miércoles, 11 de septiembre de 2024

BLAS DE OTERO Y ZAMORA

Puente de los poetas

Editorial
#unlibrounopoema

 Hoy, miércoles, toca la sección Un libro, un poema. Ni me olvido de ella ni la traiciono si dedico esta entrada a unos cuantos versos que Blas de Otero nos dejó de su paso por la ciudad. 

Seguramente el más citado y repetido de todos cuantos tienen como referencia Zamora sea el que lleva por título "Aceñas", palabra de hermoso sonido y casi ya perdida, pues solamente quienes todavía conservan alguna en su población conocen. [Para quienes no tienen aceñas en su entorno: Molino harinero de agua situado en el cauce de un río (DRAE)].


ACEÑAS



Me pongo la palabra en plena boca
y digo: Compañeros. Es hermoso
oír las sílabas que os nombran,
hoy que estoy (dilo en voz muy baja) solo.


... Es hermoso oír la ronda
de las letras, en torno
a la palabra abrazadora: C-o-m-p-a-
ñ-e-r-o-s. Es como un sol sonoro.

El Duero. Las aceñas de Zamora.
El cielo luminosamente rojo.
Compañeros. Escribo de memoria
fe que tuve delante de los ojos.

De Pido la paz y la palabra, 1955.

Aceñas de Olivares

No es fácil pasear por la orilla del Duero sin quedarse enamorado del transcurrir de sus aguas y de la silenciosa quietud de sus puentes, en especial del de piedra, con su multitud de años, de ojos, de matices y de palomas.


CANCIÓN CINCO

Por los puentes de Zamora,
sola y lenta, iba mi alma.

No por el puente de hierro,
el de piedra es el que amaba.

A ratos miraba al cielo,
a ratos miraba al agua.

Por los puentes de Zamora,
sola y lenta, iba mi alma.

De  Que trata de España, 1964.

DELANTE DE LOS OJOS

Puente de piedra, en Zamora,
sobre las aguas del Duero.

Puente para labriegos, carros,
mulas con campanillas, niños
brunos.

Vieja piedra cansada
de ver bajo tus arcos
pasar el tiempo.

Junto a la orilla, baten
las aceñas, España
de rotos sueños.

Cuando el poniente pone
sutil el aire y el rojo
el cielo,

el puente se dibuja
tersamente, y se oye
gemir el Duero.

De  Que trata de España, 1964.




Y finalizo con otro de la misma época y la misma colección que lleva el título redondo y hace hincapié en sus doradas piedras cuando el atardecer coloca su precioso velo sobre ellas.


ZAMORA

Zamora era de oro,
Ávila de plata.

Contra el azul del cielo
torres se dibujaban.

Románicos mosaicos,
ágiles espadañas.

Zamora de oro,
Ávila de plata.


***


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