jueves, 3 de marzo de 2016

RECUPERANDO A GASTÓN BAQUERO DEL OLVIDO

Sus libros en Verbum
En algún lugar que no recuerdo leí una vez una anécdota de Gastón Baquero que contaba, creo, Luis Antonio de Villena. Me impresionó por lo mucho que decía sobre el personaje, casi invisible, en que se había ido convirtiendo este enorme poeta, y del que María Zambrano señaló la suntuosa sensualidad de su obra. Asumió de tal manera el doble exilio al que se vio abocado —salió de Cuba hacia España y aquí se encontró casi aislado— que cuando viajaba en tren, se colgaba un letrero en el que ponía: "Soy mudo". 

En agosto del año pasado, Alejandro Alcalde le dedicó un pequeño espacio en La víspera del infinito. De él he recogido la parte final del programa, poco más de cinco minutos, en la que realiza la semblanza del poeta y en la que Carlos Cano canta Yo te amo ciudad, adaptación del poema Testamento del pez.



El que copio a continuación, digno de figurar en cualquier antología poética del siglo XX, pertenece a la colección Poemas invisibles, Madrid 1991.

CON VALLEJO EN PARÍS—MIENTRAS LLUEVE

Metido bajo un poema de Vallejo oigo pasar el trueno y la centella.
Hay bochinche en el cielo”, dice impasible el indio acorralado
en callejón de París. Furiosa el agua retumba sobre el techo
blindado del poema. Emprésteme Abraham, le digo, un paraguas, un cacho
de nube seca como el chuño enterrado en la nieve. Estoy harto
de no entender el mundo, de ser el pararrayos del sufrir, de la frente al talón.
Alguien tiene que tenderme una mano que sea como un túnel
por donde al final no haya un cementerio. Dígame, Abraham,
cómo se las arregla para parir el poema que es ruana recia del indio,
y es al mismo tiempo hombreante poema panadero, padrote semental poema.
Me cobijo, me enclaustro, me escabullo amigo Abraham en ese parapeto
de un poema suyo donde se puede agüaitar, arriba, el paso del hambre
que sale por el mundo a comerse gente carniprieta, a devorar
pobres y más pobres, requetecienmil pobres tiritando de hambre.
Oiga, Abraham, llamado César como un emperador de toga negra y corona
de espinas, ¿cómo se las arregla para tristear sus poemas, si nunca cesa
de llover miseria humana, y se nos tuercen todos los tacones
de los viejos zapatos, y el agua cala impiadosa los remiendos del poncho?
Y qué risa me da que use usted nombre de imperial romano. Usted
tendría que llamarse eternamente Abel o Adán, pero Abraham está bien:
la mamacita de usted le llamaba Abrancito y le decía niño no pienses tanto,
que en el pobre pensar no sirve para nada, pensar es sufrir más.

Oiga lo que le digo, Abraham:
tanta hambre paso en París que voy al Louvre a comerme el pan y los faisanes
de un bodegón holandés. Le arrebato a un hombre de Franz Hals un jarro
de cerveza y me harto de espuma. Salgo del museo limpiándome el hocico
con el puño cerrado y digo ¿cuándo parará de llover en este mundo, cuándo
en el techo de los pobres no rebotarán más piedras, y lloverá maíz en vez de                    luto?
Y agarro el bastón de Chaplin, me subo el cuello de la chaqueta y salgo
en busca de un refugio, de un cobijo donde pasar lo que reste de llanto.
Me siento a caminar por la tristura y vengo aquí al providente amigo
a pedirle emprestado un jergón para echarme a dormir; déjeme
por un siglo no más un poema suyo, testicular semilla, antihambre poema,
antiodio poema vallejiano, déme un alarido sofocado por miedo al carcelero,
un alarido en quechua o en mandinga, pero con techo y suelo donde echarse a                   morir,
digo, a dormir, me contradigo, me enrosco, me encuclillo, vuelvo a ser feto
en el vientre de mi madre; me arrebujo y oigo su rezongar andino sollozante:
a París le hace falta un Aconcagua, y voy a lloverle a Dios sobre su misma cara
el sufrimiento de todos los humanos.

                                                 Alguien dice carcasse
y yo digo esqueleto. Hasta de espalda se ve que está llorando, pero empresta
el refugio piadoso que le pido, y me echo a morir, digo, a dormir, acorazado
por el poema de Abraham; de César, digo; quiero decir, Vallejo.

miércoles, 2 de marzo de 2016

EL ÚLTIMO DÍA DE TERRANOVA, de Manuel Rivas

Realismo mágico. Realismo maravilloso. Realismo gallego. Realismo Rivas. Seguramente el autor no participaría de esta línea que trazo, pero yo, simple lector, la veo nítida y clara. Además, me gusta cómo suena: realismo rivas.

Tal vez sea cierto eso de que los escritores siempre escriben sobre un mismo tema. O tal vez no. Lo cierto es que sea el tema que sea el que aparezca en el relato, la vida es otra cosa. Ni mejor ni peor, es otra cosa. En la novela la vida es más inteligible, más manejable, más coherente —Vargas Llosa. Elogio de la educación—.

Sí, puede ser que Rivas nos esté recordando en todas sus obras lo frágil que es la vida, lo mucho que cuesta mantenerla a flote y la cantidad de peligros que la rodean, peligros todos ellos muy tangibles, muy históricos y tan materiales como un arma o un fajo de dinero. Ulises perdido en el inescrutable océano. 

Pero para eso están los escritores, para mostrarnos la vida en un lienzo manejable e inteligible, para ofrecernos la cartografía actualizada con la que poder echarnos a la mar sin temor a perdernos. Como dice el lema: Leer es vivir másOcurre que difícilmente somos capaces de aprovechar las experiencias de los otros, y que cuando somos capaces, empezamos a dejar de tener experiencias realmente valiosas. Pero ese es otro tema.

A mí, en todo caso, me gusta cómo cuenta Rivas y me gusta dejarme envolver por el realismo cariñoso de sus personajes. Y en El último día de Terranova hay un buen puñado de personajes entrañables y dignos de ser queridos. El tío Eliseo me parece fantástico. La librería Terranova, también.

Recuperación de la memoria a través de los libros que una pequeña y resistente librería vende o se deja robar. Recuperación de la memoria a través de una novela que nos cuenta la historia de una librería que resiste. Recuperación de la memoria y posicionamiento y mapa de rutas que nos advierte de los múltiples peligros que el dinero y las dictaduras nos tienden.


martes, 1 de marzo de 2016

ESPECIAL SHAKESPEARE EN LA REVISTA MERCURIO

Acaba de salir este mes la revista Mercurio. Está dedicada a celebrar el IV centenario de la nuerte de Shakespere —supongo que el número de abril se lo dedicarán al de Cervantes—.

Como plato fuerte, incluye un mano a mano entre dos grandes directores: Mario Gas y Lluís Pascual, ambos con una gran experiencia en el montaje de obras del Cisne de Avon.

Como título genérico utilizan el de la tan estupenda como polémica obra que H. Bloom publicó en 1999 —2002, en castellano—.

La revista, como siempre, incluye entrevistas, reseñas, el rincón del librero, y un montón de cosas más.

Para los amantes de la lectura en papel, debo recordar que se distribuye de forma gratuita por librerías, aunque a veces se acaba muy pronto. Pero si no llegáis a conseguir un ejemplar, no os preocupéis porque la tienen en formato pdf y en formato digital.

En este espacio disponéis de un enlace permanente a ella en la columna de la derecha, bajo el título Revistas de o sobre literatura, donde hay, logicamente, otras cuantas más.

EL CIELO NOCTURNO, MARZO 2016


Marte, Saturno, la Luna y Antares, el 30 de marzo,
mirando al sur, a las 06:30.

  • Planetas: Mercurio no es visible, está demasiado cerca del Sol. Venus es visible al alba, cada vez más cerca del horizonte. Marte es visible durante la segunda mitad de la noche; en Libra la primera quincena, en Escorpio la segunda. Júpiter visible durante toda la noche en Leo, el 8 alcanza su mayor brillo pues se sitúa a tan solo ¡664 millones de km! de la Tierra. Saturno se ve durante el último tercio de la noche los primeros días del mes; a finales de mes aparece a medianoche situado en Ofiuco.
  • Luna: día 9, luna nueva; día 23, luna llena.
  • Lluvia de meteoros: a finales de mes, en torno al equinoccio, se produce un aumento de bólidos, superior al que suele ser habitual en otras épocas del año. Su brillo está por encima del de Venus.
  • Comienzo de la primavera: día 20, a las 04:30, hora peninsular.
  • EEI: para consultar los pasos visibles haced clic aquí.

lunes, 29 de febrero de 2016

LE VASE BRISÉ - EL BÚCARO ROTO

Hace ya un tiempo me regalaron una antología de la poesía francesa del siglo XIX. Ella misma es casi de ese siglo: 1906. La tengo en gran aprecio porque es un regalo y porque era de algo más que segunda mano cuando llegó mí. Además, tiene varias anotaciones de diferentes dueños, con lo que de tarde en tarde me distraigo imaginando la historia del libro y de sus sucesivos propietarios.

Pero vamos al dato: 1906. Si pregunto aquí y ahora quién conoce a Sully-Prudhomme —no confundir con Pierre-Joseph Proudhon—, posiblemente haya muy pocas personas capaces de responder con cierta solvencia. Sin embargo, a finales del siglo XIX era toda una eminencia en la literatura francesa. En 1901 recibió el Nobel de Literatura, que se inauguraba con él, y buena parte de la población francesa lectora se sabía de memoria El búcaro roto.

Así es el gusto cambiante de las épocas. Así es el ir y venir de modas, estilos, tendencias, escuelas y movimientos. Así, sin más, el paso del tiempo y sus vaivenes. Aquí tenéis el poema en traducción de Teodoro Llorente.

El búcaro en que muere esa flor pura,
un golpe de abanico lo quebró;
y tan ligera fue la rozadura,
que ni el más leve ruido se advirtió.


Pero la breve, imperceptible grieta,
con marcha lenta y precisión fatal,
prosiguiendo tenaz su obra secreta
rodeó todo el circuito del cristal.


El agua fue cayendo gota a gota,
y la espléndida flor marchita veis;
aunque nadie lo sabe ni lo nota,
roto el búcaro está: ¡no lo toquéis!


Así, a veces, la mano más querida
nos roza sutilmente el corazón,
lenta se abre su secreta herida,
se mustia la flor de su ilusión.



Todos lo juzgan sano, entero, fuerte;
mas la oculta lesión creciendo va.
Nadie su mal desconocido advierte;
pero no lo toquéis: ¡roto está ya!




Aquí, el original:


Le vase où meurt cette verveine
D’un coup d’éventail fut fêlé ;
Le coup dut effleurer à peine :
Aucun bruit ne l’a révélé.

Mais la légère meurtrissure,
Mordant le cristal chaque jour,
D’une marche invisible et sûre
En a fait lentement le tour.

Son eau fraîche a fui goutte à goutte,
Le suc des fleurs s’est épuisé ;
Personne encore ne s’en doute ;
N’y touchez pas, il est brisé.

Souvent aussi la main qu’on aime,
Effleurant le coeur, le meurtrit ;
Puis le coeur se fend de lui-même,
La fleur de son amour périt ;

Toujours intact aux yeux du monde,
Il sent croître et pleurer tout bas
Sa blessure fine et profonde;
Il est brisé, n’y touchez pas.

Y este es un regalo para los admiradores de la poesía de Sully-Prudhomme (esta entrada es la 10ª más vista del blog y una de las que más comentarios recibe). Como sabía que la tumba del poeta se encontraba en el cementerio Pere Lachaise, París, aproveché el viaje para acercarme hasta ella, rendir respeto y traer este detalle para cuantos devotos suyos quedan todavía. 


domingo, 28 de febrero de 2016

LA BELLEZA DE LOS NÚMEROS

No hay modo de entender bien al hombre si no se repara en que la matemática brota de la misma raíz que la poesía, del don imaginativo.
ORTEGA Y GASSET. Ideas y creencias

El programa tres14 ya no está en antena, pero entre descargas ilegales, subidas a YouTube y lo que la propia casa mantiene accesible, podemos volver a ver casi todos. 

Este que lleva por título Los números son bellos, se emitió en diciembre de 2011. Sigue siendo uno de los que más me gustan, porque enlaza con gran sencillez y eficacia la idea de belleza con la del pensamiento abstracto, porque nos hace ver la necesidad de la colaboración entre el pensamiento intuitivo y el examen profundo y detenido; en definitiva, porque no fracciona el saber.

Los que no somos matemáticos nunca llegaremos a disfrutar de la belleza intrínseca de ecuaciones como la Euler, Maxwell, Schrödinger o Pitágoras, pero sí podemos deleitarnos con la inteligencia expositiva de las personas que hacen el programa.


sábado, 27 de febrero de 2016

EL GRATO SILENCIO DE LA CIVILIZACIÓN

 27 de febrero. Ha llovido durante toda la noche. Sigue lloviendo por la tarde. Miro por la ventana y no veo a nadie andando por la calle. Las 16:15 de un sábado de invierno lluvioso. Acaso la gente estará en sus casas disfrutando de la siesta, o de la grata placidez de la calefacción, o de la somnolencia que sobreviene con alguna película en la televisión.

Me calzo las botas bien engrasadas, me pongo los pantalones de monte, una chaqueta ligera de plástico y cojo el paraguas. 

La lluvia lo llena todo: las calles, los arroyos, los prados, la atmósfera. Aligero el paso y me dejo llevar por la plenitud de lo húmedo y esa sensación de frescura y vitalidad que todo lo impregna. Solamente me acompañan el alboroto de la lluvia, el ulular del viento y el estruendo de los riachuelos que bajan crecidos y hermosos como seres a los que acabaran de darles la libertad.

Lo empinado de la subida frena mi impulso inicial. Me adentro en el bosque de hayas. Parece que en cualquier momento pudiera surgir de entre las piedras o desde detrás de los troncos algún ser mágico para protestar por la invasión de su territorio. Ningún intxixu, ninguna Mari, ningún elfo, ningún hada me impide seguir caminando.

La cascada se me ofrece al fondo. Un poco más arriba, muy poco, una densa niebla, la nube fértil y liberal que está descargando todo su contenido sobre este campo desierto de seres humanos.

Me paro en medio de esta soledad poblada de miles de seres no humanos. Escucho la lluvia, el viento, el estrépito de la cascada, los tordos, que ajenos a mi presencia continúan con sus vuelos y sus cantos. 

Es grato el silencio de la civilización, aunque solo sea por un par de horas.

MARIO BUNGE, UN PENSADOR SISTÉMICO


Poner orden y racionalidad en el conocimiento es tarea difícil pero necesaria. No siempre lo que creemos saber, lo que damos por objetivo, exacto y real es así. Unas veces, porque hemos realizado mediciones incorrectas, porque hemos utilizado un método inadecuado, porque partimos de hipótesis falsas, porque mezclamos datos que pertenecen a ámbitos incompatibles... Otras veces, y esto suele ser lo que ocurre más a menudo, porque la investigación que llevamos adelante está impregnada de nuestras propias emociones, creencias y opiniones.

Mario Bunge (Argentina, 1919) es uno de esos investigadores sociales que trata de poner orden en el conocimiento para que este sea lo más racional posible y no llegue a conclusiones erróneas. En esta tarea ha empeñado sus mejores esfuerzos y toda su vida como ensayista, desde que publicó en 1960 La ciencia, su método y su filosofía.

Tal vez porque se maneja muy bien tanto en el ámbito estrictamente científico como en el humanístico —se doctoró en ciencias físico-matemáticas y estudio ciencias sociales y filosofía por su cuenta— sea por lo que preconice el sistemismo, con el que intenta evitar la fragmentación del conocimiento y busca la colaboración de todas las especialidades para poder ofrecer una mejor respuesta ante cualquier problema planteado.

Como investigador racionalista que es, Bunge se ha ocupado durante mucho tiempo de limpiar los aledaños de la ciencia de lo que en muchas ocasiones pasa por tal, pero no lo es, y ha criticado con denuedo las malas prácticas pseudocientíficas.
Esto, sin embargo, no quiere decir que sea un pensador que solamente tiene en cuenta la materia o algo por el estilo. Quiere decir, simplemente, que intenta tener en cuenta todos los aspectos posibles que intervienen en el problema, pero sin caer en el subjetivismo verborréico. Tomo un ejemplo de su libro Mitos, hechos y razones (p 121-122).

Nuestro segundo problema es de actualidad política: ¿qué hacer para aumentar la demanda en tiempos de recesión? Ya conocen las recetas mágicas: rebajar precios, impuestos o tasas de interés; o incrementar la publicidad, hacer obras públicas, o incluso recurrir a un milagrero. Cada cual preconiza alguna de estas medidas. Los keynesianos favorecen las obras públicas; los monetaristas, el control circulante, y los neoliberales (o paleoconservadores), la rebaja del impuesto a los réditos (...).

Algunas de estas medidas pueden dar resultados parciales y transitorios. Pero ninguna de ellas puede resolver por sí sola el problema a largo plazo. Este tipo de solución sólo se alcanza implementando todo un paquete o sistemas de medidas, unas micro y otras macroeconómicas, y otras políticas. Entre ellas pueden figurar el abaratamiento de los bienes de consumo y el aumento del poder adquisitivo de los consumidores, lo que a su vez se logra creando puestos de trabajo, disminuyendo la jornada laboral y subiendo el salario mínimo.

En todo caso, los problemas sistémicos, como son las crisis llamadas estructurales, requieren soluciones sistémicas. Más aún, exigen planes que cuenten con apoyo popular, para lo cual se debe empezar por debatirlas en foros populares. Las improvisaciones y las órdenes de arriba están condenadas a fracasar.

Para por si acaso, debo advertir que este texto se publicó en 2004. Es anterior a la crisis económica en la que estamos inmersos.

Más que recomendable es, por ejemplo, el capítulo dedicado a Ciencia e ideología, en el título de 1980 Ciencia y desarrollo, reeditado, ampliado y corregido en 2014 con el título de Ciencia, técnica y desarrollo.

Un autor para aclarar las ideas.

viernes, 26 de febrero de 2016

LA TOUR EN EL MUSEO DEL PRADO HASTA EL 12 DE JUNIO


Hace relativamente poco tiempo dejé un breve comentario sobre esta obra de La Tour y hoy recibo un correo del Museo del Prado, al que estoy suscrito, en el que me dan noticia de la exposición que abrieron el 23 de febrero. Casualmente utilizan esta obra como cartel de presentación.

La exposición permanecerá abierta hasta el 12 de junio y recoge nada menos que 31 pinturas del artista, lo que es una cantidad sobresaliente, ya que de George La Tour se conservan poco más de cuatro decenas de óleos.

Os dejo el vídeo oficial de la exposición en el que Andrés Úbeda, comisario de la misma, nos hace una breve pero eficaz presentación del pintor y de la exposición que ya está en marcha.

jueves, 25 de febrero de 2016

LA CASCADA DE FUEGO DE YOSEMITE

He aquí otro estupendo espectáculo de la naturaleza. Se trata de la famosa Cascada de la Cola de Caballo (Horsetail Fall) en el Parque Nacional de Yosemite, EEUU.

En febrero, con el sol poniente y solamente durante unos pocos días, el agua de esta hermosa cascada se transforma, por efecto de la luz, en una ondulante lengua de fuego. 

El hecho de que solo acontezca unos días al año se debe a que los rayos de luz tienen que incidir con un ángulo preciso el chorro del agua y eso precisamente es lo que ha ocurrido durante estos días pasados.

Otros milagros de la luz también famosos son los que acontecen, por ejemplo, en San Juan de Ortega durante los equinoccios; en Aquisgrán, durante el solsticio de verano con el trono de Carlomagno; o en Elm, cuando la luz atraviesa el agujero del Tschingelhorner en fechas próximas a los equinoccios.

Disfrutadlo.


Podéis ver muchas fotos más haciendo clic aquí.

miércoles, 24 de febrero de 2016

¿NO TIENE LA PRENSA REDACTORES DE DIVULGACIÓN CIENTÍFICA?

Vídeo de la NASA realizado con imágenes del telescopio Hubble. Octubre de 2015.

Leo en El País digitalJúpiter, el mayor planeta del Sistema Solar y quinto desde la posición del Sol, será visto desde cualquier punto de la Tierra el 8 de marzo sin utilizar telescopio ni binoculares (La negrita es mía). Perplejo por la noticia, acudo a otros medios y mi perplejidad aumenta al ver que ese par de líneas las reproducen con obsesiva insistencia. 

Yo pensaba que cuando se hacía divulgación científica desde un periódico medianamente serio la noticia era redactada por alguna persona que entendía de lo que estaba escribiendo, aunque no fuera un especialista. Pero, en este caso, es evidente que no es así.

Cualquier persona aficionada a mirar el cielo nocturno —y no es necesario que ni tan siquiera sea aficionada a la astronomía— sabe que Júpiter se ve sin necesidad de usar telescopio, ni binoculares, ni nada de nada. También lo sabían en la antigüedad, antes de que Galileo utilizara un telescopio por primera vez.

Y es que no solo Júpiter se ve a simple vista, también se ven Mercurio, Venus, Marte y Saturno. ¿Cómo, si no, iban a estar catalogados y descritos por griegos, egipcios, sumerios o caldeos —por citar algún pueblo de antes del invento del telescopio—, si no tenían nada más que sus ojos para verlos?

Sí es cierto que el 8 de marzo se encontrará en oposición, es decir, en el punto más próximo a la Tierra, a tan solo 664 millones de kilómetros. Esto significa que la magnitud aparente de su brillo será de -2,5, el máximo anual. 

La magnitud aparente es la medida de la cantidad de luz que recibimos de un objeto desde la Tierra. En la actualidad se utilizan fotómetros para medirla; pero ya Ptolomeo, ¡en el siglo II!, había realizado una clasificación a partir de la comparación de unos objetos celestes con otros. Y no tenía ni fotómetros ni telescopios. 

Para entender qué significa ese -2,5, es conveniente recordar que el Sol, el objeto más brillante de nuestro cielo, tiene una magnitude de -26,8. Las estrellas menos brillantes que podemos ver a simple vista alcanzan un brillo de +6. Sirio, la estrella más brillante para nosotros, -1,5, y por eso se puede ver incluso desde una ciudad.

Tal y como están redactadas esas líneas pueden hacer creer que ese día, 8 de marzo, va a verse efectivamente desde cualquier punto de la Tierra, sea de día o de noche. Que quede claro, cuando es de día la luz que emite el Sol anula cualquier otro brillo, excepto el de la Luna. Los demás astros solamente pueden verse por la noche.

Tampoco queda claro al leer la noticia si Júpiter solamente puede verse ese día o todos los días del año, en caso de que utilizáramos aparatos ópticos cuando se encuentra más lejos. 

Los cinco planetas observables a simple vista —Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno— se pueden ver siempre y cuando se encuentren en la posición adecuada, no todo el año. Esto ocurre cuando la Tierra está situada entre el planeta correspondiente y el Sol. 

Lógicamente, como todo se mueve, no solo la Tierra, a veces los podemos apreciar en el cielo nocturno, pero no son visibles cuando su posición se halla en algún punto de su órbita localizado entre nuestro planeta y el Sol. Utilizando una metáfora: el objeto tiene que estar por la noche frente a nosotros y el Sol a espaldas de la Tierra.

Una observación constante nos puede servir para determinar con bastante precisión si en un período de tiempo determinado podremos verlo o no. En todo caso, es tan sencillo como consultar cualquier guía del cielo (se publican para todo el año) o cualquier página de internet dedicada a estos menesteres. En este mismo blog doy noticia cada mes de las efemérides nocturnas.

TE DOY MI CORAZÓN PARA QUE LO EXAMINES

—¿Quién leerá esto?
¿A mí me lo dices? Nadie, por Hércules.
—"¿Nadie?"
Puede que dos o... quizás nadie.
—"Vergonzoso y deplorable".

                             Traducción de Rosario Cortés Tobar

Así comienza la Sátira Primera de Persio, la que dirigió contra los malos escritores. ¿Augurio de su propia obra? No, por cierto, ya que fue un autor muy apreciado en otras épocas, aunque hoy sea prácticamente desconocido, como lo es, tristemente, cualquier otro clásico, ya estemos hablando de escritores tan grandes como Virgilio, Lucrecio o el mismísimo Homero, o bien de otros menores como el mismo Persio.

No pretendo lamentarme sobre los caprichos de la cambiante moda de los gustos literarios —que cada cual mantenga los suyos—, ni sobre el abandono de los estudios clásicos en la actualidad. Tan solo traigo hasta aquí un verso magnífico de Persio para darle hoy publicidad y sacarlo de paseo a la plaza, no sea que se nos pierda en el armario insondable de los eruditos.

El conocimiento, la cultura, cualquier manifestación artística de calidad debería ser siempre patrimonio de toda la humanidad. A veces, por desidia, por olvido, por moda o por impotencia, se nos van perdiendo cachitos de ese patrimonio común y nos vamos quedando un poquito más pobres de espíritu. Que no se nos pierda Persio ni su glorioso


Te doy mi corazón para que lo examines




martes, 23 de febrero de 2016

RÉQUIEM de Fauré

Llego relativamente cansado a casa. Busco algo que amortigue mis ligeras cuitas, cuitas al fin y al cabo, y dulcifique mis tareas. Dudo entre abrir un libro o escuchar música. En una décima de segundo me viene Fauré a la memoria. Nada más dulce y suave que su bellísimo Réquiem, pleno de finura y sutileza, para aligerar el pensamiento y apaciguar cualquier preocupación. También contra la muerte.

Fauré nos envuelve con su música como un fular de seda nos acaricia las mejillas.

lunes, 22 de febrero de 2016

LUIS GARÍN, UN POSADERO EJEMPLAR

Ocurre en ocasiones que vamos a un sitio con un plan más o menos preconcebido y el lugar o los lugareños te ofrecen tantas sorpresas que la visita se convierte en un festín para los sentidos.

He pasado este fin de semana en Acedo (Navarra). Allí, la primera y agradable sorpresa fue el dueño del alojamiento donde me hospedé. Tipo amable, comunicativo, que me hizo sentir como en casa y que, además, escribe, lo que ya era otro aliciente para seguir dándole a la lengua.

Bueno, tal vez sea más aficionado a viajar y a pescar que a escribir, pero lo cierto es que tiene un blog y que ha publicado un libro donde relata su experiencia viajera por América Latina. Libro de viajes, escrito a manera de diario. Fácil y ameno.


 Este viajero solitario, ahora anclado en su Navarra natal —¿por cuánto tiempo, Luis?— me indicó que a una hora de paseo había una encina milenaria a la que los lugareños, con esa gracia que tiene todo lugareño para bautizar objetos y sucesos, le dieron el nombre de Encina de las Tres Patas

Efectivamente, allí está ese maravilloso ejemplar. ¡1200 años ofreciendo bellotas a los cutos de la zona y sombra a todos cuantos se acerquen a él en verano! Pensar que es contemporáneo de Carlomagno, de Íñigo Arista y de nosotros al mismo tiempo marea. Un regalo de la naturaleza.

Todo un hallazgo que no hubiera sido posible sin el buen hacer de anfitrión de Luis Garín. Y eso sin mencionar a Tasio, a Gabriel Celaya, a Gregorio Ostiense o las historias de cangrejos y guardias civiles.

Gracias, Luis. Con anfitriones así siempre se está bien, sea el que sea el sitio al que vayamos. 


***
Poco tiempo después de redactar esta entrada, recibo por correo electrónico de este singular posadero y amigo un poema que dedicó a la maravillosa encina de las tres patas. Aquí lo tenéis:

A LA ENCINA DE LAS TRES PATAS

¡Cuéntame historias encina,
tantos años ahí clavada!
Silente, ociosa y tranquila.
Abriste tus carnes al viento
¡Cuántos te habrán visitado!

En tus ramas cobijaste
un sinfín de aves nacientes.
Y en tu base hiciste un hueco
para alojar a las gentes,
yaciendo en tu lecho amigo.

En tus siglos de existencia,
que superan la docena,
habrás soportado estoica: lluvias,
rayos, vendavales y sequías.

Tus ramas se habrán quebrado
para retoñar de nuevo con renovada energía,
tus frutos alimentado a a un sinnúmero de especies,
algunas que ya no existen.

Pastores, truhanes, amantes felices,
leñadores, rufianes y carboneros;
gentes curiosas, vagabundos sin destino.
¡Cuántas historias vulgares!
¡Cuántos secretos prohibidos!

Hasta una boda has tenido
escuchando las promesas.
Has sobrevivido a todo
al amor y a la desdicha.

Y sujeta en tus tres patas,
presentando tus heridas,
te elevas enhiesta al cielo
orgullosa de estar viva.

A pesar de tanto tiempo,
y tanta agresión sufrida,
permaneces en Mendaza
que te dio la bienvenida,
hace ya más de mil años
mil doscientos y más días.

¡Aguanta preciosa! ¡No te canses!
¡Lucha por seguir erguida!
eres símbolo de vida,
de la naturaleza que lucha
por seguir estando viva

Aunque dolida te sientas
soportando las heridas
lucha por sobrevivir,
que eres ejemplo de todos
los que quieren conservar
lo que te ofreció la vida.

                                       Luis Garín

sábado, 20 de febrero de 2016

MUSIKA/MÚSICA, BILBAO 2016.



Este año el programa musical preparado por la Fundación Bilbao 700 tiene como centro de interés la música del Romanticismo, concretamente, tal y como se ve en el cartel, serán las obras de Schubert, Mendelssohn, Wagner y Strauss las que se podrán disfrutar durante el primer fin de semana de marzo en el Palacio Euskalduna.


El programa completo, compuesto por ¡75 conciertos!, podéis consultarlo aquí.

Y por si eso fuera poco, el festival, desde hoy mismo, día 20, sale del Euskalduna y se instala en algunos barrios —Casco Viejo, Ametzola, Deusto-Universidad, Ibarrekolanda, Otxarkoaga, Basurto y Santutxo—, lo que facilitará la aproximación de la música clásica a la población, ya que estos conciertos son gratuitos.

Todo esto sin olvidar que también habrá un espectáculo didáctico y varias conferencias a cargo de diversos ponentes, entre los que cabe destacar la presencia de Mercedes Albaina.

Para cerrar musicalmente esta entrada, aquí os dejo al gran Dudamel y la Orquesta Sinfónica de Viena interpretando una de las piezas que se podrán escuchar el sábado, día 5, a las 11:00.

jueves, 18 de febrero de 2016

ANDREW MARVELL, un poeta rescatado del olvido

Andrew Marvell (1621-1678) fue en vida un poeta desconocido como tal, aunque sí era apreciado como prosista satírico. De hecho, la publicación de su obra poética fue póstuma, y hasta que T.S. Eliot la apreció y la comentó, era un poeta ignorado. En la actualidad, una vez reconocida su valía, hay tres poemas que se suelen considerar dentro del canon de la literatura inglesa: Una oda horaciana al regreso de Cromwell de Irlanda, El jardín —posiblemente el más admirado— y este que aparece aquí debajo, una versión muy reflexiva del carpe diem

A SU ESQUIVA SEÑORA

Si el mundo fuera nuestro, y el tiempo también,
no sería un delito, Señora, aplazar el placer.
Sentados pensaríamos qué camino seguir
y por dónde pasar nuestro amor perdurable.
Tú en el río Ganges hallarías rubíes
mientras yo me lamentaría a la orilla del Humber.
Yo mucho te amaría antes del Diluvio
y tú, si así te place, me dirías que no
hasta la Conversión de todos los Judíos.
Mi amor, como las plantas, más vasto
crecería que todos los imperios y más lento;
y cien años seguidos miraría tu frente
y muchas alabanzas diría de tus ojos;
y doscientos años adoraría tu pechos,
pero treinta mil lo haría con el resto.
Cien mil años al menos para conocer cada parte
y en los últimos cien mil en tu corazón entraría.
Pues mereces, señora, este trato elevado
y yo no te amaría con más bajas maneras.
Pero siempre tras de mí oigo que se acercan
los alados carros muy veloces del Tiempo
y podemos ver extenderse a lo lejos
los vastos desiertos de toda la eternidad.
Tu belleza entonces ya nunca será vista
ni en tu cripta de mármol sonará
mi canción y su eco; probarán los gusanos
esa virginidad que tanto preservaste
y tu honor riguroso no será más que polvo
y toda mi lujuria será de las cenizas.
Y un privado lugar muy bueno es nuestra tumba
pero nadie, que yo sepa, allí puede abrazarse.
Por eso ahora, mientras colores juveniles
afloran a tu piel como al alba el rocío
y tu alma deseosa por cada poro
transpira fuegos instantáneos,
pasémoslo bien mientras podamos
y, como aves de presa entregadas a amarse,
antes devoremos nuestro tiempo con prisa
en vez de languidecer ante su lenta caza.
Echemos a rodar toda nuestra fuerza
y toda la dulzura en una misma bola
y con áspera lucha rasguemos los placeres
por todas las puertas de hierro de la vida.
Así, aunque no podamos hacer que nuestro sol
se detenga, sí al menos podremos gobernar su carrera.

              Traducción de Ángel Rupérez (Antología esencial de la poesía inglesa).



Si no estoy equivocado, la de Pre-Textos es la última traducción que se ha publicado de sus poemas.

miércoles, 17 de febrero de 2016

MICHEL de MONTAIGNE

¿Filósofo, escritor, intelectual, psicólogo, antropólogo...? 

Montaigne es el primer ensayista de la historia, porque es él quien inventa el género, el término y lo pone en práctica por primera vez. De hecho, los manuales de filosofía se ocupan, en general, muy poco de él. Mucho más espacio le dedican, en cambio, los de literatura. Sin duda, es un ecritor genial que reflexiona sobre el ser humano a partir de sí mismo —Yo mismo soy la materia de mi libro—.

Emerson dijo que era el más franco y el más honrado de los escritores. Lo que no es mal piropo. Harold Bloom, que sigue siendo con mucho el mejor ensayista personal. Tampoco está mal. Störig añade: En Montaigne encontramos esa rara y dichosa consonancia de profundidad del pensamiento, perspicacia de la observación y elegancia de la expresión. Esto puede parecer un poco escaso al lado de los anteriores, pero ya les gustaría a otros muchos pensadores ser objeto de tal apreciación.

Sea como fuere, tampoco tenemos por qué fiarnos de lo que digan los expertos. Lo mejor es leerlo por nosotros mismos, disfrutar con sus palabras si nos gustan, o dejar el libro a un lado si es que no nos complace. Lo bueno que tiene el genial francés es que podemos leerlo a saltos y a cachos sin que sufra lo más mínimo su obra, porque está compuesta por 107 breves ensayos independientes, algunos tan breves como un artículo de opinión. 

En cualquier caso, sí creo que es una lectura para personas de una cierta edad más que para jóvenes. También creo que puede resultar una lectura muy grata porque Montaigne tiene siempre un tono de proximidad que hace que lo sintamos como alguien conocido con quien estamos conversando. Nunca nos sentimos rechazos, tal y como ocurre con otros pensadores cuyo saber nos apabulla o su oscuridad nos pone límites. Y, además, es un tipo más bien optimista, engalanado de la alegría de vivir.

Otro aliciente para acercarse a su obra es que está plagada de frases brillantes, sentencias y aforismos, de esas que decidimos copiar en algún cuaderno para que no se nos olviden, aunque luego siempre las olvidemos. Podéis hacer la prueba tecleando en Google y veréis cuántas aparecen. Pero lo mejor es irlas descubriendo uno mismo e ir comprobando que tampoco están todas, ni mucho menos, regogidas el memorión de san google.

Y si mis palabras no os animan a engacharos con el filósofo más doméstico y amable que conozco, aquí tenéis el vídeo que elaboró Botton después de escribir su exitoso libro Las consolaciones de la filosofía, donde nos recuerda cómo la lectura de Montaigne puede valernos, incluso, para trabajar la autoestetima si es que la tenemos algo baja.


En este enlace os dejo una traducción colocada en el cervantesvirtual.com libre de derechos, por eso de si queréis echar un vistazo antes de animaros a leerlo. 

martes, 16 de febrero de 2016

ALFONSO VALLEJO

VEN AL TIEMPO VENDAVAL

Ven por aquí.
Pasa y cierra.
Entra.
No hagas ruido con los goznes.
Que no suenen las tachuelas.
Deja fuera los clavos,
los ecos de las alcayatas
y las penas negras.

Ven por aquí.
Pasa y cierra.
Entra.

Y si tropiezas con sombra dura,
con algo oculto que duele y quema,
que te arrastra hacia lo hondo
y espanta
y atormenta,

no te importa.

Entra.
Pasa y cierra.
Ven al tiempo vendaval,
al vuelo de la blanca mente
y a la esperanza abierta.
No temas.
Sigue la raya de la luz
hasta el mismo borde la esencia,
de tu instinto y tu razón
hasta encontrar tu certeza.

No te importe.
Los espías del silencio y la maldad
no lo pueden evitar.
Ven por aquí.
No hagas ruido con los goznes.
Pasa y cierra.

Entra.


                          De Blanca ocuridad.

Alfonso Vallejo es el seudónimo con el que firma toda su obra literaria un importante neurólogo. Alfonso Vallejo es, además, un escritor con una más que notable obra literaria, que abarca la novela, el teatro y la poesía. Y si os paseáis por la página en la que se alojan sus obras completas, descubriréis que también pinta. Pero mejor que yo, os lo va a presentar Fernando Loygorri, que se ocupó de él en el programa dedicado a la literatura Jardines en el bolsillo.

Espacio donde se encuentran las Obras completas. Su obra de teatro también se halla en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.