Eso es lo genial. Quien quiera que lo haya realizado, sintetizó en una imagen ese vaivén de fuerzas contrapuestas que mueven el mundo, es decir, la sociedad. A veces el impulso hacia la cordura, el amor y la solidaridad; en otras ocasiones, todo lo contrario. Una idea que expresa muy bien quiénes somos y dónde estamos.
En cualquier día, en cualquier momento, podemos encontrar ejemplos de ambas actuaciones. Diría más: cualquiera de nosotros, pequeños seres humanos sin importancia, puede descubrir en sí mismo actuaciones de un lado y del otro. Gestos llenos de altruismo y generosidad y otros que hubiera sido mejor no haber realizado nunca.
Otra cosa es qué lado sea el que predomine. Y eso también se ve fácilmente en las personas consideradas individualmente. Lo mismo ocurre con las sociedades y con las épocas históricas. Las hay dominadas por el empuje desinteresado y constructivo, mientras que otras están claramente inclinadas hacia el egoísmo y la destrucción.
Me temo que la bola del mundo está siendo movida estos últimos años por la peligrosa folie. A ver cuándo le toca empujar a l'amour y puedo quitar de una vez la imagen que hay bajo estas líneas. Me encantaría.
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