A este lado del Atlántico ha sido un poeta desconocido hasta que la Biblioteca Sibila ha publicado su obra. Ernesto Cardenal se ocupó de recopilar sus poemas y de preparar una edición para FCE en 1962, que fue reimpresa 22 años más tarde, pero por aquí pasó sin que se hiciera notar. La edición que hoy presento está prologada por Oscar Hahn.
Como dice el poeta chileno, no sabemos hasta dónde podría haber llegado la poesía de Pasos si no hubiera fallecido tan pronto. Lo que sí sabemos es que nos ha dejado unos cuantos poemas estupendos, de entre los que destaco Los indios viejos.
LOS INDIOS VIEJOS
Los hombres viejos, muy viejos, están sentados
junto a sus cabras, junto a sus pequeños animales mansos.
Los hombres viejos están sentados junto a un río
que siempre va despacio.
Ante ellos el aire detiene su marcha,
el viento pasa, contemplándolos,
los toca con cuidado
para no desbaratarles sus corazones de ceniza.
junto a sus cabras, junto a sus pequeños animales mansos.
Los hombres viejos están sentados junto a un río
que siempre va despacio.
Ante ellos el aire detiene su marcha,
el viento pasa, contemplándolos,
los toca con cuidado
para no desbaratarles sus corazones de ceniza.
Los hombres viejos sacan al campo sus pecados,
éste en su único trabajo.
Los sueltan durante el día, pasan el día olvidando,
y en el tarde salen a lazarlos
para dormir con ellos calentándose.
Sin embargo, el mejor de todos sus poemas es el Canto de guerra de las cosas, que no he transcrito aquí por su longitud, pero que no debéis dejar de leer. Se encuentra recogido en varias páginas de Internet y con una de ellas he enlazado el título.
Para cerrar esta entrada, aquí tenéis el poema que Cardenal escribió a su compatriota en la voz de J.M. Serrat.