sábado, 23 de abril de 2022

LOSAR DE LA VERA


 Esta fue la primera sorpresa agradable que me ofreció el municipio: los trabajos de jardinería que adornan la carretera EX-203 a su paso por la localidad o, lo que es lo mismo, la avenidas de Extremadura y de Carlos V. Sus setos esculpidos al estilo Manostijeras son la primera imagen que recibe quien se adentra por primera vez en el pueblo. Y son muchos y muy variados. Gracias a ellos he aprendido una nueva palabra: topiaria, la técnica de podar arbustos para ofrecer formas decorativas.


Pero Losar ofrece muchas más sorpresas que esta singular muestra de jardinería escultórica. También saben aprovechar los recursos del arte urbano para decorar los muros. Este impresionante zorro da buena muestra de ello:

Sin embargo, para un aficionado a perderse por los caminos del monte y transitar por senderos en busca de elementos más naturales la primavera verata era toda una fiesta de color. Retamas (la genista de Serrat), espliegos, jaras, amapolas y toda clase de flores silvestres ofrecían un lujurioso festín para la vista y el olfato.







De hecho, yo nací en un pueblo que llevaba como apellido La Jara, pero un día, ignoro cuál fue, lo mismo que ignoro por qué, lo perdió. El caso es que no habiendo vivido por allí nada más que los tres primeros años de mi vida, nunca había visto lo hermosísima que es su flor (es la que está sobre estas líneas), como tampoco había podido disfrutar hasta ahora del estallido floral que supone alrededor de carreteras y caminos, punteados ininterrumpidamente de blanco.

Ya sé que, seguramente, el rincón preferido tanto por la gente local como foránea es el puente de Cuartos, sobre la garganta homónima, y la fascinante piscina natural que se forma a sus pies, recreo máximo de los días calurosos para la población.


 Pero cada cual tiene sus debilidades y a mí me fascinan las formas y colores que pueden adquirir esas creaciones vegetales, a veces diminutas, especialmente las que surgen al margen de nuestros cuidados y atenciones.


Y luego están sus nombres. Por ejemplo, el de estas dos, que encontré al pie de la garganta: ornithogalum. Es decir: leche de pájaro. Lo de la leche parecía evidente por el color; pero dicen en la wiki que no va por ahí, que la expresión leche de pájaro se utilizaba en latín para indicar que algo era maravilloso. ¡Cómo no quedarse fascinado con ellas!

En fin, si queréis ver algunas fotos más de por allí, aquí he dejado unas cuantas.

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Путин, немедленно останови войну!

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