viernes, 15 de enero de 2021

JOAN MARGARIT. Detrás de las palabras

Ejemplar del KM
Detrás de las palabras es una antología muy especial de la poesía de Joan Margarit. Solamente contiene 50 poemas (catalán, castellano). Pero lo singular, lo extraordinario, no es que se hayan recogido tan pocos poemas suyos. Lo que dota a esta antología de un carácter tan especial es que cada uno de los poemas recogidos está comentado por alguna persona del ámbito cultural, generalmente poeta, lo que convierte la recopilación en un hermoso homenaje al autor y en un regalo de lectura a quienes lo disfrutamos. Muy apreciables son también los dos ensayos breves que encabezan el contenido de la antología y que corren a cargo de los responsables de la edición: Antonio Lafarque y José Andújar Almansa.

Esta es la nómina de comentaristas. Habla por sí misma: D. Sam Abrams, J. L. Gómez Toré, Josep M. Rodríguez, Antonio Jiménez Millán, Luis García Montero, Juan de Dios García, Jesús García Sánchez, Felipe Benítez Reyes, Ramón Andrés, Sara Mesa, Antonio Lucas, Guillermo Busutil, Pere Rovira, Luis Alberto de Cuenca, Almudena del Olmo Iturriarte, Itzíar López Guil, José Antonio Mesa Toré, Manuel Forcano, Ioana Gruia, Francisco Díaz de Castro, Antonio Lafarque, Pere Ballart, Enric Sòria, Juan José Lanz, José Jurado Morales, Raquel Lanseros, Justo Navarro, Domingo Sánchez-Mesa, Javier Cercas, Benjamín Prado, Ben Clark, Jordi Gracia, Eloy Sánchez-Rosillo, Carlos Pardo, Juan Carlos Abril, José Luis López Bretones, José-Carlos Mainer, Ángel L. Prieto de Paula, Carlos Marzal, Marcel Riera, Carlos Alcorta, Yolanda Morató, Juan Manuel Romero, Luis Antonio de Villena, Lorenzo Oliván, Vicente Gallego, Ponç Pons, Antonio Colinas, Javier Rodríguez Marcos y Marta Sanz.

Todos los comentarios merecen la pena, algunos son simplemente brillantes.


CONOCIMIENTO


Cavar entre las piedras, los terrones,
las raíces que nunca arrancarás.
Es el precio que tiene lo profundo.
Cavar es religioso.
Es una forma de bondad.
Cavar de noche. Luego arrodillarse
y alzar los ojos hacia el firmamento
sin olvidar que todo ha de buscarse en tierra:
cómo alzar una casa, o escribir poesía.
Incluso desde dónde poder volver a amar
en este temporal de la memoria.

               De Amar es dónde, 2015.

jueves, 14 de enero de 2021

WANG WEI, un poema, tres idiomas

Gaztelupeko hotsak

Hace tiempo me regalaron esta singular y bellísima edición de poesía clásica china. Es un libro que tiene cubiertas artesanales en metal grabado y envejecido artificialmente. El diseño del libro corresponde al ya fallecido pintor J. L. Zumeta y al fotógrafo J. Urretabizkaia. Dentro, como era de esperar y podéis ver por las páginas escaneadas, hay más sorpresas. Las páginas pares (las de la izquierda) contienen los poemas de Li Bai, Wang Wei y Du Fu impresos en tinta roja y en ideogramas chinos, que para un occidental son un regalo para la vista. Las impares, las traducciones al euskara realizadas por Rafa Egiguren. E intercaladas entre originales y traducciones hay siete láminas del pintor que ambientan visualmente lo que las palabras dicen. Pero todavía hay más, mucho más, porque el libro no es un propiamente un libro, o no es solamente un libro, sino un disco. Lo encontramos en el sobre adjunto de la cubierta final. Podríamos entender que todo el aparato no es otra cosa que un bellísimo y plural objeto para contener el CD de Joserra Senperena. Una auténtica delicia.




 Y ahora el poema en su idioma original:



1. En euskara:

BANBUEN ARTEAN

Oihanean denon isilean

banbuetan eseri naiz trankil

zitara jo bitarte, txistuka

ilargiak nau distiraz jantzi.

                          Traducción: Rafa Egiguren.


2. En castellano: 

EN EL BOSQUE DE BAMBÚES

Sentado solo entre silenciosos bambúes,

taño mi laúd y silbo unas canciones.

Nadie sabe que estoy en el espeso follaje.

Sólo la brillante luna acude a acompañarme.

                          Traducción: Guojian Chen.


3. En inglés: 

BAMBOO HOUSE

Sitting alone in a bamboo grove

Plucking a zither, repeating this song:

Deep in the forest, in a spot unknown

Waiting for a bright moon to come.

                          Traducción: Srijana (en inglés podéis encontrar decenas de traducciones).

Esta es la delicada pieza musical que J. Senperena compuso para acompañar el poema (podéis leer el poema en voz alta mientras suena de fondo la creación del músico):

Ignoro totalmente lo que Wang Wei dijo en su idioma. Los traductores me ofrecen la idea general, aunque en la forma de expresarlo distan mucho unas traducciones de otras. Cojo el último verso: 

1. La luna me viste de brillo/de reflejos 

2. Sólo la brillante luna acude a acompañarme

3. Esperando que llegue una luna brillante

Seis líneas más tarde, continúo sin saber nada de chino, pero si la idea es la misma en todos los textos, es decir, la de alguien que ha ido a disfrutar de la naturaleza en soledad a un bosque de bambúes, la primera, ya que estamos hablando de poesía, ofrece un tono poético y una belleza formal que las otras dos ignoran. Me quedo con la primera.

***

El disco-libro es inencontrable en estos momentos. Es necesario recurrir a una biblioteca. Este es el exiguo listado de bibliotecas municipales del País Vasco donde está disponible, pero no en todas se presta:

miércoles, 13 de enero de 2021

BLAS DE OTERO, ruta literaria

Editorial
Ahora que la pandemia y sus gestores nos reducen el perímetro explorador a la provincia que habitamos, me encuentro en la biblioteca del Koldo Mitxelena esta curiosa guía/antología/incitación poética sobre el grandísimo Blas de Otero y sus paisajes de la infancia y adolescencia.

El formato es de lo más práctico. Permite llevarlo en cualquier bolsillo y sacarlo en el momento oportuno para leer el poema que se relaciona con el punto en que nos hallemos de la ruta. Comodísimo. 

Aunque los poemas están en su idioma original, la ruta está en euskara y en castellano. La ruta, por cierto, ya se encontraba en línea, con la posibilidad de descargarla, pero disponer de ella y de los textos en formato libro ahorra muchas molestias, al menos a los que somos adictos al papel y al objeto real.

La ruta en realidad es doble. Incluye los lugares del entorno bilbaíno, ciudad donde nació y vivió durante un tiempo, así como Orozko, el pueblo de su abuela materna al que acudía los veranos. A él le dedica este hermoso soneto:

Orozco cabe en un soneto. Acaso
poco aireado, un poco angosto y frío,
pero por él va cavilando el río
y va el aldeano antiguo paso a paso.

¿En barrotes de hierro? No hagas caso.
Escucha Rosamunde, Schubert mío
y del aire: una esquila, un cohete, un pío
del alba rosa y el grosella ocaso.

El palacio está viejo. Los perales
del huerto, añosos, y los pejugales
pisados por un niño entristecido.

Aquí jugué al frontón, allí me he muerto
adolescentemente en los trigales.
Doña Pepita está sola en el huerto.

martes, 12 de enero de 2021

POESÍA CLÁSICA CHINA


 Lu Ji (261-303)

II. EL PROCESO


El proceso. Así es el comienzo: se interioriza la visión, se adentran los sonidos. Se demora el pensamiento y todo se interroga.

El alma galopa hacia los ocho confines del espacio. El espíritu vaga errante por alturas infinitas.

Al acercarse, la emoción poco a poco se convierte en luz. Las cosas se reflejan e intercambian su claridad.

Y es que al beber la esencia de las palabras dichas y escritas, paladearás el muy dulce sabor de los Clásicos.

A la deriva entre cielos y abismos, te dejarás llevar por la gran corriente, bañándote en las aguas del manantial, internándote en su profunda hondura.

Y esas frases sumergidas que se esconden y se agitan, serán como peces inquietos que, mordiendo el anzuelo, emergerán desde el fondo más insondable.

Y las otras delicadas bellezas, vagando ingrávidas y errantes, serán como pájaros de alto vuelo que, cazados con flecha y con cuerda, caerán en picado desde las nubes más altas.

Haz acopio de palabras y de frases no usadas por más de cien generaciones.
Escoge rimas perdidas y olvidadas desde hace miles de años.

Desdeña las flores marchitas, ya abiertas, del amanecer, y quédate con los brotes tiernos, aún cerrados, de la noche.

Así, verás pasado y presente en un único instante, y abarcarás los inmensos mares en tan solo un abrir y un cerrar de ojos.


Tao Yuanming (365-427).

De niño, sin ambiciones mundanas,
sentía un gran apego a las montañas.
Más tarde, caí desgraciadamente
en el lazo de este vanidoso mundo,
que me ha retenido por tantos años.

Los pájaros enjaulados añoran
los nidos que tenían en el bosque.
Los peces de los acuarios
echan de menos el inmenso mar.
Por fin he regresado a mi finca,
y estoy aquí, como labrador,
roturando los campos y yermos del sur.

Tengo poco tierra
y unas cuantas chozas.
Olmos y sauces dan sombra a mi casa,
y veo peras y melocotones,
que crecen enfrente de la ventana.
A lo lejos se perciben
ruidos y voces de un pueblo.
De cerca veo tenues humos,
que se elevan sobre las chimeneas.
Un perro ladra al fondo de la calle.
y un gallo canta sobre una morera.
En mi casa todo es tranquilidad,
alejado de tumultos y bullicios.
He dejado para siempre
aquella vida enjaulada,
y logre volver al YO de verdad.


Anónimo (S. VI)

BALADA DE MULÁN





He Zhizhang (659-744)


DE REGRESO A MI PUEBLO NATAL 

Salí de niño y, viejo, vuelvo. 
Mi acento, el de antes, mas ya ralos mis cabellos. 
Los niños no me conocen. Sonrientes, preguntan: 
¿De dónde viene, caballero?



Zhang Ruoxou (660-720)


EL RÍO PRIMAVERAL EN UNA NOCHE DE LUNA Y FLORES 

Con las crecidas de primavera, 
se identifican el río y la mar. 
Emerge de entre las olas 
una luna esplendorosa. 
Inunda y acompaña 
a las aguas agitadas 
miles y miles de leguas. 
¿Qué río en primavera 
no goza de la luna? 

El río corre, abrazando 
la campiña perfumada 
bajo una gasa blanca. 
La luna argenta sus flores, 
que brillan como diminutas perlas. 
Se diría que la escarcha, 
suspendida del espacio, 
se funde con el blancor 
de la arena de la orilla. 
La luna y el cielo, 
plateados, 
inmaculados. 
Mas ¡qué soledad sufre ella 
en el éter cristalino! 
En las riberas del río, 
quién vio la luna primero? 
Y esta, a su vez, ¿cuándo arrojó 
sus primeros rayos al hombre? 
Generaciones humanas, 
una tras otra, 
vienen y se van. 
Año tras año, la luna del río 
parece siempre la misma. 
No se sabe a quién espera. 
Solo se ve que en el inmenso 
río las aguas pasan y pasan. 

Flota una nube blanca 
hacia la lejanía. 
En la ribera de los Verdes Arces, 
una tristeza infinita. 
¿De quién es aquella barca 
que en esta noche navega? 
¿En qué morada, bajo la luna 
se añora al ser querido ausente? 
La luna ronda la casa 
e ilumina el tocador 
de la esposa nostálgica, 
que enrolla la cortina de perlas, 
mas la luna no se aleja. 
Golpea en la piedra al lavar la ropa
Tampoco la ahuyenta. 

Ahora los amantes 
fijan sus ojos 
en el espejo celeste. 
Quieren verse, pero ni se oyen. 
¿Remontar la luna 
e ir con sus luces 
para alumbrar al amado? 
No, ni los gansos silvestres, 
legendarios mensajeros de amor, 
en su vuelo prolongado, 
pueden llevarle la luz. 
Dragones y peces, 
también mensajeros, 
solo logran levantar, 
en sus afanosos saltos, 
unos rizos en el agua. 

“Anoche soñé que las flores 
se cayeron en los estanques. 
Avanzada ya la estación, 
aún no puedo volver a casa. 
Impetuosas aguas del río 
se llevarán la primavera, 
y también la flor de mi vida.” 
Sobre la orilla agoniza la luna, 
que se atisba entre las brumas. 
Montaña Norte. Río Sur. 
Inmensurable es la distancia 
que el viajero debe salvar. 
¿Quién pudiera cabalgar la luna 
para retornar así al hogar? 
Ya se pone ella, la luna, 
y de tristeza se llenan 
el río y sus arboledas.



Wang Chanling (698-756)


CANCIÓN DE LAS DONCELLAS RECOLECTORAS DE LOTO

Rostros de flor entre flores de loto.
Verdes faldas entre el verdor de las hojas.
En la espesura no se las encuentra.
Sólo su canción delata su presencia.


Wang Wei (701-761)


EN CONTESTACIÓN AL SUBPREFECTO SEÑOR ZHANG

En mi vejez sólo aspiro al sosiego.
Ya no me interesa nada mundanal.
Sin ninguna meta, lo único que quiero
es regresar al bosque, mi antiguo hogar.

La brisa del pinar me agita la faja suelta.
La luna serrana me alumbra tañendo la cítara.
Me preguntas por la última verdad de la existencia.
Cantan los pescadores que se alejan por la orilla.


Li Bai / Li Po / Li Bo / Li Tai-Pei / Li Tai Po (701-762)



REGRESANDO SOLO DEL PASEO

Embelesado por el vino, 
no advierto el anochecer.
Los pétalos caídos cubren
los pliegues de mi vestimenta.
Ebrio, me pongo a pasear
bajo la luna del arroyo.
Se han ido gentes y aves,
dejándome muy solo.



COPA EN MANO, PREGUNTO A LA LUNA

Brilla la luna en el azul infinito.
Ceso de beber y le pregunto:
¿Desde cuándo estás allí?

Por más que lo pretenda,
el hombre no puede atrapar la luna.
Pero ella, en su curso, le acompaña.
Es un fulgido espejo que vuela
por encima de los palacios escarlata.
Sus luces puras resplandecen,
disipando los humos grises.
Se la ve sólo de noche
ascendiendo del piélago,
y al despuntar el alba,
se pierde entre las nubes.
Año tras año, la liebre elabora sus hierbas.
Solitaria, Chang E nunca tiene compañero.
Los hombres de hoy no ven la luna de antaño,
mas la luna de hoy ha alumbrado a los hombres antiguos.
Tanto los del pasado como los del presente,
vienen y se van como las aguas de un río,
y todos contemplan la misma luna.
¿Qué podría yo desear sino ver siempre,
mientras canto y bebo,
su reflejo en el fondo de mi copa de oro?


SENTADO, SOLO, EN LA MONTAÑA DE JINTING

Los pájaros han vuelto a sus nidos en bandadas.
Perezosa, la última nube se aleja.
Oh montaña, eres mi única compañera.
Ni a ti ni a mí el mirarnos nos cansa.




Du Fu/Tu Fu (712-770)



CABALLOS TÁRTAROS DE FANG BINGCHAO

Célebres son los caballos de Dayuan.
Osamenta delgada y puntiaguda.
Orejas afiladas como bambúes tallados.
Patas ligeras cual el viento,
nada ni nadie puede detenerlos.
Briosos y soberbios, te llevan a atravesar
como relámpago mil leguas.
Puedes confiarles sin recelos tu vida.



COMBATIENDO EN LA FRONTERA

              VI

Reflexiones del soldado

Si hay que tensar el arco,
ténsalo con toda fuerza.
Si hay que escoger una flecha,
escoge la más larga.
Para tumbar al jinete,
tumba primero su caballo.
Para derrotar al enemigo,
captura primero a su cabecilla.
Hay fronteras para cada país,
que deben ser respetadas,
y hay límite para matar:
Una vez que se contiene la invasión,
¿es justo causar más muerte?



Meng Jiao (751-814)




CANCIÓN DEL VIAJERO

Hilos y aguja en la mano
de la cariñosa madre.
Túnica que pondrá al hijo
que se marchará de viaje.
Da puntadas muy 
tupidas
teme que tarde en volver.
¿Podrá una pequeña hierba
pagar la benigna luz
del sol de la primavera?



Han Yu (768-824)



LAS ROCAS DE LA MONTAÑA 

Una senda abrupta serpea
por entre las rocas de la montaña.
Al caer el crepúsculo,
llego al antiguo templo silencioso,
en que revolotean murciélagos.
Me siento en las escaleras
del salón principal.
Ha cesado la lluvia,
y el aire rebosa de frescura.
Se mecen anchas hojas de plátanos.
Lucen radiantes botones de la gardenia.
El monje elogia los frescos budistas
y me aconseja que los visite.
A la débil luz de unas velas,
los contemplo. Borrosos,
apenas se distinguen.
Luego me prepara el lecho,
desenrollando una estera.
Me sirve arroz y sopa,
que, siendo magra y frugal,
es abundante y me quita el hambre.
Reposo en la noche obscura
y en un silencio absoluto:
Todos los insectos descansan.
Una clara luna surge de la sierra,
arrojando sus rayos plateados
sobre la puerta y las ventanas.
Al alba continúo solo
mi camino sin camino
La senda, velada por brumas,
ora aparece, ora se evapora;
unas veces sube, y otras desciende.
La montaña, cubierta de flores,
se viste de rojo, matizada
de verde de unas cascadas.
De trecho en trecho se yerguen
robustos pinos y robles.
He llegado a un arroyo, y lo vadeo
con los pies descalzos
por encima de las piedras.
Cantan aguas saltarinas.
La brisa me acaricia,
abriéndome la túnica.
¡Qué feliz será vivir así!
¿Por qué hemos de estar a merced de otros,
como caballos sujetos con bridas?
Quisiera decir a mis amigos:
¡Pasemos la vejez aquí,
sin hablar jamás de regreso!


Bai Juyi / Po Chuyi / Po Chüyi (772-846)



CANTO SOLITARIO EN LA MONTAÑA

Todos tienen su debilidad,
y la mía es escribir poemas.
Me sacudí de mil lazos mundanos.
Mas de esta flaqueza
aún no me he librado.
Cada vez que me deleito
con un paisaje pintoresco,
cada vez que me reúno
con un pariente o un amigo,
alzo la voz e improviso
una estrofa poética,
como si un dios acudiera
a avivar mi inteligencia. 


Desde que me establecí en la orilla,
paso horas y horas en la montaña.
Cuando termino un nuevo poema,
asciendo solo a la senda
hacia el Peñasco de Oriente.
Recostado en el Barranco de Rocas Blancas
y agarrado a una verde rama de casia,
comienzo mi canto alocado,
que asusta a los bosques y valles.
Los monos y las aves
me miran asombrados.
Temiendo convertirme
en el hazmerreír de la gente,
escojo un paraje solitario.



Su Dongpo / Su Shi (1036-1101)


AÑORANDO EL PASADO
EN EL ACANTILADO ROJO
SEGÚN LA MELODÍA NIANNUJIAO
Ci

El gigante Yangtsé se lanza al Este,
arrastrando incontables héroes
a través de los tiempos.
Al oeste, los campamentos antiguos
eran tal vez donde luchó el general Zhou Yu.
Caprichosas rocas apuñalan el cielo.
Furiosas olas rompen contra la orilla,
levantando un polvillo de nieve.
Hermosas montañas y ríos:
Una fascinante pintura, 
¡Cuántos héroes cayeron por ellos! 
Pienso en el Zhou Yu de aquel año. 
Recién casado con la bella hija de Qjjao, 
rebosa de vigor y energía en la lucha. 
Abanico de plumas en mano 
y gorra de letrado a la cabeza, 
riendo y bromeando, 
hace polvo a su poderoso enemigo. 
Tengo la mente vagando 
por estos antiguos reinos. 
¿Me creéis un loco sentimental? 
¿Atribuís mis canas a estas nostalgias? 
La vida es tan sólo un sueño. 
¿Por qué no levantamos nuestras copas 
y bebemos con la luna del río?


Guan Zhongji (mujer)
Ss XIII-XIV

CANTO DEL BARQUERO 

La cumbre del Poder 
a que aspiran los hombres 
es ser príncipe o rey, 
con fama, glorias y comodidades, 
pero sin libertad. 
Yo prefiero algo mejor: 
Tomar una barquilla, 
disfrutar de la luna y, 
cantando alto al viento, 
alejarme de este mundo.

lunes, 11 de enero de 2021

PRESTE JUAN RECOMIENDA

 


EL TAROT DE ORO
Editorial: Akal
22,00 €

A caballo del Renacimiento, el Humanismo vertió sus saberes en diversos formatos. Uno de ellos fue el Tarot, conjunto de cartones pintados que evocaban la doctrina cristiana y los mitos paganos bajo el rótulo de Triunfos. Una de estas barajas, presumiblemente la primera a nivel histórico fue el Tarot de Visconti Sforza, duques de Milán. En ella se representa el orden estamental y religioso de la época (1445 aprox.) Posteriormente, finales del siglo XVIII, devinieron forma adivinatoria hasta nuestros días.

Este bello pack contiene un mazo de 78 cartas, y libro explicativo y un tapete.



domingo, 10 de enero de 2021

LAS NOVELAS EJEMPLARES, 6 (El celoso extremeño)


 El celoso extremeño no aporta ninguna novedad a un argumento muy trillado por la literatura, pero como señala Florencio Sevilla Arroyo las referencias simbólicas de ascendencia bíblica, musulmana y mitológica lo proyectan a una dimensión universal. Así, pues, no es la trama de esta novela ejemplar la que tiene importancia literaria sino la manera de contarla.

Repasemos el rancio argumento: Carrizales, un senil indiano, rico y perverso, casa con una joven y hermosa muchacha. Los irracionales celos minan su razón e incomunica a su esposa. Para hacerle el confinamiento llevadero, la colma de regalos. Loaysa, un pícaro y donjuán sevillano, decide asaltar la fortaleza, cosa que consigue con ayuda del personal de la casa. Sin embargo, no logra vencer la resistencia de la mujer y la noche se les va en charlas. Agotados por el sueño, se duermen al amanecer, y dormidos los encuentra el anciano. El final de esta historia tendréis que descubrirlo acudiendo al texto.

Mucho se ha escrito precisamente sobre el final, pues Cervantes lo cambió. Aquel cambio sirvió para que Américo Castro (El pensamiento de Cervantes, La ejemplaridad de la novelas ejemplares, El celoso extremeño de Cervantes) reforzara su opinión sobre las precauciones y habilidades del autor. No voy a entrar en ese terreno que está muy lejos de mis posibilidades, porque ni tan siquiera he leído la versión anterior.

Sí quiero resaltar lo que me parecen grandes logros del texto. En primer lugar, la bien escalonada gradación de los sentimientos y reacciones de los tres personajes principales, que dotan a la historia de credibilidad. En segundo lugar, la maestría de Cervantes al levantar el entramado del relato, sin esa estructura bien organizada la historia se hubiera caído. En tercer lugar, el ambiente expectante que es capaz de crear para transmitirnos los tejemanejes del pícaro y la dueña, que influyen en la malsana expectación de la servidumbre femenina de la casa. Por último, el excelente manejo de la ambigüedad, lo que colabora a mantener la autenticidad de la naturaleza humana. Puro realismo cervantino.

El profesor Jesús G. Maestro, director de la Cátedra de Filosofía Cervantina de la Facultad de Filosofía de León (México), os ofrece un análisis mucho más detallado y rico:

sábado, 9 de enero de 2021

LAS MUJERES QUE SALVARON LA VIDA DE UNOS HOMBRES

Librerías que disponen de él.
El emperador Conrado III, habiendo sitiado a Güelfo, duque de Baviera, no quiso condescender a condiciones más suaves, a pesar de las muchas satisfacciones viles y cobardes que le ofrecieron, que las de permitir salir únicamente a las damas sitiadas con el duque, honor a salvo y a pie, con todo lo que pudieran llevar consigo. Ellas, con grandeza de corazón, urdieron cargar sobre sus hombros con sus esposos, hijos y con el mismo duque. El emperador hubo tan gran contento al ver la nobleza de su valor que lloró de placer y amortiguó toda aquella acritud de mortal y capital enemistad que había dirigido contra aquel conde, tratando desde entonces humanamente a él y a los suyos (Libro primero, capítulo primero, 4º párrafo. Página 41 en Cátedra, 2010. Traducción: Almudena Montojo).

Así nos cuenta Montaigne el final del sitio de Weinsberg (1140), enmarcado en las luchas entre güelfos y gibelinos o, dicho de otra manera, entre seguidores del emperador y seguidores del Papa. Dante, por ejemplo, militaba entre los güelfos.

Así lo representaba el grabado en cobre de 
Zacharias Dolendo, siglo XVI. Fueunte: Wikipedia.
Ignoro hasta qué punto Montaigne tomaba esta anécdota por un hecho histórico o simplemente la utilizó para reforzar su argumento. Supongo que estaba convencido de su veracidad. En cualquier caso, no deja de ser un relato verdaderamente emocionante y aleccionador, de esos que tanto gustaban al pensador francés para resaltar las cualidades de abnegación y generosidad que nos marcan como seres auténticamente humanos.

Y es que el relato tiene un doble valor humano, es ejemplar dos veces. Por un lado, lo que constituye el núcleo del mismo: la denodada voluntad de las mujeres empeñadas en salvar la vida a toda la población. Sin duda ese es el gesto grandioso y admirable. Pero, por otra parte, está la capacidad de emocionarse del enemigo de todos esos hombres contra los que había estado luchando enconadamente y que al ver el gesto heroico y comprometido de las mujeres, llora emocionado. Dos gestos ejemplares que ofrecen la mejor versión de humanidad.

Quedaos con la anécdota y contadla. También quien narra historias admirables está contribuyendo a fortalecer lo mejor de nuestra sufrida y desorientada humanidad. ¿Qué, si no, es lo que ha hecho la literatura a lo largo del tiempo?

viernes, 8 de enero de 2021

EL ABRAZO


Me gustaría pensar que esta pandemia pueda servir para que cuando salgamos de ella lo hagamos más solidarios, más generosos y más abrazados.

Cuidaos mucho y cuidad de quienes tengáis a vuestro alrededor.

jueves, 7 de enero de 2021

CINE Y CIENCIA, PROGRAMA 2021

Filmoteca vasca

Ya está el programa del ciclo:


 BILBAO

SAN JUAN DE LUZ
El pdf con la información completa podéis consultarlo aquí.

HAIKUS CLÁSICOS. La mejor poesía japonesa

Librerías que aún lo tienen
A nadie le importó

que la belleza de las flores se marchitase.

Y yo me vi envejeciendo en el mundo

mientras caía la lluvia.

Ono no Komachi
 

Efectivamente, el poema de Komachi no es un haiku. Y no, no es que mienta el título del libro o que Tom Lowenstein quiera engañarnos. Lo que ocurre es que este bellísimo libro tiene un trabajo introductorio en el que su autor, Lowenstein, hace un recorrido por los antecedentes del haiku y eso implica citar a Takechi no Kurohito, Ono no Komachi, Murasaki Shikibu o Kakinomoto no Hitomaro.

Por lo demás, esta antología de bolsillo guarda un maravilloso equilibrio entre la belleza de las fotografías (blanco y negro) que acompañan a los textos, la delicada y cuidadísima edición, los textos de los cuatro poetas clásicos de quienes se recogen los haikus (Basho, Buson, Issa y Shiki) y el interludio estacional, que sirve de excusa para ofrecernos haikus de otros poetas destacados y recordarnos la absoluta importancia que el ritmo de la naturaleza y la sucesión de las estaciones tiene en la producción poética japonesa. 

Un placer para los sentidos.





Fotografías: John Cleare.

miércoles, 6 de enero de 2021

HAIKU DE INVIERNO

SARASATE, ZIGUENNERWEISEN (Aires gitanos)

Pablo de Sarasate - Ziguenerweisen

 Clara-Jumi Kang, violin 

Vladimir Spivakov, director 

Orquesta Filarmónica de Rusia

Posiblemente sea la música la más promiscua, híbrida o mestiza —que me perdonen puristas— de todas las actividades humanas. Que sea así, yo lo considero una virtud. Y lo podemos ver muy bien en este regalo musical que Sarasate nos dejó hace casi siglo y medio. 

Sabido es que la música clásica carece de prejuicios para beber de cualquier fuente y que difícil es delimitar entre préstamos, inspiraciones o simple y llanamente aprovechamientos. Pues bien, andaba el navarro visitando a Liszt por Budapest en 1877 y allí conoció la melodía Csak egy szép lány van a világon (solo hay una encantadora doncella en el mundo). Genial él, hizo con ella esta composición que tanto gusta en todo el mundo. 

Pero no acaba ahí la cosa esta de la mezcolanza. Luego va una violinista alemana, de ascendencia coreana, y se la lleva a Rusia para interpretarla conjuntamente con la orquesta sinfónica de aquel país. La toca maravillosamente y, nada más finalizar, una voz eslava grita entusiasmada un ¡bravo! que, gracias nuevamente a esto de la música, en cualquier lugar de la Tierra se entiende como el mejor aplauso.

Sí, bravo por la música, por Sarasate, por el compositor Elemér Szentirmay —el de la idea original y del que casi nos olvidamos—, por Clara-Jumi Kang, por Spivakov y por toda la orquesta.

Y si sois creyentes-practicantes de lo de hoy, que sus majestades sean generosas con vuestros deseos. Y si no, que el amor, la salud y la música nos acompañen.