Más allá de donde
aún se esconde la vida, queda
un reino, queda cultivar
como un rey su agonía,
hacer florecer como un reino
la sucia flor de la agonía:
yo que todo lo prostituí, aún puedo
prostituir mi muerte y hacer
de mi cadáver el último poema.
Con este poema de Panero me envía un amigo la noticia de su muerte. Sin duda, puede ser un buen epitafio.
Me he dado una rápida vuelta por internet y me he encontrado un par de vídeos que creo que pueden reflejar bien lo que Panero fue y representó. El primero lleva por título Merienda de negros y es obra de Elba Martínez. El segundo es la ya clásica película El desencanto. Si no la visteis en su momento, ahora podéis recuperarla.Pero con alguien que escribe lo mejor que se puede hacer es leerlo. Visor tiene la obra completa publicada en dos volúmenes. En el primero —y esto va en gustos— está la obra más asequible, tal vez la que pueda ser considerada más técnica y racional. En el segundo os encontraréis con una poesía más fresca y deshilvanada, tal vez —sólo tal vez— más difícil para dejarse querer.
En esta santa y pecadora red, que también puede ser un buen medio para empezar a conocer su obra y decidir si nos vamos a inclinar por el libro o no, hay un sitio que tiene unos cuantos poemas suyos. Os lo dejo enlazado aquí.
Feliz lectura.
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