[Tengo el ordenador en el hospital, lo que quiere decir que estoy componiendo esta entrada con el teléfono. Es una tortura. Espero que las horas invertidas para sacarla adelante merezcan la pena].
Carlos Rubio escribe en su esclarecedor Claves y textos de la literatura japonesa: En oposición a la hojarasca difícil de sus dos predecesores (se refiere a Nishiyama Sōin y Matsunaga Teitoku) Matsuo Bashō (1644-1694) nos habla del viejo estanque donde salta una rana, de un cuervo posado en una rama seca, de hierbas de verano que crecen en un antiguo campo de batalla. Va a establecer un estilo personal conocido como el shõfu y desplegado en seis antologías cuya esencia no será el uso del haikai como simple artificio verbal, sino como una expresión hondamente lírica; una hondura paradójicamente canalizada en un ideal estético que Bashō llamará al final de su vida karumi o "ligereza". En el plano formal, Bashō establece de los tres primeros versos del renga —el llamado hoku— una forma estrófica independiente que doscientos años después será conocida como haiku. Diecisiete sílabas repartidas en tres versos sin rima de 5, 7 y 5 sílabas cada uno.
Este librito de Alianza, anteriormente editado por Satori, recoge 69 haikus de entre aquellos que no habían sida ya traducidos por Octavio Paz, Antonio Cabezas, Vicente Haya o Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala, traductor de la selección que aquí se presenta. Se trata de una edición bilingüe en cuyas páginas pares aparece el texto japonés y las impares son utilizadas para la traducción al castellano (arriba) y un breve pero muy valioso comentario (abajo) sobre el haiku traducido, tal y como puede verse en estas fotografías de las páginas 46 y 47.
Consecuentemente con lo dicho en las líneas anteriores, en esta antología no vais a encontrar el más famos haiku de cuantos se han escrito en la historia de los haikus. Remito al título El haiku japonés, de Fernando Rodríguez-Izquierdo y Gavala, no tanto para que lo podáis leer allí, sino por la estupenda y esclarecedora anécdota que recoge en las páginas 78 y 79.
Y ahora un par de haikus más
Grácil sauce dormido:
sueña que tiene alma
de ruiseñor.
Cae y cae el rocío;
¿qué tal si yo lo usara
para limpiar el mundo?
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