Espero que quienes os hicisteis en su momento con el ejemplar podáis disculparme.
Es necesario olvidar el paraíso,
la edad de oro,
la utopía salvífica,
la creencia redentora
y caminar al borde del abismo.
No hay más luz
que la luz propia.
Renunciar al centro,
asirnos al extrarradio.
Sin intermediarios ni profetas.
Ni perfección ni plenitud.
Tú y yo frente a frente
construyendo el abrazo consuetudinario,
imaginando el futuro
mientras celebramos el presente
en primera persona del plural
sin más bandera
que la comprensión y el entendimiento.
Es necesario olvidar el paraíso,
la edad de oro,
la utopía salvífica,
la creencia redentora
y caminar al borde del abismo.
No hay más luz
que la luz propia.
Renunciar al centro,
asirnos al extrarradio.
Sin intermediarios ni profetas.
Ni perfección ni plenitud.
Tú y yo frente a frente
construyendo el abrazo consuetudinario,
imaginando el futuro
mientras celebramos el presente
en primera persona del plural
sin más bandera
que la comprensión y el entendimiento.
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Bellísimo y exacto. Gran poema. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarNoah.