sábado, 22 de junio de 2024

RAQUEL SAMITIER EN EL RINCÓN DE LA ILUSTRACIÓN

El rincón de la ilustración del C C Aiete recoge algunas obras de Raquel Samitier hasta el 8 de septiembre 2024. 



HORARIO DE VERANO
(a partir del 25 de junio)

De martes a viernes: 10:00 - 14:00
Sábado: 10:00 - 14:00 / 16:30 - 20:00
Domingo: 10:00 – 14:00
Lunes y festivos: cerrado

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viernes, 21 de junio de 2024

AMANCIO PRADA CANTA A BÉCQUER

 

Un día de estos pasaré por el monasterio de Veruela, adonde Bécquer acudió en busca de reposo y alivio para su maltrecha salud. Como me gusta que los sitios que visito me hablen de su historia y me cuenten sus intimidades, suelo bucear en cuanta información me hace el viaje más próximo y la estancia más grata. Dicho de otra manera: me gusta que los lugares hablen conmigo y yo pueda hablar con ellos. El diálogo puede establecerse a través de personas, documentos, leyendas, piedras o paisajes. Si todos los elementos colaboran, mejor que mejor. Es la manera que tengo de sentirme bien viajando. 

Estaba en esa fase de documentalista cuando tropecé con el recital de Amancio Prada en Sevilla. La vía Amancio Prada me parece una estupenda vía para acercarse o rememorar la poesía de Bécquer y como en este caso es un vídeo, me ha parecido que traerlo hasta aquí era una manera de reconocer su trabajo y ayudar, si es que en algo puedo yo contribuir desde aquí, a promocionar a estos dos creadores de diferentes épocas enlazados por el amor a la belleza de la palabra escrita, dicha y cantada. Seguro estoy de que el poeta se sentiría muy a gusto oyendo al músico.

Pero la poesía es palabra, palabra escrita, y se puede disfrutar más intensamente cuando somos capaces de ver y de comprender un poco más allá del conjunto de palabras y frases que se agrupan para formar un texto. Cuando tenemos acceso a los resortes y mecanismos que ha utilizado quien ha escrito ese poema —en ocasiones conscientemente; otras veces, inconscientemente— y atravesamos la puerta que nos lleva al misterio de la creación, entonces el gozo de la lectura se abre en todas las direcciones y la explosión de belleza alcanza todas las fibras del ser. 

Es cierto que hay personas —pocas— especialmente dotadas para llegar de forma intuitiva y sin ayuda a ese grado de penetración. La mayoría necesitamos ayuda y asistencia. Para penetrar en el universo bécquer y disfrutar intensamente de su lectura se me ocurren buenos asistentes de fácil acceso: el Comentario de la rima XV, de Francisco López Estrada (El comentario de textos. Castalia1973), donde se ofrecen muchas de las claves para el resto de sus Rimas; y el precioso ensayo de Dámaso Alonso, Originalidad en Bécquer, en Poetas españoles contemporáneos, Gredos, 1965. Ambas son vías muy asequibles y agradecidas para ir más allá en el gozo de la lectura.

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jueves, 20 de junio de 2024

MOBY DICK

Moby Dyck. Adolf Schlosser. Ubicación.

Este es el famoso comienzo de una de las obras fundamentales del siglo XIX : Llamadme Ismael. Hace unos años –no importa cuánto hace exactamente–, teniendo poco o ningún dinero en el bolsillo, y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que me iría a navegar un poco por ahí, para ver la parte acuática del mundo. Es un modo que tengo de echar fuera la melancolía y arreglar la circulación. Cada vez que me sorprendo poniendo una boca triste; cada vez que en mi alma hay un noviembre húmedo y lloviznoso; cada vez que me encuentro parándome sin querer ante las tiendas de ataúdes; y, especialmente, cada vez que la hipocondría me domina de tal modo que hace falta un recio principio moral para impedirme salir a la calle con toda deliberación a derribar metódicamente el sombrero a los transeúntes, entonces, entiendo que es más que hora de hacerme a la mar tan pronto como pueda. Es mi sustitutivo de la pistola y la bala. Con floreo filosófico, Catón se arroja sobre su espada; yo, calladamente, me meto en el barco. No hay nada sorprendente en esto. Aunque no lo sepan, casi todos los hombres, en una o en otra ocasión, abrigan sentimientos muy parecidos a los míos respecto al océano.

Pero no es de la magistral la que origina este comentario, sino la obra de Scholesser, que cada vez que paso por la Plaza José Mª Sert atrae poderosamente mi mirada.

Esta obra de carácter minimalista, con tendencia al arte pobre y, en mi opinión, plagada de connotaciones simbolista, se eleva sobre la superficie del agua como bailarina de ballet que alzara los brazos hacia el cielo queriendo huir hacia ámbitos menos problemáticos. Pero está condenada a permanecer varada siempre en el mismo punto. 


Hay mucho estrés en los poquísimos elementos que la conforman: la cola-arco de acero tensionada como bordón  de guitarra a punto de ser soltado, la oposición entre la levedad de la cola casi invisible y la solidez de la pirámide de granito que acaba imponiéndose, el juego de tendencias antagónicas hacia arriba-hacia abajo; en fin, todo cuanto percibo me recuerda, en su extremada simplicidad, el mecanismo alegórico del relato de Melville, aquí reducido a su mínima expresión, pero con la misma carga conceptual.


Call me Moby Dick. Sigo siendo la representación de todos vuestros miedos.

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miércoles, 19 de junio de 2024

UN LIBRO, UN POEMA (Heinrich Heine)

Traductor: Jesús Munárriz
#unlibrounpoema


Alemania, un cuento de invierno hay que leerlo de principio a fin, no se pueden entresacar unas estrofas porque no hay poemas independientes como en otros muchos libros de poesía. Es una historia y hay que leerla completa. Por ofrecer algo, he transcrito el caput I, es decir, el primer capítulo de los XXVII que contiene. En él sí aparece el objetivo y el deseo que motiva el resto. Sirva de introducción y para despertar las ganas de leer esta sátira política de la primera mitas del siglo XIX. Como alguien dijo, no es casualidad que Heine entablara amistad y colaborara con Marx en Neue neuerheinische Zeitung 

 

CAPUT I
 

Fue en el triste mes de noviembre,
—los días se agrisaban,
deshojaba el viento los árboles—
cuando viajé a Alemania.

Y cuando llegué a la frontera,
sentí un palpitar más fuerte
en mi pecho; incluso creo que
empezaron a gotear 
mis ojos.

Y al oír la lengua alemana,
sentí una cosa extraña:
creo que era como si el corazón
sangrara muy a gusto.

Cantaba con un 
arpa una niña
con sentimiento auténtico
y voz desafinada, aunque a mí
me conmovió su música.

Cantaba de amores y penas de amor,
de abnegación y reencuentro
allá arriba, en el mundo mejor,
donde todo dolor se esfuma.

Cantaba del valle de lágrimas terrenal,
de alegrías pronto deshechas,
del más allá, donde el alma goza
radiante en la gloria eterna.

Cantaba la vieja copla de la resignación,
el tralaralá del cielo
con que se arrulla, cuando lloriquea,
el pueblo, ese gran trasto.

Conozco la música, conozco la letra,
y a los señores que la han escrito;
sé que a escondidas bebían vino
en público predicaban el agua.

Otra canción, nueva y mejor,
amigos, quiero componeros
Aquí en la tierra queremos fundar
nosotros el reino de los cielos.

Queremos ser felices aquí
y no pasar más hambre;
el vientre perezoso no debe atiborrarse
de lo que produjeron manos laboriosas.

Crece aquí abajo suficiente pan
para todos los hijos de los hombres,
también rosas y mirtos, belleza y placer,
y no menos guisantes dulces.

¡Sí, guisantes para todo el mundo,
en cuanto estallen las vainas!
El cielo se lo dejamos
a los ángeles y a los gorriones.

Y si al morir nos crecen alas
iremos a visitaros
allá arriba, y comeremos con vosotros
los más gloriosos pasteles y tartas.

¡Un canto nuevo, un 
canto mejor,
como de flautas y violines!
Ni el Miserere suena ya
ni doblan las campanas.

La virgen Europa se ha prometido
al hermoso genio de la libertad;
yacen uno en brazos del otro,
saborean su primer beso.

Y aunque falte la bendición del cura,
su boda es igual de válida.
¡Viva la novia y viva el novio
y sus futuros hijos!

Mi canto es un canto nupcial,
es el mejor, y nuevo.
Se alzan en mi alma las estrellas 
de la más alta inspiración.

Estrellas entusiastas, de salvaje ardor,
deshechas en torrentes de llamas...
Me siento maravillosamente fuerte,
¡capaz de partir robles!

Desde que pisé suelo alemán,
corren por mí mágicas savias;
el gigante ha vuelto a tocar a su madre
Y le resurgen las fuerzas.

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martes, 18 de junio de 2024

NIETZSCHE DESCOMPLICADO, 15 (Volveremos después del verano)

#Nietzschedescomplicado (conversaciones con Jaime Aspiunza).


Existe entre algunos grupos, —ciertamente minoritarios, pero peligrosos— la convicción de que Nietzsche es algo así como el padre de la ideología nazi. Desde luego, no encontraremos nunca en un manual medianamente serio ninguna alusión al tema, pero explícanos, por favor, para que quede claro el asunto, por qué Nietzsche no es un nazi ni nada que se le parezca.

En primer lugar, aunque esto parecerá a algunos una fruslería, porque –muy repetidas veces– echa pestes del nacionalismo y del socialismo, y «nazi», recuerdo, es abreviatura de «nacionalsocialista».

Yendo al meollo, si Nietzsche abomina de algo es justamente de esos colectivismos o gregarismos que encarnan el instinto de rebaño. Es ese instinto el que nos ha llevado al nihilismo reactivo en que habitamos, el que ha enfermado al ser humano, poniéndolo al borde del abismo, asqueado y aburrido de sí mismo.

Ayer escuché dos respuestas distintas al padecimiento del cáncer: «no me ha enseñado nada», «me ha llevado a no creer en nada»; la primera es la conclusión sana de quien está vivo; la segunda, muy de la época, es, sin embargo, la insana interpretación de un nihilista, de quien, antes creyente en no se sabe qué, descubre por fin que la vida (humana) era esto. No olvidemos que uno de los tópicos supuestamente sabios de nuestro tiempo –y tópico implica gregario– relativos al cáncer, aparte del de «luchar contra él», es el de aprender algo. No dudo de que se pueda, aunque tampoco es obligado hacerlo. Ahora bien, aprender a descreer, significa conservar una fe incólume en la nada, más que en la vida (humana). Haber luchado tanto para esto…



Es, no obstante, innegable que el nacionalsocialismo utilizó a Nietzsche como pensador y profeta suyo. No sucedió esto por casualidad sino por causa de que Nietzsche, más o menos desde que perdió la razón, en 1889, se había convertido en una figura de referencia excepcional, en una figura de culto, imposible hoy de imaginar en el caso de alguien a quien consideramos filósofo. La historia es larga y complicada. Intentaré esquematizarla.

Entre 1890 y 1945, en que, con la derrota del nazismo, que había usufructuado su fama, Nietzsche pasa a ser persona non grata, el filósofo fue tenido por profeta, fundador de una religión, héroe y hereje, revolucionario, etc., figura, en cualquier caso, ante la que había que tomar posición.

El culto a su persona y a su pensamiento, o a algunas de las ideas más conocidas de este, provenía de lados muy diversos y hasta antagónicos. El carácter aforístico de su obra, en apariencia abierta a interpretaciones multiformes y heterogéneas, propició ese interés tan variopinto. La juventud culta de clase media, las vanguardias de los años noventa eran en principio las más afines, pero también tuvo seguidores en el psicoanálisis, y en el nuevo siglo, en el expresionismo, entre músicos (R. Strauss, G. Mahler), escritores (H. von Hofmannsthal, los hermanos Mann, A. Döblin o R.Musil) y hasta en el feminismo (L. Braun o H. StöckerH. Stöcker), los judíos en general y el sionismo (C. Seligman, M. Buber, F. Rosenzweig; Th.Herzl, M. Nordau).

Ya en los años ochenta –Nietzsche da cuenta de ello en sus escritos– ciertos círculos racistas y nacionalistas se declaraban seguidores de él. La noción nietzscheana del «superhombre», del que nada sabían, junto con el extracto darwiniano de la supervivencia de los mejor adaptados, de los más fuertes, los combinaban en el delirio de la crianza de una raza superior. Que Nietzsche maldijera una y otra vez, y aún otra más el racismo, el nacionalismo, el antisemitismo, toda clase de colectivismo o gregarismo, que modificara la lectura que Darwin hacía del evolucionismo justamente con su concepción del Übermensch, que no tiene por qué entenderse en alemán como superhombre, ni, en consecuencia, traducirse así, todo eso, a los adictos a un culto les trae sin cuidado.

Fueron E. Bertram y L. Klages quienes proporcionaron ideas más elaboradas, discursos mucho más trabados que configuraron los orígenes místicos del nacionalsocialismo. El primero hizo de Nietzsche un mito, profeta germánico, leyenda nacional de la nueva derecha alemana; el segundo le endilgó un vitalismo antirracionalista que era el suyo.

Eso, en los años diez y veinte. Luego, A. Bäumler, filósofo nazi, en su libro sobre Nietzsche, a quien considera en esencia un pensador político, acentuó la importancia de la voluntad de poder, entendida en el sentido más trivial, que no es el adecuado, mientras rechazaba el eterno retorno, expediente de decisión práctica, que le resultaba demasiado meditativo y suave, demasiado estoico para lo que pretendía justificar.

Para A. Rosenberg, otro de los pensadores nazis, Nietzsche era un revolucionario cuyas ideas solo podrían ser comprendidas en el mundo nazi. Coincidían, el filósofo y los nazis, en rechazar la sociedad burguesa, el liberalismo, el socialismo, la democracia, el igualitarismo, la moral cristiana y el racionalismo, pensaban ellos. Coincidían en lo que rechazaban; deducían de ahí que también sería nietzscheano lo que ellos afirmaban. — Así sigue habiendo grupos neonazis que se reclaman seguidores de Nietzsche. Hace no muchos años se presentaron un grupo de radicales de extrema derecha en un congreso de la Sociedad Española de Estudios sobre Nietzsche, esperando encontrar entre los estudiosos sus almas gemelas.

Entre los nazis, sin embargo, hubo gente suficientemente informada que sabía muy bien que Nietzsche no tenía nada que ver con ellos. E.Krieck, importante ideólogo del régimen «observó sarcásticamente que si se pasaba por alto que Nietzsche no era ni socialista ni nacionalista, y que además era enemigo de todas las teorías racistas, en ese caso, sí, el filósofo podría haber sido un teórico
eminente del nacionalsocialismo.» (Véase K. Gauger, «El culto a Nietzsche en Alemania», Estudios Nietzsche, nº 7.)


Nietzsche no mata a Dios, Nietzsche no desmonta la moral cristiana, Nietzsche no desacredita el conocimiento; él simplemente expone lo que está sucediendo, y hace una crítica de la metafísica –de los discursos dados por válidos– que está impidiendo que todo eso se vea. Por ello repiensa lo que sea el lenguaje, la naturaleza del ser humano y el sentido de la cultura, fundamentalmente a través de la rectificación y la reintegración de las polaridades que el lenguaje falsamente ha introducido en el mundo: cuerpo / alma, naturaleza / cultura, sujeto / acción, hecho / interpretación, literal / metafórico, verdad / error, bueno / malo, moral / inmoral, etc., etc. — Qué tenga eso que ver con la barbarie programada del nazismo es algo que a uno difícilmente se le alcanza.


Aquí dejamos, de momento, la descomplicación de Nietzsche. Volveremos a la vuelta del verano.

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lunes, 17 de junio de 2024

HEMINGWAY & EUSKAL HERRIA


Esta exposición recoge las cuatro décadas durante las que Ernest Hemingway mantuvo relación con la cultura vasca. Ha sido organizada por Gernikako Euskal Herriko Museoa y Donostia Kultura. Están expuestos distintos ejemplares y un vídeo, aunque la mayor parte del contenido viene dado por lo que se recoge en los paneles. 


Hasta el 15 de septiembre








Sorprende que esta cita no esté referenciada. De lo que vemos en el panel se desprende que es un texto de Hemingway cuando no es así. El texto pertenece a John Donne, de la Meditación XVII. De ahí sacó el título, Por quién doblan las campanas - For whom the Bell Tolls, el novelista americano.






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domingo, 16 de junio de 2024

ON THE NATURE OF DAYLIGHT (Sobre la naturaleza de la luz diurna)

 

He sabido de Max Richter gracias al programa de Mercedes Menchero. Desde entonces, he escuchado con sumo placer todo cuanto tiene en Spotify y paseo con insistencia por su canal de YouTube, al que, por supuesto, me he suscrito. 

Si tuviera que definir con una sola palabra la música de Richter yo diría que es una música sanadora. No es que espere a sentirme mal para acudir a su música y sentirme mejor, entre otras cosas porque desde que he tenido conocimiento de ella no he tendido la ocasión de sentirme mal, ni física ni emocionalmente, afortunadamente, pero no tengo ninguna duda de que en caso de que fuera así, escuchar cualquiera de sus composiciones me haría sentirme bien. Música minimalista para salir de ella aliviados de todo mal.

Que la música os sea favorable.

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sábado, 15 de junio de 2024

ACTOS GRATUITOS DE BONDAD


No he comentado ninguna película desde hace muchísimo tiempo, lo que no quiere decir que no vea películas, pero es cierto que siempre las tengo en un segundo plano, me interesa más la palabra escrita y eso se nota en este blog. Hoy voy a romper ese silencio porque quiero destacar una frase de uno de los personajes.

Testament es una comedia blanca con ribetes satíricos contra algunas de las formas de actuación y pensamiento posmoderno, más específicamente woke. Javier Ocaña en El País la califica de sátira reaccionaria contra lo woke. Tal vez el pensamiento único consista en que cada cual expresa su pensamiento sin poner la más mínima atención al pensamiento de los demás. O, acaso, el pensamiento crítico consista en criticar el pensamiento de los demás como falso y confuso, porque el único criterio válido es el nuestro. 

Ni voy a contar la película, ni voy a realizar una reseña. Solamente quiero dejar aquí una cita de la misma que, en mi opinión —nótese que hablo de mi opinión— es lo mejor de la película y algo que deberíamos tener siempre presente en nuestras relaciones con las demás personas que conforman nuestro universo personal.

Contextualizo: una residencia de gente mayor, una directora un tanto rígida que desde hace muchos años no tiene noticia de su hija, un profesor jubilado que también desde hace tiempo contempla la vida con distancia, y una serie de conflictos propios de este tiempo pospandémico. Después de unas cuantas situaciones cómicas propiciadas por lo que ocurre dentro y fuera de la residencia, el profesor jubilado se entera de la pérdida de la directora. Hace cuanto puede para localizar a la hija y lo consigue. La hija, que tiene un niño poco menor de un año, no quiere saber nada de la madre. El profesor, después de utilizar el argumento familiar y materno-filial sin éxito, aduce como quien no quiere la cosa: De vez en cuando hay que hacer actos gratuitos de bondad, son los que hacen la vida soportable para uno mismo y para los demás.

Repito: De vez en cuando hay que hacer actos gratuitos de bondad, son los que hacen la vida soportable para uno mismo y para los demás.

Si me dan a elegir, prefiero el conservadurismo de alguien que de vez en cuando realice actos gratuitos de bondad, a la progresía que de vez en cuando realice actos gratuitos de protesta. Bien entendido, por supuesto, que se puede ser progresista y realizar actos gratuitos de bondad al mismo tiempo que se denuncian situaciones injustas, porque lo fundamental no es la ideología, sino la persona. 

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viernes, 14 de junio de 2024

EXPOSICIÓN ALUMNADO DE DONOSTIA KULTURA

Se encuentran expuestos en la Casa de Cultura de Okendohasta el 19 de junio, los trabajos de las personas que han tomado parte en alguno de los talleres de artes plásticas organizados por Donostia Kultura esta temporada.

El espacio, como se puede apreciar, es muy atractivo, y aunque no es muy grande y son muchos los trabajos que componen la exposición, el ambiente que se crea entre el entramado de madera y el suelo de piedra, resulta muy acogedor para disfrutar de las composiciones de tanto artista. Y los hay que tienen un gran nivel.










De lunes a viernes: 10:00 - 14:00 / 16:00 - 20:30

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EL ¿ESTOICO? BÉCQUER

Diversas ediciones
 La frágil salud de Bécquer le llevó en 1863 al monasterio de Veruela. Desde allí fue enviando cartas a El Contemporáneo, periódico para el que trabajaba. Entre la segunda y la tercera hay un lapso de tiempo mayor. Bécquer había tenido una recaída en su afección pulmonar. Una vez recuperado redacta la tercera que, además de tener un interés particular como poética del creador, supone un punto y aparte en su manera de enfrentarse de nuevo a la vida. Posiblemente, la recaída fue profunda y, una vez superada, sale de ella una persona más consciente de que cuanto tenemos es lo que vivimos en el ahora. 

Hay quien ve en ella un actitud pesimista y nostálgica y la relaciona con las rimas LXIX, LXI o LXVI:

¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero
           de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
           sobre la roca dura;


los despojos de un alma hecha jirones
           en las zarzas agudas,
           te dirán el camino
           que conduce a mi cuna.


¿Adónde voy? El más sombrío y triste
           de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
           melancólicas brumas.


En donde esté una piedra solitaria
           sin inscripción alguna,
          donde habite el olvido,
          allí estará mi tumba.


Yo no lo veo así. No percibo pérdida ni lamento, más bien un posicionamiento estoico ante la conciencia de la muerte y el valor de la vida en todos y cada uno de sus momentos. Este es el final de la carta, que cada cual juzgue por sí mismo:

Desde que, impresionada la imaginación por la vaga melancolía o la imponente hermosura de un lugar cualquiera, se lanzaba a construir con fantásticos materiales uno de esos poéticos recintos, último albergue de mis mortales despojos, hasta el punto aquel en que, sentado al pie de la humilde tapia del cementerio de una aldea oscura, parecía como que se reposaba mi espíritu en su honda calma y se abrían mis ojos a la luz de la realidad de las cosas, ¡qué revolución tan radical y profunda no se ha hecho en todas mis ideas! ¡Cuántas tempestades silenciosas no han pasado por mi frente, cuántas ilusiones no se han secado en mi alma, a cuántas historias de poesía no las he hallado una repugnante vulgaridad en el último capítulo! Mi corazón, a semejanza de nuestro globo, era como una masa incandescente y líquida que poco a poco se va enfriando y endureciendo. Todavía queda algo que arde allá en lo más profundo, pero rara vez sale a la superficie. Las palabras amorgloriapoesía, no me suenan ya al oído como me sonaban antes. ¡Vivir!... Seguramente que deseo vivir, porque la vida, tomándola tal como es, sin exageraciones ni engaños, no es tan mala como dicen algunos; pero vivir oscuro y dichoso en cuanto es posible, sin deseos, sin inquietudes, sin ambiciones, con esa felicidad de la planta que tiene a la mañana su gota de rocío y su rayo de sol; después, un poco de tierra echada con respeto y que no apisonen y pateen los que sepultan por oficio; un poco de tierra blanda y floja que no ahogue ni oprima; cuatro ortigas, un cardo silvestre y alguna hierba que me cubra con su manto de raíces, y, por último, un tapial que sirva para que no aren en aquel sitio ni revuelvan los huesos.

He aquí, hoy por hoy, todo lo que ambiciono: ser un comparsa en la inmensa comedia de la Humanidad y, concluido mi papel de hacer bulto, meterme entre bastidores sin que me silben ni me aplaudan, sin que nadie se aperciba siquiera de mi salida.

No obstante esta profunda indiferencia, se me resiste el pensar que podrían meterme preso en un ataúd formado con las cuatro tablas de un cajón de azúcar, en uno de los huecos de la estantería de una Sacramental para esperar allí la trompeta del Juicio, como empapelado, detrás de una lápida con una redondilla elogiando mis virtudes domésticas e indicando precisamente el día y la hora de mi nacimiento y de mi muerte.

Esta profunda e instintiva preocupación ha sobrevivido, no sin asombro por mi parte, a casi todas las que he ido abandonando en el curso de mi vida, pero, al paso que voy, probablemente mañana no existirá tampoco, y entonces me será tan igual que me coloquen debajo de una pirámide egipcia como que me aten una cuerda a los pies y me echen a un barranco como un perro.

Ello es que cada día me voy convenciendo más que de lo que vale, de lo que es algo, no ha de quedar ni un átomo aquí.


Tal vez esté confundido, pero yo creo percibir al poeta más próximo a la ataraxia que a la desesperación. Podéis leerla completa aquí. O que os la lean en este audio.

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jueves, 13 de junio de 2024

LOS PODCAST DE AMNISTÍA INTERNACIONAL



Si eres una de esas personas que prefiere la información de manera oral Amnistía Internacional te cuenta cada semana una historia de activismo y defensa de los DDHH en el mundo. Puedes descargarlos y oirlos cuando te resulte más cómodo.

En esta segunda temporada ha creado la sección Amnistía Internacional explica. En ella responden a preguntas fundamentales sobre derechos humanos: ¿qué son los crímenes de guerra?, ¿en qué países se han cometido actos de tortura? o ¿qué entendemos por racismo?

Dejo aquí tres ejemplos. Desde este enlace puedes acceder a otros muchos.


Y recuerda: tu firma puede salvar vidas.

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miércoles, 12 de junio de 2024

UN LIBRO, UN POEMA (Manuel Vilas)

#unlibrounpoema

Manuel Vilas recoge en este título buena parte de la poesía publicada anteriormente:
  • El rumor de las llamas (Olifante, 1990).
  • El mal gobierno (Ediciones Libertarias, 1992).
  • Las arenas de Libia (Huerga y Fierro, 1995).
  • El cielo (DVD, 2000).
  • Autopista (La Torre degli Arabeschi, 2004).
  • Resurrección (Visor, 2005).
  • Calor (Visor, 2008).
  • Gran Vilas (Visor, 2012). 
  • El hundimiento (Visor, 2015).
  • Roma (Visor, 2020).

LA POESÍA, OTRA VEZ

Cualquier cosa tiene más sentido en este mundo que escribir poesía: arrojar piedras a un río, mirar el sol, respirar, no hacer nada, dormir, subirse a un árbol, mentir, odiar, morir, llorar, matar una mosca vieja que a duras penas levanta el vuelo, sufrir, enamorarse, ser correspondido, no serlo, perderse en el mar, ahogarse, comprar en una tienda una chocolatina, comerse una mandarina con la mirada ausente, hacer el ridículo, ser humillado, humillar, matar un pavo para Navidad con un cuchillo Arcos comprado en Amazon, conducir un cortacésped por una autopista, saludar a los muertos como si estuvieran vivos, arreglar el tejado de la casa de tus abuelos, decepcionar, pagar a Hacienda, tirar la basura a un contenedor, comprarte un avión, aprender a tocar una trompeta, usar desesperadamente demasiada lejía para lavar el váter, rezarle a Dios, afiliarse al Partido Comunista de España, ducharte, buscar un zapatero para que te arregle los zapatos más viejos del mundo, hospedarte por dos mil trescientos euros la noche en una suite del Four Seasons de la calle Sevilla de Madrid, desaparecer, borrar tu nombre de todos los registros civiles del estado español, hacerte inmensamente rico, empobrecerte, pedir limosna en una esquina, desvanecerte en la Gran Vía madrileña como si no hubieses sido sino una ilusión óptica, cualquier cosa tiene más sentido que este oficio de escribir poesía, el misterioso oficio que el azar y el tiempo encomendaron a unos pocos y desdichados seres humanos entre los que no quiero contarme.


Esta entrevista en  la que comenta la antología publicada por Lumen me ha parecido suficientemente breve e interesante como para acompañar esta instigación a la lectura.


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