anuales. Las imágenes que se proyectan sobre la pantalla corresponden a las cuatro estaciones y ayudan a crear un ambiente sosegado. Los poemas y la música discurren sobre ese plano visual.
Los textos, si es que queréis leerlos, los tenéis tanto en euskera como en castellano en la columna de la izquierda de este blog o pinchando sobre estos títulos:Denborak garamatza
Los textos, si es que queréis leerlos, los tenéis tanto en euskera como en castellano en la columna de la izquierda de este blog o pinchando sobre estos títulos:Denborak garamatza
sábado, 20 de septiembre de 2008
HARKAITZ KANOREN POEMA BAT
Poesia guztatzen zait, poesia hitz solteak edo esaldi borobilak baino zerbait gehiago delako. Ikus dezagun, adibide gisa, Kanoren poema hau:
DARDAREN INTERPRETAZIOA
Tokion lurrikara batek hiria inarrosi duenean,
erraza da.
Gitarren soka bat aske uzten denean.
Arropa jaso berri denean patioko soketatik.
Haurrak lo hartu eta ipuinaren zati bat kontatu gabe
uzten duenean zure ahotsak.
Edo ile-motzaile adintsuak bizarra kutxillaz
egin behar dizunean.
Partitura dagoena irakurtzea baino ez da.
Erraza da halaber zigarroa pizteko begiak jaitsi eta
ezpainikara egiten duenean zure kokotsak
gustatuko ez zaidala badakizun baina
benetan sentitzen duzun eta kontatu behar didazun
zerbait
esatera zoazenean.
Altabotzetan 50 ways to leave your lover
edo egile eskubiderik ordaindu beharrik ez dagoenean
beste edozein kantu.
Hurbil gaitezen poliki-poliki poemara. Kanpotik ikusita, hiru zati nagusi ditu, lerro-azalpen hori kentzen badugu, partiturarena.
Lehenengo estrofan bost egoera desberdin erabiltzen ditu poetak guk uler dezagun zer arraio den dardara. Lehenengo hiruak arlo fisikoaren barruan kokatzen ditu. Hurrengoak, arlo siko-afektiboan. Eta, nolabait, mailaketa dat agertzen da: lurrikararena, arroparena eta gitarrarena erraz, oso erraz ulrtzen ditugu; bai, badakigu mugitzen direla. Ipuinarena eta bizarrarena, aldiz, instant bat gutxienez irudikatu behar ditugu ondo harrapatzeko. Gainera pentsatu ahal dugu ea zergatik nahasten dituen poetak bi dardar mota horiek. Edonola ere, mailaketa horretaz baliatzen da datorrenaz abisatzeko. Azken batean, jakin badakigu zer den dardara, partituran dagoena irakurtzea baino errazagoa baita.
Baina jar dezagun arreta berriro lehenengo estrofan. Lehenengo hiru esaldiak inpertsonalak dira. 4.ak eta 5.ak, ordez, zu dute subjetua, hau da, idazlea hitz egiten ari den pertsonarekin edo idazlearen hitzak jasotzen dituena. Eta ez al gara gu, akaso, irakurleok, mezua jasotzen dugunok?
Partitura irakurri ondoren, inplikazio emozionala lortu eta gero, mamia datorkigu, baina ez da erraza.
Poetak dio: Erraza da halaber... baina erraztasun hori, beste erraztasun mota bat da.
Alde batetik, teknikoki, gramatikaren ikuspuntutik, esaldia luzatzen da, sei bertsoko esaldi batekin topo egin dugu; esaldi korapilatsu samarra da, esaldian agertzen den egoera bezala -egileak, dudarik ez, nahita egin du-. Beste aldetik, zu hori, beste zu mota bat da, hau da, ni poetikoa eta zu hori guztiz lotuta daude, eta, kasu honetan, zu hori ez gara irakurleok . Eta bukatzeko, ez da batere erraza, ez, besteari zera esatea: laztana, gauza bat esan behar dizut, kontu hau bukatu egin da.
Horretarako Kanok, zuzen adierazi beharrean, askotan ikusi dugun bezala pantaila handietan, egoera edo eszena deskribatzen digu: zigarroa piztu, begiak jaitsi, kokotsa dar-darrean, eta besteari mina egingo diona azaltzen hasiko da. Ez da erraza, ez, eta horregatik dago dar-dar batean zu hori, bota behar duena bota baino lehen. Halaber, zeharo erraza da dar-dar horren esanahia ulertzea, ezta?
Ez al da asko politagoa, askoz poetikoagoa, idazleak kontatzen digun bezala, barkatu, maitea, baina hau bukatu da esatea baino?
Bitartean, etxeko altabozeetatik Zure maitalea uzteko 50 era. Hori ere, gainera.
Gaurkotasun osoz erabiltzen du ironia, eta egunerokotasunean murgiltzeko ere balio du errekurso honek. Baina izan daiteke, nola ez, internetetik jaitsitako beste edozein kanta, noski. Azken batean, denok dugu e-mule-a etxean. Hala da, etxean enteratu gara gure neska-lagunak edo gure mutil-lagunak beste rollo bat duela.
Bai, poesia maite dut, hitzek adierazten dutena baino gehiago azaltzen digulako poseiak, eta, askotan, profilarik gabeko egunerokotasunatik altxatzen gaituelako.
DARDAREN INTERPRETAZIOA
Tokion lurrikara batek hiria inarrosi duenean,
erraza da.
Gitarren soka bat aske uzten denean.
Arropa jaso berri denean patioko soketatik.
Haurrak lo hartu eta ipuinaren zati bat kontatu gabe
uzten duenean zure ahotsak.
Edo ile-motzaile adintsuak bizarra kutxillaz
egin behar dizunean.
Partitura dagoena irakurtzea baino ez da.
Erraza da halaber zigarroa pizteko begiak jaitsi eta
ezpainikara egiten duenean zure kokotsak
gustatuko ez zaidala badakizun baina
benetan sentitzen duzun eta kontatu behar didazun
zerbait
esatera zoazenean.
Altabotzetan 50 ways to leave your lover
edo egile eskubiderik ordaindu beharrik ez dagoenean
beste edozein kantu.
Hurbil gaitezen poliki-poliki poemara. Kanpotik ikusita, hiru zati nagusi ditu, lerro-azalpen hori kentzen badugu, partiturarena.
Lehenengo estrofan bost egoera desberdin erabiltzen ditu poetak guk uler dezagun zer arraio den dardara. Lehenengo hiruak arlo fisikoaren barruan kokatzen ditu. Hurrengoak, arlo siko-afektiboan. Eta, nolabait, mailaketa dat agertzen da: lurrikararena, arroparena eta gitarrarena erraz, oso erraz ulrtzen ditugu; bai, badakigu mugitzen direla. Ipuinarena eta bizarrarena, aldiz, instant bat gutxienez irudikatu behar ditugu ondo harrapatzeko. Gainera pentsatu ahal dugu ea zergatik nahasten dituen poetak bi dardar mota horiek. Edonola ere, mailaketa horretaz baliatzen da datorrenaz abisatzeko. Azken batean, jakin badakigu zer den dardara, partituran dagoena irakurtzea baino errazagoa baita.
Baina jar dezagun arreta berriro lehenengo estrofan. Lehenengo hiru esaldiak inpertsonalak dira. 4.ak eta 5.ak, ordez, zu dute subjetua, hau da, idazlea hitz egiten ari den pertsonarekin edo idazlearen hitzak jasotzen dituena. Eta ez al gara gu, akaso, irakurleok, mezua jasotzen dugunok?
Partitura irakurri ondoren, inplikazio emozionala lortu eta gero, mamia datorkigu, baina ez da erraza.
Poetak dio: Erraza da halaber... baina erraztasun hori, beste erraztasun mota bat da.
Alde batetik, teknikoki, gramatikaren ikuspuntutik, esaldia luzatzen da, sei bertsoko esaldi batekin topo egin dugu; esaldi korapilatsu samarra da, esaldian agertzen den egoera bezala -egileak, dudarik ez, nahita egin du-. Beste aldetik, zu hori, beste zu mota bat da, hau da, ni poetikoa eta zu hori guztiz lotuta daude, eta, kasu honetan, zu hori ez gara irakurleok . Eta bukatzeko, ez da batere erraza, ez, besteari zera esatea: laztana, gauza bat esan behar dizut, kontu hau bukatu egin da.
Horretarako Kanok, zuzen adierazi beharrean, askotan ikusi dugun bezala pantaila handietan, egoera edo eszena deskribatzen digu: zigarroa piztu, begiak jaitsi, kokotsa dar-darrean, eta besteari mina egingo diona azaltzen hasiko da. Ez da erraza, ez, eta horregatik dago dar-dar batean zu hori, bota behar duena bota baino lehen. Halaber, zeharo erraza da dar-dar horren esanahia ulertzea, ezta?
Ez al da asko politagoa, askoz poetikoagoa, idazleak kontatzen digun bezala, barkatu, maitea, baina hau bukatu da esatea baino?
Bitartean, etxeko altabozeetatik Zure maitalea uzteko 50 era. Hori ere, gainera.
Gaurkotasun osoz erabiltzen du ironia, eta egunerokotasunean murgiltzeko ere balio du errekurso honek. Baina izan daiteke, nola ez, internetetik jaitsitako beste edozein kanta, noski. Azken batean, denok dugu e-mule-a etxean. Hala da, etxean enteratu gara gure neska-lagunak edo gure mutil-lagunak beste rollo bat duela.
Bai, poesia maite dut, hitzek adierazten dutena baino gehiago azaltzen digulako poseiak, eta, askotan, profilarik gabeko egunerokotasunatik altxatzen gaituelako.
jueves, 18 de septiembre de 2008
COLABORACIÓN
He aquí un poema que me manda Diego:
Antes que nada, o que todo,
(no poseo más que la más humilde de las miserias)
dejadme deciros que siempre llego tarde.
Llegué tarde a mi infancia
y me hice adulto un luminoso día de junio
al caerme y no levantarme el viento.
Llegué tarde a mi adolescencia y nunca entendí
la química de las drogas y mucho menos la física del amor.
También llegué tarde a la explosión de las estrellas
y al sucio amanecer en el que me casé con la vida adulta.
Llegué al trabajo media hora tarde
el tiempo para darme cuenta (y no salir huyendo)
de que llegaba tarde al trabajo.
Ahora llego tarde a la poesía
y palabras como tililan, Baudelaire, estío y añoranza
no me dicen nada.
Como veis este blog empieza a animarse un poco más y a tener colaboradores. Bienvenidas sean todas las participaciones. Cualquier trabajo que queráis mandarme será bien recibido.
Eta ez dago inolako arazorik zuen lanak euskaraz bidaltzen badizkidazue. Oso gustura jasoko ditut. Zenbat eta lan gehiago, orduan eta hobeto. Anima zaitezte eta ekin lanari!
Antes que nada, o que todo,
(no poseo más que la más humilde de las miserias)
dejadme deciros que siempre llego tarde.
Llegué tarde a mi infancia
y me hice adulto un luminoso día de junio
al caerme y no levantarme el viento.
Llegué tarde a mi adolescencia y nunca entendí
la química de las drogas y mucho menos la física del amor.
También llegué tarde a la explosión de las estrellas
y al sucio amanecer en el que me casé con la vida adulta.
Llegué al trabajo media hora tarde
el tiempo para darme cuenta (y no salir huyendo)
de que llegaba tarde al trabajo.
Ahora llego tarde a la poesía
y palabras como tililan, Baudelaire, estío y añoranza
no me dicen nada.
Como veis este blog empieza a animarse un poco más y a tener colaboradores. Bienvenidas sean todas las participaciones. Cualquier trabajo que queráis mandarme será bien recibido.
Eta ez dago inolako arazorik zuen lanak euskaraz bidaltzen badizkidazue. Oso gustura jasoko ditut. Zenbat eta lan gehiago, orduan eta hobeto. Anima zaitezte eta ekin lanari!
lunes, 15 de septiembre de 2008
TRENAK ETA BESOAK
Iluntasuna, gaueko iluntasauna. Negarra. Negar batean nengoen ni iluntasun handi hartan, eta nire aurrean, biboteak. Gizon baten bibote erraldoiak. Gizonak uniformea zeukala uste dut. Goardia zibila omen zen.
Trena aurrera zihoan nire negarrarekin batera. Amona hil omen zen eta amaren herrira gindoazen, penintsula erdia zeharkatzen. Bidaia luzea zen. Garai hartako bidaiak oso luzeak izaten ziren, garraioen abiadura motela zelako batez ere. Baina nik, bi urte baino ez nituenez, lotan eman nuen bidaia gehienetan.
Negar zotin hori berehala joan zitzaidan eta ez besoetako haurrak aldakorrak direlako. Ez, amak besoetan hartu ninduen bezain pronto, beldurra desgertu egin zen. Amaren golkoan murgilduta lasaitu nintzen eta bero-babes-lasaitasun hartan lokartu nintzen, trenaren triki-trakak lagunduta.
Badaude trenak eta trenak, bidaiak eta bidaiak. Tren batzuek elkarrengandik hurbiltzen gaituzte; beste batuek, aldiz, urruntzen gaituzte. Badakit trenak intetziorik gabeko izakiak direla, noski. Hala ere, irudikatzen dudan jasandako beldurra edota izandako poza, trenarekin lotzen dut.
Egia esan, bizipen asko dauzkat trenaren inguruan; hala nola, lehenengo aldiz lagunekin asteburu bat pasatzera joan nintzenean etxetik kanpo; soldaduska egitera joan eta trenak gogo eta animo guztiak arrastaka eraman zizkidanean; izugarri maite nuen laguna trenak irentsi zuenean gau batean; lehenengo neska lagunarekin itsaso ikustera joan ginenean, etxean tutik ere aipatu gabe; ustekabean trenak alaba zaharra utzi zigunean besoetan, Alemaniara joan ondoren...
Bai, tren mota asko daude, egoerak bezalaxe. Baina nik beti gogoan izango dut lehenengoa, eta ez da pasa nuen beldurragatik, ez, amaren besoengatik baizik. Orain beldurrak nitaz jabetu nahi duenean, burura ekartzen saiatzen naiz amaren beroa eta babesa.
domingo, 14 de septiembre de 2008
NAZIM HIKMET (1902-63)
Ya está colocada la
selección de poemas de Nazim Hikmet —tertulias,
2008,octubre—, el poeta turco contemporáneo más importante del siglo XX. Sin
duda, el que más resonancia ha tenido en Occidente.
Es una lástima que sólo
haya un par de antologías suyas en castellano y, además, no siempre al alcance
de la mano en las librerías. La de Visor (1970) se ha reeditado en 2005, y la
de Ediciones
del Oriente y del Mediterráneo apareció en el año 2000, es bilingüe y
tiene algunas ilustraciones de Picasso.
Para los que os guste el
género biográfico, tenéis la biografía que del poeta escribió Soliman
Salom. Hoy sólo es posible hacerse con ella a través de una biblioteca o de
alguna librería de viejo.
AUTOBIOGRAFÍA
Nací en 1902
no he vuelto nunca a mi ciudad natal
no me gustan los retornos
a los tres años en Alepo era nieto de bajá
a los diecinueve estudiante en la universidad comunista de Moscú
a los cuarenta y nueve otra vez en Moscú invitado por el Comité Central
y desde los catorce años soy poeta
hay hombres que conocen las diferentes clases de hierbas; otros, de peces;
yo, de separaciones
hay hombres que se saben de memoria el nombre de cada estrella;
yo, de nostalgias
he dormido en las cárceles y en los grandes hoteles
he conocido el hambre y también la huelga de hambre y no hay plato
que no haya probado
a los treinta años quisieron ahorcarme
a los cuarenta y ocho quisieron concederme el Premio mundial de la Paz
y me lo concedieron
a los treinta y seis durante medio año sólo pude recorrer cuatro metros cuadrados de hormigón
a los cincuenta y nueve volé desde Praga a La Habana en dieciocho horas
no conocí a Lenin pero hice la guardia de honor junto a su féretro en 1924
en 1961 el mausoleo que visito son sus libros
han intentado alejarme de mi partido
pero han fracasado
tampoco he sido aplastado por los ídolos caídos
en 1951 viajé por mar hacia la muerte con un joven camarada
en 1952 con el corazón cascado esperé la muerte durante cuatro meses
estuve locamente celoso de las mujeres a las que amé
no envidié a nadie ni siquiera a Charlot
engañé a mis mujeres
pero nunca hablé mal de mis amigos a sus espaldas
he bebido pero no soy un borracho
tuve la suerte de ganarme siempre el pan con el sudor de mi frente
si mentí fue porque sentí vergüenza ajena
por piedad
pero también he mentido porque sí
he montado en tren en avión y en coche
la mayoría no puede hacerlo he ido a la ópera
la mayoría no puede ir y ni siquiera sabe que existe
sin embargo desde 1921 no voy a muchos de los sitios
donde va la mayoría la mezquita la iglesia la sinagoga
el templo el curandero
pero a veces me gusta que me lean los posos de café
se me ha publicado en treinta o cuarenta lenguas
pero estoy prohibido en Turquía en mi propia lengua
hasta ahora no he tenido cáncer
tampoco es obligatorio
nunca seré primer ministro o algo parecido
tampoco me gustaría serlo
nunca he ido a la guerra
no he descendido a los refugios en medio de la noche
no he recorrido los caminos del exilio bajo el vuelo rasante de los aviones
pero me he enamorado ya cerca de los sesenta
camaradas en pocas palabras
hoy en Berlín aunque muerto de nostalgia
puedo decir que he vivido como un hombre
pero los años que me quedan por vivir
y las cosas que puedan sucederme
¿Chi lo sa?
domingo, 7 de septiembre de 2008
ANTONIO GAMONEDA
Durante este verano me he dedicado a estudiar la obra de Gamoneda para poder preparar la tertulia de noviembre.
No es, de ninguna manera,un poeta fácil. No es uno de esos poetas a los que llegamos con una primera lectura. Tiene su dificultad e incluso podemos decir que, en ocasiones, resulta hermético. Pero esta característica no debería servir para descalificar a un escritor.
La cuestión es que buceando en busca de ayuda en lo que sobre este poeta se ha escrito —especialmente a partir de la concesión del Premio Cervantes— me he encontrado con abundantes comentarios descalificatorios, algunos de dudoso gusto o incluso de mal gusto.
Todos tenemos derecho, faltaría más, a expresar nuestros gustos y a señalar cuáles son nuestros libros preferidos. Es más, todos tenemos derecho a expresar en voz alta cuáles son esas preferencias. Lo que pongo en duda es la validez, la moralidad incluso, de esos comentarios que surgen del desconocimiento de la obra, de la pereza de quien los hace y de la falta de interés por lo que el texto dice.
Descalificar una obra cuando no se ha hecho el esfuerzo de entenderla me parece profundamente arbitrario e injusto.
Gamoneda, es cierto, exige tiempo y relectura. Y si no estamos dispuestos a ofrecer ese tiempo, es mejor que lo dejemos. Descubrir las claves con las que nos habla, introducirse en su mundo, requieren paciencia y atención. Sólo después de haber hecho este ejercicio, es decir, sólo desde la honestidad, se puede decir si una obra merece la pena ser leída o no. Y, en cualquier caso, nunca deberíamos utilizar el insulto, que nada tiene que ver con la crítica ni el comentario.
Comparto con Miguel Casado —excelente exégeta de la poesía de Gamoneda— la opinión de que nuestro poeta es "serio, melancólico y apasionado". Por tanto, a quien no le guste ese punto de tristeza que recorre toda su obra, posiblemente no le entusiasme nada su poesía. Y ya sabemos que todo lector tiene el derecho a abandonar la lectura de un libro cuando quiera. Faltaría más.
Para los que estéis interesados en realizar el esfuerzo que su obra exige, os recomiendo los trabajos de Miguel Casado (la introducción del libro Edad, Cátedra, 1987, y el epílogo del libro Esta luz, Galaxia Gutenberg, 2009), así como los comentarios de Prieto de Paula en Antonio Gamoneda. Antología poética, Ediciones leonesas, 2002.
Como aperitivo os dejo un poema del Gamoneda sencillo:
Es un hombre. Va solo por el campo.
Oye su corazón, como golpea,
y, de pronto, el hombre se detiene
y se pone a llorar sobre la tierra.
Juventud del dolor. Crece la savia
verde y amarga de la primavera.
Hacia el ocaso va. Un pájaro triste
canta entre las ramas negras.
Ya el hombre apenas llora. Se pregunta
por el sabor a muerto de su lengua.
No es, de ninguna manera,un poeta fácil. No es uno de esos poetas a los que llegamos con una primera lectura. Tiene su dificultad e incluso podemos decir que, en ocasiones, resulta hermético. Pero esta característica no debería servir para descalificar a un escritor.
La cuestión es que buceando en busca de ayuda en lo que sobre este poeta se ha escrito —especialmente a partir de la concesión del Premio Cervantes— me he encontrado con abundantes comentarios descalificatorios, algunos de dudoso gusto o incluso de mal gusto.
Todos tenemos derecho, faltaría más, a expresar nuestros gustos y a señalar cuáles son nuestros libros preferidos. Es más, todos tenemos derecho a expresar en voz alta cuáles son esas preferencias. Lo que pongo en duda es la validez, la moralidad incluso, de esos comentarios que surgen del desconocimiento de la obra, de la pereza de quien los hace y de la falta de interés por lo que el texto dice.
Descalificar una obra cuando no se ha hecho el esfuerzo de entenderla me parece profundamente arbitrario e injusto.
Gamoneda, es cierto, exige tiempo y relectura. Y si no estamos dispuestos a ofrecer ese tiempo, es mejor que lo dejemos. Descubrir las claves con las que nos habla, introducirse en su mundo, requieren paciencia y atención. Sólo después de haber hecho este ejercicio, es decir, sólo desde la honestidad, se puede decir si una obra merece la pena ser leída o no. Y, en cualquier caso, nunca deberíamos utilizar el insulto, que nada tiene que ver con la crítica ni el comentario.
Comparto con Miguel Casado —excelente exégeta de la poesía de Gamoneda— la opinión de que nuestro poeta es "serio, melancólico y apasionado". Por tanto, a quien no le guste ese punto de tristeza que recorre toda su obra, posiblemente no le entusiasme nada su poesía. Y ya sabemos que todo lector tiene el derecho a abandonar la lectura de un libro cuando quiera. Faltaría más.
Para los que estéis interesados en realizar el esfuerzo que su obra exige, os recomiendo los trabajos de Miguel Casado (la introducción del libro Edad, Cátedra, 1987, y el epílogo del libro Esta luz, Galaxia Gutenberg, 2009), así como los comentarios de Prieto de Paula en Antonio Gamoneda. Antología poética, Ediciones leonesas, 2002.
Como aperitivo os dejo un poema del Gamoneda sencillo:
Es un hombre. Va solo por el campo.
Oye su corazón, como golpea,
y, de pronto, el hombre se detiene
y se pone a llorar sobre la tierra.
Juventud del dolor. Crece la savia
verde y amarga de la primavera.
Hacia el ocaso va. Un pájaro triste
canta entre las ramas negras.
Ya el hombre apenas llora. Se pregunta
por el sabor a muerto de su lengua.
miércoles, 6 de agosto de 2008
VERANO
He recibido de mi amigo Diego este correo-poema-reflexión-exabrupto-nota-fractal literario que me ha gustado mucho. Espero que a vosotros también.
Hoy hace un día precioso. Una tarde esplendida de luz y color. Una tarde para ir a la playa, al monte, al río, al parque, para estar bajo un árbol leyendo o sesteando, o debajo de una sombrilla sesteando o leyendo, o sesteando en el sofá sin leer, sin pensar, una tarde para ir a tomar un helado, un café con hielo, un gin-tonic perfumado al arrullo del tráfico en una terraza urbana, o al arrullo de los pájaros donde haya pájaros, una tarde para sacar los niños al parque, los perros al monte y las miserias a la calle, una tarde para ver atardecer o vivir la noche y ver amanecer, para quitarte la ropa o que te la quiten, para oscurecer tu sala y volver a ver a Cary Grant, o para no hacer nada, o para hacer todo, absolutamente todo lo que te apetezca menos meterte en un centro comercial y compartir el espacio con otros cinco mil gilipollas que no saben qué hacer con sus tardes....
diego.
Disfrutad de lo que queda de verano.
Hoy hace un día precioso. Una tarde esplendida de luz y color. Una tarde para ir a la playa, al monte, al río, al parque, para estar bajo un árbol leyendo o sesteando, o debajo de una sombrilla sesteando o leyendo, o sesteando en el sofá sin leer, sin pensar, una tarde para ir a tomar un helado, un café con hielo, un gin-tonic perfumado al arrullo del tráfico en una terraza urbana, o al arrullo de los pájaros donde haya pájaros, una tarde para sacar los niños al parque, los perros al monte y las miserias a la calle, una tarde para ver atardecer o vivir la noche y ver amanecer, para quitarte la ropa o que te la quiten, para oscurecer tu sala y volver a ver a Cary Grant, o para no hacer nada, o para hacer todo, absolutamente todo lo que te apetezca menos meterte en un centro comercial y compartir el espacio con otros cinco mil gilipollas que no saben qué hacer con sus tardes....
diego.
Disfrutad de lo que queda de verano.
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