Editorial |
Salir de la noche es un libro hermoso, que está muy bien escrito, pero por encima de todo es un libro necesario, un libro que nos enseña a afrontar la violencia, porque la violencia, cuando se desata, cuando se echa a la calle solamente tiene una consecuencia: nos hace personas peores.
No voy a entretenerme comentando el excelente relato periodístico que consigue tejer Calabresi para mantenernos pegados a la lectura. Eso no es nada más que técnica de la buena, dominio de la escritura, que, como lector, se le agradece.
Lo importante, lo verdaderamente importante es la sencilla y eficaz lección moral que nos ofrece. La resistencia ante el dolor y la desesperación para salir adelante de manera cabal y equilibrada. En este aspecto, no me cabe duda, ayuda mucho tener una madre con las ideas tan claras y una entereza fuera de lo común. Un pasaje será suficiente:
Mamá está hablando por teléfono, le estoy hablando de esas cajas grandes llenas de papeles que quiero tirar, de frases desagradables que he encontrado en los recortes de periódicos, de la gran cantidad de cosas que hemos tenido que digerir.
—¿Cómo lo has conseguido? —le pregunto.
—He apostado por la vida, ¿qué otra cosa podía hacer a los veinticinco años, con dos niños pequeños entre manos y un tercero en camino? He trabajado todos los días, el único antídoto contra la depresión, y he tratado de vacunaros contra la pereza, contra el odio, contra la maldición de convertirnos en víctimas rabiosas. Esto no significa ser sumisos o enterrar la cabeza en la arena. Significa luchar por alcanzar la verdad y la justicia y seguir viviendo, a la vez que se renueva la memoria cada día. Hacer lo contrario sería plegarse totalmente al gesto de los terroristas, dejarse ganar por su cultura de la muerte.
El Museo de San Telmo tiene un canal YouTube desde donde poder seguir en directo vía streaming las conferencias, charlas y otros actos que se producen en el salón cuando no es posible acudir. Después, pasados unos días, los vídeos suelen quedarse alojados en él. Estaré atento y cuando lo suban, lo colocaré aquí para que podáis disfrutar de las palabras de Mario Calabresi.
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