He recibido este vídeo por correo electrónico de ACNUR, por lo que supongo que otras muchas personas también lo han visto. Ojalá se hiciera viral y llegara a muchas más, sobre todo a las que tienen en su mano la capacidad de decidir.
Hasta donde yo sé, el caso de Panagiota no es un caso aislado, pero ciertamente es un caso singular, un caso extraordinario de solidaridad y de ayuda a los demás. Un caso, incluso, de heroísmo. Panagiota es una de esas mujeres que nos devuelve la confianza en los seres humanos.
Y mientras esta mujer singular y valiente nos da un ejemplo de solidaridad, en España se convocaban manifestaciones para pedir al gobierno que traiga ya de una vez a todas las personas que se comprometió a traer, y la respuesta es desoladora: unas pocas por allí y otras pocas por allá.
Exceptuando la manifestación de Barcelona, donde hubo muchos miles, en el resto de ciudades daban ganas de llorar al ver tan poca gente reunida. Y eso que no se nos pedía nada, solamente nuestra presencia para que el mensaje llegara claro y nítido hasta donde tenía que llegar.
Sin duda el mensaje debió de llegar muy clarito hasta el gobierno, pero no era el esperado, sino este otro: la población pasa olímpicamente de los refugiados, hagan ustedes lo que les dé la gana, es decir, lo que ya están haciendo. Por eso, ejemplos como el de Panagiota son tan alentadores como necesarios.
¡Gracias, Panagiota!
ES REFRESCANTE CONTAR CON CON PAGINAS LITERARIAS PARA PODER EXALTAR LOS PRINCIPIO DE LOS VALORES ETICOS, MORALES Y ESPIRITUALES. ES ASI COMO EL ALMA SE REGOCIJA: BUSCANDO EL ESPLENDOR DEL SENTIR HUMANO.
ResponderEliminarGracias, Mili. Eres muy amable.
ResponderEliminarDurísimo.
ResponderEliminarPor supuesto, tenía que ser griega.
No lo había visto, Jesús. Gracias por "colgarlo".
No hay de qué, al fin y al cabo, tan solo he repetido lo que ACNUR ya había hecho.
EliminarUn saludo y gracias por pasar por aquí.