viernes, 25 de mayo de 2018

AYER EN KAXILDA

Como sapiens que somos, necesitamos crear y comunicarlo. No importa la materia, ni la herramienta, ni el formato. Hacemos y lo damos a conocer. El impulso que encendió la llama a veces también nos salva. 

Reconforta ver y oír a un pequeño grupo humano pelearse con las palabras para trascender el momento inicial, la soledad sonora, y plantarse sin miedo ante otro pequeño grupo humano dispuesto a escuchar y disfrutar.

Gracias, Aitor, Nacho, Penélope, Cristina, Jon Ander, Alba, Sarah, Eva y Lourdes, por romper el silencio y atreveros. Y disculpad la mala calidad de las imágenes. Tendría que haber llevado una cámara.
Aitor 
 CINCUENTA CÉNTIMOS POÉTICOS

Viene.
Se acerca.
Está llegando.

Aún no está aquí

Conozco su nombre.
Vislumbro sus mil formas.
Me embriaga su aliento suave.

Aún no está aquí.
Pero puedo al fin escuchar sus pasos.
Puedo ya ofrecerle una sonrisa.
Ya puedo admirar su gesto.

Su café, señor.
Gracias, señorita.
Y dígame cuánto sea, por favor.

Me llamo Inspiración. Salgo a las seis.
Por el café, son cincuenta céntimos.
Por lo demás, la voluntad poética.


Nacho 
 POEMA DE INSOMNIO Nº 1

¿De qué color es la vida? —me pregunto—.
rosa no, seguro, y negra, tampoco:
no me voy a poner dramático,
no es plan a estas alturas.
De elegir un color me quedo
con el gris porque, según creo,
es así como vivimos, en un lugar tibio
casi siempre alejado de la perspicacia hasta que,
milagro, un azul cielo, o un verde oliva,
o incluso el más común de los marrones
nos mira desde unos ojos luminosos
y, por un instante, nos tiñe la existencia.
Ya sé que no es más que una ilusión efímera,
pero qué felices somos mientras dura.


Penélope
LA MEDIDA DEL TIEMPO 

Nos encontramos tarde, demasiada vida recorrida. 
Nos reconocimos, 
mucho antes 
de adivinarnos. 
Nos descubrimos casa, 
e hicimos hogar, 
refugio, raza y patria, 
sin apenas mediar palabra. 

Tanto por hacer 
o deshacer, 
pero juntos, revueltos, 
sin perder un segundo. 

A veces dudo si la vida 
avanza, 
si quedé estancada, 
muerta en vida, 
o simplemente 
desinteresada, 
aburrida y abandonada, 
desde tu marcha. 

Dura condena la de 
sobrevivir, 
exiliada del paraíso, 
tras haber conocido 
la eternidad en tus brazos. 

La medida del tiempo, 

la que nos distancia, 
de volver a ser dioses.


Cristina
 LUNES, INVIERNO

Me acabo de levantar.
Estoy junto a la ventana.
La lluvia cae
lenta
sobre la calle vacía.
Entre las farolas aún iluminadas
los semáforos trabajan para nadie.
Se ha levantado un poco de viento.
Cruzan dos viandantes
bajo sus paraguas,
uno detrás de otro,
despacio,
meditabundos...
El primero se ha detenido
bajo un balcón.
El otros sigue su camino...


Jon Ander
De vez cuando 
—sentado en una terraza 
con un cigarrillo en la 
mano, 
o sencillamente 
mientras voy andando por 
la calle— 
suelo echarle una mirada 
reflexiva al pasado, 
como si aún fuese posible 
hacer algo con él.


Alba 
A LA ESPERA

Cuando te alejas y me acerco el corazón al pecho
cuando el océano me achica hasta la tráquea
y ya no hay beso
no verso
que cure la distancia.

Cuando me envío mensajes en braille que todavía no descifro
cuando asomo la cabeza al precipicio y cierro los ojos para no ver el abismo.

Cuando apareces
y me robas las sinapsis
pero te faltan segundos para girar y dejar este vacío que me envuelve.

Cuando espero tu pena silenciosa

y nunca llega.

Cuando espero a gritos la victoria de saberme entera
de saberme hoguera
de peinar la estela que te sucede
y entender
que
no
necesito
nada

mi 
vera.

Cuando espero
ya no me da tiempo a acariciarme
Por
Eso
Quiero
Volar
Olvidar el sabor de la tristeza
La agonía de la espera
ignorar que faltas
que abrasas mis costillas
y mi espalda
con tu silencio.

Cuando tecleo hipótesis en mi ordenador.

Es entonces cuando mi piel cristal se hace más frágil
porque sigo sin ser yo,
sigo disfrazada entre las letras

y quien sabe
quizás nunca consiga bajar a tierra.


Sarah
Es 
demasiado temprano para fumar en mi cama.
Para perderme en las calles del casco, callejear,
coger lo que callo y calar
la luna en mi cuarto.
Demasiado temprano para conocernos tan poco.
Poder disfrutar, saber lo que toco y pasar
de cero a nosotros
pensar
que esto es de locos
y seguir disfrutando.


Eva
SOLEDADES

Camino al trabajo me cruzo con la tristeza.
Va vestida de mujer de sesenta años.
Ella se cruza con el hastío.

Ambas embarcadas en un búsqueda.
Yo de vivencias y ella de algún sustento.

No quiere que mi mirada, inocente para ella,
se contagie de su pena.
Mi hastío es tan grande que no existe tal peligro.

La invito a desayunar y, por un instante,
ambas sentimos cumplido nuestro anhelo:

                 Yo, acallar mi mediocre conciencia.
                 Ella, saciar su apetito.


Lourdes
QUEMAR LAS NAVES

Quemó las naves de la amistad
y se fue con su hombre,
un hombre,
sin más.
Quemó las naves,
y el campanario,
y la cigüeña
que invierno a invierno le recordaba
que el frío remontaba.
Lo arrasó todo
y dejó tras de sí
un ácido olor a hembra.

jueves, 24 de mayo de 2018

LEIBNIZ de forma clara y sencilla

Lóguez ediciones
Confieso que Leibniz no es precisamente el filósofo que más me interesa, que La Monadología está muy lejos de mis preocupaciones intelectuales y que su teoría del conocimiento —Nuevos ensayos sobre el entendimiento humano— no se me hace muy atractiva. Sin embargo, debo reconocer que admiro la pasión universal del pensador alemán y no por sus contribuciones de primerísimo orden a la matemática, a las ciencias naturales, a la lógica y a tantas otras disciplinas, sino por su constante esfuerzo en conseguir el diálogo entre las personas mejor cualificadas de la época para hacer avanzar el conocimiento —entonces no existía esa puesta en común obligatoria que existe hoy dentro de la comunidad científica— y por su voluntad de reconciliar dogmas y creencias religiosas que tanto daño causaron en Europa con sus enfrentamientos —Leibniz había nacido al final de la Guerra de los Treinta Años—.

Este pequeño recordatorio viene dado por el librito que encontré hace unas semanas sobre un contenedor de papel. Alguien se deshacía de él, pero con la intención de prolongar la vida del texto, lo dejó colocado de manera vertical para llamar la atención y que pudiera salvarse del reciclado. Mi tendencia natural a salvar libros hizo que me lo llevara a casa y lo leyera. Aunque no esperaba nada de él, me sorprendió la claridad con la que está escrito y la buena información que maneja. No es el libro de un especialista, solo quiere —¡nada menos!— informar de manera clara y sencilla a personas que estén en edad de aprender sobre quién fue el autor del que se ocupa y cuáles sus contribuciones al pensamiento. Pero no escatima una bibliografía académica para quien se atreva a más. Entre los textos sugeridos está el del filósofo de la ciencia Javier Echeverría, Leibniz.

Y ya puestos a seguir con los hallazgos y las casualidades, yo que suelo mirar de vez en cuando qué novedades poéticas ofrece la Fundación Juan March, me encuentro con que los días 29 y 31 de este mes, el profesor Echeverría va a impartir sendas conferencias sobre la vida y la obra de Leibniz. Como es habitual, podrán seguirse en directo por el canal de la fundación.

Me falta señalar que el autor de la obra de divulgación que ha dado origen a este comentario es Carlos Blanco, niño prodigio hace unos años y profesor universitario en la actualidad.

RECITAL DE POESÍA EN KAXILDA


Esta tarde, a las 18:30, en el restaurante-librería Kaxilda


el grupo que ha estado trabajando con Karmelo C. Iribarren en el Taller de poesía de la UPV/EHU leerá sus creaciones.

¿Serán capaces de igualar o, incluso, mejorar la obra del maestro?

¿Tendrán sus poemas el estilo y la dicción del autor con el que han trabajado?

¿Descubriremos nuevas promesas?

Seguro, en cualquier caso, que es una excelente ocasión para pasar un buen rato.

Y mientras llega ese momento, os dejo un poema del maestro donostiarra que ya ha aprendido a disfrutar del mar.

MAR

Durante mucho tiempo
me fuiste indiferente,
pasaba junto a ti
y era como si no existieses,
veía los barcos y las nubes
y hasta veía
los crepúsculos
a veces,

              pero no a ti,

para ti estaba ciego
y sordo siempre,
para ti, mar, que hoy lo eres todo,
que haces que me encuentre
cuando no sé
hacia dónde me dirijo,
que no me dejas solo
un sólo día,
que atardeces al ritmo de mi alma,
que abres rutas
en mi precaria
imaginación...

                     Si supieses
la falta que me hiciste,
el daño que me hice
no sabiéndote...

                            Mientras me alejo.

miércoles, 23 de mayo de 2018

GAZA NOS NECESITA

Fuente del texto y de la imagen: Amnistía Internacional.

Resulta difícil encontrar palabras para describir lo que están haciendo las autoridades de Israel contra millones de personas palestinas. Una represión tan violenta, inhumana e injustificada que podría volver a quedar impune si no actuamos de inmediato.

Todos los países que siguen apoyando a Israel vendiendo armamento podrían ser cómplices de esta masacre. Y España es uno de ellos. Solo entre 2015 y 2017, el gobierno español exportó más de 4 millones de euros en armas a Israel. 


¡Firma por un embargo de armas españolas inmediato a Israel!

Desde el 30 de marzo de este año, las fuerzas de seguridad de Israel ya han matado a más de 100 personas palestinas, incluidos 12 niños y niñas y una bebé de apenas 8 meses. Las personas heridas se cuentan por miles y los hospitales están al límite.

Gracias por plantarle cara a quiénes hacen negocio a costa de la vida de la población palestina.

ROBERT LOWELL

El año pasado Vaso Roto se atrevía con toda la poesía de R. Lowell. Casi dos mil páginas repartidas en un par de tomos pueden asustar a mucha gente. En cualquier caso, es de agradecer el esfuerzo de la casa editora por presentarnos bien recogida y bien editada la obra de uno de los más importantes poetas en lengua inglesa del pasado siglo. Las notas del traductor, Andrés Catalán, son una fuente de claridad imprescindible. Los prólogos, también.

R. Lowell es algo así como el autor más destacado de la corriente que ha dado en llamarse poesía confesional, aunque tal vez sería más exacto decir que fue el poeta de su propia biografía; de ahí la importancia de las notas que acompañan la publicación para poder situar en el contexto preciso las palabras del poeta. Aquí la anécdota biográfica sí es importante, lo que no quiere decir que no se pueda disfrutar de su poesía sin el conocimiento de cada una de las anécdotas, nombres y referencias que la pueblan, pero se pierde una parte importante.

El poema preferido de Seamus Heany era el larguísimo Ulises y Circe. Por razones de comodidad y manejabilidad os lo dejo en la traducción Luis Javier Moreno —Día a día, Losada, 2003—. 

I
Diez años antes de Troya y diez antes de Circe,
suplantaron los nombres de las cosas,
los nombres que él, Ulises, les pusiera,
perdidos, por entonces, nombres suyos:
mirmidones, espartanos, un soldado de Ulises el temido…
¿Por qué he de renovar su infame sufrimiento?
Él ya ha obtenido su porción de gloria,
cuando se le ocurrió hacer un caballo
de madera, a tamaño mayor que el de una casa,
poniendo fin así a diez años de guerra,
A causa del engaño”, él asegura:
Yo llevé a cabo lo que ni Diomedes,
ni Aquiles, hijo de Tetis él,
ni nadie entre los griegos,
con su innúmera flota lograr pudo:
Destruir Troya tal y como lo hice”.

II
¿Acaso hay aún quién dude
que lo mejor para una esposa sea
despertarse a las cinco, con el sol, y para ella
disponer de tres horas al día, suyas, propias?
Él ve cómo transcurre, entre azul y marrón,
su río cotidiano, deslizándose
por su antebrazo joven, estirado
y entrecruzarse luego…
Como una hoguera roja el sol se eleva,
débil chisporrotea por las ramas más bajas,
devorando las hojas (como hace la langosta)
dejando intacto y sin quemar el árbol.
En quizá diez minutos,
o en el mismo intervalo al de su despertar,
el sol se pondrá blanco, como suele,
cambista indiferente que trueca noche y día,
el inmutable, él mismo, tanto en paz como en guerra…
Alternando producen las persianas líneas de sol y sombra,
aunque las d ella sombra prevalezcan
sobre la honestidad de su cómodo lecho regalado.
A su lado acostada yace Circe,
como tibia madera soñolienta y gustosa…
Ella dice: “Me están contando tantas maravillas
y soy tan dormilona,
que siento incapaz de dar respuesta”.

III
¡Ojalá que sin día llegase la mañana!
Él continúa acostado y teme a los sirvientes,
sus conductas al uso, sus palabras
insistentes, salvajes. Se le va d ellas manos…
Su exótico palacio, de travesía imposible,
ha sido concebido de tal modo
que ningún griego sobrio pueda bien navegarlo.
Tiene miedo al chillido de los cerdos
que bajo su ventana entierran carne,
el que estos animales
grasientos sean humanos y que exijan
su lugar referente en el banquete.
Su propio corazón se le atraganta,
pero sólo es un mal imaginario,
luz del alba que llega con la aurora…
¿Por qué he llegado a ser mi propio fugitivo,
por qué me ha trastornado la belleza de Circe
hasta hacerme sentir distinto de otros hombres?”

IV
Ella abandona el lecho y su cabello
está lo mismo que su corazón: intrincado y revuelto.
Hablan como dos huéspedes
que espera que sea el otro el que abandona la casa…
Esa armonía bastarda de lo irreconciliable.

Su decisión de abandonar a Circe
se hace necesidad.
Compasión es terror y ningún cisma
puede ya quebrantar, de su débil carácter,
las inmisericordes decisiones.
Sus ojos se convierten en un pozo de llanto,
en el que, hipnotizados,
caen sus seguidores, idiotas animales.
Imposible les es la vigilancia;
como degenerados,
siguen al ritmo de ella en sus impulsos,
consumiendo sus días y dudando después
con sumisión histérica.

De joven tomó Ulises decisiones
sobre comprometidas estrategias;
mas en su edad madura ha decidido
asumir un futuro lleno de incertidumbre;
él morirá, como otros, por designio de los dioses,
haciendo que naufrague su tripulación última
en un ignoto océano, a la busca
de un mundo despoblado aun más allá del sol,
perdido en los clamores más groseros
de un vendaval ruidoso.

En la isla de Circe diminuta,
se le amplió la forma de contemplar el mundo
(tras leves mezquindades, se ennobleció a sí mismo
hasta dar con el modo de regresar a casa).
Todo le disgustaba
en su mítica vida empobrecida.

Nostalgia le da el loto por su irremediable
dolor que él ya detesta… Ella está donde está.
Su discurso salpica
con los coloquialismos ya caducos
de una generación más joven que la suya
(dialecto de moda en esta isla).
Ella lleva consigo su magnífico tiempo…
Las bellísimas chicas que la siguen
son aún para Circe sus mejores amigas,
pese a que su reputación esté dañada
más que lo estuvo nunca la de Helena,
pero a Helena le salvaba su graciosa apostura.

Circe apenas si llega
a cortadora de retales míseros
(los desperdicios de sus cortes yacen
desperdigados todos por los suelos:
no usados, mal usados, chaquetones e insignias,
la bestia degollada).

A ella le va el desorden de su casa
(llaves ocultas para cerraduras
ya inencontrables,
anónimos retratos, cosas muertas
envueltas en papel color de polvo…),
la oleada del vino anterior a la lucha.

Leves placeres dejan quemaduras eternas
(el aire se calienta por altas galerías
y miles de termitas acaban con las vigas);
éste es un pensamiento de mediados de otoño:
el momento en que mueren los insectos
de una forma instantánea,
como quisiera uno que lo hiciese un amigo.

De camino hacia el barco, a un árbol solitario
se le caen de repente la mitad de sus hojas,
teñidas por la duda,
mustias antes de tiempo.

V
Durante mucho tiempo yo empapado
y a menudo también tocando fondo
por el verde, gran mar, de los semáforos
que autorizaban nuestra navegación,
hallé que mi fatiga era la luz del mundo.

La tierra no es la tierra si yo tengo
mis ojos en la luna, en su imagen captada
en un único instante vacío
(duplicidad infiel ofrecida a los hombres).
¿Tras de tantos milenios,
no estás cansada, Circe,
de transformar cochinos en cochinos’

¿Cómo podré agradarte, si yo no soy un hombre?

Por mi supervivencia conseguí que mis huesos
perdieran su color
(yo, que era el que esperaba abandonar la tierra
mucho más joven que cuando llegué a ella).

Nuestra edad se ha tornado en porquería
inarrancable ya de su sucia bayeta.

La edad que cruza nuestros rostros
hacia el final del túnel
(si es posible la fe en las creencias)
tornará más ligera nuestra carne.


VI
Penélope

Ulises anda siempre dando vueltas,
ni la fragilidad de su hijo
ni la pasión por su mujer
(¡cuánto la hubiese eso confortado!)
le detuvieron nunca. Ella no encuentra hazañas
ni en su marcha a la guerra ni en su regreso de ella.
(¡Diez años para ir y diez para volver!)
Desde el muelle a su casa,
a pie y ante la vista de todos él camina.
No ha podido ninguno reconocerle en Ítaca,
aunque todos conozcan las hazañas de Ulises.
Corren más sus rodillas que sus pies
y su boca apretada se hincha de aire,
su vista se ha habituado a bienvenidas.
Él busca alguna cosa que le oriente...
Cuanto le fue una vez intensamente blanco,
una señal y referencia antes,
solamente es ahora un estacionamiento de navíos.
Qué pálida y sin suerte parecía cu cara
veinte años atrás, hasta incluso la víspera
de su embarque triunfal y carnaval de gloria,
cuando dejó a Penélope hechizada
hasta desvanecerse ella en sus brazos
a causa de la danza. El riesgo fue su oficio.
Su polvorienta ruta a mediodía es ahora su casa;
él imagina
que ella sale en su busca velozmente,
vistiendo una amplia túnica de tubo
impregnada de todos los deseos,
la que ya se había puesto
en el último mes de su embarazo.
Entonces, sin todavía necesitar gafas,
los ojos de ella estrellas parecían,
conejo acorralado... Es hoy su casa
más tolerante y más condescendiente;
ella sigue en su hogar, confortable en su entorno
con su hijo, los amigos de su hijo,
todos sus pretendientes
(el caos habitual de quienes viven bien),
con salud y riqueza contrapuestas
en sus indumentarias...
(Sólo el dolor podría justificar la fealdad).
Él ha visto ya el mundo conocido,
lo mejor y peor de los humanos;
el enorme entusiasmo de su peregrinaje
asume el peso y la gravitación
del estar vivo. Ulises entra en casa,
los ojos muy cerrados y la boca muy suelta...
El lecho conyugal le queda a un paso,
pero confunde a la hija con la madre.
No es de extrañar. Los varones le expulsan
(un animal idiota, mas perverso).
Ya está afuera;
sus no deseadas manos están ásperas,
dicen te quiero desde la otra parte
del ventanal cerrado.
A sus cuarenta años, todavía,
ella es el mejor busto de todas las presentes.
Él la mira y ella ve que la mira idiotizado;
ella se vuelve entonces
hacia sus pretendientes conociendo
que el arte mentiroso de la diosa Minerva
no devolverá a Ulises
la invencibilidad que tuvo ni tampoco
la juventud que entonces poseyera...
¡Media vuelta -Volte face-!
(Él gira al modo de los tiburones,
haciéndose visible detrás de la ventana).
Orgulloso de su cuerpo, doloridos los ojos
y satisfecho por sus cicatrices,
Ulises, instintivo asesino
en el machismo de su senilidad,
saborea de antemano el apogeo de la lucha
quebrantando las aguas por destruir su huella.
Él ha sobrepasado su tamaño.
Es uno más entre los pretendientes,
sus agallas están plegadas y en su sitio,
antinaturales rejillas de ventilación,
que con un botoncillo podrían ser cerradas,
como lo son las celdas de una cárcel...
Diez años de pasado y otros diez de futuro.

martes, 22 de mayo de 2018

JÚPITER, de HOLST



Los Planetas es la obra más conocida del compositor inglés Gustav Holst. Sin duda, uno de los grandes éxitos de la música clásica del siglo XX. En esta suite hay dos movimientos que compiten en fama: Marte y Júpiter. El cine, de momento, ha terminado inclinando la balanza hacia Marte, el portador de la guerra. Son innumerables las adaptaciones, copias, versiones y demás, que el ostinato de Marte ha tenido en las películas de guerra, lógicamente. Tal vez la más famosa sea la que realizó Williams para La guerra de las galaxias, pero hay otras muchas más.

Júpiter, el portador de la alegría, no se queda muy atrás, en este caso por motivos patrióticos, y es que los ingleses tienen una enorme capacidad para hacerse con piezas musicales y transformarlas en himnos. Holst compuso Los planetas durante la Primera Guerra Mundial. Poco después, en 1921, adaptó la música de Júpiter para que se pudiera cantar la letra del poema I Vow to Thee, My Country, de Cecil Spring Rice. Las ceremonias conmemorativas del Armisticio, primero, y los actos públicos de cierta entidad, después, convirtieron esta pieza en un auténtico himno patriótico del que es difícil despegarse.

Utilizaciones posteriores al margen, Júpiter es una de las piezas musicales más atractivas, vigorosas y revitalizantes que podemos encontrar en la música del pasado siglo. Aquí la tenéis en interpretación de la Orquesta Sinfónica de Chicago bajo la dirección de Cristian Măcelaru. Una delicia.

HITZEZ ETA HOTSEZ, RECITAL POÉTICO




EZIN ESAN


Ezin da esan Libertatea, ezin da esan Berdintasuna,

ezin da esan Anaitasuna, ezin esan.

Ez zuhaitz ez erreka ez bihotz.

Ahaztu egin da antzinako legea.


Uholak eraman du hitzen eta gauzen arteko zubia.

Ezin zaio esan tiranoak erabaki irizten dionari heriotza.

Ezin da esan norbait falta dugunean,

oroitzapen txikienak odolusten gaituenean.


Inperfektua da hizkuntza, higatu egin dira zeinuak

errotarri zaharrak bezala, ibiliaren ibiliz. Horregatik,


ezin da esan Maitasuna, ezin da esan Edertasuna,

ezin da esan Elkartasuna, ezin esan.

Ez zuhaitz ez erreka ez bihotz.

Ahaztu egin da antzinako legea.


Alabaina «ene maitea» zure ahotik entzutean

aitor dut zirrara eragiten didala,

dela egia, dela gezurra.

                         Kirmen UribeBitartean heldu eskutik, 2001.


No se puede decir Libertad, no se puede decir Igualdad,/no se puede decir Fraternidad, no se puede./Ni árbol ni río ni corazón./Las leyes antiguas han sido olvidadas.//Un aguacero se ha llevado los puentes entre las palabras y las cosas./No se puede llamar muerte a lo que el tirano considera una decisión.
No se puede confesar que alguien nos falta,/cuando el recuerdo más nimio nos desangra.//La lengua es imperfecta, los signos se han desgastado/como las viejas muelas de molino, de tanto girar. Por eso,//no se puede decir Amor, no se puede decir Belleza,/no se puede decir Solidaridad, no se puede.
Ni árbol ni río ni corazón./Las leyes antiguas han sido olvidadas.//Sin embargo, confieso que siento un escalofrío/cuando oigo de tu boca "mi amor",/sea cierto o sea mentira.

                 Traducción del autor y de Gerardo Markuleta.



VIVENCIAS / SENTIMIENTOS / VIAJE INTERIOR, esa es la propuesta de la pareja formada por Bego Bastarrika —acordeón— y José Luis Toledano —voz, viola de gamba y flauta—. Y este es el programa que nos ofrecen:

  • “…LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO…” (M. de Cervantes: Quijote: II-cap. LVIII, 1094)
  • “MÁS QUE UNA PALABRA” (José Agustín Goytisolo: Del tiempo y del olvido)
  • “ANTE NOSOTROS” (J. A. Goytisolo: Final de un adios)
  • MÚSICA: “Leihorik leiho” herrikoia (Acordeón con viola de gamba bajo)
  • 2.- “MUSUA / EL BESO” (Kirmen Uribe: Bitartean heldu eskutik / Mientras tanto cógeme la mano)
  • MÚSICA: ·Merry cristmas M. R. Lawrence” (Ryuchi Sakamoto) (Acordeón)
  • 3.- “SOLDADU MONGOLIARRAK / SOLDADOS MONGOLES” (Kirmen Uribe: Bitartean heldu eskutik / Mientras tanto cógeme la mano)
  • MÚSICA: “Seigneurs Sachiez”(Teobaldo I de Navarra. S. XIII) (Acordeón con flauta bajo)
  • 4.- “COMO TANGO” (J. A. Goytisolo: Claridad)
  • MÚSICA: “Por una cabeza” (Carlos Gardel / Alfredo le Pera) (acordeón)
  • 5.- “BIDAIA KAIERA: BUTHAN / CUADERNO DE VIAJE: BUTHAN” (Kirmen Uribe: Bitartean heldu eskutik / Mientras tanto cógeme la mano)
  • MÚSICA: “Con qué la lavaré” (Anón. Cancionero de Upsala s. XV-XVI) (Acordeón)
  • 6.- OLERKITXOAK / POEMITAS (A. Machado, J. G. de Biedma, K. Uribe, Ingeborg Bachman)
  • MÚSICA: “Sor Lekua” (Herrikoia) (Acordeón)
  • 7.-“A VECES” (J. A. Goytisolo: A veces gran amor)
  • MÚSICA: “Bihotz bat” (Herrikoia) (Acordeón)
  • 8.- “CANCIÓN DE ANIVERSARIO” (Jaime Gil de Biedma: Moralidades)
  • MÚSICA: “Veinte Años” (Música: Mª Teresa Vera / Letra: Guillermina Aranburu) (Acordeón)
  • 9.-“EZIN ESAN / NO SE PUEDE DECIR” (K. Uribe: Bitartean heldu eskutik)
  • MÚSICA: “Canción de bañar la luna” (Mª Elena Walsh) (Acordeón)
  • 10.- “PANDÉMICA Y CELESTE” (J: G. de Biedma: Moralidades)
  • MÚSICA: “Les chemins de l´amour” (Francis Poulenc / J Anouill) (Acordeón)
  • 11.- “DEMOCRACIA DOS” (Luis García Montero: Vista cansada)
  • MÚSICA: “———————“ Van Morrison (Back on top: Philosopher stone) (Acordeón)
  • 12.- “ALTA TRAICIÓN” (José Emilio Pacheco: No me preguntes cómo pasa el tiempo)
  • MÚSICA: “Madre en la puerta” (Popular cordobesa) (Acordeón con viola de gamba bajo)


Actúan el 31 de mayo, a las 19:30, en la Sala Municipal del Ayuntameniento de Pasai San Pedro.

lunes, 21 de mayo de 2018

IMPULSAR EL PENSAMIENTO


Me entero por casualidad de la existencia de las Olimpíadas Filosóficas, de que van ya por el quinto año y de que este último curso han estado dedicadas al sugestivo tema de "Revolución y Utopía". Así es. La Red española de Filosofía organiza cada año estas olimpíadas del pensamiento entre el alumnado de la ESO y del Bachillerato bajo cuatro modalidades: Fotografía, Vídeo, Dilema y Disertación. 

No sé si han quedado registrados en algún lugar los trabajos correspondientes a los apartados de Fotografía, Dilema y Disertación. Sí me ha resultado fácil encontrar el vídeo de Miriam Sánchez, Caminando, segundo puesto en la modalidad, en el que hace una reflexión sobre el tema propuesto con una calidad de montaje verdaderamente sorprendente.

La alumna toma la ya célebre respuesta a la pregunta de para qué sirve la utopía, que Fernando Birri soltó en una charla universitaria: La utopía está en el horizonte. Yo sé muy bien que nunca la alcanzaré. Ella se va alejando a medida que yo me acerco. La utopía sirve para caminar. O al menos esto es lo que Eduardo Galeano nos ha contado que su amigo dijo. Con muy buen criterio, el título del vídeo es el que es.

No puedo nada más que expresar mi alegría por este tipo de convocatorias y de eventos que impulsan la reflexión, el ejercicio autónomo del pensamiento y, en definitiva, esa actitud intrínseca al nacimiento del pensamiento filosófico que el profesor García Morente resumía como un plantarse ante el universo y el propio ser humano con un sentimiento de estupefacción, de admiración, de curiosidad insaciable, como el niño que no entiende nada y para quien todo es problema (Fundamentos de Filosofía, p 20). 

El poeta Cavafis decía lo mismo, pero recurría a la celebérrima metáfora del viaje.

¡Qué la curiosidad y el deseo de saber sea siempre con vosotros! Y mi más sincera enhorabuena a la REF!

domingo, 20 de mayo de 2018

TERTULIA POÉTICA EN LA CASA DEL LIBRO DE SAN SEBASTIÁN

VISOR
El 1 de junio inauguramos tertulia poética en La Casa del Libro donostiarra. El primer poemario sobre el que vamos a trabajar será Mientras me alejo, de Karmelo C. Iribarren, una buena excusa para comprobar la evolución de la poesía del autor, y una ocasión para ver el interés que la poesía en general despierta en la ciudad y, en particular, la de este poeta cuyo prestigio y reputación en el panorama poético contemporáneo no para de crecer. Su estilo personal e inconfundible es ya una huella indeleble en el registro de la poesía de los últimos años.

De este poemario dice Luis Alberto de Cuenca en el prólogo: Es tan sabio, sencillo, efectivo y emocionante como los anteriores. Tal vez tenga un sabor otoñal que se deriva del paso de los años, pero eso es lo normal cuando escribimos desde la certeza, siempre agobiante, de que nos queda menos tiempo, de que vamos haciéndonos mayores. Pero está entero nuestro K. preferido.

El libro se cierra con este poema:


UN MAL EJEMPLO


Nunca quise llegar a ningún sitio
ni tampoco me interesó
especialmente el paisaje.

Un pequeño bar de barrio
con una mesa
desde la que ver el mundo apagarse
y encenderse
—bajo la lluvia—
las farolas en las aceras,
me ha bastado para ser casi feliz.

Exiliado en mi interior,
nunca en venta
ni besando la mano de nadie,
arrastro mi minúscula épica
–por unas calles
que ni siquiera son ya mis calles–
y me voy alejando.


***
La tertulia se llevará a cabo el primer viernes de cada mes, a las 19:00, en el piso superior de la librería. Nos vemos.


***
Libros de poesía publicados, sin tener en cuenta las antologías:

La condición urbana, Renacimiento, 1995.
Serie B, Renacimiento, 1998.
Desde el fondo de la barra, Línea de fuego, 1999.
La frontera y otros poemas, Renacimiento, 2005.
Seguro que esta historia te suena. Poesía completa (1985-2005), Renacimiento, 2005.
Ola de frío, Renacimiento, 2007.
Atravesando la noche, Huacanamo, 2009.
Ola de frío (segunda edición), Renacimiento, Colección Calle del Aire, 2009
Versos que el viento arrastra, El jinete azul, 2010, ilustraciones de Cristina Muller.
Otra ciudad, otra vida, Huacanamo, 2011.
Seguro que esta historia te suena. Poesía completa (1985-2012). (Segunda edición corregida y ampliada), Renacimiento, 2012.
Las luces interiores, Renacimiento, 2013
La piel de la vida, Baile del Sol, 2013
Seguro que esta historia te suena. Poesía completa (1985-2015). (Tercera edición corregida y ampliada), Renacimiento, Colección Calle del Aire, 2015
Haciendo planes, Renacimiento, 2016
Las luces interiores (segunda edición), Renacimiento, 2017.
Mientras me alejo, Visor, 2017.
La frontera y otros poemas (edición exenta), Renacimiento, 2018.


Y estos son los enlaces a twitter y facebook en que podéis seguirle. 

sábado, 19 de mayo de 2018

¡GRACIAS, NAUKAS!


A las 20:00 horas se ha cerrado la jornada que durante todo el sábado ha dedicado el colectivo Naukas a divulgar ciencia. Como siempre, ha sido una jornada memorable, llena de excelente divulgación y de momentos mágicos. 

Ha abierto la jornada nada menos que el grandísimo Pedro Miguel Etxenique, siempre capaz de hacer sencillo y comprensible lo más difícil, con una intervención acerca de los constituyentes fundamentales de la materia, es decir, las partículas subatómicas, en la que no han faltado ni las citas de Blake y Yeats. A partir de ahí, y después de enterarnos de las múltiples utilidades de los neutrinos —Juan José Gómez Cadenas—, hemos ido subiendo por el tamaño de la escala hasta terminar a última hora de la tarde con ese todo en el que vivimos y al que llamamos universo.

El broche de oro lo han puesto Natalia Ruiz y Daniel González quienes, imitando a Raphael y a Raffaela Carrá, han realizado un "resumen" de lo más divertido y musical sobre lo que hoy sabemos acerca del origen del universo y sus singularidades. ¡Hay que echarle mucho humor, ingenio y ganas de que el público se divierta para hacer lo que han hecho! Admirables. En cuanto Naukas suba los vídeos, quitaré este que he grabado con el teléfono y que carece de la calidad mínima para hacer justicia a su actuación.

¡Gracias, Naukas, por ofrecernos un día lleno de luz!


Hacéis realidad el poema con que cerraba Un punto de encuentro.



VENDRÁN MÁS y abrirán nuevos caminos,

descubrirán formas aún no imaginadas

y aunque los lenguajes sean muchos y distintos,

llegarán y nos hablarán más claro,

sabrán explicar lo que aún no entendemos.

Descubrirán el peso de lo humano en la materia

y el hálito matérico de nuestros gustos.

Dejarán un aliento de bondad palpitando

entre lo más oscuro del ser

y nuestro afecto por lo mágico.

Unificarán el vuelo de las aves,

la lentitud del pensamiento

y el interno quehacer de lo invisible.




Otros vendrán

y seremos mejores

y más sabios.

¿DE QUÉ ESTÁ HECHO EL UNIVERSO? TRAS LA FÓRMULA DEFINITIVA




Si eso de las partículas elementales te parece incomprensible, si te resulta ininteligible la belleza de las fórmulas que describen las fuerzas de la naturaleza, si no acabas de entender por qué los físicos llevan un siglo devanándose los sesos para encontrar la fórmula definitiva, este documental, claro y sencillo, te ayudará a comprender todo eso y cuál es el hilo conductor que va de Paul Dirac hasta Peter Higgs y que de alguna manera se sintetiza en esta fórmula:


El documental está en inglés, pero podéis encontrarlo traducido al castellano en la web de La 2. Estará disponible solamente hasta el día 23 de mayo.

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Y ahora salgo corriendo hacia el Teatro Victoria Eugenia para no perderme ninguna charla del evento Naukas.

viernes, 18 de mayo de 2018

PODEMOS SALVAR A NOURA

Fuente: Amnistía Internacional.

Noura tiene 19 años, es sudanesa y su padre la obligó a casarse a los 16. Cuando Noura se negó a mantener relaciones sexuales con su marido, un hombre al que ni tan siquiera quería, la violó con la ayuda de sus dos hermanos y su primo.

A la mañana siguiente, mantuvieron una pelea porque su marido quería volver a violarla. Noura se tuvo que defender, cogió un cuchillo y finalmente su marido perdió la vida a causa de las heridas. Noura fue a pedir ayuda a su familia, pero en lugar de apoyarla la entregaron a la policía.

Ahora, los tribunales condenan a Noura a pena de muerte. Sobran las palabras frente a un castigo tan injusto, pero ahora más que nunca podemos impedirlo. Sin nuestra ayuda Noura no tiene a nadie que la defienda.

UN EXPERIMENTO PARA ILUSTRAR LAS CONSECUENCIAS DEL ACOSO



Hay quienes piensan que no hemos cambiado nada desde hace miles de años, que salvo formas y costumbres distintas y un cúmulo de conocimientos verdaderamente extraordinario, lo esencial, nuestro comportamiento con respecto a las demás personas sigue exactamente igual. Es decir, podemos transformar el mundo aplicando saberes científico-técnicos, pero somos incapaces de progresar como seres humanos solidarios y responsables.

Afortunadamente estamos dotados de cierta capacidad cognitiva, somos capaces de aprender de situaciones nuevas e, incluso, podemos darnos cuenta de las consecuencias que comportan. Es más, cierta capacidad empática nos inclina a percibir y compartir lo que sienten otras personas y sentirnos solidarios en el dolor y en la alegría. Parece, incluso, que la empatía es, según indican algunos experimentos, la mejor garantía que tenemos para un comportamiento moralmente responsable.

Un principio didáctico señala que aprendemos mejor aquello que podemos ver, tocar, sentir, experimentar de alguna manera y que el refuerzo es mayor si afecta a nuestros sentimientos. Impulsados por esta idea, preocupados por el acoso que se sufre en los centros escolares y con la intención de promover actitudes más respetuosas, la famosa casa sueca puso en marcha este experimento en un instituto.

Durante un mes estuvieron colocadas dos plantas iguales. Ambas recibían la misma cantidad de agua y de luz, pero una tenía a su lado una grabación que de forma contínua solo profería insultos y desprecios, mientras la otra recibía mensajes cariñosos. Los mensajes fueron grabados por el alumnado. El resultado del experimento fue espectacular. 

Sabemos, o creo que sabemos, de los beneficios que comporta tratar a una persona con cariño, empatizar con su dolor y ayudarla en la medida de nuestras posibilidades. Sin embargo, nos dejamos arrastrar por impulsos primarios y egoístas, que tan solo satisfacen nuestros deseos más inmediatos, si es que llegan a hacerlo. Si somos capaces de apenarnos por la planta, ¿no vamos a ser capaces de ofrecer un trato correcto a un congénere?

Ojalá que estos escolares suecos aprendan bien la lección y no se les olvide nunca.