Álvaro Mutis está bastante mayor, 86 años. Tiene dificultades para leer con soltura y carece de la capacidad para moverse que dan los 20 años. Esto podría entenderse como un inconveniente para una actuación pública, donde debemos dar lo mejor de nosotros mismos. Y esto mismo es lo que me emocionó. Saber que se está rindiendo homenaje a una persona por lo que ha hecho, por lo que representa toda su obra, por todos los regalos que él nos ha ofrecido a través de sus palabras. Qué hermoso es ver a una ciudad devolviendo parte de la humanidad que el escritor nos ha ofrecido con sus libros, aunque sólo sea en forma de silencio cuando habla y de aplauso cuando calla.
Gestos de este tipo no agregan nada a la literatura, pero dicen mucho de las personas. Y ahora, si tenéis tiempo y ganas, sólo me queda recomendaros la lectura de cualquiera de las novelas de Maqroll el Gaviero