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martes, 10 de marzo de 2020

VIRGILIO

Arma virumque cano. Dicen los expertos que cualquier persona de la época sabía que esas tres palabras correspondían al comienzo de la Eneida. Algo así como lo que hoy ocurre en España con En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme. Tal era la fama de Virgilio y de su obra más universal. Un detalle: entre los muros de la desaparecida Pompeya se han contado hasta ¡cincuenta! citas de la obra de Virgilio (Pompeya: Historia y leyenda de una ciudad romana). También es cierto que hasta hace aproximadamente un siglo cualquier bachiller superior de Europa occidental era capaz de leer al autor latino en su idioma original y hasta citarlo si la ocasión lo requería. 

Así eran las cosas en otro tiempo. ¿Pero por qué deberíamos leer a Virgilio en la actualidad? 

En primer lugar, porque es un clásico (¿Qué es un clásico? ...cualquiera que sea la definición a que lleguemos, no podrá ser tal que excluya a VirgilioT. S. Elliot—) y forma parte de nuestra cultura aunque no seamos del todo conscientes. Un simple y popular ejemplo: timeo Danaos et dona ferentes (Eneida, II, 48, "temo a los dánaos [griegos] aun cuando traen regalos") aparece hasta en un álbum de Astérix.

Porque es una de las obras cumbre de la literatura universal y, sin ninguna duda, el más hermoso de los poemas épicos "cultos", esos que los poetas alejandrinos o neotéricos habían puesto de moda tres siglos antes.

Porque la Eneida consigue plasmar con sus versos el espíritu de una época y eso solo lo consiguen unas pocas obras en la historia de la humanidad.

Porque el autor tiene un dominio de los recursos expresivos de tal magnitud que convierte el texto en uno de los poemas más sublimes que se hayan escrito nunca, modelo de naturalidad y riqueza expresiva para muchas generaciones de poetas.

Porque su obra impregna e insemina todas las grandes literaturas europeas desde el Renacimiento hasta el Romanticismo, desde Garcilaso hasta Goethe.

Hay muchas más razones que se pueden encontrar en cualquiera de los estudios realizados por especialistas, pero la Eneida, las Geórgicas y las Bucólicas me parecen las razones más contundentes. Ediciones hay muchas y muy buenas, tanto en las librería como en las bibliotecas. En internet, también, aunque menos cuidadas.

Quienes tengan dificultades con la lectura, siempre pueden recurrir al audio. Y las sabias y sencillas palabras de un experto como Luis Alberto de Cuenca seguro que animan a leerla:


Por último, La muerte de Virgilio, una de las grandes novelas del siglo XX, también puede ser un buen revulsivo para animarnos a entrar en el mundo virgiliano y descubrir cómo fueron sus últimas horas, enfebrecidas de sueños y temores.

***

NOTA IMPORTANTE: La tertulia del día 7 de abril depende de la evolución de la epidemia para que se pueda celebrar o no.

martes, 6 de octubre de 2020

VIRGILIO HACE, HORACIO EXPLICA

Ejemplar de la Biblioteca Central



In verbis etiam tenuis cautusque serendis 
dixeris egregie, notum si callida verbum
reddiderit iunctura novum 
(Ars poetica, vv 46-48)

Tal vez en estos tres versos se condense la tarea más prodigiosa que cualquier poeta pueda hacer: que las gastadas palabras digan cosas nuevas. 

José Luis Moralejo los traducía así: Te expresarás de manera excelente si una combinación ingeniosa convierte en nueva alguna palabra sabida (Arte poética. Gredos, 2008. La edición de la imagen). Aunque el significado es el mismo, a mí me parece más expresiva la traducción de José Carlos Fernández Corte para la introducción a la Eneida que tradujo Espinosa Pólit (Cátedra, 1989): lograrás un verso excepcional si una palabra usada se convierte en nueva por una ingeniosa combinación.

Horacio no se ceñía solamente a esa idea en su Arte poética, daba otros muchos consejos y reflexionaba de la mejor de las maneras para que quienes se aventuraran en el arte de la creación literaria pudieran realizarlo de la mejor manera posible. Sin embargo, quiero detenerme en estos versos porque bien parecen escritos para explicar uno de los mayores logros de su amigo Virgilio.

Cuentan que Agripa, el responsable de la victoria de Augusto sobre Marco Antonio en Accio, tenía cierta dificultad para entender en qué consistía uno de los rasgos distintivos del estilo de la Eneida. Digamos que se sentía perplejo ante los giros que realizaba el mantuano, porque sin utilizar otras palabras que las que la gente utilizaba en la calle, él conseguía nuevos significados.

En realidad, estaba sorprendido con una de las características más brillantes del estilo virgiliano para la que no encontraba palabras, la famosa aparente naturalidad con la que fundó el clasicismo de la poesía romana. El impresionante dominio de recursos expresivos que tenía hizo posible que dotara a la lengua latina de nuevos bríos y esplendores. 

Esa es, precisamente, la tarea más noble y más elevada que puede realizar la poesía. Tarea, claro, que solo está al alcance de unas pocas genialidades. Versos como este son un buen ejemplo:

Sunt lacrimae rerum et mentem mortalia tangunt (Eneida, I, 462).

Y Borges, secuaz ilustre, lo sabía.

jueves, 19 de marzo de 2020

LA ENEIDA Y SUS INNUMERABLES FRUTOS

Es cierto que, por lo general, buena parte de la gran poesía se pierde con la traducción. Sin embargo, y aunque no sepamos latín ni tengamos una excelente traducción de la Eneida en nuestras manos, la magia de la poesía de Virgilio nos llega aún de diferentes maneras. El profesor José Luis Vidal nos ofrece algunas de ellas en esta magistral conferencia sobre el autor latino (Fundación March, 20 de marzo de 2018). 


Además, y por no ser pesado, porque "la sombra del ciprés es muy, muy alargada", citaré unas pocas, todas ellas referidas exclusivamente a la literatura española. 

Resonancias de la Eneida existen en el Marqués de Santillana, en La Celestina, en la Araucana, en las églogas de Garcilaso, en la Oda de la Magdalena (Fray Luis), en Lope, en Quevedo, en Góngorade las Soledades el profesor Blecua dijo que parecía componer una obra que fuera la síntesis de toda la obra virgiliana—, en Cervantes, en Cernuda, en García Calvo, en Gimferrer, en Villena, en Antonio Colinas...

Pero a mí la que más me gusta es la que produjeron estos versos del Libro I (vv 719,20,21 y22): 
                                              at memor ille
matris Acidaliae paulatim abolere Sychaeum
incipit et vivo temptat praevertere amore
iam pridem resides animos desuetaque corda.

y que en la traducción de Javier de Echave-Sustaeta quedan de esta manera: 

la diosa de Acidalia, 
y comienza por borrar poco a poco la imagen de Siqueo, y porfía
en asaltar con llama de amor vivo el alma largo tiempo sosegada
y el corazón que había ya perdido la costumbre de amar.

Os dejo el placer de descubrir quién se alimento del verso que he colocado en negrita.

Y sin entrar en el apartado cinematográfico y audiovisual, que también es largo, una muestra: el Eneas de la serie Mitos y leyendas que La 2 produjo allá por el año 2012. 



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NOTA: Si el confinamiento al que nos tiene sometida la pandemia se prolongara más allá del 8 de abril (fecha dela tertulia), retrasaremos toda la programación, de tal manera que no perdamos ninguna de las sesiones.

domingo, 22 de marzo de 2015

SI ERES PINTOR DE CÁMARA, PINTAS LO QUE AL REY LE DA LA GANA

Ciro el Grande ante los cadáveres de Abradato y Pantea, boceto al óleo. Vicente López
No es que me guste especialmente la pintura histórica, pero reconozco que, además del valor estético que podamos atribuirle, resulta ser una extraordinaria fuente de información en muchos sentidos.

Este boceto, de propiedad privada, fue el centro de una exposición sobre esa obra desaparecida de Vicente López, celebrada en el Museo de Bellas Artes de Bilbao en 2002. El original ardió en el incendio que devastó en 1915 el Palacio de Justicia de Madrid.

Gracias al trabajo de Xabier Bray podemos saber que fue un encargo de Fernando VII y cuál es el significado —ya oculto para nosotros, dos siglos después— que se esconde en un tema tan alejado, aparentemente, de aquel rey.

Después de la Guerra de la Independencia (1808-14), se restablece la monarquía de los Borbones en España de la mano de Fernando VII. Pero el país estaba dividido entre absolutistas y liberales, y ambos desean un rey implicado en su bando. 

En esta pugna, los absolutistas estuvieron más rápidos y se presentaron ante el rey con un manifiesto, Manifiesto de los Persas, en el que se apoyaba a un rey absolutista, en contra del gobierno constitucional establecido en Cádiz, en 1812. Lo que hoy llamaríamos un golpe de Estado.

La reacción liberal sobrevino después de seis años de gobierno absolutista. El pronunciamiento de Riego trajo tres breves años de monarquía constitucional. Al quite estaba la Europa más reaccionaria y el primo de Fernando, Luis XVIII, que no tardó en mandar un ejército para restablecer el orden absolutista.

Sabiendo todo esto, podemos entender el paralelismo que se crea entre el monarca español y el emperador persa —arquetipo del monarca absoluto—. Ambos habían sido apartados del poder durante su juventud. Ambos tuvieron que luchar por él. Un manifiesto que se "reclama" persa le apoya. Sin embargo, se le representa en un momento de dolor: la pérdida de dos seres queridos. Luis XVIII, el familiar que sale en apoyo de Fernando VII, también muere al poco tiempo de haberle dado su apoyo. Con este hecho se cerraría el simbolismo del cuadro, obra de enorme formato —4,30 x 6,80 m—, destinada a cantar las glorias y virtudes del rey.


***

Ya sé que la historia está llena de servidumbres varias y que de muchas de esas servidumbres nacieron grandes obras. La Eneida no deja de ser un loa del imperio y de Augusto; Cervantes, Quevedo y Góngora dedican sus obras a "grandes hombres" en busca de protección y favores; los músicos escribían sus obras para las cortes europeas; todos los pintores han buscado el apoyo de ricos y poderosos que les garantizaran el sustento diario. El arte, de alguna manera, ha sido el entretenimiento que podían pagarse reyes, nobles y alta burguesía. Este servilismo, independientemente de la genialidad del autor, ha tenido, y todavía tiene, sus consecuencias.

sábado, 23 de mayo de 2009

JOSETXO ARRIETA

"Persevera, y espera un mañana mejor". La frase pertenece a La Eneida. La traigo aquí porque parece escrita para ese polifacético amigo que es Josetxo, autor del libro que aparece en la foto: Eskola publikoak memoria badu.

Él es el director del colegio en el que trabajo y ha sido gracias a su empeño, a su constancia, a la voluntad de sacar el proyecto adelante, como ha sido posible que un centro público pueda tener recogida su pequeña historia en una publicación. Y ha sido, también, porque, como dice la frase de Virgilio, la constancia en el esfuerzo nos permite esperar un mejor futuro. Algo en lo que Josetxo confía y en lo que pone toda su ilusión: en que mañana sea mejor que hoy, porque el trabajo abnegado nos conducirá a ello.

De alguna forma, de eso trata el libro: de esfuerzo y de ilusión. A través de los 80 años que cumple la escuela, se puede ver ese cambio, y se percibe esa ilusión. Enhorabuena, Josetxo; zorionak, Elatzeta.

martes, 3 de noviembre de 2020

OVIDIO DESDE LOS ALREDEDORES

La profunda huella dejada por Ovidio y su Metamorfosis en la cultura occidental es verdaderamente gigantesca. Es cierto que Virgilio es el primero, el más destacado, el príncipe de las letras latinas; pero Ovidio es más divertido, y si leer la Eneida requiere un esfuerzo por nuestra parte, adentrarse en los juegos mitológicos, cotillear en los asuntos de los seres del Olimpo y acercarnos a las escenas de seducción o ser testigo de las infidelidades entre seres humanos y divinos es, qué duda cabe, más sencillo y popular.

Desde la cristiandad más antigua hasta Lutero, desde Dante Alighieri a Ezra Pound, desde Tiziano a Rodin, la cultura occidental ha bebido y seguirá haciéndolo en las historias que Ovidio nos dejó, en sus historias de amor y de pasión, en sus alegorías acerca de los aspectos más variados y variopintos de la vida. 

La música también nos ha dejado un hermoso y largo muestrario de su alargada sombra. Cito solamente grandes y muy conocidas obras: Orfeode Monteverdi; Der Streit zwischen Phoebus und Pan, de Bach; Daphne, de R. Strauss; Six Metamorphoses after Ovid, de Britten; My Fair Lady, de Cukor, empujada por el Pygmalion, de Shaw. Y, por supuesto, esta deliciosa mascarada, serenata, pastoral o como quiera que la clasifiquen, de Händel

domingo, 4 de diciembre de 2022

PURCELL, DIDO Y ENEAS


Como esta tarde iré al Victoria Eugenia a disfrutar con la obra de Purcell, me ha parecido de lo más apropiado traer hasta aquí esta versión de L'Arpeggiata para el Festival Oude Muziek Utrecht de 2015.  Está dirigida por Christina Pluhar

La historia, ya sabéis, se basa de manera muy libre en el libro IV de la Eneida, de Virgilio. Ahí aparecen la reina de Cartago, Dido, y el troyano Eneas. Se enamoran, pero los envidiosos y siempre puñeteros dioses se confabulan e infunden la idea  a Eneas de que por encima del amor debe cumplir su destino, es decir, tiene que partir y fundar la nueva Troya, la que será Roma. Dido no puede sufrir la ausencia de su amante; sin embargo, cuando Eneas decide quedarse, ella le rechaza y se deja morir. Tremenda tragedia.

El lamento de Dido antes de morir de pena es una de las arias más conmovedoras de la historia de la música. Aunque solo fuera por eso, Dido y Eneas merece figurar como una de las grandes óperas de todos los tiempos. Un aria magnífica.

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Путин, немедленно останови войну!

sábado, 9 de noviembre de 2013

LA RAMA DORADA, DE SEAMUS HEANEY

La entrada de ayer me ha llevado al poeta irlandés, fallecido a finales de este verano. En su libro Viendo visiones (1991) encontramos este poema que explicita el libro VI de La Eneida.

LA RAMA DORADA

Eneas rezaba y se sujetaba encima del altar cuando la profetisa 
empezó a hablar: "Relación sanguinea de los dioses,
Troyano, hijo de Anquises, el camino hacia el Averno es fácil de bajar.
Día y noche la negra puerta de Plutón está abierta.
Pero rehacer tus pasos y volver a los aires de arriba
es la verdadera tarea y la real comprensión. Algunos pocos
lo han conseguido, hijos de Dioses y favorecidos
por Júpiter el Justo, o exaltados al cielo en un relámpago
de gloria heroica. Bosques se extienden a medio camino
hacia abajo y Cocitus sopla a través de la oscuridad, lamiendo sus orillas.
Aun así, si el amor te atormenta y tanto es tu deseo de navegar
dos veces por el lago Estigio e inspeccionar dos veces
el oscuro infierno, si tienes que superar lo permitido,
comprende de antemano lo que tienes que hacer.
Escondido en lo espeso de un árbol hay un arco de oro;
sus hojas y ramas son de oro también.
Es sagrado para Juno infernal, que es su dueño, y descuella
en una arboleda donde se agrupan las profundas sombras
a lo largo de valles boscosos. Nunca se le permite a nadie
bajar a los lugares escondidos de la tierra salvo a menos que
no haya arrancado antes esta rama dorada de ese árbol
y se la haya entregado a la hermosa Proserpina, a quien pertenece
por decreto, su don propio y especial. Y cuando se ha cortado
una segunda crece en su lugar, una vez más de oro,
y las hojas que en ella crecen brillan del mismo modo.

Por ello mira hacia arriba y busca con detenimiento y cuando la hayas encontrado
atrévete a cogerla como está previsto. Si el destino te ha llamado
la rama saldrá con facilidad, de propio y dulce acuerdo.
De lo contrario, no importa cuánta fuerza puedas reunir, que nunca
conseguirás sobreponerte a ella ni cortarla con la más afilada de las hojas".

                          Traducción de Jenaro Talens