Leroy Anderson (1908-1975) compuso esta simpática pieza para la película Lío en los grandes almacenes (1963). En ella aparecía Jerry Lewis interpretando el papel de una buena persona que era inútil para cualquier trabajo. Una rica heredera se había enamorado de él y la madre de esta hará que el chico pase por diferentes ocupaciones con la intención de demostrar a su hija que el hombre de su elección no vale para nada y es mejor que no siga con él.
Así se desenvolvía Jerry Lewis en la oficina donde no tenía nada que hacer:
Medio siglo después, Voces para la paz, bajo la dirección de Miguel Roa, ponían en escena esta otra interpretación, un poquito más formal, pero tan divertida como la anterior —estupendo el solista Alfredo Anaya—.
¡Feliz fin de semana carnavalero!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este blog es personal. Si quieres dejar algún comentario, yo te lo agradezco, pero no hago públicos los que no se atienen a las normas de respeto y cortesía que deben regir una sociedad civilizada, lo que incluye el hecho de que los firmes. De esa forma podré contestarte.